Sede de la reunión de Zunyi, hoy lugar turístico en China
La Gran Marcha del Ejército Rojo fue una hazaña sin precedentes en la historia mundial. A mediados de 1934, el Ejército Rojo Central emprendió la Gran Marcha, al no tener otra alternativa ante el revés sufrido en la lucha contra la quinta campaña de “cerco y aniquilamiento” lanzada por el Kuomintang a mediados de abril del mismo año.
El 7 de enero de 1935, el Ejército Rojo conquistó Zunyi, una ciudad de importancia estratégica al norte de la provincia de Guizhou. Como el Ejército Rojo cambió repentinamente de rumbo, deshaciéndose de las fuerzas enemigas que le perseguían desde la retaguardia y le bloqueaban por delante, pudo reponer sus fuerzas y consolidarse en Zunyi durante 12 días.
Entre el 15 y el 17 de enero se celebró en Zunyi una reunión ampliada del Buró Político del CC del PCCh. Después de un debate enconado, los asistentes a la reunión aprobaron en su mayoría el programa y los criterios de Mao Zedong, Zhang Wentian y Wang Jiaxiang, considerando incorrecto el informe que había hecho Bo Gu sobre la lucha contra la quinta campaña de “cerco y aniquilamiento”, superando así la línea doctrinaria y dogmática impuesta hasta ahora por Wang Ming, Bo Gu y el resto del grupo de los "28 bolcheviques" (llamados así porque eran unos militantes que habían estudiado en la Universidad Sun Yat-sen de Moscú, pero que desconocían la realidad china y pretendían hacer un calco de la táctica empleada por los bolcheviques en Rusia). En la reunión se incorporó a Mao Zedong al Comité Permanante del Buró Político del Comité Central y se encargó a Zhang Wentian la redacción de la “Resolución del Comité Central sobre el informe de rendición de cuentas de la lucha contra la quinta campaña enemiga de ‘cerco y aniquilamiento’”.
La reunión de Zunyi estableció una dirección más acertada del Comité Central del Partido, con Mao Zedong como principal dirigente. En circunstancias sumamente críticas, esta reunión salvó al Partido Comunista, al Ejército Rojo y a la revolución china, siendo un punto de inflexión entre la vida y la muerte en la historia del Partido.
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