sábado, 29 de octubre de 2016

Tíbet: ¿Problema interno o conflicto internacional?


Artículo de Jean-Paul Desimpaelere publicado en 2008 en el nº82 de Etudes Marxistes, revista teórica del Partido del Trabajo de Bélgica. 

Para comprender mejor la "cuestión del Tíbet", hace falta remontarnos al siglo XIX, a la época en la que las dos grandes potencias del momento entran en conflicto en Asia. Inglaterra desde el sur, la Rusia zarista desde el norte. China, con el Tíbet, se encuentra en medio de los dos. El Tíbet supone un botín de guerra fácil. Rusia se anexiona Asia central y Siberia, y se vuelve muy influyente en Mongolia y algunas regiones del noreste y el noroeste de China. En el Tíbet, los buriatos[1], al servicio de los rusos, acceden a los puestos más elevados. 

Una larga historia

El Ladakh es el primer territorio tibetano conquistado por los ingleses. Pasa a estar bajo protectorado británico en 1846, lo que es confirmado por un "acuerdo de paz". China, dirigida en aquella época por la dinastía Qing, se negó a firmar, pero los dirigentes británicos locales aceptan hacerlo. Para el actual Tibet Justice Center (TJC)[2], este "acuerdo" entre el Tíbet y el Ladakh es la prueba de la independencia del Tíbet , porque los dirigentes tibetanos "decidieron de manera autónoma su línea extranjera". Lo que el TJC obvia señalar, no obstante, es que se trataba de concesiones impuestas manu militari. El primer tratado humillante sobre el Tíbet co-firmado con el imperio chino fue el tratado Nepal-Tíbet de 1856, que siguió a la invasión del Tíbet por el Nepal británico. El tratado impuso una deuda de guerra al Tíbet y diversas concesiones comerciales. Para el TJC, este tratado y los demás territorios tibetanos convertidos en británicos (Sikkim en 1860 y Bután en 1864) son nuevas "pruebas de la independencia del Tíbet".

La última concesión también fue obtenida mediante la coacción. En 1904, Inglaterra derrotó al ejército tibetano local durante su marcha hacia Lhasa. El imperio chino en declive no estuvo en condiciones de oponerse ello. Para la élite tibetana local, Inglaterra se había convertido en la nueva potencia que en 1913 convocaría a la joven República de China y a los tibetanos a la conferencia de Simla. En aquella época, Inglaterra se apodera, en detrimento del Tíbet, de un territorio del tamaño de Suiza: el actual Estado indio de Arunachal Pradesh. Hoy en día, el acuerdo de Simla es el principal argumento empleado por los partidarios de la independencia del Tíbet porque excluye toda implicación china en el Tíbet, sustituyéndola por la presencia exclusiva de Inglaterra. Este acuerdo proclamaba "de facto" la independencia del Tíbet, pero confirmaba no obstante la "suzeranía"[3] de China. El Tíbet se volvía de facto independiente a los ojos de Inglaterra en lo que respecta a su economía, su ejército y su política extranjera. Perdía además una parte de su territorio.[4] China se negó a firmar el tratado. El ministerio de Asuntos Extranjeros británico declaró en 1915: "La ventaja que sacamos del acuerdo de Simla es puramente académica debido a que no ha sido ratificado por el gobierno chino y no ha sido reconocido por Rusia. Este acuerdo es por consiguiente nulo."[5] Subrayemos además que durante los acuerdos de Simla, Inglaterra presentó un mapa del "Gran Tíbet", cuya superficie era dos veces más grande que el Tíbet sobre el cual reinaba el Dalai Lama de aquella época.[6] Tras la Segunda Guerra Mundial, los protagonistas cambiaron.

Los Estados Unidos de América y Mao Zedong

Durante la guerra de resistencia contra la ocupación japonesa, el Partido Comunista de China ve aumentar su número de adeptos, lo que preocupa a los Estados Unidos. Algunos meses antes de la toma del poder por los comunistas en Beijing en 1949, el responsable para Extremo Oriente del Departamento de Estado estadounidense[7] escribe:

"2. Si el Tíbet puede ofrecer una resistencia al comunismo, está en nuestro interés reconocerlo como Estado independiente antes de continuar considerándolo como parte de China.

