jueves, 2 de noviembre de 2017

Descodificando el milagro económico de China

BEIJING, 28 sep (Xinhua) -- El milagro económico de China puede ser incomprensible para muchos occidentales porque el país a menudo no se ajusta al entendimiento tradicional de lo que es el socialismo y se sale de la teoría política y económica estándar.

Mientras que muchos países de Occidente continúan estancados, China ha crecido y se ha mantenido estable. Esto se debe al sólido liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh), que es notablemente diferente al sistema occidental en donde múltiples partidos se turnan el mando, a menudo peleando en su camino hacia el poder.

Antes del XIX Congreso Nacional del PCCh, Occidente debe intentar descodificar el misterio del milagro económico de China ya que esto puede ofrecer una visión sobre el futuro de China y del mundo.

UN PARTIDO MARXISTA MODERNO

Occidente se ha preguntado desde hace tiempo cómo es que una civilización tan antigua pudo modernizarse tan rápidamente bajo el liderazgo de un partido marxista. Algunos han atribuido erróneamente esa modernización al éxito del neoliberalismo.

Yuan Fangcheng, profesor de la Escuela de Estudios Políticos e Internacionales de la Universidad Normal Central de China, considera que el éxito de China no solamente consiste en su milagro económico, sino también en las razones políticas.

Yuan cree que el fuerte liderazgo del PCCh y su amplia representación han garantizado un orden político y un ambiente de desarrollo estables.

Chen Shuguang, profesor de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh, coincide con este análisis y señala que una de las principales ventajas del sistema político chino es su capacidad para formular planes de desarrollo de largo plazo e implementarlos de manera efectiva.

Chen indicó que el PCCh ha mantenido la consistencia en su compromiso y planificación de políticas, a la vez que se adapta a las condiciones nacionales e internacionales cambiantes.

"El PCCh efectivamente evitó conductas de corto plazo y la vetocracia durante su gobernación, garantizando con ello la consistencia y la estabilidad de políticas y estrategias nacionales", opinó Chen.

El fallecido politólogo Samuel Huntington alguna vez comentó que para los países del tercer mundo el camino de la modernización está lleno de perturbaciones y conflictos, y que las organizaciones políticas que buscan la modernización son la clave para avanzar y mantener estable el proceso de la modernización.

El PCCh es exactamente ese tipo de organización política moderna y constituye ante todo la principal respuesta a los misterios detrás del milagro de China.

CLAVE PARA QUE UNA ECONOMÍA SOCIALISTA DE MERCADO PUEDA CONSERVAR LA VITALIDAD

Algunos en Occidente creen que la coexistencia de un sistema político socialista y de una economía de mercado es una paradoja, por lo que se sienten confundidos respecto al éxito del modelo chino.

Pero el hecho de limitarse a enfrentar a los dos conceptos ignora el enorme potencial y la fortaleza oculta de ese proceso.

"Un sistema socialista y la economía de mercado no son incompatibles por naturaleza", indicó Chen.

Desde la década de los 80, China y otros países socialistas han tomado iniciativas de reforma aunque han tomado diferentes caminos. El PCCh ha buscado combinar las fortalezas de su sistema político con los principios del mercado.

La clave para tal éxito es un buen equilibrio entre los papeles del gobierno y del mercado.

Una decisión de reforma en 2013 señala que el objetivo de China es que el mercado cumpla un papel "decisivo" en la asignación de recursos. Los analistas consideran a este aspecto como un avance significativo.

Al cambiar el papel del mercado de uno básico a uno decisivo, China siguió los principios de la economía de mercado, a la vez que otorgó al gobierno un mejor papel en la eficiencia de la macropolítica.

"El mercado no es omnipotente y es necesaria la intervención apropiada del gobierno", indicó Yan Jirong, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Pekín.

Al adherirse a un camino firme y a la innovación constante, el PCCh ha mantenido la economía china en una vía sostenible, con avances en la reforma estructural por el lado de la oferta y un nuevo impulso al crecimiento.

