lunes, 22 de enero de 2018

¿Va a destruir China el mercado de los bonos del Tesoro americano y el dólar?


Por Iván Danilov

Traducido por Alexandre García 

Beijing considera tal vez abandonar su cartera de obligaciones americanas en respuesta a las amenazas comerciales de Trump. ¿Pero puede realmente perjudicar el mercado del Tesoro americano y hacer caer el dólar americano?

Una nota de prensa de Bloomberg no confirmada relativa al cese progresivo de nuevas compras chinas de obligaciones del Tesoro americano ha hecho tambalearse los mercados mundiales, mostrando hasta qué punto el sistema financiero mundial es frágil. También ha reiniciado un viejo debate sobre la vulnerabilidad de los Estados Unidos frente a las acciones hostiles de Beijing,  sabiendo la importancia de la cartera china de obligaciones americanos que puede ser utilizada como arma financiera contra el mercado del Tesoro americano, y por consiguiente contra el dólar americano. El pánico temporal en el mercado de divisas y el mercado de obligaciones del Tesoro americano cesó después de que la State Administration of Foreign Exchange (SAFE) publicara una declaración muy firme, en la que afirmaba que el informe de Bloomberg era una "fake new".

No obstante, las autoridades americanas y algunos expertos financieros han dado a conocer sus estudios sobre las consecuencias para tranquilizar a los inversores en cuanto al hecho de que China no tenía ningún medio de perjudicar al sistema financiero americano y a los bonos del Tesoro americano. Algunos expertos piensan que el informe divulgado era una llamada de atención para que Donald Trump sea menos proclive a embarcarse en una guerra comercial total contra China. ¿A quién hacerle caso en relación a este problema? A los grandes medios de comunicaciones y responsables americanos, que aseguran que todo va bien, o a los mercados financieros que entraron en pánico cuando se hizo público el informe de Bloomberg?

El punto de vista que predomina sobre los riesgos ligados a la cartera de obligaciones chinas, es que haga lo que haga China con sus activos del Tesoro americano, el mercado financiero americano y el dólar american se portarán bien, principalmente porque no hay otros compradores para las obligaciones americanas y porque el mercado de obligaciones puede ser sostenido por la Reserva Federal. Cuando se le pidió que comentara las informaciones sobre la supuesta intención de China de modificar sus políticas de reservas de cambio, el subsecretario de Asuntos externos, David Malpass, subrayó la liquidez y la fortaleza sin igual del mercado de bonos del Tesoro americano.

"El mercado del Tesoro americano es un mercado profundo y sólido en el mundo, y por lo tanto tenemos confianza en nuestra economía, y con su reforzamiento se mantendrá como mercado profundo y robusto", declaró Malpass ante un grupo de periodistas en Bruselas.

Alan Ruskin, director de la estrategia de cambio del G10 en el Deutsche Bank, se hizo eco de los comentarios de Malpass, apuntó en un comentario citado por a CNBC, que hay buenos argumentos para explicar por qué China tiene más riesgos que temer que aquellos que pueda infligir a otros.

Existen varios motivos para estos comentarios despectivos. Una opinión popular es que no existe alternativa viable para la detención de bonos del Tesoro americano para un gran gestor de reservas como la State Administration of Foreign Exchange (SAFE). Esta opinión se resume al argumento según el cual los bonos del Tesoro americano pueden ser poco atractivos, pero siguen siendo mejores que otras alternativas. Otra opinión popular es que al vender bonos del Tesoro, China se dispararía en el pie, porque, irónicamente, una liquidación a precio bajo de su cartera de bonos del Tesoro de un trillón de dólares no puede realizarse sin sufrir pérdidas masivas, al inundar el mercado de obligaciones. Haría caer el precio, lo que significaría una liquidación a fondo perdido. Se supone que los gestores de reservas china son gente racional y que no actuarían así, por las amenazas que supondría la venta de sus activos americanos.

Hay varios problemas en este razonamiento. Algunos expertos, como Mark Cabana, responsable de la estrategia americana a corto plazo en el Bank of America Merrill Lynch, estiman que China tiene alternativas viables a los bonos del Tesoro americano. "Somos de la opinión de si usted es un gestor de reservas, los bonos del Tesoro no son muy atractivos. Si usted es China, no tenéis muchas opciones, pero con toda seguridad esto podría significar que podrían diversificar en euros más que en dólares americanos, poseer más en divisas", declaró Cabana a CNBC. Además, las razones de la posible renovación de las reservas chinas pueden ser políticas y no económicas, cosa que invalida el argumento según el cual China no abandonará los bonos del Tesoro porque ello originaría pérdidas. Es evidente que en las relaciones sino-americanas, la necesidad política tiene a veces prioridad sobre todas las demás consideraciones.

Pese al hecho de que la State Administration of Foreign Exchange de China haya calificado al informe de Bloomerg de "fake new", la mayor parte de los comentaristas opinan que las liquidaciones iniciales eran una especie de "sabotaje financiero" destinado a recordar a Donald Trump que China es su primer gestor. Los bonos del Tesoro americano son en lo esencial el banco que financia una parte importante del déficit presupuestario americano.

Esta llamada de atención llega en un momento en el que la Casa Blanca debería sentirse particularmente vulnerable, porque el plan de reforma fiscal de la administración Trump exige un déficit presupuestario de 1000 millones de dólares a lo largo de la próxima década. El aumento del déficit deberá ser financiado por emisiones extras de bonos del Tesoro. Si China empieza a vender sus obligaciones, el Tesoro americano tendrá que ofrecer rendimientos más elevados para atraer a los inversores, aumentando así los costes del servicio de la deuda americana. No obstante, el mayor peligro es que las acciones chinas reduzcan el valor de los bonos del Tesoro en circulación, afectando así a las carteras de todos los demás inversionistas, que pueden decidir vender sus bonos del Tesoro, generando así una reacción en cadena. Incluso si la Reserva Federal interviene para salvar la situación, la imagen de Estados Unidos como "inversión más segura de la Tierra" se verá seriamente cuestionada. Además, la decisión de Beijing de vender sus obligaciones americanas será considerada por el mercado como un voto de desconfianza hacia las políticas económicas de Donald Trump, y que podría incitar a otros poseedores soberanos de deuda americano a reconsiderar las asignaciones de sus carteras. Los daños en este caso serían asimétricos, porque China perdería menos que los Estados Unidos.

Aunque Beijing sea incapaz de actuar unilateralmente en el mercado del Tesoro americano o sobre el dólar americano, la amenaza de vender su cartera de obligaciones americanas tiene serias implicaciones con respecto a la estabilidad a largo plazo de la economía y del sistema financiero americano. Es posible que una tal amenaza sea suficiente para impedir una guerra comercial entre los Estados Unidos y China, pese al hecho de que algunos responsables americanos de la administración Trump (y puede incluso que el propio Trump) quieran iniciar una guerra comercial. Si las mentes más calmadas prevalecen en Washington y en Beijing, los bonos del Tesoro americano seguirán siendo una inversión relativamente segura, al menos hasta la próxima crisis de las relaciones sino-americanas.

Fuente: Investig'action

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