Por Alexandre García
Si existe un caso de personalidad histórica ligada a la historia del movimiento revolucionario y comunista internacional, que por un motivo u otro haya sido injustamente olvidada o relegada a un segundo plano, éste sin duda es el caso de Soong Ching-ling (también conocida como Madame Sun Yat-sen), una mujer que, entre otras muchas cosas, fue ni más ni menos que Vicepresidenta de la República Popular China entre 1959 y 1968, Presidenta de la República Popular China entre 1968 y 1972[1], y Presidenta de Honor de la República Popular China entre el 16 de mayo y el 28 de mayo de 1981, fecha de su muerte.
Si existe un caso de personalidad histórica ligada a la historia del movimiento revolucionario y comunista internacional, que por un motivo u otro haya sido injustamente olvidada o relegada a un segundo plano, éste sin duda es el caso de Soong Ching-ling (también conocida como Madame Sun Yat-sen), una mujer que, entre otras muchas cosas, fue ni más ni menos que Vicepresidenta de la República Popular China entre 1959 y 1968, Presidenta de la República Popular China entre 1968 y 1972[1], y Presidenta de Honor de la República Popular China entre el 16 de mayo y el 28 de mayo de 1981, fecha de su muerte.
Por
regla general, en España todo aquel que tenga cierta simpatía por el comunismo
o que tenga un mínimo de cultura general sabe quiénes fueron Mao Zedong, Zhou
Enlai, Deng Xiaoping o incluso Sun Yat-sen. Pero cuando uno pregunta acerca de
la figura de Soong Ching-ling, uno constata con asombro que prácticamente nadie
quién era. Y lo cierto es que cuando uno llega a conocer su vida, uno no puede
dejar de pensar que tal desconocimiento de la persona de Soong Ching-ling es
sencillamente incomprensible. Más aún es que las organizaciones denominadas feministas
de nuestro país nunca hayan hablado de esta mujer, al menos en los últimos años.
El relato de la vida de Soong Ching-ling es como una epopeya que resume en la
figura de una sola mujer toda la historia de la revolución del pueblo chino por
su liberación nacional durante el siglo XX. Es una oda a favor de la lucha de
los pueblos oprimidos y la esperanza en un futuro de paz mundial y justicia
social en todos los países del mundo. A la tarea de honrar su memoria va
dedicado este artículo.[2]
Soong
Ching-ling nació el 27 de enero de 1893 en el distrito de Pudong, Shanghái, en
el seno de una rica e ilustrada familia burguesa de seis hermanos. Su entorno
familiar era muy liberal para la China de aquella época. Al igual que el resto
de sus hermanos, hablaba perfectamente inglés, al haber sido educada en ese
idioma la mayor parte de su vida. Su padre, Soong Yaoru, natural de la
provincia de Hainan, era un predicador cristiano metodista[3]
que había estudiado en los Estados Unidos durante su juventud, y un estrecho
colaborador de Sun Yat-sen, fundador del Kuomintang y primer Presidente de la
República de China (1911-1949), considerado hoy como el padre de la China
moderna. Soong Yaoru había conocido a Sun Yat-sen en los Estados Unidos en
1894, convirtiéndose enseguida en seguidor suyo y proveyéndole de un importante
apoyo financiero. La madre de Soong Ching-ling, Ni Guizhen, natural de la
provincia de Zhejiang, era descendiente de Xu Guangqi, un famoso científico de
los tiempos de la dinastía Ming. Así relataba Soong Ching-ling su infancia, en
los años previos a la Revolución Democrática de 1911:
“Mi padre instaló una impresora en el sótano
de su casa para imprimir libros religiosos así como panfletos secretos para
propagar la revolución. Al ser jóvenes
en aquella época, aún podemos recordar a nuestros padres diciéndonos que no
hablásemos nunca con nadie de ello y prohibiéndonos llevarnos algún panfleto revolucionario. Después, mi
padre también ayudó al Dr. Sun Yat-sen financieramente para la revolución.”
