viernes, 31 de marzo de 2017

China y los miedos que nos crean los medios


Por Fernando Castillo Gozalo

Parece increíble, pero la República Popular China (RPCh) es actualmente la primera potencia económica mundial, por delante de EE.UU. en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), 17.632.014 millones de dólares en 2014. El PIB per cápita de China en 1950 era de unos centavos de dólar. A principios del siglo XXI era de 800-1000 dólares...

China ocupaba en 2014 el puesto 90 en IDH, con un índice de 0,738, un alto desarrollo. Su índice Gini, que mide la desigualdad de distribución de la renta y la riqueza de un país, era de 0,485 en 2005 y de 0,462 en 2011. Este índice va de 0 (máxima igualdad) a 1 (máxima desigualdad). 

Y es más increíble aún si repasamos la corta historia de la RPCh desde su nacimiento como nación en 1949, desde un subdesarrollo feudal superlativo, guerras e invasiones coloniales sucesivas desde mediados del siglo XIX, revueltas de los señores de la guerra armados por el imperialismo en el siglo
XX, invasión imperial de los japoneses entre 1936 y 1945 (que causó más de 10 millones de muertos), y desde las experiencias revolucionarias hacia el socialismo, con sus luces y sus sombras, incluidos el Gran Salto Adelante (1958-1968) y la Revolución Cultural (1966-1976), que enseñaron a la milenaria China que el camino emprendido con las reformas adoptadas desde 1978 era el adecuado.

En ese corto pero costoso devenir histórico, China sufrió reveses y cometió graves equivocaciones pero, a día de hoy, hay que concluir que, objetivamente, ha conseguido muchos más logros, como un descenso único y espectacular de la pobreza en el país (230 millones menos entre 1978 y 2004) así como un muy alto nivel de desarrollo en los campos de la salud, la educación y la cultura, la reforma agraria, y exitosos desarrollos en el plano comercial, industrial y tecnológico. 

La RPCh es uno de los pocos países socialistas que quedan en el mundo. Sí, SOCIALISTA y NO CAPITALISTA, letanía que nos repiten con demasiada insistencia las malas lenguas interesadas. Aplica una forma de gobierno entre comunista y socialista: marxismo-leninismo y economía de mercado de orientación socialista (socialismo con características chinas), adaptados a la circunstancias chinas.

En 1982, sus ciudadanos aprobaron la actual Constitución, que se ha ido mejorando desde entonces en el sentido de consolidar las los logros políticos, culturales, económicos y sociales conseguidos.

En 1989 hubo un intento infame, promovido por los sectores más reaccionarios del Partido y de la gran burguesía aliada del gran capital extranjero de volver al capitalismo, imitando los procesos disgregadores que condujeron a la caída de la URSS y del bloque socialista, promovidos por Gorbachov y sus secuaces internos y externos, conocido como los “sucesos de Tiananmén” que, afortunadamente, y para bien de la nación, del pueblo chino y del mundo, fracasó.

No existe otro ejemplo en la historia, si exceptuamos la colosal experiencia soviética derivada del triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre (en el convulso contexto mundial que estremeció al mundo desde el triunfo revolucionario al final de la 2GM), que haya logrado un grado de desarrollo tan elevado y de eliminación de la mayoría de las taras feudales y coloniales de las que partía la gran nación asiática.

Y todos esos logros los ha realizado el Partido Comunista Chino (PCCh), que aún, SÍ, AÚN HOY, se sigue rigiendo por los principios del marxismo-leninismo. China se ha liberalizado desde 1978, pero continúa apoyándose en el principio leninista del centralismo democrático, con una Asamblea Nacional Popular (ANP) de 3000 diputados elegidos por sufragio directo por cinco años, que ejerce el poder legislativo y es la máxima autoridad del Estado. 

En los niveles más altos de los congresos regionales y locales y en la ANP se celebran elecciones indirectas en las que participan los miembros de la ANP de nivel inferior inmediato. El sistema político está descentralizado y los líderes provinciales y subprovinciales gozan de un alto grado de autonomía para implementar políticas tendentes a consolidar las altas directrices emanadas de la ANP.

Existen otros partidos políticos distintos del PCCh, conocidos como “partidos democráticos”, que participan en la decisiones adoptadas por la ANP y en la Conferencia Consultativa Política del Pueblo Chino (CCPPCh).

La política exterior de la RPCh se fundamenta en los principios de la coexistencia pacífica de Zhou En Lai: no injerencia en los asuntos de otros Estados; no agresión; convivencia pacífica; igualdad y beneficios mutuos. 

También se rige por el concepto de armonía sin uniformidad, que anima las relaciones diplomáticas entre las naciones a pesar de las diferencias ideológicas, apoyando a países como Corea del Norte e Irán y a muchos otros países emergentes africanos y latinoamericanos con los que comercia y coopera en condiciones de respeto y equidad.

Los principales problemas actuales del país son la creciente brecha entre ricos y pobres, la corrupción, las relaciones laborales, las lacras sociales y el deterioro ambiental derivados de su acelerado desarrollo de los últimos años, para conseguir la necesaria acumulación primitiva que permita la futura supervivencia soberana de China en el socialismo.