3. El gobierno tibetano es relativamente estable. El pueblo es conservador, creyente y dispuesto a defender el budismo contra el comunismo. La autoridad espiritual del Dalai Lama supera las fronteras del Tíbet.

4. Las autoridades chinas no tienen en este momento ningún poder efectivo en el Tíbet y siempre tendrán problemas allí en el futuro.

5. Los tibetanos están interesados en el comercio exterior, está por lo tanto en nuestro interés que se orienten hacia Occidente."[8]

El informe contenía igualmente una serie de recomendaciones para evitar cualquier tipo de precipitación, cuyo contenido no arrojaba luz sobre la actitud que adoptarían los Estados Unidos en la década siguiente: "El reconocimiento del Tíbet como Estado independiente no es nuestra verdadera preocupación. Lo que nos importa es nuestra actitud frente a China. Hasta el presente hemos reconocido la integridad territorial de China. Hemos contribuido a evitar la desintegración de China, hemos ayudado a China a salir de la Segunda Guerra Mundial como una gran potencia. Es preciso que sigamos con esta política hasta que el derrumbe permanente de China sea inevitable y podamos instalarnos en el Tíbet."

"La situación sería diferente con un gobierno en el exilio. En este caso, la política recomendada por los Estados Unidos sería apoyarlo sin reconocer al Tíbet como Estado independiente." Ésta era la estrategia adoptada por los Estados Unidos en 1949, que desde entonces no ha cambiado.

El XIV Dalai Lama era consciente de ello en aquella época y hoy declara abiertamente: "Durante los años 50, los americanos apoyaron al Tíbet, no por convicción moral o simpatía, sino para servir a su política anticomunista."[9] Entre 1949 y 1951, pocos años antes de la llegada del Ejército Popular de Liberación, el joven XIV Dalai Lama y su gobierno pedían a Inglaterra y a Estados Unidos que le enviaran tropas o por lo menos armas.[10] Sólo Inglaterra entregaría algunas en cantidades limitadas. "Ninguna gran potencia os ha dado una verdadera ayuda militar contra la invasión. Y tras la invasión, las Naciones Unidas hicieron oídos sordos a su llamada. ¿Se siente usted traicionado?", le preguntó Laird al Dalai Lama. "Sí", contestó llanamente.[11]

Antes de huir hacia la India, el actual Dalai Lama (en primer plano) había ocupado el cargo de vice-presidente de la Asamblea Popular Nacional durante los años 50

El nuevo régimen chino consideraba las cosas con circunspección en lo que respectaba al Tíbet. En primer lugar estaba la reunificación de China. Mao Zedong y el Comité Central del Partido Comunista de China se daban cuenta de que en el Tíbet no tendrían el apoyo de la población para sus reformas sociales, como lo subraya esta directiva del Comité Central: "En este momento, no es imposible aplicar el acuerdo de 17 puntos de 1951[12] en su totalidad. No tenemos el apoyo de las masas ni de las capas sociales más elevadas. Si lo imponemos por la fuerzas, sacaremos más desventajas que ventajas. ¿Y si se niegan a aplicar el acuerdo en su totalidad? Entonces nos resignaremos temporalmente. [...] Dejémosles tratar al pueblo con crueldad, por nuestra parte nos ocuparemos de cosas positivas como la organización de la producción, el comercio, la construcción de carreteras, la sanidad pública y el frente unitario, de manera a unir a las masas para nuestra causa, y en el momento oportuno solucionaremos la cuestión de la aplicación del acuerdo en su totalidad. Y si consideran que no es el momento de construir escuelas primarias, aún podremos esperar un poco más."[13]

La estrategia china tenía por objetivo el unir a la clase dominante del Tíbet, incluido el Dalai Lama, a la unidad nacional con China.[14] A su llegada al Tíbet, el Ejército Popular de Liberación estaba sometido a un disciplina muy estricta, los soldados no podían exigir comida. Ésta era enviada desde el resto de China, o bien debían pagarla al precio normal para la población local. Incluso empezaron a cultivar los terrenos baldíos para satisfacer las necesidades de las tropas. La servidumbre fue mantenida entre 1951 y 1959. También conviene subrayar que en aquella época se trataba del Tíbet en sus límites actuales y no del concepto del "Gran Tíbet".