Soong Ching-ling en 1911
Después
de hacer sus estudios primarios en la escuela anglófona para niñas McTyeire de
Shanghái, en 1907 Soong Ching-ling se fue a los Estados Unidos para estudiar en
el Wesleyan College de Macon, Georgia, juntos con sus dos hermanas Soong
Mai-ling y Soong Ai-ling y su hermano T.V. Soong. Aquellos cuatro hermanos eran
el ejemplo típico de una nueva generación de jóvenes intelectuales chinos que
quiso ir más allá de los clásicos del pensamiento ilustrado chino y aprender de
culturas foráneas (notablemente del Occidente capitalista) para luego volver a
China, una vez finalizados sus estudios en el extranjero, y así ejercer
influencia en la sociedad china de manera a contribuir a las tan necesarias
reformas que necesitaba la China feudal de la reinante dinastía Qing. Durante
su estancia en los Estados Unidos, Soong Ching-ling desarrolla muy pronto una
consciencia política, mostrando una gran preocupación por la suerte del pueblo
chino, preocupación que nunca dejó de tener durante el resto de su vida.
En
octubre de 1911, le llega la noticia del levantamiento de Wuchang, que terminó
provocando la caída de Aisin-Gioro Puyi, último emperador de China[4],
e instaurando la República de China en enero de 1912. Aquel acontecimiento
histórico supuso el fin de 4000 años de dinastías feudales, siendo la dinastía
Qing (de origen manchú) la última. Soong Ching-ling siente una tremenda
excitación. En abril de 1912 escribe en el periódico del Wesleyan College el
artículo “El mayor acontecimiento del
siglo XX”, cuyas palabras casi parecen premonitorias:
“Uno de los mayores acontecimientos del siglo
XX, el más grande desde Waterloo, en opinión de muchos educadores y políticos
de renombre, es la Revolución China. Se trata de un hito de lo más glorioso.
Supone la emancipación de 400 millones de almas de la esclavitud de una
monarquía absolutista que había existido durante cerca de 4000 años, y bajo la
cual “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad” habían sido negadas.
Y puede que a China, la más antigua de todas las naciones, le toque ahora indicar
el camino hacia la fraternidad. En otras palabras, China jugará su papel en el
esfuerzo por elevar a la humanidad. Napoleón Bonaparte dijo: “Cuando China se
mueva, ella moverá el mundo”.”
Tras
finalizar sus estudios universitarios, Soong Ching-ling decide dejar los
Estados Unidos para dedicar su vida a la revolución democrática y la lucha por
la igualdad y la libertad en China. En agosto de 1913 llega a Tokyo, Japón,
donde coincidían muchos revolucionarios chinos en el exilio debido a la
traición de Yuan Shikai.[5]
Allí conoce a Sun Yat-sen, con el que decide casarse el 25 de octubre de 1915,
convirtiéndose así en su compañera de por vida y en su mayor apoyo para seguir
con la labor de defender la joven República de China y llevar a buen término la
revolución democrática. Como cristianos devotos, los padres de Soong Ching-ling
se opusieron vehementemente a esta unión, debido a que Sun Yat-sen tenía 26
años más que ella, estaba separado desde hacía tiempo de su mujer Lu Muzhen
(que se negaba a compartir su vida de activista político), y ya era padre de
tres chicos adultos.[6]
Por este motivo, rompieron relaciones con ella después de concretarse el
matrimonio. Para entonces, la antigua Sociedad para la Regeneración de China,
fundada por Sun Yat-sen, ya había pasado a llamarse Partido Nacionalista de
China o Kuomintang[7], al
fusionarse con otros grupos republicanos.
Así
lo relataba ella:
“No me enamoré. Él ya era un héroe que yo
había admirado desde la lejanía. Irme a trabajar para él fue una romántica idea
de joven mujer, pero una buena idea al fin y al cabo. Quería ayudar a salvar a
China y el Dr. Sun Yat-sen era el único hombre que podía hacerlo, así que
decidí ayudarle”.
No
le faltaban tampoco ciertas dosis de humor:
“Soy feliz, intento hacer lo posible para
ayudar a mi marido con su correspondencia en inglés... Así que se puede decir
que para mí el matrimonio es como ir a la escuela, sólo que no hay “exámenes”
de los que preocuparme.”