Una serie de encuestas en 2011 indicaron que entre el 80 y el 95 % de los ciudadanos chinos están relativa o muy satisfechos con el gobierno central.

¿Y cómo se ha conseguido todo eso manteniendo las perspectivas de China como potencia emergente, soberana, segura y consolidada en el contexto mundial de principios del siglo XXI?

Pues, desde luego, a pesar de esas malas lenguas interesadas NO HA SIDO:
  • Imponiendo en el exterior, próximo ni lejano, fronteras coloniales ridículas y aberrantes;
  • Invadiendo países para saquear sus recursos e impedir su desarrollo y su comercio local e internacional;
  • Promoviendo golpes de estado en las naciones con las que coopera, comercia y se relaciona, ni nombrando sus gobiernos sumisos;
  • Recurriendo al asesinato de los mejores líderes de esos países cuando se oponen o dificultan los acuerdos comerciales o de seguridad estratégica que les proponen;
  • Cometiendo genocidios sin fin a través de guerras, hambrunas y enfermedades evitables;
  • Arruinando las formas de comercio y desarrollo locales que condenan a esos pueblos a la miseria:
  • Coaccionando a las élites coloniales para que se alineen con los intereses chinos y en contra de sus propios pueblos;
  • Creando terrorismos mercenarios como Al-Qaeda, Daesh, ni financiando el sionismo… para que le hagan el sucio papel que Occidente no puede hacer abiertamente para dominar geoestratégicamente el mundo;
  • Militarizando las vías de escape de las poblaciones locales a las que se imponen esos desastres intencionados, ni blindando sus fronteras nacionales para que no le lleguen los refugiados de las barbaries generadas por Occidente y el capitalismo occidental allá donde van a “llevar democracia".

NO, NO HA SIDO ASÍ como se ha comportado China en ningún lugar del mundo, jamás ha actuado con las malas artes con que lo han hecho las potencias imperiales capitalistas occidentales en mente de todos, esas que tanto hablan de democracia y de respeto por los derechos humanos y el medio ambiente, mientras siguen practicando saqueos y crímenes sin fin, mientras matan de hambre y enfermedades evitables a media humanidad y atormentan y envenenan a la totalidad.

Veánse los resultados de los últimos casos de intervenciones imperiales “humanitarias” en Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia, Siria Yemen, Sudán, República Democrática del Congo… por no detenernos y explicar, aunque sea someramente, la oscura historia colonial secular de esos filibusteros y desalmados depredadores imperiales en los continentes africano, asiático, americano (primero exterminaron a sus poblaciones indígenas) y latinoamericano .

LOS MIEDOS QUE CREAN LOS MEDIOS DEL GRAN CAPITAL

Nunca ha habido disculpas ni compensaciones por esos saqueos y crímenes deliberados cometidos por el Occidente colonial y capitalista. Permanecen impunes en la memoria objetiva de los pueblos conscientes. Nunca se han aceptado las culpas que les acusan por ese proceder secular abusivo e inhumano, que no solo no ha acabado, sino que se perfecciona día a día para seguir arruinando la vida y las ilusiones de las gentes del planeta.

Al contrario, sus paniaguados y manipuladores medios difunden a los cuatro vientos, y a diario, sus consignas simplistas y tergiversadoras acerca de las intenciones de cualquiera que, como China, se sale de su redil, que aunque apestan a mentira, son bien digeridas por esas masas acomodadas, ignorantes, egoístas e interesadas en no despertar de su sueño hipócrita de vivir en sociedades opulentas, cada día más empobrecidas para la mayoría de los esclavos consumistas que las habitan.

Nos dicen que China no “hace, jamás, algo por altruismo”; que simplemente se guía por tenebrosos intereses y propósitos egoístas, que su proceder no está dirigido hacia el progreso y la civilización de la humanidad, ni regido por la filantropía occidental.

Nos dicen a todas horas que tengamos miedo de China, que China ya no es socialista sino capitalista, que hay que tener cuidado con el imperialismo chino, que hay que contener a China y enseñarle las buenas maneras occidentales.

¿QUÉ BUSCAN ESOS MEDIOS?

Según la socióloga Ángeles Diez: 

"En la actualidad hay seis grupos mediáticos que controlan casi el 99% de la información que circula por el mundo. La función que cumplen es la de fabricar el consentimiento y la aceptación. Hay que consentir la desigualdad y la explotación [...] Los medios no están al servicio del poder, sino que son una de las formas mediante las cuáles éste se expresa y logra reproducirse, reduciendo las resistencias.

"El capitalismo no puede subsistir sin apropiarse también de los medios de producción de conciencia. La labor del periodismo en este sistema es, fundamentalmente, elaborar relatos coherentes que destruyen a su vez la posibilidad de otros relatos que vengan de otras fuentes que no sean el poder político y el poder económico." 

Por eso, nunca nos darán la versión oficial china del porqué de su comportamiento y de su proceder. Sólo tenemos la versión simplista e interesada capitalista.

Siempre nos darán la versión interesada y falsa de “expertos, ONGs y fundaciones" mil, bien “engrasados” por oscuros intereses bancarios y multinacionales, siempre obedientes a sus indecentes y enriquecidos amos.