Fuera de la "provincia" Tíbet, las cosas van mal

Durante los años 50, esta política del "paso a paso" empieza a tomar velocidad en los territorios adyacentes donde viven tibetanos –y otras etnias–, después de la reforma agraria que se está abriendo camino en todo el resto de China. Cosa que no es del agrado de los terratenientes tibetanos  –religiosos y nobles– que viven en estas regiones. En 1956, la población tibetana se subleva en la provincia de Sichuan.[15] Muchas familias están ligadas a la comunidad religiosa. La mayoría tienen un hijo en el monasterio. Durante los años siguientes, el pánico y la rebelión llegan a Lhasa. Empujada por Gyalo Thondup, el hermano del Dalai Lama, que desde 1951 trabaja para el Departamento de Estado estadounidense,[16] la CIA comienza a apoyar la resistencia [17], que alcanza su apogeo en Lhasa el 10 de marzo de 1959 durante una manifestación masiva ante el Palacio de Verano del Dalai Lama. También es la fecha en la cual el Dalai Lama acaba cediendo después de 10 años de presiones por partes de los Estados Unidos para enviarlo al exilio.[18] Apenas llegado a la India, el Dalai Lama declara que "87.000 tibetanos fueron brutalmente masacrados"[19] durante la insurrección (que nunca ha visto) en Lhasa, cuando la población total de Lhasa, incluyendo a los refugiados de Sichuan, se eleva a solamente 40.000.[20] Una cifra aún mencionada en las páginas web del "gobierno" tibetano en exilio y de los grupos de simpatizantes en Occidente.[21]

La huida de los tibetanos 

En 1959, para un gran número de familias de la élite es el momento de irse del Tíbet con sus servidores e instalarse en la India. En el momento actual, se cuentan 120.000 tibetanos en el extranjero, es decir el 2% de la población tibetana total de China.

Aparte de su propia fortuna, los tibetanos a la huida pudieron contar desde el principio con un importante apoyo financiero de parte de los Estados Unidos. Un ejemplo de las cantidades concedidas anualmente es anunciado durante una audiencia pública en el Departamento de Estado de los Estados Unidos en 1964: 1,7 millones de de dólares, a los que se añaden 186.000 dólares para el XIV Dalai Lama.[22] Desde los años 80, los presupuestos estadounidenses destinados a la ayuda para la comunidad tibetana residente fuera de China son enviados a través de diversas ONG's semi-oficiales.[23]

50 años de guerra de propaganda 

De 1956 a 1974, los Estados Unidos apoyaron a la guerrilla contra China suministrando armas e instructores y organizando formaciones. Algunos cientos de tibetanos que huyeron del este del Tíbet y de Sichuan hasta recibieron una formación en paracaídismo en los Estados Unidos.[24] En la India, se crea y se equipa a un pequeño ejército de 7.000 rebeldes tibetanos.[25] Pero aparte del ataque a algunos convoyes, la resistencia no es realmente un éxito; la población tibetana en el Tíbet no colabora y el ejército chino consigue siempre rastrear muy rápidamente a los rebeldes.[26]

