BEIJING, 16 de noviembre (Xinhua) -- La actual transformación de la estructura
económica, impulso de la reforma y apertura china iniciada en 1978, se
realimenta con la mejora de la vida del pueblo.
La meta esencial de la reforma china, según explicó el presidente chino, Xi Jinping, en la cumbre de CEO del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, siglas en inglés), se trata de mejorar el bienestar del pueblo mediante el desarrollo de un sistema de seguridad social más equitativo y sostenible, el progreso del sistema de servicios públicos y la innovación del sistema de gobernación social.
Pese a que la economía china ha entrado en la etapa de "nueva normalidad", los índices relacionados con el bienestar básico del pueblo no han mostrado un impacto negativo por la transformación de la estructura económica y la ralentización económica, puesto que los ingresos de los residentes continúan registrando un rápido crecimiento y el índice de empleo permanece estable.
En los primeros tres trimestres de 2014, se crearon 10,82 millones de nuevos empleos, mientras que los ingresos de los residentes urbanos y rurales aumentaron en un 6,9 y un 9,7 por ciento, respectivamente.
Ryan Rutkowski, analista del Instituto Peterson de Washington, dijo que la "nueva normalidad" de la economía de China se centra en el empleo en vez de en el rendimiento económico. En su opinión, el nuevo liderazgo ha tomado una actitud tolerante ante la ralentización económica, pero el mercado laboral no muestra consecuencias desfavorables debido a la tendencia económica del menor crecimiento.
Esto es resultado de la adopción de medidas por parte del Gobierno para optimizar la estructura económica y promover tanto la calidad como la eficiencia de la economía.
Desde que se diera a conocer el objetivo de profundizar la reforma integral durante la tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) hace un año, el Gobierno chino ha impulsado la reforma en terrenos concernientes a la vida del pueblo, como son la educación, la asistencia médica, el medioambiente, la seguridad social y la construcción de viviendas.
Desde la remodelación acelerada de poblados de chabolas hasta la aprobación de nuevas políticas sobre el sistema del registro familiar y el lanzamiento de una dura campaña contra la corrupción, hasta la reforma del sistema de salarios para las empresas estatales, todas estas medidas se han propuesto para que el pueblo pueda beneficiarse de una manera mejor y más justa de los frutos de la reforma y el desarrollo.
A principios de este año, el Consejo de Estado aprobó las Opiniones sobre las Tareas Prioritarias para la Profundización de la Reforma del Sistema Económico en 2014 formuladas por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, que puntualizó que los esfuerzos deberían centrarse en resolver las dificultades en la promoción del desarrollo y la mejora de la vida del pueblo, y priorizar la aprobación de medidas de reforma que puedan generar resultados directos para la estabilización del crecimiento, la reestructuración, y la mejora de la vida del pueblo.
Ya que la mejora de la vida del pueblo chino es una orientación fundamental de valores en la profundización de la reforma, estará inevitablemente relacionada con la promoción del desarrollo económico.
En la actualidad, el patrón de consumo de los residentes está mejorando en China, con la aparición de nuevos puntos de consumo, que proporcionarán un nuevo vigor y vitalidad al desarrollo industrial y a la transformación de la estructura económica.
La estructura económica en China está experimentando profundos cambios, consiguiendo mayor calidad y una estructura más racional. Asimismo, han emergido múltiples fuerzas de impulso para el crecimiento.
De enero a septiembre, el consumo contribuyó con un 48,5 por ciento del total del crecimiento económico de China, superando las inversiones, que representaron solo el 41,5 por ciento. El sector servicios supuso el 46,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), un aumento de 1,2 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año pasado.
El diario alemán Die Welt comentó que los éxitos preliminares de la transformación económica de China son cada día más obvios: el crecimiento del sector servicios y la demanda doméstica están desempeñando un papel cada día más importante en el desarrollo económico general del país.
La meta esencial de la reforma china, según explicó el presidente chino, Xi Jinping, en la cumbre de CEO del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, siglas en inglés), se trata de mejorar el bienestar del pueblo mediante el desarrollo de un sistema de seguridad social más equitativo y sostenible, el progreso del sistema de servicios públicos y la innovación del sistema de gobernación social.
Pese a que la economía china ha entrado en la etapa de "nueva normalidad", los índices relacionados con el bienestar básico del pueblo no han mostrado un impacto negativo por la transformación de la estructura económica y la ralentización económica, puesto que los ingresos de los residentes continúan registrando un rápido crecimiento y el índice de empleo permanece estable.
En los primeros tres trimestres de 2014, se crearon 10,82 millones de nuevos empleos, mientras que los ingresos de los residentes urbanos y rurales aumentaron en un 6,9 y un 9,7 por ciento, respectivamente.
Ryan Rutkowski, analista del Instituto Peterson de Washington, dijo que la "nueva normalidad" de la economía de China se centra en el empleo en vez de en el rendimiento económico. En su opinión, el nuevo liderazgo ha tomado una actitud tolerante ante la ralentización económica, pero el mercado laboral no muestra consecuencias desfavorables debido a la tendencia económica del menor crecimiento.
Esto es resultado de la adopción de medidas por parte del Gobierno para optimizar la estructura económica y promover tanto la calidad como la eficiencia de la economía.
Desde que se diera a conocer el objetivo de profundizar la reforma integral durante la tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) hace un año, el Gobierno chino ha impulsado la reforma en terrenos concernientes a la vida del pueblo, como son la educación, la asistencia médica, el medioambiente, la seguridad social y la construcción de viviendas.
Desde la remodelación acelerada de poblados de chabolas hasta la aprobación de nuevas políticas sobre el sistema del registro familiar y el lanzamiento de una dura campaña contra la corrupción, hasta la reforma del sistema de salarios para las empresas estatales, todas estas medidas se han propuesto para que el pueblo pueda beneficiarse de una manera mejor y más justa de los frutos de la reforma y el desarrollo.
A principios de este año, el Consejo de Estado aprobó las Opiniones sobre las Tareas Prioritarias para la Profundización de la Reforma del Sistema Económico en 2014 formuladas por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, que puntualizó que los esfuerzos deberían centrarse en resolver las dificultades en la promoción del desarrollo y la mejora de la vida del pueblo, y priorizar la aprobación de medidas de reforma que puedan generar resultados directos para la estabilización del crecimiento, la reestructuración, y la mejora de la vida del pueblo.
Ya que la mejora de la vida del pueblo chino es una orientación fundamental de valores en la profundización de la reforma, estará inevitablemente relacionada con la promoción del desarrollo económico.
En la actualidad, el patrón de consumo de los residentes está mejorando en China, con la aparición de nuevos puntos de consumo, que proporcionarán un nuevo vigor y vitalidad al desarrollo industrial y a la transformación de la estructura económica.
La estructura económica en China está experimentando profundos cambios, consiguiendo mayor calidad y una estructura más racional. Asimismo, han emergido múltiples fuerzas de impulso para el crecimiento.
De enero a septiembre, el consumo contribuyó con un 48,5 por ciento del total del crecimiento económico de China, superando las inversiones, que representaron solo el 41,5 por ciento. El sector servicios supuso el 46,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), un aumento de 1,2 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año pasado.
El diario alemán Die Welt comentó que los éxitos preliminares de la transformación económica de China son cada día más obvios: el crecimiento del sector servicios y la demanda doméstica están desempeñando un papel cada día más importante en el desarrollo económico general del país.
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