lunes, 30 de septiembre de 2013

Fred Goldstein: El marxismo y el carácter social de China

Reproducimos esta charla del camarada Fred Goldstein, traducido por Rebelión en junio de 2013 y extraído de la web de los camaradas norteamericanos del diario Workers World. Vamos a ver. Independientemente de que el autor sea marxista, desde el punto de vista intelectual me parece que su análisis es algo flojo, hay una idealización del periodo de Mao y de los valores del "comunismo de la pobreza" (que Fred Goldstein denomina con las bonitas palabras de "espíritu igualitario"), y se pretende hacer pasar los logros de las reformas iniciadas con Deng Xiaoping . Por otra parte, el autor forma parte de aquellos que han caído en la trampa simplista, tendida por el periodismo imperialista para mentes ingenuas, del "juicio político a Bo Xilai" para "allanar el camino al ala derecha del partido". Si, según el camarada Fred Goldstein, Bo Xilai era un abanderado del "espíritu cultural e igualitario" de la época de Mao, entonces debería explicarnos un poco lo que hay de coherente entre todos estos bonitos ideales y la serie de transacciones comerciales que el matrimonio Bo Xilai-Gu Kailai cerró con empresarios como Larry Cheng, Patrick Devillers, Xu Ming, Wang Jianling, por no hablar de los negocios con el difunto diplomático británico Neil Heywood (asesinado por la mujer de Bo).

No obstante publico el artículo porque aporta información interesante sobre cómo afrontó el gobierno chino los efectos de la crisis internacional del capitalismo, y porque señala ciertos peligros, derivados de la las reformas iniciadas en 1978 bajo Deng, que efectivamente son reales y que podrían tener consecuencias dramáticas en un futuro a largo plazo. Sin embargo, aún es muy pronto para aventurar pronósticos de cómo se desenvolverá la lucha de clases en China en los años venideros. Por otra parte, no sé muy bien de dónde saca que la actual generación de dirigentes ha dado señales de querer efectuar un giro a la derecha en materia de economía, argumentando solamente que aquella pretender "ampliar oportunidades de inversión". Pero, ¿y qué hay del resto de declaraciones de los dirigentes tras el XVIII Congreso del PCCh?

No obstante, voy a darle el beneficio de la duda al camarada Fred Goldstein, y al socaire de su llamamiento a recuperar los valores socialistas e igualitarios de la época, voy a ilustrar el artículo en consecuencia. Aunque sea porque si un día llegan a hacer realidad los malos pronósticos  sobre el futuro del socialismo en China, que no digan que no deje abierta esta posibilidad en este humilde blog. Y además, pese a sus críticas, el camarada Fred Goldstein deja claro que es obligación de todo revolucionario defender a un país antiguamente oprimido por el imperialismo como es la RP China, independientemente de lo que uno piense sobre su carácter de clase, y eso siempre se agradece.

También quisiera advertir que he tenido que hacer algunas modificaciones de una traducción original bastante deficiente.

Estatua del presidente Mao en Shenyang, provincia de Liaoning

El tema de China es una de las cuestiones más importantes del siglo XXI para la clase obrera y los pueblos oprimidos, así como para las clases dominantes imperialistas hostiles del mundo.

Los movimientos progresistas y revolucionarios, sobre todo en los EE.UU., tienen un gran interés en llegar a una correcta política hacia China.

En primer lugar, China es un país oprimido en el pasado que logró la liberación de los británicos, franceses, alemanes, los EE.UU. y el imperialismo japonés en 1949 por medio de una de las grandes revoluciones de la historia. En ese momento, una cuarta parte de la raza humana fue liberada de las garras del imperialismo. Como país oprimido en el pasado que lucha por el desarrollo nacional, debe ser defendido contra todas las variedades de agresión imperialista de tipo militar, económico y político, independientemente de lo que uno piense sobre su carácter social.

China hoy es un fenómeno de la historia nuevo, complejo y contradictorio. Cuenta con estructuras socialistas fundamentales junto con el desarrollo capitalista y la penetración imperialista. Los dirigentes lo denominan "socialismo de mercado" o socialismo con características chinas.

