* En el siguiente texto, el camarada Jiang Zemin, ex-secretario general del Partido Comunista de China, nos explicará muy resumidamente las conclusiones generales obtenidas por la nación y su vanguardia tras cuatro décadas de andadura socialista. Así nos transmite el análisis en un discurso que pronunció el 29 de septiembre de 1989, apenas un mes antes de producirse la gran catástrofe europea:
Al pasar revista a la
historia de estos 40 años, podemos, por lo menos, sacar las conclusiones
fundamentales en los cuatro aspectos siguientes.
El establecimiento,
consolidación y desarrollo del sistema socialista encarna las leyes objetivas
del movimiento de la sociedad moderna de China y supone el cambio más grande y
profundo en su historia. Si no hubiéramos realizado una revolución popular con
el socialismo como perspectiva, no habríamos podido derrocar el imperialismo,
el feudalismo y el capitalismo burocrático ni trocar en luminosa la China
lóbrega. Si la Nueva China no hubiera seguido el camino socialista ni persistido
en la dictadura democrática popular después de su establecimiento, no habría
podido salvaguardar la unidad del país y la independencia nacional ni cumplir
gradualmente el deseo de prosperidad común del pueblo. Si, en adelante, en
vez de mantenernos en el socialismo retrocedemos a la senda capitalista tal
como abogaba cierta gente, nutriendo y engordando de nuevo una clase burguesa
con la sangre y el sudor del pueblo trabajador, entonces, en un país como el
nuestro, con una población numerosa y un nivel muy bajo de las fuerzas productivas
sociales, no haremos más que sumergir otra vez a la inmensa mayoría en la
pobreza extrema. Tal capitalismo no podría ser sino uno de tipo comprador
primitivo, y sólo significaría que el pueblo chino de las diversas etnias
quedaría reducido otra vez a condición de doble esclavo: del capital extranjero
y de las clases explotadoras del país. En resumen, justamente como han señalado
los camaradas Mao Zedong y Deng Xiaoping, sólo el socialismo podrá salvar a
China, y sólo el socialismo podrá desarrollarla.
El sistema socialista es
un sistema que se desarrolla y perfecciona continuamente partiendo de su propia
base. Bajo las condiciones del socialismo, nuestra tarea fundamental es
desarrollar enérgicamente las fuerzas productivas sociales tomando la
construcción económica como centro del trabajo. Basándonos en las condiciones nacionales
del país y resumiendo las experiencias de la práctica, reajustamos
conscientemente aquellas partes de las relaciones de producción que no se
adecuen a las fuerzas productivas y aquellas de la super-estructura que no
cuadren con la base económica, conforme al nivel real de las fuerzas
productivas sociales y a las exigencias objetivas de desarrollarlas en mayor
grado: he aquí la reforma socialista a la que nos referimos. Si ésta no se
lleva a cabo, se asfixiarán la vitalidad y el vigor inherentes al socialismo y
se obstaculizará gravemente la puesta en práctica de sus ventajas. Después de
la III Sesión Plenaria del XI Comité Central, nuestro Partido incluyó la
reforma y la apertura en su línea básica, abriendo así perspectivas
completamente nuevas para el desarrollo de la causa socialista de nuestro país.
Los enormes éxitos del último decenio han corroborado que la orientación y la
política generales que rigen la reforma y la apertura son enteramente correctas
y deben ser llevadas adelante con toda firmeza.
Desarrollar el
patriotismo y persistir en los principios de independencia y apoyo en el propio
esfuerzo constituye una experiencia fundamental en las conquistas del triunfo
de la revolución de China y también de su construcción socialista. En la China
contemporánea, el patriotismo y el socialismo son concordantes en su esencia.
La historia ha corroborado que, de los patriotas que defienden firmemente la
dignidad de la nación china y anhelan su prosperidad y florecimiento, la
mayoría pueden convertirse en fieles socialistas o amigos confiables del
socialismo. El patriotismo y el espíritu de apoyo en el propio esfuerzo del
pueblo chino son fuerzas poderosas para la modernización socialista. Nuestra
causa socialista se ha consolidado y desarrollado precisamente en el proceso de
romper el aislamiento, el bloqueo y las provocaciones impuestos a nuestro país
por las fuerzas hostiles extranjeras. El pueblo chino nunca se ha sometido ni
jamás se someterá a ninguna presión exterior, ni renunciará en absoluto al
camino socialista y la independencia nacional a cambio de una limosna de otros.
Siempre hemos acogido, y procurado, el apoyo de los pueblos de otros países a
nuestra causa. En la nueva situación, damos mayor importancia a aprovechar las
condiciones internacionales favorables y perseveramos en la apertura al exterior
para acelerar la modernización socialista del país.
El Partido Comunista de
China, armado con el marxismo-leninismo y el pensamiento de Mao Zedong, es el
destacamento de vanguardia de la clase obrera china y el representante fiel de
los intereses del pueblo de todas las etnias del país, y asume una misión de
suma importancia en el proceso de la independencia y el desarrollo de éste. El
que el Partido Comunista haya sido el núcleo dirigente de la revolución y la
construcción de China es una elección correcta hecha por el pueblo en su larga
práctica. El Partido se ha madurado gradualmente en el curso de vencer las
dificultades, superar los desaciertos y resumir lecciones históricas. Los
éxitos logrados en el transcurso de estos 40 años se deben al esfuerzo de todo
el pueblo bajo la dirección correcta de nuestro Partido. Y en términos
generales, los errores y reveses se producen principalmente por causas internas
del Partido. El cómo se encuentra el Partido reviste una significación decisiva
para el destino del país y la nación. Tenemos que analizar con severidad y sin
la menor compasión los desaciertos del trabajo y corregirlos resueltamente para
resolver los problemas que hay en el Partido. Hemos de sintetizar las
experiencias de manera científica e histórica y conocer objetiva y global-
mente la realidad. Siempre que así hagamos con perseverancia, de seguro nuestro
Partido no defraudará la esperanza del pueblo y escribirá un capítulo brillante
en el cumplimiento de las nuevas tareas históricas.
Basándonos en esas
conclusiones fundamentales, tenemos que trabajar con mayor firmeza para
integrar la verdad universal del marxismo con la realidad concreta de nuestro
país, seguir nuestro propio camino y construir un socialismo con peculiaridades
chinas. La teoría de Deng Xiaoping sobre la construcción de un socialismo con
peculiaridades chinas es una teoría científica, reconocida y aceptada por
centenares de millones de chinos a través de 10 años de verificación en la
práctica, y es la bandera que nos conduce a continuar marchando hacia adelante.
En toda la etapa primaria del socialismo tenemos que aplicar firme e
invariablemente la línea básica que adoptó el XIII Congreso Nacional del
Partido: dirigir y unir al pueblo de las diversas etnias del país a que trabaje
con la construcción económica como el centro de la labor, persista en los
cuatro principios fundamentales y en la reforma y la apertura y abra camino con
trabajo duro apoyándose en el propio esfuerzo, a objeto de bregar por hacer del
nuestro un país socialista moderno, próspero, poderoso, democrático y
civilizado.
Fuente: Teoría china
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