viernes, 2 de febrero de 2018

China y la disonancia cognitiva

Por Manuel Corpa

La disonancia cognitiva es el mecanismo psicológico que explica el rechazo que sentimos cuando se nos presentan datos o información contraria a ideas, prejuicios o creencias que tenemos muy arraigadas. La mente busca argumentos para rechazar ese ataque a lo ya sabido.

¿Quién en España no ha tenido una mala opinión de China y de los chinos? Cómo no tenerla si desde la infancia hemos oído sobre el peligro amarillo, la tortura china, su pobreza. En la España franquista donde nos moríamos de hambre, se pedía con huchas para los chinitos una vez al año. Desde Hollywood nos los mostraban trabajando como esclavos en los ferrocarriles, serviles y torpes excepto para cocinar o lavar sucios y sudorosos la ropa. Y por si todo lo anterior fuera poco, gobiernan los comunistas que es lo peor que, como todo el mundo sabe, le puede pasar a un país.

La realidad es que nunca en la historia hemos tenido ningún conflicto con China, ni hemos recibido ninguna afrenta. Ese rechazo que sentimos nos ha sido inoculado.

La reacción pues ante un artículo que aporta datos positivos sobre China produce, de entrada, prevención y/o rechazo. Así que tragad saliva, voy a seguir contando cosas distintas sobre China de las que suelen publicarse en los media.

1. He sostenido implícitamente en artículo anterior que, tras el hundimiento de la URSS y el fin del mundo bipolar, millones de comunistas y simpatizantes se quedaron en estado de shock, sin Norte. Y que ese estado fue utilizado por la propaganda yanqui, para realizar exitosamente un “lavado de cerebro” masivo. Si resucitara Goebbels se moriría de envidia.

2. He dicho explícitamente que, en mi opinión, China es un país socialista. Ahora añado, como prueba, lo ocurrido durante la gran crisis iniciada en 2007 y que ha asolado al mundo capitalista.

La economía China está absolutamente insertada en la economía global, si fuera un país capitalista, la crisis la habría afectado también. En cambio, la crisis ha originado que la economía china superara a la de Japón y la doblara. Convirtiéndose en la segunda economía mundial, medida en dólares corrientes.[1]

Además, ha dejado de estar en estos años entre los países de renta per cápita baja a los de renta media. Lo mismo ha pasado con su Índice de Desarrollo Humano.

3. He afirmado que la masacre en la plaza de Tienanmen de Pekín en 1989 fue inventada.[2]  Esa falsedad se sigue utilizando hasta el día de hoy. Formó parte de la exitosa labor de propaganda para desprestigiar el proyecto socialista,  como alternativa al capitalismo. Ese año donde sí se produjo una tremenda masacre, conocida como el “Caracazo”, fue en Caracas donde gobernaba Carlos Andrés Pérez, socialdemócrata e íntimo amigo de F. González.

4. La reforma económica china conllevaba la apertura política y ambas siguieron su curso y, en el cambio de siglo, los datos económicos de China empezaron a asombrar al mundo. Pero junto a esos datos y pasando desapercibido, también se reformaba el sistema político, aunque no en la senda que esperaban, deseaban y anunciaban los voceros de “Occidente”.

Posiblemente, en los últimos 25 años, no haya habido ningún país que haya reformado tanto su sistema político. Y lo que llama la atención es que, en el “Occidente democrático”, la libertad de expresión no haya servido para que la ciudadanía haya sido informada.

 La libertad de expresión es un instrumento para lograr la veracidad informativa, es un medio que en “Occidente” se plantea como un fin en sí mismo; una excusa que permite justificar las carencias en veracidad informativa que padecemos. Y si ésta es la tónica general, no digamos e la que en particular se refiere a China. Sobre este país la desinformación ha sido crónica.

Os pondré ejemplos:

¿Cuántas personas saben que el gobierno chino da diariamente una rueda de prensa a la que asisten periodistas de todo el mundo?  Y no será porque conocer la opinión del gobierno chino sobre los asuntos internacionales y del propio país carezca de interés.

¿Quién sabe que desde hace más de 20 años, en el agro chino se celebran elecciones democráticas para la elección de los gobiernos locales?[3] En la fecha en que se iniciaron, el censo de los votantes era de 900 millones de personas.

¿Quién conoce que China se ha transformado en un Estado de Derecho donde nadie está por encima de ley? Nadie. Ni dioses, ni reyes ni tribunos.

¿Quién está al tanto de que es un país laico, (no ateo) ejemplar que podría servir de modelo a España? Allí no pueden formar parte del gobierno, personas que militan en organizaciones religiosas tipo Opus que ponen medallas a las vírgenes de cera o de madera. ¿Y por qué? El argumento es simple, porque esa gente no respeta al Estado laico.

Al contar sólo noticias positivas puede dar la impresión de que pienso que en China todo es perfecto. Nada más lejos de la realidad. China en un país en desarrollo con muchas desigualdades que espera ser en el año 2020 un país socialista moderadamente próspero.
Notas:
  1. Comparando las economías en paridad de poder de compra, China (23.122 billones $) supera a EE.UU. (19.362 billones $) y al Reino Unido (2.880 billones $) juntos. 
  2. Estudios recientes muestran que en la plaza de Tiananmen no hubo ninguna masacre. Es más que en la plaza no hubo un solo muerto. Leed ¿The Tiananmen square “masacre”? Por el periodista Wei Ling Chua. Todavía sin traducción al español.
  3. Sobre este tema ver la página web de la Fundación Jimmy Carter, ex-presidente de los EE.UU., que se arroga parte de ese mérito, posiblemente con razón. Las elecciones son cada tres años y su fundación ejerce un control y emite un informe.

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