Foto de la boda entre Soong Ching-ling y Sun Yat-sen (1915)
Durante
sus diez años de matrimonio[8],
Soong Ching-ling siempre se mantuvo al lado de Sun Yat-sen, pese a las
dificultades y los reveses de la lucha. En ocasiones, esto incluso pudo haberle
costado la vida. El 16 de junio de 1922, durante los preparativos de la
Expedición del Norte[9]
para reunificar a China, el ministro de la guerra Chen Jiongming se alzó en
armas contra la República, bombardeando la casa donde se encontraban Sun
Yat-sen y Soong Ching-ling en la colina Guanyin, provincia de Guanzhou
(Cantón). Después de que Sun Yat-sen, Chiang Kai-shek (que por entonces dirigía
la Academia Militar Whampoa, fundada por Sun Yat-sen con ayuda soviética) y
otros importantes dirigentes fueran puestos a salvo, trasladándose en barco a
Shanghái, Soong Ching-ling comandó ella misma a los guardias que quedaron en la
mansión, luchando desesperadamente hasta agotar todas sus municiones.
Finalmente logró escapar atravesando las líneas enemigas, bajo fuego intenso. Durante
la huida, Soong Ching-ling tiene un parto fallido que la deja estéril de por
vida. Después de aquella terrible experiencia, ella declararía:
“No he vuelto a ir allí desde aquel 25 de
junio, debido a la terrible experiencia que pasé. Estuve muy nerviosa… Pese a
que lo perdimos todo, ganamos una victoria moral, y la opinión pública empezó a
apoyar firmemente nuestra causa, como
nunca antes.”
Soong
Ching-ling (a la derecha) con Chiang Kai-shek. Para la anécota, pese a su
rivalidad política, ambos terminaron siendo cuñados: su hermana Soong Ai-ling se
casó con él
El
28 de noviembre de 1924, Soong Ching-ling viaja a Japón para dar un discurso
sobre la emancipación de la mujer en la Escuela de Estudios Superiores de Kobe.
Nótese que sus posiciones políticas eran muy avanzadas. Ella entendía el lugar
que ocupaba la liberación del género femenino dentro de la transformación
revolucionaria del mundo:
“¡Mujeres de Oriente y de Occidente, uníos
para cambiar el mundo! ¡Uníos para exigir el desarme universal y la abolición
de las políticas de discriminación así como los tratados desiguales! Con toda
certeza, las mujeres saldremos triunfando.”
Después
del fallecimiento de Sun Yat-sen en marzo de 1925, Soong Ching-ling recoge el
testigo, dedicándose en cuerpo y alma a continuar con su obra y a defender las
famosas “tres políticas principales” que él había propugnado:
- Alianza con la Unión Soviética
- Cooperación con el Partido Comunista
- Ayuda a los campesinos y los obreros
En
el II Congreso Nacional del Kuomintang en 1926, Soong Ching-ling es elegida
miembro de su Comité Ejecutivo. Desde la provincia de Cantón, donde se
encontraba el gobierno revolucionario opuesto a Wu Peifu, el “señor de la
guerra” que gobernaba Beijing, Soong Ching-ling se desplaza a la provincia de
Wuhan para la reubicación de la capital del gobierno legítimo de la República
de China. En aquel momento la revolución nacional-democrática estaba en pleno
auge. Sin embargo, en 1927 el ala derecha del Kuomintang dio un golpe
sorpresivo, ocupando militarmente las ciudades de Nanjing y Shanghái y
rompiendo con el Partido Comunista. En abril de 1927, Chiang Kai-shek, ya
abiertamente pasado a la reacción, inició en Shanghái la campaña de
“eliminación de los comunistas”, masacrando a decenas de miles de líderes
sindicales, militantes del Partido Comunista y simpatizantes. En el mes de
julio, el gobierno republicano de Wuhan, liderado por Wang Jingwei, también
decidió romper la alianza con los comunistas.