Nunca nos dirán que a quien hay que temer es a EE.UU y a sus bases y comandos militares armados hasta los dientes para “imponer razón a los desobedientes”; que hay que temer a la UE y a su vector guerrerista mundial, la OTAN, también “históricamente muy razonable con los insubordinados espontáneos”; nunca nos dirán que hay que temer a Australia y a Japón en vez de a Corea del Norte…

Nunca nos dirán que a quien hay que temer es a sus políticas económicas estafadoras, mafiosas y gangsteriles, aplicadas a todos los pueblos del planeta a los que someten con sus tratados de libre comercio (individuales y colectivos como TTIP, CETA, etc), de sus organismos tramposos de ajuste estructural (OMC, BM y FMI) y de instituciones por ellos dominadas (Liga Árabe, OEA, la Unión Africana, etc)...

Tampoco nos dirán que, si no consiguen sus “buenos propósitos” con lo anterior, recurrirán a la corrupción y a la coacción, y que, si tampoco dan resultado, asesinarán a los rebeldes y reventarán sus países y a sus pueblos con guerras de liquidación en base al “derecho internacional humanitario” para luego enriquecerse al reconstruirlos, bien ligeros de los refugiados que han tenido que perecer en sus casas destruidas, sus campos bombardeados o marcharse al exilio para perecer, también en el mar, o en las fronteras artilladas de los países que han generado esas guerras, adonde se dirigen escapando del horror occidental...

Nunca nos dirán que las crisis y estafas que padecemos en estas sociedades, empobrecidas e ignorantes, en las que malvivimos cada vez más ciudadanos las provocan sus oligarquías bancarias y multinacionales codiciosas y envalentonadas desde la caída de la URSS y la tontuna del “fin de la historia” del “tontorrón” de Fukuyama...

Nunca nos dirán que anualmente mueren por hambre y enfermedades evitables 20, 30, 40, 50… (¿?) millones de seres humanos (el genocidio silencioso del que tantas veces hablara Fidel Castro) y que millones de niños del mundo empobrecido, si no perecen prematuramente, no alcanzarán nunca un pleno desarrollo intelectual y biológico por las penurias alimenticias padecidas en la infancia; así realimentarán la mano de obra esclava que seguirán explotando las multinacionales occidentales...

Nunca mencionarán las palabras de Fidel Castro agradeciendo el rescate amigo de Cuba por China, Corea del Norte y Vietnam (a quien también se califica de país capitalista) el poder "resistir con suministros esenciales y armas, el bloqueo económico implacable de Estados Unidos" durante el Periodo Especial en la isla, después de la caída de la URSS.

Y sorprendentemente, o no tanto, muchos ciudadanos occidentales que se consideran “neutrales” o “de izquierdas” y “bien informados” son receptivos a esa publicidad para consumo reiterativa, irracional, tendenciosa, y embustera, y reaccionan agresivamente cuando se les habla de esa función, antes mencionada por la experta, de los medios imperiales de manipulación y de los contextos históricos y de las realidades sobre China, Vietnam, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Ecuador, Rusia y sobre cualquier país que intente liberarse de las cadenas opresoras para avanzar hacia el desarrollo legítimo de sus pueblos por sus propios medios e identidades políticas, sociales, culturales y económicas, quienes al actuar así, ponen en peligro de modo inaceptable el ancestral “derecho genocida europeo y estadounidense” de reinar sobre el mundo.

Da igual que China hable y difunda orgullosa al mundo sus logros y sus cifras objetivas e inobjetables, y también de sus retos por conseguir.

En Occidente no se difundirá nunca su versión oficial, sino la contraria, que hablará de:
  • Su deterioro ambiental (cuando Occidente consume hoy los recursos de dos planetas y ha contaminado hasta el límite el que habitamos).
  • De su inseguridad laboral (cuando se silencian los miles de muertos diarios por accidente laborales en el mundo enriquecido y los siglos imperiales de esclavitud, trata de negros, secuestros mil…).
  • De sus negligencias (cuando hay un accidente en una mina china en el interior o en el exterior siempre se magnifican el número de afectados y se incide en las causas evitables, cuando lo mismo ocurre en una multinacional occidental se silencia lo ocurrido en la mayoría de los casos).
  • De no respetar “sus reglas del juego” (¿su imperialismo?)
  • De no respetar los derechos humanos (¿qué mayor derecho humano que el bienestar, la salud, la educación, el trabajo, la vivienda para su pueblo?).
  • De la invasión del Tibet (nunca se hablará del Panchen Lama, que goza del apoyo político y económico del gobierno chino; siempre del Dalai Lama, sonriente pero reaccionario, que se declaró independiente de China en 1913).
  • De la secta Falun Gong y sus alucinados esclavos anticomunistas.
  • De su “rearme escandaloso” (a pesar de que EE.UU. gaste, per cápita, 21 veces más que China en armas y guerras, Francia y el Reino Unido 9 veces más, Arabia Saudita 16 veces más… ¿de quién se defienden estos últimos y otros muchos con presupuestos de guerra mucho mayores que el de China?).
  • De la pena de muerte y de la población carcelaria china (EE.UU. tiene la mayor población carcelaria del mundo, 730 por cada 100.000 habitantes, son los campeones olímpicos carceleros. China ocupa el puesto 123, con 121 por cada 100.000 habitantes ¿Será porque en EE.UU las cárceles son privadas y “para negros y latinos” principalmente y es donde se asesina a deficientes mentales encarcelados por delinquir?).
  • También nos hablarán de la falta de derechos de los católicos chinos y otras religiones minoritarias (la religión católica no está prohibida en China, como otras religiones goza de protección legal y se puede practicar libremente en todo el país, pero el gobierno chino no permite que el Vaticano nombre a los obispos chinos, autoriza a los practicantes nacionales a nombrar a sus propios dirigentes religiosos sin injerencias de Roma).

