domingo, 15 de diciembre de 2013

[Peter Franssen] El conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur: China en el ojo del huracán


Sigo rescatando viejos artículos de la página web de Peter Franssen, que en su día fueron inéditos en castellano. Esta vez el artículo versa sobre el enfrentamiento militar de noviembre de 2010 entre las dos Coreas que se saldó con el bombardeo norcoreano sobre la isla de Yeonpyeong . Ciertamente el artículo está pasado de fecha, pero considero que nunca es tarde para traducir estos materiales de la página web de Peter Franssen, que tienen un gran valor, no solamente porque ofrecen el punto de vista de uno de los mayores especialistas sobre la cuestión de China acerca de distintas cuestiones, sino también porque su contenido sigue siendo de candente actualidad (máxime cuando la tensión entre las dos coreas volvió a alcanzar cotas inquietantes el pasado mes de marzo de 2013). 

En esta ocasión, el artículo que escribió Peter Franssen trataba del lugar trascendental que ocupa China en la tensión existente en la península coreana. Y es que lo que aquí nos explica Franssen es que, al igual que con todos los últimos grandes conflictos y/o intervenciones militares que han contado con participación estadounidense (el caso de la tensión entre las dos Coreas es paradigmático en este sentido), China se sitúa en el escenario de fondo. Tomar nota de ello no le vendría mal a ciertos casposos comunistas "pro-soviéticos", que por cándida ingenuidad o por espurios intereses afirman que China tiene ambiciones sobre Corea del Norte, cuando no tiene un papel de complicidad con el imperialismo norteamericano en lo concerniente a la cuestión de Corea. Pero estos comunistas, de conciencia fácilmente manipulable por el Pentágono, no se dan cuenta de que todo lo que sucede en la península coreana, más allá de la obvia enemistad que enfrenta a Corea del Norte y Estados Unidos, dos países con regímenes sociales diametralmente opuestos, depende directa o indirectamente de los planes que tiene reservados el imperialismo para China, siendo la guerra fría que Estados Unidos mantiene secretamente contra China el objetivo estratégico de  todos los conflictos que provoca en la península coreana. 

El artículo llega tarde (como muchísimos otros que verán la luz en este humilde blog), pero precisamente no habría venido mal tenerlo traducido al castellano en el momento en que se publicó. Toda información que se pueda recopilar sobre China, sea pasada o reciente, es bienvenida.

Tres semanas después de que Corea del Norte y Corea del Sur intercambiaran tiros de artillería durante varias horas, la calma aún no ha llegado. Parece que los Estados Unidos quieren a toda costa que dure esta situación conflictiva con la intención de aislar a China y conseguir la congelación de las relaciones entre ésta y algunos países de Asia del Este.

La reconstitución de los hechos nos muestra que el incidente del 23 de noviembre [N. del T: del año 2010] entre los dos Estados coreanos fue provocado, y que desde entonces los Estados Unidos mantienen conscientemente la tensión.

La reconstitución de los hechos: [1]

1. En la semana del 23 de noviembre, Corea del Sur y Estados Unidos se entregan a ejercicios militares comunes bajo la apelación de “Hoguk” – lo que significa “Defensa del Estado”. Están implicados 70.000 hombres, 600 carros, 500 aviones de combate, 900 helicópteros y 50 navíos de guerra. [2]
2. El día anterior, así como el 23 de noviembre, Corea del Norte exige en repetidas ocasiones e insistentemente que no se organicen estos ejercicios militares.

3. El 23 de noviembre, unidades de artillería del ejército surcoreano, posicionadas sobre las islas del Mar Amarillo occidental, a 7 millas náuticas (13 km) apenas de la costa norcoreana, abren fuego durante cuatro horas. Según el ministerio de Defensa surcoreano, estas unidades abrieron fuego 3657 veces, a un ritmo de algo más de 900 disparos por hora. Dispararon en el espacio marítimo reivindicado tanto por Corea del Norte como por Corea del Sur. Este espacio marítimo se sitúa a proximidad de la línea de demarcación norte establecida en 1953 por la marina de guerra americana, que no es reconocida ni a nivel internacional ni por Corea del Norte. Los norcoreanos consideran los disparos de artillería surcoreanos como un bombardeo en su territorio.