Soong
Ching-ling se niega rotundamente a tomar parte en estas maniobras y protesta
con energía, alegando que suponen una violación de los principios
revolucionarios de Sun Yat-sen. En la famosa “Declaración de Soong Ching-ling sobre la situación actual”, también
conocida como “Declaración del 14 de
julio” proclama su ruptura con los renegados del Kuomintang y su “retirada
temporal” del partido:
“La política de Sun Yat-sen es perfectamente
clara. Si los líderes de nuestro partido no pueden llevar esta política a cabo,
entonces ya no son auténticos seguidores de Sun Yat-sen, el partido ya no es un
partido revolucionario, sino una herramienta en manos de uno u otro señor de la
guerra.”
A
partir de este momento, el acercamiento de Soong Ching-ling con el Partido
Comunista se hace más y más estrecho. Después de la expulsión de los comunistas
del gobierno de Wuhan, el 1 de agosto de 1927 el Partido Comunista desencadena
la insurrección de Nanchang para contrarrestar la campaña anticomunista del
Kuomintang. Para ello se forma el “Comité Revolucionario del Kuomintang”[10]
formado por 25 miembros, en el que se encuentra un joven Zhou Enlai, por
entonces con 29 años. Aunque se encontraba en Shanghái en ese momento, Soong
Ching-ling fue elegida miembro de su Presídium.
Tras
la ruptura y expulsión de los comunistas por parte del Kuomintang, Soong
Ching-ling prefiere exiliarse a la Unión Soviética antes que colaborar con la
camarilla reaccionaria del Kuomintang, para defender desde allí su posición a
favor de la “tres políticas principales” de Sun Yat-sen. En 1927, llega a la
estación de tren de Moscú, siendo recibida por una multitud. Allí coincide con
dirigentes del ala izquierda del Kuomintang como Deng Yanda. Después viaja por
Europa. En diciembre de 1927, participa en Bruselas en la Conferencia de
fundación de la Gran Liga por la Lucha contra el Imperialismo y la Opresión
Colonial (también conocida como Liga Anti-Imperialista), junto con
personalidades como Albert Einstein, Máximo Gorki, Romain Rolland, Henri
Barbusse y otros. Tanto en la Conferencia de Bruselas en 1927, como en otra
posterior Conferencia en Alemania en 1929, Soong Ching-ling fue nombrada
Presidenta Honoraria del Presídium. Durante el mismo periodo, pasa a formar
parte de la dirección del Comité Antifascista Mundial.
En
mayo de 1928, se instala brevemente en Berlín para estudiar teoría
revolucionaria, y el 21 de septiembre de 1929 viaja a Francia después de un
breve paso en China para asistir al traslado a Nanjing de los restos de Sun
Yat-sen. Como consecuencia de ello, pasarán a ser cuatro los idiomas que ella
dominará: chino, inglés, alemán y francés. Durante su breve estancia en China,
mantuvo un encuentro con Dai Jitao, representante de Chiang Kai-shek, a quien
le expresó de nuevo su rechazo a cooperar con el gobierno del Kuomintang. El 10
de agosto de 1929, ella publica las notas de aquel encuentro: “La única manera de mantenerme en silencio es
metiéndome en la cárcel o matándome”.
En
julio de 1931, al fallecer su madre, regresa de nuevo a China, y se establece
en Shanghái hasta 1937, año en que estalla la guerra sino-japonesa, cuando el
ejército japonés, que ya controlaba Manchuria, invadió el norte y el este de
China.
En
aras de promover los derechos democráticos del pueblo chino, en diciembre de
1932 Soong Ching-ling participa en la fundación de la Liga China de Protección de los Derechos
Civiles, de la que es elegida Presidenta. A través de esta organización,
consigue por distintos medios la protección y el rescate de muchos prisioneros
políticos, patriotas y revolucionarios. Un ejemplo: el 23 de noviembre de 1936,
las autoridades del Kuomintang arrestan a siete líderes patriotas de la
Federación de Asociaciones de Salvación Nacional de China. Los líderes
patriotas, entre los cuales se encontraba una mujer abogada, habían formado un
grupo de apoyo a una huelga de obreros (predominantemente mujeres) de la
industria del sector textil de Shanghái y Tsingtao, de propiedad extranjera.