CHINA VA, CHINA VA…

China es diferente a todo, y eso desconcierta a las “derechas e izquierdas” occidentales  perezosas en
aprender. China ha llegado al desarrollo por el Socialismo y piensa seguir en él para perfeccionarlo en beneficio de su pueblo. China ha llegado al Socialismo escapando de la barbarie y ha venido para quedarse. Se encuentra cómoda en él.

China desarrolla su propio modelo económico y politico para el bien de su pueblo; está abriendo y creando su singular camino hacia el Socialismo. No está dispuesta a seguir órdenes de otros estados genocidas disfrazados de “demócratas humanitarios” que siguen practicando el neocolonialismo en el planeta que empobrecen.

China es demasiado grande y rica, su cultura es demasiado antigua y su dignidad es muy elevada.

La realidad actual es que el PCCh, con el apoyo de la burguesía patriota, reconocida constitucionalmente, tiene el poder real nacional y dirige exitosamente los destinos del país más poblado del mundo desde 1991, cuando el Socialismo fue declarado muerto por Occidente.

Ha superado ampliamente el subdesarrollo, el hambre y la miseria de la que partió en 1949, aunque haya que seguir mejorando muchos aspectos sociales que se han deteriorado por el contexto de desarrollo continuado acelerado que se ha producido en el país desde 1980.

En el pasado, China estaba cerrada en su propio territorio, nunca fue agresiva hacia otros países vecinos, ni tuvo ambiciones expansionistas, como tampoco las tiene en el presente.

Los occidentales llegaron a China y, “manu militari”, la obligaron a subordinarse a sus intereses coloniales. Lo que siguió fueron ríos de sangre y engaños, confusión y un largo período de humillación nacional y dependencia (dos guerras del opio contra el “Reino Unido traficante”, las rebeliones de los señores de la guerra y sus clanes, las guerra contra el Japón imperialista...).

Luego vinieron la larga lucha por la unidad y la independencia, y por la Revolución. No ha sido fácil el camino, ni sin grandes problemas que resolver, pero China volvió a crecer (desde 1980 lo ha hecho ininterrumpidamente), comenzó a levantarse y a desarrollarse suministrando educación, vivienda, salud, bienestar y futuro a su pueblo.

Siguió su propio camino; un modo complejo de equilibrio entre su propia cultura y las condiciones globales, entre el Socialismo y la realidad capitalista que domina el mundo.

Comenzó a recuperar su justo sitio en el mundo, que le fue negado durante mucho tiempo, después de años de saqueo colonial y de invasiones debilitantes.

Es en general una nación pacífica, habitada por gentes abiertas y de buenos sentimientos. Casi todos los que conocen China y la juzgan objetivamente están de acuerdo en eso.

Pero también es una nación extremadamente determinada y orgullosa. Es sabia y busca la armonía, siempre está dispuesta al compromiso.

Tratar de arrinconarla, de provocarla, de atacarla, además de inmoral será suicida. Esta vez China no cederá su soberanía ni hará peligrar su supervivencia. Todavía está fresca en la memoria de su pueblo lo que ocurrió en el pasado cuando lo hizo.

Occidente, cegado por el temor de perder los privilegios de su dictadura mundial, comete un grave error provocando al dragón asiático, sabio, poderoso y pacífico. Pero los dragones también pueden ser fieros cuando se ataca su buena voluntad y cuando se amenaza con asolar su nación.

China crece y trata de comprender y respetar el mundo, de interactuar con él en igualdad de condiciones. Su pueblo sonríe y se entusiasma cuando conoce nuevas culturas y modelos de cooperación respetuosos y equitativos; quiere ganar amigos en todo el mundo.

Occidente actúa del modo más antagonista cuando ve peligrar su supremacía: vuelve a provocar una carrera armamentista en Asia, utiliza la propaganda más virulenta y embustera, corrompe naciones enteras en el mundo entero para que adopten una posición anti China.

Occidente nunca entiende a quien es diferente pero le tiende la mano. Nunca cambia su soberbia. Ha pisoteado durante siglos a miles de millones de personas en docenas de paises del mundo en aras de lograr su hegemonía y no va a abandonar ahora su control dictatorial y exclusivo del poder. No ha destruido docenas de países que buscaban la libertad, no ha bombardeado a cientos de millones de personas, para cambiar ahora.