El socialismo se inscribe firmemente como pilar de China en su constitución. La clase capitalista internacional es profundamente hostil a China y nunca deja de tratar de socavar sus estructuras socialistas fundamentales.

Sin embargo, los trabajadores de la industria privada de China son objeto de la explotación capitalista y los trabajadores de las empresas estatales han perdido gran parte del apoyo económico que una vez era inherente a sus lugares de trabajo. Los accidentes de trabajo son infernales y los problemas ambientales son graves.

Carácter dual de la base económica de China

Sólo el marxismo nos permite acercarnos a un análisis de China.

El marxismo ha demostrado que el carácter de una sociedad está determinado por su base económica y la superestructura de la sociedad, su política, la ideología, etc., están determinados por la base económica.

¿Cómo se puede aplicar este análisis a China y cómo puede ayudar a clarificar cómo ver a China?

Para empezar, la base económica de China no es homogénea. En parte es socialista y en parte capitalista. La pregunta para nosotros y para la clase obrera mundial es: ¿Cuál es la dominante, la base socialista o las empresas capitalistas que buscan la acumulación privada de ganancias a través de la explotación de la clase obrera?

Del mismo modo, la superestructura tampoco es homogénea. Por un lado están el Partido Comunista, el Ejército Popular de Liberación y de la doctrina ideológica que declara que el socialismo es el pilar de China. Por otro lado, está la promoción incesante de la apertura al imperialismo y las reformas que produce el mercado capitalista. Y sobre todo hay una lucha por la reforma política, es decir, por el derecho de la burguesía y la pequeña burguesía a organizarse políticamente, ya sea en el interior del partido, fuera del partido o en los dos ámbitos. Hay un constante bombardeo a favor de la "reforma política" por parte de los imperialistas y sus aliados de clase dentro de China.

La crisis económica de 2008-2009 fue una prueba crítica

¿Cómo podemos evaluar esta situación? Debemos comenzar por examinar empíricamente a China, por una parte, y al resto del mundo capitalista por el otro.

Una prueba crucial se produjo cuando los dirigentes chinos se vieron obligados a hacer frente a los efectos de la peor crisis capitalista desde la Segunda Guerra Mundial.

Cuando estalló la crisis en 2008 y 2009, varias decenas de millones de trabajadores en los EE.UU., Europa, Japón y en todo el mundo capitalista, se hundieron en el desempleo.

China, que se había permitido convertirse, peligrosamente, en dependiente en gran medida de las exportaciones al Occidente capitalista, de repente se encontró con el cierre de miles de fábricas, principalmente en las provincias costeras del este y las zonas económicas especiales.

Más de 20 millones de trabajadores chinos perdieron sus trabajos en un tiempo muy corto.

Entonces, ¿qué hizo el gobierno chino?

Hemos descrito lo que sucedió en una serie de artículos en Workers World titulada "La represión de Bo Xilai y el camino capitalista, ¿puede revivirse el socialismo en China?" El artículo, publicado el 27 de marzo de 2012 explicaba que los planes redactados ya desde 2003, previstos para entrar en vigor en los próximos años, fueron impulsados hacia adelante e implementados.

Luego hemos citado a Nicholas Lardy, un experto en la burguesía China del prestigioso Instituto Peterson de Economía Internacional, quien describía que en realidad el consumo en China creció durante la crisis de 2008-09, los salarios subieron y el gobierno creó suficientes puestos de trabajo como para compensar los despidos provocados por la crisis global.

Lardy dijo: "En un año en el cual la expansión del PIB [en China] fue la más lento en casi una década, ¿cómo pudo haber sido tan fuerte el crecimiento en términos relativos del consumo durante el año 2009? ¿Cómo pudo ocurrir esto en un momento en que se derrumbaba el empleo en las industrias orientadas a la exportación, teniendo en cuenta una encuesta realizada por el Ministerio de Agricultura donde se informaba de la pérdida de 20 millones de puestos de trabajo en los centros de la industria de exportación a lo largo de la costa sureste, especialmente en la provincia de Guangdong? El crecimiento relativamente fuerte del consumo en 2009 se explica por varios factores. En primer lugar el auge de la inversión, en particular en actividades de construcción, que parecen haber generado suficientes empleos como para compensar una gran parte de las pérdidas de empleos en el sector de exportación. En el conjunto del año la economía china ha creado 11,02 millones de puestos de trabajo en las zonas urbanas, casi alcanzando los 11.130.000 empleos urbanos creados en 2008.