POR QUÉ UNA CHINA PRÓSPERA NO SE OCCIDENTALIZARÁ

Algunas teorías políticas occidentales tradicionales señalan que es inevitable que China persiga una democracia occidental una vez que sea próspera, y que eventualmente seguirá completamente sistemas políticos occidentales.

No obstante, Martin Jacques, miembro visitante de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, en su libro "Cuando China gobierne el mundo", dice que el crecimiento de China para convertirse en una potencia mundial puede no seguir el mismo camino que Estados Unidos y Reino Unido.

Algunos occidentales creen que los países modernos deben ser occidentales u occidentalizados. Sin embargo, China es muy distinta a otros países modernos.

De hecho, al resistir la occidentalización China tiene su propia lógica, tanto desde el puntos de vista histórico como en la actualidad.

Desde tiempos antiguos, China siempre ha defendido la idea de una distribución igualitaria de la riqueza entre la gente, haciendo eco a los valores socialistas. Por esta razón, el marxismo, aunque proviene de Occidente, se ajusta a la cultura china, es aceptado cómodamente por lo chinos y está adoptando continuamente características chinas.

El PCCh considera a la gente, no al capital, como el factor más importante de la sociedad, y el Partido siempre representa los intereses de la gran mayoría del pueblo chino. Estas son las razones principales por las que el PCCh es distinto a otros partidos y por las que no será occidentalizado.

En los más de 40 años pasados, el desempeño económico acumulado de China ha superado a los de Reino Unido, Francia, Alemania y Japón, y más de 700 millones de personas han salido de la pobreza, lo que constituye un milagro económico moderno.

El PCCh ha establecido al 2020 como el año en que China se convertirá en una sociedad modestamente acomodada (Xiaokang) de una forma integral.

Las lecciones del fracaso aún son vívidas para algunos países que trataron de abrazar el modelo occidental. En su camino hacia la occidentalización, no tomaron en cuenta sus realidades nacionales, y a menudo sumieron a sus países en el caos.

"Hemos rechazado tanto la política de puerta cerrada vieja y rígida y cualquier intento de abandonar el socialismo y tomar un camino erróneo", indica un informe de la XVIII Congreso Nacional del PCCh. Estas palabras ayudan al mundo a entender el camino que China ha tomado.

China no está eligiendo entre Oriente y Occidente, al contrario, está creando su propio camino de desarrollo en medio de un panorama global cambiante. Esto es en sí mismo una contribución al desarrollo político de la humanidad.

"La no occidentalización refleja la confianza nacional de China y su propia lógica", declaró Zheng Changzhong, un experto en construcción del Partido de la Universidad de Fudan en Shanghai.

COMO UNA CHINA EN ASCENSO INFLUYE EN EL MUNDO

En un momento en que varios países occidentales están luchando con economías desaceleradas, turbulencia social y populismo, los analistas de todo el mundo han puesto sus ojos en el impacto global del ascenso de China.

El periódico "Financial Times" alguna vez describió el ascenso de China como el evento más importante de la era y dijo que la reactivación de un país que aloja a una quinta parte de la población mundial tendrá implicaciones de gran alcance.

Cuando Napoleón Bonaparte llamó a China un león dormido hace dos siglos, dijo que cuando ese león despertara "sacudiría al mundo".

No obstante, el presidente chino, Xi Jinping, ha dicho que el león chino despierto es una criatura "pacífica, agradable y civilizada", sin intención alguna de amenazar a nadie.

En lugar de sacudir al mundo, China está generando oportunidades y se compromete cada vez más con otros países y contribuye a la paz y prosperidad globales.

China está predicando con el ejemplo. China, que solía ofrecer sólo productos, ahora ofrece soluciones globales. Con su noción de una comunidad global de futuro compartido y su Iniciativa de la Franja y la Ruta está buscando establecer un mundo más equitativo y equilibrado. El ascenso de China no sólo es bueno para China, sino también para el mundo entero.

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