Por Iramzy Peraza Forte (Granma)
China es hoy la segunda potencia económica mundial, solo superada por los Estados Unidos, que mira con atención cómo cada día aumenta la influencia del gigante asiático, bajo la dirección del Partido Comunista, fundado hace 95 años.
El futuro que hoy construye esa gran nación se comenzó a gestar desde su fundación, pero uno de sus momentos más significativo inició cuatro décadas atrás. Bajo la dirección del Partido Comunista de China (PCCh), el país emprendió un proceso de Reforma y Apertura que revitalizó su economía y fue capaz de lograr un fuerte crecimiento económico para el bienestar de los ciudadanos.
Bajo la aplicación de esa política, preconizada por Deng Xiaoping, China, aunque con enormes retos por delante, ha conseguido grandes éxitos, en el terreno de la economía nacional y del desarrollo social.
El PCCh es el encargado de proponer y comandar el nuevo rumbo que, según las autoridades chinas, es la garantía del desarrollo del país.
Desde su fundación, el Partido ha dirigido al pueblo en una ardua lucha por hacer de China un gran país.
Primero logró derrocar la dominación del imperialismo y superar un régimen de explotación feudal. Más tarde, en 1949, fundó la República Popular China, y luego trabajó por salvaguardar la independencia y la seguridad del Estado, para desplegar de manera planificada y a gran escala la construcción socialista, lo que permitió un desarrollo económico y cultural sin precedentes, de acuerdo con informaciones de Xinhua.
Estos 95 años le han servido al PCCh para entender las necesidades y deseos del pueblo chino y aprender cómo suplirlos de la forma más apropiada. En ese sentido muchos especialistas afirman que no sorprende, entonces, que ese mismo pueblo se haya mantenido fiel al Partido y a sus líderes, ni que lo rodee hoy, una vez más, para celebrar su aniversario.
Con cerca de 88 millones de miembros, el PCCh es la vanguardia de la clase obrera de China, del pueblo y la nación en general, y es el núcleo dirigente de la causa socialista del gigante asiático.
Durante los últimos 40 años, gracias a la Reforma y Apertura, el país ha ido creciendo a un ritmo sorprendente. En la actualidad los principales dirigentes de esa organización guían a China hacia lo que llaman una “nueva normalidad”. El objetivo principal del gobierno de Xi Jinping, secretario general del PCCh, es ajustar el ritmo y modelo de desarrollo. En lugar de buscar una tasa de crecimiento elevada priorizan un desarrollo constante que permita continuar el camino de la prosperidad.
Reconocida por tutelar la fundación de la “Nueva China” y conducirla por la senda de la construcción del socialismo, esta importante entidad política también ha sido responsable del logro de algunas de las metas más importantes de esa nación, entre las que sobresalen el haber sacado de la pobreza a más de 700 millones de personas en apenas poco más de 30 años, el ingreso del país a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la puesta en marcha del programa espacial.
UNA CELEBRACIÓN MERECIDA
Según informó en su página web el Diario del Pueblo, diversas acciones están preparadas en el territorio asiático para conmemorar este aniversario 95 del PCCh.
Entre ellas sobresale la organización de una campaña educativa nacional encaminada a estimular los valores socialistas y pretende exaltar los logros de esta nación en el impulso de la adaptación del marxismo.
La operación “Amar el Partido, el país y el socialismo”, lanzada por el departamento de publicidad del Comité Central del PCCh y el Ministerio de Educación, aprovecha la celebración de esta importante fecha para exponer los nuevos pensamientos y estrategias en la gobernanza del Estado y la práctica del PCCh en la administración del Partido, así como a fortalecer la confianza en el camino, la teoría y el sistema del socialismo con características chinas.
Muy próxima a cumplir un siglo de fundada, otra de las tareas más importantes que enfrenta la organización es la lucha contra la corrupción.
Recientemente el secretario general de su Comité Central, Xi Jinping, llamó a aumentar los esfuerzos para eliminar ese flagelo, el cual describió como la más letal fuente de contaminación para el ambiente político al interior del PCCh.
Xi enfatizó que un ambiente político serio, saludable y limpio al interior del Partido ha sido crucial para mantener el vigor, las ventajas, la creatividad y la unidad del mismo.
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