Junto con otras personalidades importantes, Soong Ching-ling inicia la campaña
“Salvar a China frente a las condenas a
prisión”, declarando que “no podemos
negarnos a amar y salvar a nuestro país porque tengamos miedo de ser castigados
[…] Movidos por nuestra consciencia,
estamos listos para acompañar por siempre en la cárcel al Sr. Shen.” – uno
de los arrestados. El 5 de julio de 1937, Soong Ching y otras 11 personalidades
se dirigen al alto tribunal de Suzhou para entregar un documento pidiendo su
encarcelamiento y cumplir condena junto con los otros siete líderes condenados
por “ser patriotas”. Esto es un
extracto de aquella declaración:
“¡Estamos
listos para ir a la cárcel! ¡Queremos ir a la cárcel en aras de la salvación
nacional! ¡Creemos que ésta es nuestra responsabilidad y nuestra gloria! Todos
somos chinos. Todos queremos salvar a China de la destrucción. Siete líderes de
la Asociación por la Salvación Nacional han sido arrestados, pero aún quedan
400 millones de personas, cuya ira patriótica y justa indignación no pueden ser
eliminadas. ¡Que tengan cuidado los militaristas japoneses![11] ¡Pueden provocar el arresto de siete líderes, pero aún hay 400 millones
de personas en toda China!”
El 31 de julio de
1937, después del famoso “incidente de Xi’an”[12],
el gobierno del Kuomintang se vio obligado a liberar a los siete patriotas.
El
compromiso de Soong Ching-ling con las libertades era extensivo al ámbito
internacional, notablemente en la lucha contra el auge de los fascismos. En
1933, junto con Cai Yuanpei, Yang Quan, Lu Xun y otros miembros de la Liga de
Protección de los Derechos Civiles, Soong Ching-ling acudió al Consulado alemán
en Shanghái para hacer entrega de una protesta oficial por la persecución
contra los judíos por parte de los fascistas alemanes.
En
septiembre de 1933, Soong Ching-ling preside el Congreso de Extremo Oriente del
Comité Mundial Contra la Guerra Imperialista en Shanghái, desafiando las
prohibiciones del gobierno del Kuomintang. En aquel Congreso recibió al conocido
dirigente comunista francés Paul Vaillant Couturier.
El
13 de agosto de 1937, el ejército japonés ataca la ciudad de Shanghái,
iniciándose la guerra de resistencia del pueblo chino contra la agresión
japonesa. Soong Ching-ling tiene que huir de Shanghái, partiendo primero hacia
Hong Kong para refugiarse finalmente en Chongqing, que sería la capital del
gobierno chino durante la guerra. En sintonía con el Partido Comunista, Soong
Ching-ling era de la creencia que el pueblo chino debía unirse para resistir a
la agresión japonesa. Por ello se opuso con vehemencia a la política del
gobierno del Kuomintang, que abogaba por la “pacificación interna antes de resistir a la invasión extranjera”.
En noviembre de 1937, Soong Ching-ling publica la “Declaración sobre la cooperación entre el Kuomintang y el Partido
Comunista”, haciendo un llamamiento para que ambos partidos cooperen de
nuevo. En una correspondencia con ella, Mao Zedong le escribe lo siguiente:
“Cada vez que hemos sabido de sus opiniones y
actividades para la revolución y la salvación nacional, en periódicos y por
boca de camaradas nuestros de otros lugares, ello ha inspirado en nosotros una
infinita estima por usted. Después de 1927, sólo usted y nuestros camaradas
pueden llevar hacia adelante el espíritu revolucionario y de salvación nacional
del Dr. Sun Yat-sen.”
Oponiéndose
con determinación a la agresión japonesa, y convencida de la futura victoria
del pueblo chino, en agosto de 1937 Soong Ching-ling publica el artículo “China inconquistable”, que tiene una
gran repercusión tanto en China como en el extranjero.
“La mayor fuerza de China reside en el
despertar de sus masas. Con el inmenso territorio de China, rico en recursos
naturales, con una población de 400 millones de habitantes, el poder del Japón
no es más que un tigre de papel. Las estructuras económicas y sociales
japonesas no pueden sostener una guerra de larga duración con el pueblo chino.
