Por Manuel Corpa
El Acuerdo de las 17 medidas “para la liberación pacífica de Tíbet” alcanzado entre el gobierno central de China y el gobierno local de Tíbet, otorgaba al Gobierno Central la responsabilidad sobre la Defensa y las Relaciones exteriores. Y al Gobierno Local sobre la actividad política y social. Es decir, la continuación del régimen existente.
El Sangri-la del Dalai Lama.
La estructura política de Tíbet era teocrática. El poder político y el religioso estaban unificados en misma persona, el Dalai Lama o un Regente. Su legislación consistía en dos códigos:
El Código de Trece Artículos y el Código de Dieciséis Artículos. Clasificaban a las personas en nueve categorías de tres clases políticas y sociales. Al nacer quedaba estatuida la desigualdad en la posición social.
Estos códigos establecían lo siguiente: La vida de las personas superiores de la primera categoría equivalía al peso de su cadáver en oro. En el otro extremo, la vida de las personas inferiores de la última categoría valía lo que una soga de paja. Los propietarios de los siervos disponían de los mismos. Podían venderlos, transferirlos, obsequiarlos, empeñarlos e intercambiarlos cuando les viniera en gana. Además decidían sobre su vida, muerte y casamiento. Si los siervos que se iban a casar no pertenecían a un mismo propietario, debían pagar por redimirse. Los hijos de los siervos estaban condenados a ser siervos. Sus propietarios podían someterlos a cualquier tipo de castigo ultrajante, aplicándoles salvajes penalidades, como sacarles los ojos, cortarles las manos, los pies, las orejas y la lengua, extraerles los tendones, arrojarlos a los ríos y lanzarlos desde las montañas.
La propiedad de la tierra pertenecía a los lamas de alto rango, los oficiales locales y los aristócratas que representaban en torno al 5% de la población.
El 95% de los habitantes del Tíbet en esa época eran siervos, aproximadamente un millón, forzados a derramar sangre sudor y lágrimas para mantener la lujosa vida que disfrutaba una minoría de Señores como el Dalai Lama.
La estructura de mando de los monasterios era muy jerárquica. La pedofilia y los abusos sexuales eran generalizados en ellos. Mientras los lamas de alto rango vivían en palacios opulentos, tomaban a niños como esclavos sexuales y vivían del trabajo de los lamas de rango inferior, éstos vivían a su vez del trabajo de los siervos. El castigo a los siervos desobedientes era similar al citado más arriba. Podían sacarles los ojos, destriparles, amputarles manos o piernas u otras formas de tenebrosa tortura.
En los años 50 del siglo XX había en Tíbet unos 2.700 monasterios, y 120.000 monjes, que representaban el 12 por ciento de la población tibetana. En 1952, sólo en Lhasa había 16.000 monjes de una población de 37.000 habitantes.
- La esperanza de vida al nacer era de 35.5 años.
- La mortalidad infantil elevada.
- Las hambrunas eran frecuentes.
- No existían escuelas fuera de los monasterios. Todas eran religiosas.
- El analfabetismo era generalizado.
No es de extrañar pues que hubiera tensiones entre los siervos que habían recibido alborozados al EPL y los amos de siervos y lamas de rango alto.
Además, las tensiones entre el gobierno central y los imperialistas yanquis estaba en su apogeo. El 19 de octubre de 1950, 135.000 soldados voluntarios chinos habían acudido a Corea del Norte a parar a los yanquis. Según creían los chinos, el General McArthur pretendía, tras ocupar toda la península coreana, entrar en China y conquistar Manchuria.
Los yanquis, además, empezaron a crear grupos guerrilleros[1] para atacar China desde Malasia, Birmania, Taiwán, etc. Pero también en Tíbet, donde introdujeron numerosas armas. Los dos hermanos mayores del Dalai Lama fueron captados por la CIA en esas fechas.
“Dos artículos publicados uno en el Chicago Tribune y otro en el Newsweek analizaban la implicación y financiación de la CIA (…) desde los años 50 hasta los 70:
Ciertos monasterios se convirtieron en centros de la actividad secreta contrarrevolucionaria y en almacenes de armas que la CIA norteamericana enviaba desde la India. La CIA estableció un centro de entrenamiento de agentes tibetanos en el campo Hale de Montañas Rocosas en Colorado por su gran altitud. También fueron entrenados mercenarios tibetanos en bases norteamericanas de Guam y Okinawa. En total los EE.UU. entrenaron militarmente a 1.700 tibetanos en los años 50 y 60.”[2]
También hubo una guerrilla de unos 2400 miembros, financiada por la CIA, en el Himalaya.[3]
A pesar de las tensiones, en 1954, el Dalai Lama fue nombrado vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, máximo órgano de la soberanía de China. Querían mostrarle que en China se trataba a todas las etnias por igual.
La destrucción del Sangri-la del Dalai Lama por los Comunistas
En 1959 una pequeña minoría de lamas tibetanos, apoyados por la CIA, se levantó contra el gobierno comunista. Fueron derrotados y el Dalai Lama huyó a India. A partir de ahí se inició la revolución democrática que liberó a los siervos del yugo de la tiranía.
El profesor universitario Michael Parenti ha escrito:
“En 1959 Anna Louise Strong, una periodista estadounidense visitó una exposición de instrumentos de tortura que había sido utilizado por los Señores del Tíbet. Había grilletes de todos los tamaños, incluidos unos pequeños para niños e instrumentos para cortar narices, orejas, sacar ojos, romper manos y piernas. Había también hierros calientes, látigos y aparatos especiales para destripar. La exposición mostraba fotografías y testimonios de víctimas que habían dejado ciegas o tullidas o que habían sufrido amputación por robar. Había un pastor al que su amo tenía que reembolsar en yuanes y trigo, pero se negaba a pagar. El pastor cogió una vaca del amo y por ello le mutilaron las manos. Otro pastor que se opuso a que su esposa fuera entregada a su Señor, al que le rompieron las manos. Había también fotografías de activistas comunistas cuyas narices y labios superiores fueron cortados. También una mujer que fue violada y a la que después la habían cortado la nariz.”[4]
28 de Marzo Día de la LIBERACIÓN de los SIERVOS
Los siervos fueron liberados el día 28 de marzo de 1959, poniendo fin a la servidumbre feudal.
Una vez que el Dalai Lama y su camarilla fueron al exilio, en Lhasa, la capital, se produjeron celebraciones en las que se quemaron títulos de propiedad de los Señores y a cambio los siervos liberados recibieron títulos de propiedad de la tierra y del ganado y herramientas para la agricultura.
Se abrieron escuelas y centros de atención sanitaria gratuitas para toda la población. Con la participación del ejército se construyeron dos carreteras, dignas de ese nombre, que unieron a Tíbet con otras dos provincias chinas. También un aeropuerto. Tíbet empezó a salir de la penumbra.
La liberación de siervos en Tíbet permitió a otras minorías étnicas como los Loba, Monba y Deng tener un papel activo en la sociedad por primera vez en su historia.
En el próximo artículo trataré de los hechos más reseñables acaecidos en estos años y haré un breve resumen de la situación actual.
Notas:
- En lenguaje actualizado se les llamaría terroristas.
- Egido, José Antonio. Por el pueblo de Tíbet y contra el feudalismo lamaísta, Rebelión, 2008.
- Rafael Poch: Diario de Pekín
- Nota del resumen de un artículo de Gearóid ó Colmáin titulado: El Culto al Dalai Lama: Neo-feudalismo postmoderno y el declive de Occidente. Publicado en dissidentvoice.org
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