En el futuro continuará buscando agresivamente el enfrentamiento. Pero China no abandonará su camino socialista acertadamente trazado por el PCCh dirigente, que nunca permitirá un infame Gorbachov/Yeltsin chino, traidor a sus principios y a su pueblo.

China seguirá firme por la exitosa senda trazada, indicando al mundo cómo se deben hacer las cosas para superar los problemas y desarrollar su sociedad por el buen camino.

Mientras tanto, en el mundo, aumenta el descontento popular con las botas imperiales que aplastan la libertad de paises y continentes y amenazan la paz mundial . Y China no ha sido ni es quien pisotea a los pueblos, sino, como siempre, el Occidente irracional, depredador, genocida y explotador.

"Rusia y China están llamados a liderar un nuevo mundo, para la supervivencia humana" (Fidel Castro, 2014).

P.D: Por cierto, el 7 de abril te esperamos en El Espacio (C/ Sierra Carbonera 32, Metro Nueva Numancia, Puente de Vallecas) para disfrutar de un acto que hemos organizado sobre China con dos ponentes que nos hablarán de sus logros y de sus retos y de qué es el Socialismo con Características China. No te lo pierdas.

jueves, 30 de marzo de 2017

Xi Jinping subraya importancia de reforestación y pide proteger a la naturaleza

BEIJING, 29 de marzo (Xinhua) -- El presidente de China, Xi Jinping, subrayó hoy la importancia de la reforestación y exhortó a la gente, especialmente a los jóvenes, a que entiendan y protejan la naturaleza a través de actividades de plantación de árboles.

Xi, también secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), hizo la declaración durante su visita al distrito de Chaoyang, en el este de Beijing, donde plantó retoños de diferentes tipos de árboles.

Otros altos líderes, incluyendo Zhang Dejiang, Yu Zhengsheng, Liu Yunshan, Wang Qishan y Zhang Gaoli, también asistieron a la actividad.

Xi pidió cultivar la conciencia acerca del amor por la naturaleza y el aprecio por la vida, y aprender acerca del desarrollo ecológico.

"Plantar árboles ahora beneficiará a nuestras futuras generaciones, y debemos enrollarnos las mangas para plantar más árboles año tras año, generación tras generación", dijo Xi.

Xi plantó árboles en un área que abarca más de 13 hectáreas en la primera región de cinturón verde de Beijing. El área anteriormente era una aldea. En octubre de 2015, los aldeanos fueron reubicados y el terreno fue destinado para la repoblación forestal.

Xi dijo que China tiene la tradición de plantar árboles en la época del Festival Qingming, que este año se conmemora el 4 de abril.

El festival es uno de los 24 puntos de división de temporada de China, generalmente cae entre el 4 y 6 de abril de cada año. Después del festival, la temperatura se eleva y aumenta la lluvia. Es el momento oportuno para el arado y la siembra.

Que todos los ciudadanos sean voluntarios para plantar árboles es importante para elevar la conciencia ecológica y para crear consenso y sinergia con el fin de promover la protección ecológica, declaró Xi.

El presidente exhortó a los niños de toda la nación a promover la conciencia acerca de la protección del medio ambiente desde la infancia, alentándolos a plantar árboles con sus manos por la patria y para embellecer el mundo.

Al reconocer el progreso alcanzado en la repoblación forestal llevada a cabo en años recientes, Xi dijo que el país aún no es lo suficientemente verde.

"Debemos seguir trabajando", señaló.

Xi instó a los comités del Partido y a los gobiernos de todos los niveles a que coordinen la administración de montañas, aguas, bosques y granjas, aceleren la integración de la repoblación forestal de áreas urbanas y rurales, incrementen las áreas de repoblación forestal, y mejoren la calidad de los bosques.

Xi subrayó el deber legal de cada ciudadano de participar en la plantación de árboles y que los líderes de todos los niveles deben poner el ejemplo en esta actividad.





martes, 21 de marzo de 2017

Visita del Secretario de Estado Rex Tillerson a China

Después de pasar por Tokio y Seúl, el nuevo Secretario de Estado de la administración Trump, Rex Tillerson hizo el pasado fin de semana una visita de dos días a China, con el asunto de las tensiones en la península coreana como trasfondo. En Tokio y Seúl, Tillerson dijo que la política anterior con respecto a Corea del Norte había fracasado y que todas las opciones posibles estaban sobre la mesa (léase: incluyendo la acción militar). El presidente de los Estados Unidos Donald Trump incluso había lanzado un tuit diciendo que "China no es muy útil en este asunto". Después de una reunión con el ministro de Asuntos Extranjeros Wang Yi, Tillerson dijo que ambas partes están de acuerdo en que Corea del Norte deben detener el desarrollo de armas nucleares y las pruebas de lanzamiento de misiles. Wang también expresó su oposición al despliegue de un escudo antimisiles en Corea del Sur diciendo que "el sistema es una amenaza para la seguridad de China".