 El XIV Dalai Lama con su buen amigo 

La guerra propagandística es mucho más preocupante. "Al enviar al Dalai Lama al extranjero, la intención de los Estados Unidos era hacer de él un gran símbolo asiático, portavoz del anticomunismo. Una táctica que al mismo tiempo tenía pocos riesgos y era muy ventajosa. [...] El hecho de que los Estados Unidos no enviaran tropas fue una gran decepción para los dirigentes tibetanos."[27] Desde 1959 fueron lanzadas acusaciones de "violaciones de derechos humanos, persecuciones religiosas y genocidio" por la International Commission of Jurists (ICJ), una organización creada justo después de la Segunda Guerra Mundial en Berlín con el objetivo de reunir "hechos irrefutables" contra la Unión Soviética y los países del Este. En un informe de 1959, China es acusada del "asesinato deliberado de tibetanos, lo que justifica el inicio de una investigación sobre el genocidio".[28] Se sabe hoy por quién y cómo fueron reunidos los "hechos" para constituir el expediente: Tashi Tsering, un intelectual tibetano en el exilio, viajó en 1959 a los campos de refugiados en la India y Nepal para recopilar relatos de masacres en el Tíbet. Pero no obtuvo ninguno. Transmitió sus conclusiones a Gyalo Thondup, el hermano del Dalai Lama, que le añadió un número de muertos antes de entregar el expediente al ICJ.[29] Patrick French, antiguo director de Free Tibet en Londres, examinaría más tarde estos testimonios escritos en los archivos del "gobierno" del Dalai Lama en la India. Misma conclusión: las cifras del número de víctimas fueron añadidas posteriormente. Por otra parte, se trata únicamente de hombres.[30] ¿Qué interés habría en eliminar solamente a la población masculina? Y pese a ello, la cifra de 1,2 millones de muertos en el Tíbet, víctimas de la "dictadura china", sigue circulando por el mundo.

Durante los 90 años, después de la entrega del premio Nobel al Dalai Lama, las tropas de apoyo al Tíbet así como sus páginas web se multiplicaron en Europa y Estados Unidos, hasta en los países del Este. Las oficinas del Tíbet (representantes del "gobierno en el exilio") fueron creadas en diferentes capitales del mundo.[31] Se desbloquearon presupuestos especiales por el Departamento de Estado estadounidense. Así, 75.000 dólares fueron asignados a las oficinas de Nueva York y Ginebra.[32] Algunos miles de comités repartidos en el mundo occidental (hasta en Liechstenstein) defienden desde entonces la independencia del Tíbet. La fuerza de atracción ejercida sobre nuestros intelectuales toma muchas veces la forma de una versión occidentalizada del budismo tibetano, una especie de budismo tibetano light, despojado de su panteón de divinidades y numerosas tradiciones tibetanas, una "nueva" espiritualidad. Pero bajo el vestido del "Lama" se esconde también un mensaje político: "el Tíbet está siendo ocupado y debe ser independiente".

Entre los protagonistas de esta "campaña de información" se encuentra la International Campaign for Tíbet (ICT), China Digital Times (CDT) y TibetInfoNet (TIN). A la cabeza del ICT (Estados Unidos) se encuentra a John Ackerly quien, según su currículum, obtuvo sus primeros galones organizando a la oposición en el antiguo bloque del Este.[33] El presidente de honor del ICT no es otro que el actor Richard Gere, el presidente ejecutivo es Lodi Gyari, el representant oficial del dalai lama en los Estados Unidos. Entre los consejeros y administradores se encuentran diversos funcionarios de los Estados Unidos. La ICT tiene una oficina en Bruselas, Amsterdma y Berlín. El CDT está ligado a la Ford Foundation y la Dalai Lama Foundation.[34] El TIN (Londres) se presenta como una organización no militante, una base de datos para investigadores, políticos y... Wikipedia. No por ello deja de ser subjetivo. Los excesos en la propaganda de grupos de acción no se encuentran en la página web del TIN, que sigue siendo un portavoz de la independencia del Tíbet. Un buen número de artículos son "testimonios anónimos". No obstante, algunos especialistas del Tíbet en Francia consideran que el TIN es una "referencia".[35]

El actor Richard Gere, conocido por su compromiso con los pueblos oprimidos en todo el mundo, también fue seducido por el encanto Zen de la causa del Dalai Lama

Aquí podemos observar al Dalai Lama con el líder del partido nazi chileno Miguel Serrano 

¿Independencia o "autonomía significativa"?

