AFP / Greg Baker
Varias placas decorativas fotografiadas el 24 de octubre de 2014 muestran el rostro de mandatarios chinos del pasado y del presente, incluido el actual presidente Xi Jinping, que ha reafirmado la supremacía del Partido Comunista sobre el ejército
El ejército chino ha de ser leal al Partido Comunista y no al Estado, afirmó sin rodeos el presidente del país, Xi Jinping, recordando que "el partido manda sobre las armas".
En los últimos años se ha planteado que la lealtad del ejército esté con la nación y no con el partido único (lo que en el país se denomina 'nacionalización'), pero Xi ha dejado claro que la cuestión está fuera de la agenda, en una reunión de dos días en la provincia de Fujian (sur). "Debemos reconocer profundamente el importante papel del trabajo político en la construcción del ejército e inculcar a las siguientes generaciones las grandes tradiciones forjadas con sangre por nuestros ancestros", dijo Xi Jinping, citado por la agencia oficial Xinhua.
La prensa estatal criticó este lunes la idea de que el Estado controle el ejército, con un editorial en el diario de las fuerzas armadas que dice: "De aquellos que llaman a nacionalizar el ejército puede decirse que tienen un corazón muy negro".
El presidente prometió también mantener su campaña anticorrupción dentro de las fuerzas armadas, días después de que Xu Caihou, ex-número dos del Ejército de Liberación Popular, con 2,3 millones de soldados, confesara a los fiscales haber recibido sobornos a cambio de otorgar promociones. Según Xi, jefe de Estado, de las fuerzas armadas y del Partido Comunista Chino, sigue faltando disciplina en el ejército y la supervisión de los oficiales es "demasiado laxista". El presidente considera que el sistema de vigilancia de los altos mandos militares todavía tiene fallas.
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