Respecto de las relaciones comerciales entre China y los Estados Unidos, de las que el propio presidente Trump había hablado durante su campaña electoral con términos amenazadores, Tillerson afirmó: "Nuestros dos países tienen una relación comercial positiva que es justo y beneficiosa para ambas partes." Como ya se sabe, Trump ha insistido en que el presidente Xi Jinping ayudaría a reducir el enorme déficit comercial que tiene los Estados Unidos tienen con China.

¿Próxima cumbre Estados Unidos-China?

Wang dijo que las dos naciones deben resolver sus diferencias, revelando que se está preparando para el mes que viene una reunión de dos días en Florida entre los presidentes Xi y Trump. Según el South China Morning Post, la cumbre se celebrará los días 6 y 7 de abril en la residencia del presidente Trump en Palm Beach, cosa que recuerda la reunión de 2013 entre Xi y Obama en la residencia Sunnylands. Pese a que la llegada de Trump a la Casa Blanca agrió en parte la atmósfera de las relaciones sino-estadounidenses, los especialistas creen que ambos presidentes podrían ponerse de acuerdo para establecer un calendario para iniciar conversaciones sobre un acuerdo de inversión. Wang también dijo que el principio de "Una sola China" es la base de las relaciones sino-estadounidenses. Por su parte, Tillerson también dijo haber hablado con Wang sobre cuestiones de derechos humanos y libertad religiosa, aunque no dio más detalles al respecto. 

El domingo pasado, Tillerson se reunió con el presidente Xi Jinping, en el Gran Palacio del Pueblo. Xi dijo que convinieron en que él y el presidente Trump intercambien puntos de vista. Xi también afirmó que la cooperación entre los Estados Unidos y China es la única opción correcta. "Debemos administrar adecuadamente las cuestiones sensibles con el fin de conseguir un desarrollo sano y estable de las relaciones partiendo de un nuevo comienzo", dijo Xi en su conversación con Tillersón. Éste respondió que Donald Trump está deseando tener mejores relaciones con China y hacer una posible visita en el futuro. Sin embargo, según el Financial Times, las posiciones mutuas no se han acercado realmente por la visita de Tillerson.

Este fin de semana pasado también hubo la reunión los ministros de finanzas de los países del G-20 en Baden Baden. En la reunión, el nuevo Secretario del Tesoro de la administración Trump, Steven Mnuchin, consiguió echar abajo una resolución que condenada el proteccionismo. Está claro que ahora China se ha convertido en la más prominente abanderada de la globalización y del respeto de las normas del comercio mundial.

martes, 7 de marzo de 2017

Deshielo entre el Vaticano y Beijing

El pasado mes de febrero, el cardenal John Tong de Hong Kong anunció que el Vaticano y el gobierno chino habían llegado a un consenso para el nombramiento de obispos de la Iglesia católica de China, después de un año de intensas negociaciones.

No existen relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano desde que rompieron relaciones en 1951. Además de las diferencias sobre el nombramiento de los obispos, también está el problema de Taiwán. El Vaticano aún reconoce al gobierno de Taiwán como único gobierno legítimo de China.

Regularización de los obispos 

La Iglesia católica no reconoce la legitimidad de los siete obispos chinos nombrados por la Asociación Católica Patriótica China (CCPA), el sector de la Iglesia en China que acepta la autoridad del gobierno. Como resultado de ello, los chinos católicos están divididos entre dos grupos de obispos, uno reconocido por Beijing y otro por Roma, que ha nombrado a más de una treintena de obispos que predican en la clandestinidad. Cada grupo tiene alrededor de seis millones de seguidores.

Ahora, ambos estados han alcanzado un compromiso. Aunque la parte china se oponga a toda injerencia en la autoridad de la CCPA, ahora parece estar dispuesta a reconocer la última palabra del Pápa para aceptar o rechazar obispos que hayan sido nombrados por la Iglesia en China, así como a regularizar la situación de los obispos clandestinos designados por Roma. Por su parte, el Vaticano estaría dispuesto a "disculpar" a los siete obispos oficiales designados por la CCPA. Por otra parte, tres obispos han sido condenados por el Vaticano por "mala conducta", pero dejará que la investigación y posible sentencia contra ellos corra a cargo del estado chino.

Cambio de mentalidad

Por parte del Vaticano, este cambio se debe a un motivo generacional y se debe a las prioridades personales del Pápa Francisco, que quiere volver a la visión del Concilio Vaticano Segundo de los años 60, que quería someter a los católicos a las leyes y costumbres de las autoridades seculares de cada país.

Sin embargo, el nuevo acuerdo aún cuenta con muchos opositores, sobre todo en la Iglesia clandestina. El cardenal Joseph Zen, antiguo obispo de Hong Kong, ha sido particularmente explícito al sugerir en el periódico The Guardian que el Pápa es un "pequeño ingenuo" que "no tiene la experiencia necesaria para conocer a los comunistas en China". En otras ocasiones, Zen ha afirmado que el acercamiento crearía una situación de "falsa libertad" para los católicos, bajo cuyas circunstancias los creyentes sólo podrán rezar en casa.

