Mural en Wayaobu, provincia de Shaanxi
Tan pronto como logró el Ejército Rojo poner los pies en tierra firme en el sóviet de Shaanxi, después de incontables combates en su desplazamiento de decenas de miles de kilómetros, una vez iniciada la Larga Marcha, el Buró Político del Comité Central del PCCh celebró entre el 17 y el 25 de diciembre de 1935 en Wayaobu, norte de la provincia de Shaanxi, una reunión ampliada para discutir los problemas relativos a la estrategia militar, la situación política del país y la línea táctica del Partido para luchar contra la invasión japonesa.
Mao Zedong señaló en la reunión que la estrategia del Partido debía consistir en llevar a cabo con decisión una guerra nacional-revolucionaria que enlazara la guerra interna del país con la guerra de liberación nacional, y llevar adelante toda la guerra bajo la consigna de guerra nacional.
La reunión aprobó la “Resolución del Comité Central cobre la presente situación política y las tareas del Partido”, redactada por Zhang Wentian, en la cual se señalaba que “se ha operado un cambio fundamental en la situación política actual”, que “la línea táctica del Partido consiste en movilizar, aglutinar y organizar a todas las fuerzas revolucionarias de la nación china para luchar contra los enemigos principales que tenemos enfrente: el imperialismo japonés y el cabecilla entreguista Chiang Kai-shek”, y que “la actitud de ‘puertas cerradas’ es el peligro principal en el seno del Partido”.
Mao Zedong hizo un llamamiento por un frente de unidad nacional con el Kuomintang para enfrentarse a la ocupación japonesa. Este llamamiento tuvo un eco considerable entre el pueblo chino. Este llamamiento del PCCh se distinguía claramente de la política de Chiang Kai-shek de primero derrotar a los comunistas antes de enfrentarse directamente a los japoneses.
El 9 de diciembre de 1935, grupos de estudiantes y otros ciudadanos convocaron una manifestación en la plaza de Tiananmen en Beijing para protestar contra la continua política de "no-resistencia" de Chiang Kai-shek. La policía de Beijing uso la violencia para reprimir a los estudiantes, disparando contra ellos. No obstante, esta manifiestación se convirtió en un potente símbolo de la resistencia anti-japonesa y llevó a que surgieran grupos patrióticos por todo el país.
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