En su alocución ante el Congreso de los Estados Unidos en 1987, el Dalai Lama volvió sobre la cuestión de la "independencia". En 1998, durante un discurso pronunciado ante el parlamento europeo, la terminología empleada había cambiado. El término "independencia" fue sustituido por "justo medio" o "autonomía significativa". En un proyecto de constitución para el Tíbet[36], redactado por el Dalai Lama en 1992, estipula claramente lo que entiende por "autonomía significativa", es decir el "Gran Tíbet" (es decir una cuarta parte de China), desmilitarizado (sin ejército chino), con una constitución propia basada en el budismo, un Tíbet para los tibetanos (sin chinos "inmigrados"), un sistema multipartidista y un libre mercado. Ante el Congreso de los Estados Unidos en 1987, el Dalai Lama había avanzado la cifra de 7,5 millones para designar el número de chinos que tenían que irse de "su país". Durante una entrevista concedida al Süddeutsche Zeitung el 22 de septiembre de 2007, declaró: "Todo los chinos que hablan tibetano y respetan la cultura tibetana pueden quedarse, a condición de que no sean demasiado numerosos. Todos los chinos que piensan que los tibetanos huelen mal tienen todo el interés en abandonar nuestro país".

Preparación de los disturbios de marzo en Lhasa

Del 11 al 14 de mayo de 2007, la red internacional de grupos de apoyo al Tíbet organizó una conferencia en Bruselas. Se trataba de la quinta conferencia de este tipo. La última había tenido lugar en Praga en 2003, en presencia del propio Dalai Lama. Los principales organizadores en Bruselas eran el "gobierno en el exilio" del Dalai Lama y la ICT. Un total de 181 grupos repartidos entre 56 países estaban representados. Bajo la dirección del "primer ministro" y del "ministro de la información" del Dalai Lama –aún considerado como "jefe de Estado" por sus seguidores–, un plan de acción fue elaborado en vista de los Juegos Olímpicos de Beijing.[37] Fue el tema principal de la conferencia, tal y como quedó plasmado en el breve informe externo.

En agosto de 2007, un año antes de los Juegos Olímpicos, la ICT en los Estados Unidos lanzó "oficialmente" el inicio del semi-boicot o boicot integral de los Juegos, con una serie de manifestaciones y camisetas.

En enero de 2008, los tibetanos en la India fundaron el Tibetan People's Uprising Movement (TPUM)[38], un frente para la revuelta, que no excluye el recurso a la violencia. Todas las organizaciones tibetanas en la India forman parte de este frente. Sólo el Dalai Lama mantiene aún su imagen de "no-violento", pese a que el 22 de enero lanzó en la ITV británica un llamamiento a "manifestarse". En febrero de 2008, 40 cuadros del TPUM recibieron formación en "coordinación de acciones". Entre los formadores se encontraba el redactor jefe del diario Voice of Tibet patrocinado por los Estados Unidos.[39]

El 10 de marzo, día de la conmemoración de la revuelta de 1959 en Lhasa, el Dalai Lama pronunció un discurso vehemente en el que notablemente "rezaba por los tibetanos heroicos que sacrificaron su vida por la libertad".[40] En las capitales occidentales, en la India y en Nepal, se organizaron manifestaciones ante las embajadas chinas. Las organizaciones tibetanas en la India establecen contactos con agentes en Lhasa.[41] El 14 de marzo, grupos de tibetanos organizan ataques sangrientos en Lhasa.

Lhasa, capital del Tíbet, durante los disturbios de 2008 organizados para desestabilizar a China antes de la celebración de los JJ.OO.

¿Conquistar el Tíbet o conquistar Beijing? 

En 1949, los Estados Unidos proclamaron: "para nosotros no se trata del Tíbet sino de China". Sigue siendo igual a día de hoy. El comunicado de la conferencia de Bruselas de mayo de 2007 dice lo siguiente: "Esperamos que con la ocasión de los Juegos Olímpicos la libertad de los medios de comunicación internacionales será extendida a los medios chinos." La "libertad de prensa" constituye efectivamente una herramienta ideal para construir una contrapoder en Beijing. "La transparencia" de los Juegos Olímpicos es la puerta por la cual los Estados Unidos quieren introducirse para quedarse. Nancy Pelosi, presidenta del Congreso de los Estados Unidos, exigió una "oficina americana en Lhasa" para una "observación neutra".[42] El Dalai Lama reclamó una mayor "libertad de prensa y más transparencia".[43] Él y sus amigos quieren traer a China una nueva ideología: "Los chinos son radicales, materialistas y comunistas. Es ridículo. Antes eran budistas. Siempre estuve dispuesto a servirles espiritualmente y a celebrar una ceremonia de purificación en la plaza de Tiananmen para conmemorar allí a los miles de muertos."[44]