¡No! China no podría ser derrotada aunque tuviera que luchar sola contra el
Japón. Y China no estará sola. Porque China goza de la simpatía de todo el
mundo.”
En
junio de 1938, cuando la guerra de resistencia contra la agresión japonesa ya
ha alcanzado una escala global, Soong Ching-ling funda en Hong Kong la China
Defense League (CDL – Liga de Defensa de China), cuyo presidente fue su hermano
T.V. Soong. La CDL llamó a todos los amantes de la paz y la democracia a ayudar
a China en su lucha contra los agresores japoneses. Al frente de la CDL, Soong
Ching-ling trabajará constantemente por la victoria militar del pueblo chino,
recabando apoyos financieros y material de guerra para China, inspeccionando el
estado de las tropas, de las unidades sanitarias… a veces acudiendo a las
mismísimas bases revolucionarias donde operaba el Partido Comunista.
Soong Ching-ling visitando en Chongqing a a las tropas del Ejército Popular de Liberación, durante la guerra sino-japonesa
Con
la CDL colaboraron muchas famosas personalidades, personas inolvidables, de
este tipo de hombres y mujeres que han existido (y existirán), que por su
solidaridad militante con los pueblos oprimidos del mundo son y serán
imprescindibles para la liberación de toda la humanidad. Algunas de estas
personas fueron: el escritor de origen polaco y naturalizado chino Israel
Epstein, el médico canadiense Norman Bethune (que ya había estado en España durante
la guerra civil, ayudando al gobierno republicano), la periodista
estadounidense Agnes Smedley, el médico estadounidense de origen libanés George
Hatem (primer miembro extranjero en la historia del Partido Comunista de
China), el médico alemán Hans Müller, la estadounidense Talitha Gerlach,
representante de la YWCA[13]
en China, el escritor neo-zelandés James Bertram, etc. Algunos de ellos, como
Norman Bethune, George Hatem y Hans Müller, estuvieron prestando asistencia sanitaria
a los heridos de guerra en la base revolucionaria de Yan’an, provincia de
Shaanxi, centro del gobierno comunista liderado por Mao Zedong entre 1936 y
1948.
A
través de la CDL, Soong Ching-ling también colaboró con el cantante comunista
afroamericano Paul Robeson, con la producción de un disco de vinilo de canciones
chinas antijaponesas, con música de Liuhong Mo. En el momento de sacar el
disco, ella declararía: “Que nuestras
viejas canciones folklóricas, que combinan la armonía entre el Este y el Oeste,
sean otro puente entre los pueblos libres.”
Paul Robeson
Asimismo,
gracias a la ayuda de sus amigos Rewi Alley, Edgar Snow y otros amigos
extranjeros, Soong Ching-ling promovió el movimiento cooperativo industrial “Gung Ho”, cuyo Comité de dirección fue establecido
el 1 de enero de 1939 en Hong Kong. El movimiento “Gung Ho” tenía por objetivo reavivar la industria armamentística y
resolver los problemas de desempleo en China poniendo en marcha cooperativas
industriales. El movimiento “Gung Ho”
logró una cuantiosa ayuda internacional para la guerra de resistencia del
pueblo chino contra la agresión japonesa.
El
1 de julio de 1941, Soong Ching-ling inicia en Hong Kong la campaña “Un tazón de arroz”, gracias a la cual
consigue obtener cuantiosas donaciones, que entrega en su totalidad al
movimiento “Gung Ho”, con el fin de
socorrer a los heridos y a los refugiados de guerra.
Después
de la victoria sobre los agresores japoneses, Soong Ching-ling reorganiza la
CDL para reconvertirla en la China Welfare Fund (CWF - Fondo de Asistencia a
China) en aras de participar a la reconstrucción pacífica de China. Pero en
junio de 1946, el Kuomintang, aferrándose a su dictadura reaccionaria,
desencadena de nuevo una guerra civil en todo el país. El 23 de julio, Soong
Ching-ling publica su famosa “Declaración
sobre la promoción de un gobierno de coalición y el llamamiento al pueblo americano
para que detenga la entrega de ayuda militar al Kuomintang por parte del gobierno estadounidense”, mostrando de
nuevo su posición a favor de un entendimiento con los comunistas para reconstruir
una nueva China liberada.