La atenuación, en los últimos años, de la campaña contra la secta Falun Gong en China, sugiere que el gobierno chino se ha dado cuenta de los límites y los riesgos asociados a la criminalización de la religión. Por eso, desde la revisión de las normas sobre asuntos religiosos a partir en 2005, la política del gobierno chino consiste cada vez más en trabajar con grupos religiosos que prioricen los elementos socialmente progresistas de la religión. Además, el acuerdo con el Vaticano es una oportunidad para el gobierno de evitar que los 12 millones de católicos chinos puedan ser atraídos hacia las organizaciones clandestinas.

Las propias declaraciones del Vaticano subrayan que la Iglesia respeta a las autoridades seculares, subrayando que los católicos de China, incluyendo a los obispos no reconocidos, son ciudadanos que se someten al imperio de la ley. Como demostración de buena fe y espíritu de cooperación, el Vaticano denunció públicamente en noviembre del año pasado a un sacerdote de la provincia de Hebei que se nombró a sí mismo obispo de la Iglesia clandestina.

Diplomacia

Los canales diplomáticos en el Vaticano y en China han mostrado públicamente su optimismo respecto del futuro, y coinciden en que a partir de ahora la tarea consistirá en construir una confianza mutua. Pero no es posible saber para cuándo habrá una reanudación formal de las relaciones diplomáticas.

Con este acuerdo, la República Popular China tiene mucho que ganar a nivel internacional. El acercamiento con Roma tiene el potencial de alejar a Taiwán de su único apoyo diplomático en Europa (incluyendo a influyentes católicos como el vicepresidente Chen Chien-jen). También puede ser positivo para la imagen de China en países con una gran comunidad católica, como Filipinas o Estados Unidos, por no hablar de los partidos cristianos en Europa.

¿Persecución de los protestantes?

Recientemente, la ONG Freedom House publicó un informe sobre las religiones en China, titulado "The battle for China's spirit", que afirma que los budistas y taoístas tienen algunos problemas. El estudio reconoce que que los católicos pueden esperar tiempos mejores gracias al nuevo acuerdo con el Vaticano, pero según el mismo la tendencia general es hacia una mayor persecución de la religión, que afectaría principalmente a tres grupos: los musulmanes de la etnia uigur, la Iglesia protestante y la secta Falun Gong. Algunas iglesias protestantes estarían reconocidas, pero otros grupos practicarían la religión en la clandestinidad.

Pero quien se centra únicamente en la persecución de la religión en China no ve el cuadro de conjunto, escribe Ian Johnson, un periodista estadounidense muy conocido en Beijing, en su página web China Sources, que publica principalmente artículos sobre la religión en China. Ian Johnson sitúa el renacimiento de la religión en China a partir de 2010, y cuestiona la valoración del Freedom House, que según él encaja muy bien con la percepción occidental según la cual la religión es duramente perseguida en China.

Más tolerancia que persecución

Johnson se enfoca en el delito más grave señalado en el informe del Freedom House: la eliminación de más de 1.000 cruces de las iglesias protestantes en la provincia de Zhejiang. Johnson confirma que en muchas de estas iglesias se ha eliminado la cruz, pero señala que ninguna ha cerrado como lugar de culto, y afirma que la eliminación de la cruz respondía a una política local y de ninguna manera a una campaña nacional.

Aproximadamente el 10% de la provincia de Zhejiang es protestante (en comparación con un 4% para el conjunto de China). Lo que pasa es que se colocaron en los lugares de culto cruces gigantes que dominaban el horizonte de las ciudades. Esto daba la impresión de que toda la región era protestante, y ello hizo surgir un resentimiento en la mayoría de la población. Los protestantes veían en la colocación de cruces un testimonio de su fe, pero otros los interpretaban como un símbolo de vanidad para exponer su riqueza, o como un proyecto misionario. La venganza que siguió fue una política estrictamente local, y ahora parece haber terminado. Los grupos protestantes no han sido molestados en otros lugares de China.

Johnson también habla del futuro del protestantismo en China. señalando que además de los grupos protestantes reconocidos por el Estado, en las ciudades se ven muchas iglesias en residencias que atraen a creyentes educados y con éxito social, que ponen en marcha programas de ayuda para gente sin hogar, niños huérfanos e incluso para las familias de presos políticos.

Un tema sensible sigue siendo los lazos que tienen las iglesias con grupos extranjeros. Teóricamente, enviar gente al extranjero para recibir una formación, o recibir misioneros extranjeros son cosas que no están permitidas por las últimas normas. La pregunta sigue siendo hasta qué punto se aplican estrictamente: se sabe que muchos misioneros protestantes extranjeros residen en China enseñando inglés

Fuentes: 

http://www.chinasquare.be/actueel-nieuws/dooi-tussen-vaticaan-en-beijing/
http://www.eastasiaforum.org/2017/02/23/whats-behind-the-rapprochement-between-china-and-the-vatican/

Alfombra roja para Xi Jinping

Miembro de la banda del Ejército, en la Asamblea Nacional china


Por Georgina Higueras

Como la alfombra roja que conduce al podio, la Asamblea Popular Nacional (APN, el Parlamento chino) tapiza estos días el camino de Xi Jinping al XIX Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) que se celebrará en otoño. En el Gran Palacio del Pueblo, donde se reúnen para la sesión anual los 3.000 diputados de la APN, ni una pluma vuela por libre en un momento crucial para el liderazgo. El primer ministro Li Keqiang, encargado de presentar en la mañana del domingo el informe de trabajo del Gobierno, echó mano del realismo más crudo: “El crecimiento será del 6,5% y, si es posible, más”. Con este ejercicio de modestia trataba de asegurarse de que nadie, durante el próximo cónclave del PCCh, eche en cara al secretario general promesas incumplidas.

