domingo, 2 de julio de 2017

El Partido que cambió la historia de China


BEIJING.-Cuando Carlos Marx y Federico Engels publicaron la primera edición del Manifiesto Comunista, en 1848, posiblemente no imaginaron que 72 años después el «fantasma del comunismo» llegaría a China y convertiría a esa nación en una potencia mundial.

Tan solo un año después de la divulgación en el gigante asiático de ese influyente tratado político, el 30 de junio de 1921 se fundó el Partido Comunista de China (PCCH), organización que actualmente guía  a su pueblo en la construcción de un mejor país.

Durante los 96 años siguientes, el PCCH derribó el imperialismo, el feudalismo, el capitalismo y  en 1949 fundó la nueva China, esa que va hoy camino a convertirse en la primera economía global.

«El camino arduo ha marcado nuestro éxito. En el pasado siempre está la llave del presente, en la historia está la raíz de la actualidad», expresó en un encuentro con el Centro de Prensa China-América Latina y el Caribe (CLACPC), el catedrático Mei Renyi, presidente del Instituto de Investigación Intercultural de China.

Casi un siglo después de su nacimiento y con el aval de haber sacado de la pobreza a más de 700 millones de personas y alcanzado un impresionante desarrollo gracias a la aplicación de la política de la Reforma y Apertura, esa institución política mantiene prácticamente las mismas bases y objetivos que en sus años fundacionales, pero asume nuevos retos, acordes con la realidad actual, en la conducción de la nación por la senda de la construcción del socialismo con caracterísricas chinas.

Aunque en sus inicios el PCCH fue una fuerza marginada, actualmente con cerca de 88 millones de miembros, es la vanguardia del pueblo y la nación en general.

Aun así muchos se preguntan cómo esta organización política ha logrado esa empresa, cuestión que para el profesor Mei está muy clara. «En la década del 20, China era un país netamente agrícola, la clave estaba en el campo y nadie prestaba atención a esa zona. Pero el Partido Comunista constituyó sus bases en el campo, lo que le proporcionó una fuerza increíble. El pueblo es la mayor fuerza del PCCH», sentenció.

De acuerdo con Mei, también director del Instituto de Investigación de Literatura Extranjera de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, «cuando Mao Zedong entró a Beijing, en 1949, se enfrentó al gran reto de gobernar la nación y seguir respondiendo a los principios fundacionales del Partido, que eran representar al pueblo. Tomar el poder era un examen para que el Partido pueda seguir respondiendo al pueblo».

A pesar de los cambios y los nuevos tiempos, los gobernantes chinos tienen hoy la misma misión y el objetivo principal del ejecutivo de Xi Jinping, secretario general del PCCH, es ajustar el ritmo y modelo de desarrollo para continuar en la senda de la prosperidad, así como el fortalecimiento de la intensa campaña contra la corrupción en las más altas esferas del gobierno y del Partido.

Esas aspiraciones deben recibir un nuevo impulso durante la celebración del XIX Congreso Nacional del PCCH, previsto para la segunda mitad del 2017. Dentro y fuera de China esperan con ansias la realización de unos de los eventos políticos más importantes del año, donde se discutirá el futuro de la nación más poblada del mundo.

«Los nuevos caminos que se elijan tienen que servir al pueblo, depender del pueblo y es el pueblo quien tiene que disfrutar de los logros», afirmó Mei y añadió que el modelo chino debe tener directrices y un soporte teórico que responda a las realidades, además de continuidad en sus políticas. «China no podrá soportar los vaivenes de la política a corto plazo», señaló.

Jin Canrong, vicepresidente y catedrático del departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad del Pueblo, quien también compartió con CLACPC, considera que «el desarrollo económico de China es el acontecimiento de los últimos 50 años», un logro que nos pocos atribuyen a la conducción del Partido y sus dirigentes.

Para Canrong dentro de 30 años, debido al progreso económico, el dragón asiático va a experimentar un crecimiento integral y su Producto Interno Bruto (PIB) superará todo el volumen del mundo occidental.

«Uno de nuestros mayores logros es la industrialización», refiere y sostiene que en el futuro otros países «nos superarán en número de habitantes, pero no en industrialización».

«Muy pronto China se convertirá en una potencia integral», coinciden los académicos y esa nueva victoria, como en los últimos 80 años, será bajo la guía del Partido Comunista.

Fuente: Granma

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