A
través de la CDL y del CWF, Soong Ching-ling hizo lo posible para traer a las
zonas liberadas por el Ejército Popular de Liberación (EPL) cuantiosas
cantidades de equipamientos médicos y medicamentos para socorrer a los heridos.
Entre 1938 y 1948, con la ayuda financiera de la CDL y después de la CWF, se
establecieron un total de 8 hospitales internacionales de paz, 42 hospitales de
rama y docenas de unidades móviles médicas en 8 zonas liberadas por el EPL.
Antes
de la liberación definitiva de China en 1949, con la CWF Soong Ching-ling también
consiguió recabar fondos destinados a la asistencia social en China, gracias a
los cuales se establecieron tres centros de beneficencia para niños así como un
teatro infantil destinados a los niños empobrecidos o huérfanos a causa de la
guerra. En Shanghái, Soong Ching-ling se dedicó a enseñar a leer a los niños
huérfanos, participando en la creación de la Shanghai Children Reading Room
(Salón de Lectura para Niños de Shanghái).
[1] Ambos cargos fueron compartidos
entre 1959 y 1972 con el comunista Dong Biwu, que mantuvo el cargo hasta 1975
después de que Soong Ching-ling renunciara.
[2] La mayor parte de la información
que aparecerá en este artículo y de las citas de Soong Ching-ling provienen del
Museo Conmemorativo de Soong Ching-ling, ubicado en su antigua residencia en el
distrito Xicheng de la ciudad de Beijing.
[3] Movimiento cristiano compuesto por diversos grupos protestantes,
originado en la Gran Bretaña del siglo XVIII, que mediante a la actividad de sus
misioneros convocó especialmente a trabajadores, granjeros pobres y esclavos.
Su teología, basada en el pensamiento del teólogo holandés Jacobo Arminio, hace
especialmente énfasis en el hecho de que la salvación es para todo aquel que la
acepte. Su liturgia es muy sencilla y se clasifica, según la tradición
anglicana, como propia de la Iglesia baja. Se calcula que tiene unos 80 millones
de seguidores en todo el mundo.
[4] Cuya vida ha sido llevada a la
gran pantalla en la maravillosa película El
último emperador (1987), del director de cine comunista Bernardo Bertolucci,
ganadora de nueve premios Óscar.
[5] Pese a haberse proclamado la
República el 1 de enero de 1912, la revolución democrática en China, liderada
por la burguesía revolucionaria, no tenía fuerza ni efectivos suficientes para
hacerse con el control de todo el país y de todos los resortes del poder estatal.
La mayor parte del ejército permaneció leal al antiguo poder imperial. Sun
Yat-sen se vio obligado a pactar con el oficial Yuan Shikai, que gozaba de un
gran prestigio en el poderoso ejército de Beiyang, en el norte de China,
nombrándole de manera temporal Presidente de la República. Pero incumpliendo
con su deber de convocar elecciones presidenciales, Yuan dio un golpe de Estado
derrotando a las tropas del Kuomintang, y nombrándose a sí mismo presidente por
otros cinco años. Yuan ordenó la disolución del Kuomintang y la expulsión de
sus miembros del parlamento chino. En enero de 1916, Yuan se nombró a si mismo
emperador de China, restaurando el poder imperial, pero se vio obligado a
abdicar a los dos meses por la oposición que esto generó entre sus
colaboradores más cercanos y los gobernadores provinciales. Iniciándose en aquel
momento la época de los llamados “señores de la guerra”.
[6] Debido a la oposición de los
padres de Soong Ching-ling, ésta incluso se vio forzada a volver a Shanghái para
establecer su residencia. Pero Soong Ching-ling consiguió escapar de Shanghái
con ayuda de una de las amas de casa, para volver a Japón y casarse con Sun
Yat-sen, poco después de que éste consiguiera el divorcio en septiembre de
1915.