Jamyang Norbu, ferviente militante para la independencia del Tíbet (y veterano de la guerrilla contra China durante los años 60) declaró:

"Al igual que la caída del Muro de Berlín liberó a varios países, la independencia del Tíbet puede traer la libertad a los pueblos vecinos, por ejemplo Birmania, el Turquestán oriental (la actual provincia china de Xinjiang), Mongolia interior (una provincia china también) e incluso al pueblo chino."[45] El objetivo es claro: hacer estallar a China. Por otra parte, no cabe duda de que aquí los patrocinadores son los Estados Unidos y que el Tíbet no es más que un medio.

¿Por qué intentar ahora hacer que se tambalee el "muro del Himalaya"? Simplemente porque los Estados Unidos se ven confrontados a una crisis seria y que China se está volviendo cada vez más potente. En todos los continentes, China se perfila como un competidor temible para los Estados Unidos. China se ha convertido en el tercer socio comercial [datos del año 2008 - NdT], justo por detrás de los Estados Unidos y Francia. En cuanto a Europa, es la principal socia comercial de China.[46] El demócrata estadounidense, John Murtha, presidente de la comisión de defensa, considera que haría falta dedicar menos atención a Irak y más a China: "Desde un punto de vista militar, debemos estar en condiciones de detener a China o Rusia o cualquier otro país que suponga un desafío para nosotros."[47]

Vientos contrarios

Los Estados Unidos apuntan a una especie de "revolución naranja" en China. No obstante, los ataques de los medios de comunicación contra China surten de momento el efecto contrario. Por primera vez en la historia, los chinos residentes en el extranjero han manifestado en la calle y en internet[48] para defender la unidad de China y su lugar legítimo en el mundo. Un estudiante chino lanzó en internet el mensaje siguiente: "Cuando China era débil, vosotros, los occidentales, vinisteis con un ejército para reclamar vuestra "legítima" parte (las concesiones). Cuando pegamos los trozos (reunificación del país), habéis gritado: "¡Liberad el Tíbet!", "¡Invasión!"."[49]

Ciudadanos chinos manifestan en Calgary, Canada, en defensa de su país durante los disturbios de 2008

En Sidney

 
En París. En el cartel se puede leer "China ha cambiado"

Varios corresponsales chinos me explicaron que los dirigentes chinos son conscientes que desde la caída del Muro de Berlín han descuidado la guerra de los medios de comunicación. Por primera vez, hemos visto a diplomáticos chinos o estudiantes intentar hacerse oír con su propia voz en la televisión o en la radio, a veces con mucha torpeza, cosa que nunca se había visto en cincuenta años o al menos nunca se había oído. Las autoridades chinas habían apostado por el desarrollo de los territorios tibetanos al desbloquear enormes presupuestos para el desarrollo de la infraestructura, la enseñanza, los cuidados sanitarios, la agricultura y la industria ligera. Así esperaban reducir "con actos y con hechos" la base de los separatistas establecidos en el extranjero. El Tíbet no es una "colonia" sobre cuya espalda China busque enriquecerse. El presupuesto "autónomo" del Tíbet es alimentado en un 90% por las cajas del Estado central.[50] Se trata de una cantidad de más de 2.000 millones de dólares al año, mucho más que la ayuda al desarrollo destinada a África por Europa. África cuenta con varios cientos de millones de habitantes, el Tíbet cuenta con tres millones. Suponiendo que el Tíbet sea independiente, ¿quién sacará una tal cantidad? En el Tíbet, la enseñanza y la sanidad son gratuitas, los agricultores y los ganaderos no pagan impuestos. Se entregan subsidios para la construcción de de viviendas, los invernaderos, los paneles solares y las estufas de metano. Pero esto no se dice. China tal vez ganó en el terreno del desarrollo local, pero ha tenido que ponerse a la defensiva en lo que respecta a la guerra de los medios de comunicación.

