En Washington, terminó el primer Diálogo Diplomático y de Seguridad China-EEUU. De hecho, se trata del acontecimiento internacional más importante de la actualidad. ¿Serán capaces EEUU y China de comenzar a escucharse el uno al otro y negociar? Se pregunta Dmitri Kósirev, columnista de Sputnik.
Se habló de la crisis de la península de Corea, del mar de la China Meridional. "Es decir, de lo que podría llevar a una guerra mundial, conflicto entre superpotencias", subraya el autor.
Según Kósirev, la Administración Trump mostró su estilo típico: presionar al socio al máximo en vísperas de las negociaciones.
"Llegaron a amenazar a las empresas chinas con sanciones, si tienen negocios con Corea del Norte, así como restricciones para las importaciones de acero chino a EEUU".
No obstante, de acuerdo con el diario New York Times, los chinos propusieron su solución de la crisis en Corea: retírense de allí y poco a poco la situación irá mejorando.
Además, los chinos están ahora actuando junto con Corea del Sur, aliado de EEUU. El nuevo presidente Moon Jae-in, al igual que Pekín, propone suspender provocaciones nucleares de Pyongyang en respuesta a la congelación de los juegos de guerra de EEUU y Corea del Sur. Entonces será posible iniciar un diálogo con Pyongyang, asegura el analista.
Rex Tillerson, secretario de Estado, y James Mattis, secretario de Defensa, ambos participantes del Diálogo China-EEUU, aseguran haber afirmado a los chinos que eso no va a funcionar.
Pero, en realidad, Trump atravesó exactamente el mismo camino que otras administraciones de Estados Unidos en la historia de Corea y concluyó que la solución militar era inadmisible.
"Por lo tanto, EEUU debe firmar un acuerdo con Pyongyang. Los parámetros del acuerdo ya se habían trabajado durante mucho tiempo", opina el columnista.
Según Kósirev, Corea del Norte debe tener la oportunidad de llevar a cabo sus reformas con garantías de seguridad por parte de algunas grandes potencias, ante todo, EEUU. Entonces no habrá ninguna prueba nuclear ni lanzamiento. Hasta el momento, ninguna Administración de EEUU ha logrado hacerlo.
El columnista señala que de acuerdo con los artículos estadounidenses, el sentido de las nuevas relaciones chino-estadounidenses se reduce a que China se convierta en policía de Asia, subordinado a EEUU. Está claro que es imposible, subraya Kósirev.
Mientras tanto, China propone a EEUU construir un nuevo esquema de relaciones entre las dos superpotencias que corresponda a los desafíos de la actualidad. Para lograrlo, hace falta mantener un diálogo largo y tranquilo, concluye el autor.
Fuente: Sputnik
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