[7] En otro artículo, titulado En defensa del pueblo chino: respuesta a
Elisseos Vagenas (cuya segunda parte verá la luz en 2015), yo había dicho que
la escritura “Kuomintang” no era del
todo correcta porque estaba basada en el sistema de transliteración Wade-Giles,
ahora en desuso. Ahora, debo rectificar este punto de vista, y por dos motivos:
en primer lugar, porque en el caso de esta palabra en concreto se suele hacer
una excepción, siendo la transliteración basada en el Wade-Giles la más
utilizada frecuentemente (de hecho es la que siguen empleando los propios
chinos en el inglés para extranjeros), y en segundo lugar porque si bien es
cierto que la transliteración basada en el sistema chino hanyu pinyin es más moderna, no necesariamente permite al lector
una mejor comprensión de la pronunciación de las palabras chinas en general, ni
mucho menos. Pues el alfabeto romanizado del sistema hanyu pinyin tiene su propia fonética, bastante distinta del
alfabeto latino (por ejemplo, una “g” equivaldría a una “k”, una “q” a una
“ch”, etc.). Por lo tanto, depende de la palabra o del nombre. Este es también
el caso de Sun Yat-sen, que en el sistema hanyu
pinyin se escribe Sūn Yìxiān.
[8] Sun Yat-sen falleció el 12 de marzo de 1925 en
Beijing tras descubrírsele un cáncer de hígado en fase terminal, mientras se
disponía a asistir a una conferencia de reunificación nacional tras el golpe de
Estado del “señor de la guerra” de Manchuria Zhang Zuolin, con quien Sun
Yat-sen pensaba llegar a un acuerdo.
[9] La Expedición del Norte fue una
campaña militar del Ejército Nacionalista Chino dirigida por Chiang Kai-shek en
los años 1926-1927, con el objetivo de reunificar todos los territorios de China,
que formalmente era una República, pero se encontraba troceada en territorios
administrados por los “señores de la guerra”. El objetivo fue finalmente
conseguido pero sólo de forma teórica y precaria, pues muchos señores de la
guerra se unieron a los nacionalistas conservando sus tropas y el control sobre
sus territorios.
[10] Durante la segunda guerra civil
china (1945-1949), ante los intentos de Chiang Kai-shek de apartar a Soong
Ching-ling del Kuomintang, en 1948 el “Comité Revolucionario del Kuomintang” se
constituyó como partido político, siendo elegida Soong Ching-ling Presidenta de
Honor del mismo. Hoy el “Comité Revolucionario del Kuomintang” es uno de los 9
partidos políticas que constituyen el “Frente Unificado” representado en la
Conferencia Consultativa Política del Pueblo Chino y la Asamblea Popular
Nacional. Soong Ching-ling militó en sus filas hasta mayo de 1981, momento en
que fue admitida como miembro de pleno derecho el Partido Comunista de China.
[11] Cabe señalar que en virtud del
Tratado de Versalles (1919), las potencias imperialistas sacaron provecho de la
debilidad de la joven República de China, pese a su condición de aliada de las
potencias vencedoras de la I Guerra Mundial. Así, fueron cedidos a Japón los
territorios de Manchuria, así como numerosos privilegios comerciales en la
provincia de Shandong, anteriormente concedidos a Alemania.
[12] El incidente de Xi'an (1936) se caracterizó por el rapto de Chiang
Kai-shek por parte del “señor de la guerra” de Manchuria Zhang Xueliang (hijo
de Zhang Zuolin), expresando el hartazgo dentro del ejército nacionalista a la
política de Chiang Kai-shek de priorizar la guerra contra los comunistas a la
guerra contra los invasores japoneses, iniciada en 1937. El rapto se hizo con
el propósito de obligarle a aceptar la formación de un segundo frente unido con
los comunistas. Sólo la intervención del Partido Comunista, por mediación de
Zhou Enlai, evitó que Chiang Kai-shek fuera fusilado por traición (lo cual
indica el grado de madurez política que había alcanzado el Partido Comunista en
aquel momento). Dicho esto, la liberación de los siete patriotas arrestados en
1936 fue una de las condiciones impuestas a Chiang Kai-shek para su propia
liberación.
[13] World Young Women's Christian Association (Asociación Mundial de Jóvenes
Mujeres Cristianas).
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