4. Unidades de artillería norcoreanas responden a estos disparos bombardeando a su vez la isla de Yeonpyeong. Ante ello, la artillería surcoreana toma por objetivo las bases militares norcoreanas. Sobre la isla de Yeonpyeong se encuentran bases militares surcoreanas y reside allí una comunidad de pescadores de unas 1300 personas. Durante los disparos de la artillería norcoreana, dos militares surcoreanos pierden la vida, al igual que dos civiles surcoreanos empleados por el ejército surcoreano. Del lado norcoreano, se deploran dos bajas también.

Mantener la tensión

El mismo día del incidente, los Estados Unidos, la Unión Europea y Japón condenan a Corea del Norte – sin que se hubiese iniciado una investigación sobre los hechos. El 24 de noviembre, el presidente Obama envía a la zona al portaaviones George Washington. El navío posee armas nucleares a bordo, y también transporta 75 aviones de combate y 6000 hombres. Corea del Sur y Estados Unidos deciden proseguir con los ejercicios militares e integrar a un mayor número de navíos de guerra. Pero estos ejercicios no se reanudan en los lugares previstos inicialmente. Corea del Sur quería proseguir primero sus ejercicios de artillería sobre la citada isla de Yeonpyeong pero los ha cancelado. Los ejercicios comunes de Corea del Sur y Estados Unidos tienen lugar desde entonces en el Mar Amarillo, a unas 125 millas náuticas (alrededor de 230 kilómetros) de la línea de demarcación.

Dos días después del final de estos ejercicios comunes, Japón y Estados Unidos inician conjuntamente nuevo ejercicios militares. Participan en ellos 44.000 soldados, 40 navíos de guerra japoneses y 20 norteamericanos, así que cientos de aviones de combate. Los ejercicios se desarrollan en la zona que rodea las islas del sur de Japón.

Mientras tanto, el primer ministro chino Wen Jiabao y el presidente chino Hu Jintao se dirigen en repetidas ocasiones a Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y Estados Unidos con el fin de tener conversaciones y hacer bajar la tensión. Los tres últimos países citados rechazan estas conversaciones de paz. En tiempo y lugar, la ministra norteamericana de Asuntos Extranjeros, Hillary Clinton, convoca a sus homólogos surcoreanos y japoneses, Kim Sung-Hwan y Seiji Maehara en Washington para un encuentro, tras el cual un comunicado de prensa conjunto anuncia lo siguiente: “Nuestra reunión refleja la necesidad de una colaboración trilateral más fuerte a fin de hacer frente a los incesantes nuevos desafíos. Nuestras tres naciones confirman sus responsabilidades bilaterales mutuas tales como quedan definidas en los tratados de seguridad firmados entre los Estados Unidos y Corea del Sur y entre Estados Unidos y Japón. Estos tratados constituyen la base de dos alianzas.”[3] En 2003, se inician las conversaciones a seis bandas entre Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, China y Rusia con el fin de consolidar la paz en la península coreana. China es la anfitriona de estas conversaciones. El llamamiento chino a seguir con las conversaciones se encuentra hoy con el rechazo tajante de Washington. En tiempo y lugar, los Estados Unidos prefieren reforzar sus relaciones políticas y militares con Japón y Corea del Sur.

China puesta en un rincón

Estados Unidos, Japón y Corea del Sur ponen a Corea del Norte en el punto de mira presentándola como una amenaza a su seguridad. Mientras que las provocaciones siguen teniendo lugar, Hillary Clinton dice lo siguiente: “Corea del Norte constituye una amenaza inmediata para la región y en particular para Corea del Sur y Japón”. [4]

Esta amenaza sólo es posible porque Corea del Norte puede contar con el apoyo de China, añade. China incluso le proporcionaría bombas nucleares a Corea del Norte.

Sin embargo, la política china busca la paz y la conciliación. No solamente en beneficio de la propia península coreana, sino también porque Corea del Norte constituye un tapón entre China y las tropas norteamericanas en Corea del Sur. La prioridad primera de China, es decir su desarrollo económico y social, estaría en peligro en caso de guerra en sus fronteras. Optamos por la paz, la seguridad y la colaboración en la península coreana y nuestra evaluación de los acontecimientos descansa únicamente en los hechos, declara el ministro chino de Asuntos Extranjeros, Yang Jiechi. [5]

