viernes, 16 de mayo de 2014

[Comentario] Vietnam es el único responsable de última disputa marítima con China

"Amistad profunda" (cartel de 1956)

BEIJING, 16 de mayo (Xinhua) -- La disputa que mantienen China y Vietnam desde el pasado 2 de mayo en el Mar Meridional de China ha atraído una vez más la atención global, y Estados Unidos no ha perdido el más mínimo tiempo para condenar a China por sus supuestas acciones "provocadoras".

La narrativa es muy familiar: una creciente China es cada vez más agresiva en las disputas marítimas e intenta amedrentar constantemente a sus vecinos pequeños.

Sin embargo, como siempre, dicha narración es imperfecta.

El área disputada se localiza en la zona de las Islas Xisha de China, sobre la cual Beijing, con profundas pruebas histórica y legal, ha reclamado desde hace mucho tiempo su soberanía.

China ha estado preparando los trabajos de perforación en dicha área durante la última década. La locación se ubica a 17 millas náuticas de la Isla Zhongjian de China, y entre 130 y 150 millas náuticas de la costa de Vietnam.

La situación se encrespó después que embarcaciones y personal de Vietnam trataron en varias ocasiones de crear problemas a las operaciones normales de una compañía petrolera de China.

En los siguientes días, China ha tenido que reforzar la protección de dicha área.

La obstinación de Vietnam en acosar la plataforma petrolífera china crea un gran riesgo, poniendo en peligro la seguridad del personal tanto chino como vietnamita, lo cual incluso podría tener consecuencias imprevisibles y fatales.

Resulta también imprudente que Vietnam provoque una escalada de las tensiones en el Mar Meridional de China en este momento.

China valora sus vínculos con Vietnam. Es por ello que el primer ministro chino, Li Keqiang, durante su visita a Hanoi en octubre pasado, trabajó inexorablemente con los líderes vietnamitas para impulsar de manera integral la cooperación bilateral en los sectores terrestre, marítimo y financiero.

Pero Vietnam tiene que entender que China busca la cooperación de beneficio mutuo, pero nunca sacrificará su soberanía en el proceso.

Al mismo tiempo, el fracaso de Vietnam a la hora de frenar los ataques mortales de las turbas contra ciudadanos e inversiones extranjeros no le hace bien al país, sino que empaña la imagen internacional de Vietnam y daña la credibilidad de su gobierno.

Tal caos podría extenderse con gran facilidad y suponer una real amenaza para las propias estabilidad y seguridad nacionales de Vietnam.

China nunca ha tenido la intención de crear problemas en el Mar Meridional de China, pero no teme a ninguno de los problemas que otros países podrían intentar ocasionar en la región.

Después de más de dos semanas de medidas contraproducentes, Vietnam tiene que entender que es mejor actuar con mente fría y evitar emprender cualquier acción que pueda provocar una mayor escalada de la situación.

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