No obstante, hay que saber que China cuenta con apoyos en este conflicto. Y no pocos. Prácticamente todo el tercer mundo está a su lado y rechaza toda "condena". Se trata notablemente de Asia central, de los Estados de África, de Sudamérica y Asia.[51] En cuanto al capital europeo, es vacilante y está dividido entre los Estados Unidos y China. Pero esto es otra historia.

6 de mayo de 2008

Jean-Paul Desimpelaere (jpdesimpelaere@skynet.be) fue responsable de la Asociación Bélgica-China durante años y ha viajado en varias ocaciones al Tíbet. Está preparando la publicación de una obra sobre esta cuestión.

[1] Los buriatos son una etnia emparentada con los mongoles. Viven principalmente en el sur de Siberia, en la República Autónoma de Buriatia y en dos distritos autónomos, los de Aguínskoye y Ust-Ordá. 450.000 buriatos viven en Rusia, 70.000 en el norte de Mongolia y cerca de 25.000 en el norte de China. https://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_buriato
[2] Tibet Justice Center (TJC), Tibet’s Sovereignty and the Tibetan People’s Right to Self-Deter­mination, párrafo: The Government of Tibet was capable of entering into internatio­nal relations and had entered into such relations repeatedly, ver página web del TJC www.tibetjus­tice.org/materials/treaties/ et www.tibetjustice.org/reports/sovereignty/independent/a/. El TJC fue creado en 1989 por Walt Van Praag, consejero jurídico del XIV Dalai-Lama. Esta organización está radicada en los Estados Unidos así como en la Oficina del Tíbet (llamada "gobierno tibetano en el exilio") en Ginebra, donde estas organizaciones son escuchadas en tanto que ONG's por las instancias de Naciones Unidas. El TJC es miembro del International Tibet Support Network  y organiza cada año en la India formaciones sobre la "independencia" para los tibetanos exiliados.
[3] El término "suzeranía" significa que un territorio es administrado o pertenece a un suzerano un Estado dominante. En Wikipedia, este término es utilizado como equivalente de "soberanía" y en particular en referencia al Tíbet y Mongolia para indicar que estos territorios han sido administrados durante mucho tiempo o eran competencia de los emperadores chinos.
[4] Se puede ver la totalidad del acuerdo Simla en Goldstein, A History of Modern Tibet, 1913-1951, The Demise of a Lamaist State, apéndice C, University of California Press.
[5] Foreign and Political Department, Government of India, carta 448EB, 3 de septiembre de 1915.
[6] Goldstein, A History of Modern Tibet, vol. 1, University of California Press, 2007, pp. 70-74.
[7] Así se llama el ministro de Asuntos Extranjeros en los Estados Unidos.
[8] Bacon Ruth, US Office of Foreign Affairs, FRUS, Memorandum to the Chief of the Division of Chinese Affairs of the State Department (Sprouse), 693.0031 Tibet/I-849-12/4/1949. Website Wisconsin digital library.
[9] Laird, Una historia del Tíbet: Conversaciones con el Dalai Lama, Plon, 2006, p. 305.
[10] Carta de la oficina tibetana sobre las relaciones exteriores, citado por Goldstein, op. cit., vol. 1, p. 625.
[11] Laird, idem, p. 311.
[12] El acuerdo de 17 puntos concluido entre el gobierno chino central y el gobierno del Dalai Lama prevé que "las reformas sociales deberán hacerse de común acuerdo".
[13] Mao Zedong, Principios políticos para nuestro trabajo en el Tíbet, directivas del Comité Central du Parti Comunista de China, abil de 1952, Obras escogidas, tomo 5, Beijing, 1977.
[14] Renmin Ribao (Diario del Pueblo), 26 de mayo de 1951.