"En segundo lugar, mientras que el crecimiento del empleo se desaceleraba ligeramente, los salarios siguieron aumentando. En términos nominales, los salarios en el sector formal aumentaron un 12%, unos pocos puntos por debajo del promedio de los cinco años anteriores (Oficina Nacional de Estadísticas de China, 2010, p. 131). En términos reales, el aumento fue de casi un 13%. En tercer lugar, el gobierno prosiguió con su programa de incremento de pagos a los pensionistas y elevó las transferencias a los ciudadanos con ingresos más bajos de China. Las pensiones mensuales para los jubilados de las empresas aumentaron en 120 yuanes, es decir, el 10% en enero de 2009, bastante más que el aumento del 5,9% de los precios al consumidor en 2008. Esto elevó el total de pagos a los jubilados en alrededor de 75.000 millones de RMB. El Ministerio de Asuntos Civiles aumentó en un tercio las transferencias de pagos a unos 70 millones de ciudadanos ubicados en los más bajos ingresos de China, resultando un aumento en RMB de 20.000 millones de dólares en 2009 (Ministerio de Asuntos Civiles de 2010)".

Explicó, además, que el Ministerio de Ferrocarriles presentó ocho planes específicos para que se apliquen en la época de crisis y que deben completarse en el año 2020. El Banco Mundial llamó "quizás el mayor programa planificado de inversiones de ferrocarriles para pasajeros que ha habido en cualquier país". Además de ello se han emprendido proyectos de redes de ultra-alta tensión, entre otros avances.

El artículo completo de Lardy se puede encontrar en “Sustaining China’s Economic Growth after the Global Financial Crisis”, Kindle Locations p. 664-666, Peterson Institute for International Economics.

Las estructuras socialistas revirtieron el colapso

Así es como subieron los ingresos, aumentó el consumo y se superó el desempleo en China, mientras el mundo capitalista seguía sumido en el desempleo masivo, la austeridad, la recesión, el estancamiento, crecimientos lentos y una pobreza creciente.

El hecho de haber podido revertir los efectos de la crisis en China es el resultado directo de la planificación nacional, las empresas de propiedad estatal, la banca de propiedad estatal y las decisiones políticas del Partido Comunista Chino.

Hubo una crisis en China, y fue causada por la crisis capitalista mundial. La pregunta era qué principios prevalecerían frente al desempleo masivo: el principio humano, racional, de planificación o el del mercado capitalista. En China, el principio de la planificación, el elemento consciente, tenía prioridad sobre la anarquía de la producción provocada por las leyes del mercado y la ley del valor-trabajo.

Pero las instituciones basadas en las estructuras del socialismo chino que aún permanecen, que salvaron a las masas del desastre económico, son las mismas instituciones que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, Wall Street y Londres quieren reducir y, eventualmente, destruir. Estas instituciones son las empresas de propiedad estatal, la planificación y el control por el Partido Comunista Chino.

Uno podría decir que el gobierno chino lo hizo para evitar disturbios. Sin duda, los capitalistas de Europa y los EE.UU. también quieren evitar disturbios. Pero esto no les motivó a que decenas de millones de trabajadores vuelvan al trabajo, a elevar las pensiones, a elevar los salarios y los pagos de la seguridad social. Se les exigió austeridad para asegurar las ganancias de los banqueros.

Volviendo al análisis marxista, queda claro, por la forma con la que el liderazgo chino gestionó esta crisis, que el aspecto socialista de la base económica sigue siendo la dominante en China. Y lo mismo puede decirse de la superestructura política.

Los enemigos del socialismo afirman que el capitalismo es responsable de los grandes éxitos de China.

Pero eso es falso. China ha tenido éxito en su desarrollo económico porque el sector socialista ha contenido ampliamente el capitalismo interno y la inversión imperialista en el marco de los objetivos económicos nacionales del gobierno.