Pero de momento la diplomacia china no puede rivalizar con la propaganda norteamericana, surcoreana y japonesa. Para varios países de Asia del este, China es co-responsable de la tensión en la península coreana. Esto es precisamente lo que quieren los Estados Unidos. China se ha convertido en el principal socio comercial de Corea del Sur y Japón, así como de la mayor parte de países de Asia del este. Esto crea lazos que perjudican la influencia de los Estados Unidos en el Océano Pacífico. Para revertir este proceso, escribe el comité de expertos Center for a New American Security, “nuestros lazos bilaterales en la parte asiática del Océano Pacífico deben seguir siendo la base de la futura política americana con respecto a China. Estos lazos son indispensables para paliar las consecuencias y las implicaciones del ascenso de China. Nuestras relaciones bilaterales con Japón, Corea del Sur, Australia, Filipinas y Tailandia – al igual que numerosos socios en la región – juegan un papel vital en la garantía del acceso americano a la región y en la disuasión de una potencial agresión china”. [6]

Las fricciones provocadas entre Corea del Norte y Corea del Sur son una aplicación de esta política. Los acontecimientos dejan suponer que en los años venideros, el centro de la confrontación entre Estados Unidos y China se va a situar en la zona marítima que bordea el sur de China, a través del estrecho de Taiwán hasta la península coreana. En esta extensión de agua se encuentran zonas de conflictos que sólo esperan una cosa, que es que un dedo norteamericano apriete el botón que los encienda.

Al sur de China se extiende el mar de China meridional. Está repleto de islas reivindicadas tanto por China como por Brunéi, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam.[7] Más al norte se encuentra el estrecho de Taiwán, que se separa a éste de China. Hace dos años, en el pacto militar entre Japón y Estados Unidos, el estrecho fue calificado de “esencial para nuestra defensa”. Aún más al norte se encuentran las islas Diaoyu (islas Senkaku en japonés) que son objeto de un contencioso entre China y Japón.

Éstas son tantas otras ocasiones para los Estados Unidos de provocar disputas entre toda una serie de países y China, y al mismo tiempo para reforzar sus propias alianzas así como su presencia política y militar. Esta política es una componente de la guerra fría iniciada por los Estados Unidos contra China – conviene evitar una guerra real por el momento porque los Estados Unidos no se lo pueden permitir: ello arrastraría a su economía hacia un abismo profundo.

Este artículo fue redactado por Peter Franssen, redactor de www.infochina.be, el 7 de diciembre de 2010.

[1] -La reconstitución fue realizada por el profesor Nan Kim, de la Universidad de Wisconsin, y por John McGlynn, periodista que trabaja para el Asia-Pacific Journal. Ver Japan Focus, 6 de diciembre de 2010. tion a été réalisée par le professeur Nan Kim, de l’Université du Wisconsin, et John McGlynn, journaliste travaillant pour l’Asia-Pacific Journal. Voir Japan Focus, 6 décembre 2010.

[2]- “ASCK Steering Committee Statement on the Current Crisis in Korea” (Declaración del Comité de Dirección de la ASCK sobre la crisis actual en Corea), Alliance of Scholars Concerned about Korea (Alianza de Universitarios Inquietos con Corea), 27 de noviembre de 2010.

[3]-Ministerio estadounidense de Asuntos Extranjeros, Comunicado de Prensa, 6 de diciembre de 2010
[4]- “Us-Japan naval drillas start as North Korea tensions rise” (Los ejercicios navales americano-japoneses comienzan en un momento en que crecen las tensiones con Corea del Norte), BBC, 3 de diciembre de 2010.

[5]-Zhang Liangui, “China neutral on Korea issue” (China es neutral en el problema coreano), China Daily, 7 de diciembre de 2010

[6]-Abraham Denmark er Nirav Patel (ed.) China’s arrival: a strategic framework for a Global Relationship (La aparición de China: un cuadro estratégico para las relaciones mundiales), Center for a New American Security CNAS, septiembre de 2009, pág. 173.

[7]- Ronald O’Rourke, China Naval Modernization: Implications for U.S. Navy Capabilities –  Background and Issues for Congress (La modernización de la marina china: implicaciones para las capacidades de la US Navy – Contextos y problemas para el Congreso), Congressional Research Service CRS, octubre de 2010, pág. 8.

Fuente: http://infochina.be/fr/content/le-conflit-entre-la-cor%C3%A9e-du-nord-et-la-cor%C3%A9e-du-sud-la-chine-dans-le-collimateur

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