[15] Sichuan es una provincia situada en el centro de China y limítrofe con el Tíbet. Su capital es Chengdu.
[16] Goldstein, op.cit, vol. 2, The Calm before the Storm: 1951-1956, University of California Press, 2007, pp. 240-241.
[17] Conboy, The CIA’s Secret War in Tibet, p. 36, in Modern War Studies, University of Kansas, 2002.
[18] Ver por ejemplo la carta del embajador de los Estados Unidos Henderson al Dalai Lama del 17 de septiembre de 1951. Transcrita integralmente en Goldstein, op. cit., vol. 1, p. 808-809.
[19] Barry Sautman, Contemporary Tibet, M.E. Sharpe, Estados Unidos, 2006, p. 245.
[20] Barbara Erickson, Tibet, Abode of the Gods, Estados Unidos, 1997, p. 197.
[21] Department of Information, Tibet Government in Exile, 1993: Tibet, proving Truth from Facts.
[22] FRUS (Foreign Relations of the US), vol. 1964-1968, 337, 9 de enero de 1964.
[23] Entre otros : la NED o National Endowment for Democracy (que se separó de la CIA en los años 70), Tibet Fund, International Campaign for Tibet (ICT), Bureau of Democracy, Human Rights and Labor del Departamento de Estado. .
[24] Mikel Dunham, Buddha’s Warriors (con prefacio del Dalai Lama), 2004, Estados Unidos, p. 314 y siguientes. 25 SFF, Special Foreign Forces, ver Conboy, op. cit., p. 247.
[26] Conboy, op. cit., p. 141-143.
[27] Goldstein, op. cit., vol. 2, p. 119 et 145.
[28] International Commission of Jurists (ICJ), Report on Tibet, 1959. Entre otros, en la página web del "gobierno" tibetano en el exilio www.tibet.com.
[29] Tashi Tsering, Goldstein et Siebenschuh, The Struggle for Modern Tibet : The Autobiography of Tashi Tsering, M.E. Sharpe, Estados Unidos, 1997, p. 57.
[30] Patrick French, Tibet, Albin Michel, 2005, p. 324.
[31] Nueva York, Washington, Ginebra, Bruselas, Tokyo, Nueva Delhi, Londres, París, Canberra, Pretoria, Taiwán, Moscú.
[32] FRUS, 9 de enero de 1964.
[33] ICT website, staff members, short biography of J. Ackerly.
[34] Michael Barker, Global Research, 29 de marzo de 2008, www.globalresearch.ca
[35] Como en la obra ¿Es el Tíbet chino? Respuestas a cien preguntas chinas, A.M. Blondeau y Katia Buffetrille, Albin Michel, 2002.
[36] A Vision for a  Future Free Tibet, página web del "gobierno" en el exilio del Dalai Lama.
[37] Tibetan Bulletin (revista oficial del Dalai Lama y de su "gobierno"), mayo-junio 2007, vol. 11, no 3.
[38] Website TPUM, http://tibetanuprising.org, declaración de principios. En la introducción, aún encontramos la cifra "histórica" y fantástica de más de un millón de muertos.
[39] Página web Phayul, Tibetan People’s Uprising Movement to reinvigorate the Tibetan freedom movement, 20 de febrero de 2008.
[40] Página web personal del Dalai Lama, discurso del 10 de marzo de 2008.
[41] Mathieu Ricard, intérprete francés del Dalai Lama, Telerama, Francia, 16 de abril de 2008.
[42] Resolución 1077 del Congreso estadounidense, presentada el 3 de abril de 2007 y adoptaba por el Congreso. 
[43] Página web personal del Dalai Lama, discurso del 10 de marzo de 2008. 
[44] Entrevista publicada en Le Nouvel Observateur, 17 de enero de 2008.
[45] Página web Phayul, artículo de Jamyang Norbu, 4 de julio de 2007.
[46] Europa importa más de China que de los Estados Unidos. Para las exportaciones europeas, China es el destino número dos. Fuente : Comisión Europea, External Trade, 2006.
[47] Reuters, 5 de febrero de 2008.
[48] Ver por ejemplo www.anti-cnn.com
[49] www.wforum.com/gbindex.html, 10 de abril de 2008.
[50] Estadísticas económicas de China, Xinhua, 22 de marzo de 2008.

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