Sin esta condición, China sería como la India - que también cuenta con la planificación pero es un país completamente capitalista.

En la India, la pobreza es tan aguda que las personas viven en vertederos de basura, lavan la ropa en agua contaminada y las barriadas urbanas de Calcuta y Mumbai compiten en pobreza con el medio rural. Las masas de la India son muy pobres - viviendo con 1 o 2 dólares al día - incluso cuando la refulgente industria de alta tecnología se desarrolla junto a las pésimas condiciones económicas que sufren cientos de millones de indios.

No hay comparación con China. Pero si los imperialistas logran su objetivo, si consiguen destruir las bases socialistas y el Partido Comunista, convertirán a China en otra India. Eso es lo que está en juego en la lucha para detener la contrarrevolución en China.

'Socialismo de mercado', un concepto falso y peligroso

Este análisis no debe entenderse en absoluto como un apoyo a la doctrina del "socialismo de mercado". En nuestra opinión, la anarquía del mercado capitalista es antagónica a la planificación de una sociedad socialista y de la construcción socialista. La propiedad privada capitalista es hostil a la propiedad socialista y la producción para la acumulación privada es antagónica a la producción para el uso social y las necesidades humanas.

Hay circunstancias históricas de subdesarrollo extremo que obligan a un gobierno socialista a emplear métodos capitalistas, tanto privados como estatales, para promover el desarrollo de las fuerzas productivas y la creación de una clase trabajadora desde la población rural.

Sin embargo, una cosa es utilizar estos métodos como una medida temporal, hacer un repliegue desde socialismo con el fin de que el socialismo triunfe en la lucha contra los métodos capitalistas. Esa fue la idea que tenía pensada Lenin para la Nueva Política Económica. Se inició en 1921 en la URSS, en los momentos más terribles, después de que la guerra civil dejara al país en ruinas y la clase obrera que sobrevivió regresaba al medio rural para conseguir comida.

Pero Lenin siempre consideró esto como una retirada y una lucha crucial. La cuestión, como decía Lenin, era "¿Quién vencerá?".

Hace mucho tiempo que China se desarrolló económicamente después de las reformas capitalistas implementadas por Deng Xiaoping. Pero lo que debería haber sido una retirada temporal se ha convertido en una política destinada a tratar al capitalismo como un socio del socialismo. El capital privado crece de forma automática y con ello el poder económico y la influencia política de la clase capitalista, sus parásitos pequeño-burgueses, así como la intelectualidad pequeño-burguesa. Esto conlleva grandes peligros a largo plazo para China.

El componente socialista de la base económica es dominante en la actualidad. Pero el capitalismo sigue erosionando esa base y hace daño a los trabajadores. Por otra parte, la nueva dirección de Xi Jiping y de Li Keqiang han dado señales de que quieren dar un giro hacia la derecha en la economía. Ampliar las oportunidades de la inversión imperialista y avanzar cada vez más en la dirección de las reformas económicas burguesas es jugar con fuego.

Revivir el espíritu de Mao, el poder de los trabajadores

Bo Xilai, el antiguo líder del partido en la provincia de Chongqing, está languideciendo en prisión. Ha estado detenido durante más de un año debido a que trató de revivir el espíritu cultural e igualitario de Mao Zedong y porque tenía un programa para retrasar la marcha por el camino capitalista (ver los artículos de Workers World).

Bo representaba una resistencia de izquierda a las políticas actuales en el ámbito de la más alta dirección. Su derrota ha allanado el camino a una vuelta más a la derecha.

Lo que realmente se necesita es un giro brusco a la izquierda. Los trabajadores deben reclamar los derechos socialistas establecidos primero por la revolución china y profundizados después en el periodo de Mao. Esto es lo único que puede hacer revivir y asegurar el socialismo chino en el largo plazo.

Pero, mientras tanto, tiene que haber una firme defensa de China contra todo plan del imperialismo y de la clase capitalista nacional de China que amenazan con minar las bases socialistas que aún existen allí.

Basado en una charla de Fred Goldstein en el Foro de Izquierdas de Nueva York el 9 de junio.


Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=169858



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