Sobre el informe, al igual que sobre los diputados, planea condicionando hasta el más mínimo movimiento el XIX Congreso, del que saldrán las líneas definitivas que marcarán el paso de China hasta al menos 2022 y los dirigentes que acompañarán a Xi Jinping y Li Keqiang en su segunda etapa de poder. Li, por si alguien no tenía claro que son tiempos de unidad y no de individualismo, pidió de forma explícita a los presentes y con ellos a toda la ciudadanía, o al menos a los 88 millones de comunistas de carnet, que se unan “estrechamente en torno al Comité Central del partido, con Xi como núcleo, y trabajen con todo su ánimo para cumplir las metas de desarrollo”.

FASE DE CRISÁLIDA

En una de esas parábolas que tanto gustan a los chinos, el primer ministro indicó que la economía china se encuentra en un periodo de transición tan difícil como el de la mariposa para convertirse en crisálida. Pero se felicitó de que, pese a ello, la economía creció el año pasado el 6,7%, se crearon 13,14 millones de puestos de trabajo en las zonas urbanas, se aumentaron los ingresos disponibles per cápita el 6,3% y “se consiguió que cerca de 12,4 millones de personas abandonaran la condición de pobreza”.

Ni Li Keqiang, ni toda la prensa oficial, que desde hace unos días bombardea a la población con los logros de Xi Jinping, han mencionado que, pese a su compromiso de luchar contra las diferencias sociales para construir una sociedad más armónica, según la revista 'Hurun', encargada de medir la riqueza en China, la brecha se ha ensanchado en los cuatro años del actual liderazgo. Hurun señala que entre los 5.000 integrantes de la APN y de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (que también se reúne estos días y que forman unos 2.000 asesores, la mayoría miembros del partido) hay 209 personas que poseen una fortuna propia superior a los 2.000 millones de yuanes (272 millones de euros). Añade que la fortuna de los 100 más ricos ha crecido en estos años un 64% hasta situarse al final de 2016 en un total de 413.000 millones de euros.

OBJETIVO DIFÍCIL DE CUMPLIR

Con esas cifras es difícil asumir que China se encamina hacia una sociedad más igualitaria, aunque es cierto que la política económica ha logrado ampliar considerablemente la clase media, en la búsqueda de lo que Xi denomina “una sociedad modestamente acomodada” con la que identifica el renacimiento de la nación. Los diputados solo tienen que votar a favor.

China ignora la alocada carrera armamentista de Trump


ADRIÁN FONCILLAS (El Periódico) -- China continúa en la senda del gasto militar razonable a pesar del paisaje hostil y las urgencias de modernización. Pekín ha anunciado este sábado un aumento del presupuesto de Defensa de "alrededor" del 7 %. Es el más bajo en seis años y rebaja el 7,6% del pasado ejercicio. El mensaje llega claro: los tiempos de los crecimientos de dos dígitos han terminado. El aumento se mueve dentro de los márgenes del crecimiento económico, que podría situarse entre el 6,5 y el 7%.

El anuncio del gasto militar sirve tradicionalmente para inaugurar oficiosamente la Asamblea Nacional Popular (el Parlamento chino) y apuntalar el peligro amarillo. Era costumbre que el portavoz se esforzara en subrayar el compromiso chino con la paz y la naturaleza defensiva de la inversión para rebatir por adelantado las críticas que llegarían de los gobiernos vecinos y Estados Unidos. Es complicado mantener esa liturgia en el contexto actual. El freno chino es una saludable noticia frente a los acelerones generalizados.

No escaseaban razones para lo contrario. A Pekín se le acumulan los conflictos territoriales con media docena de países en el Mar del Sur de China y con Japón por las islas Diaoyu/Senkaku. La región ya gasta más en Defensa que Europa y vive una carrera armamentista sin precedentes. Pero la amenaza más evidente es Estados Unidos. Ya hace años se citó con China en el Pacífico para discutirse la primacía global y su presencia es atosigante. Washington anunció la semana pasada un aumento presupuestario sin precedentes desde el 11-S. Su gasto supera al de la suma de los siete siguientes países y cuadriplica el chino. El aumento del 10%, con una economía que no alcanzará el 2,4%, causará recortes en el resto de sectores. El objetivo, aclaró Donald Trump, es que "Estados Unidos vuelva a ganar guerras".

LA SOMBRA DE TRUMP

La sombra de Trump y las intervenciones estadounidenses en Irak y Afganistán han sobrevolado la rueda de prensa. "Miren la pasada década, ha habido en todo el mundo numerosos conflictos, incluso guerras, que han provocado numerosas muertes y destrucción de la propiedad, muchos refugiados y gente sin hogar. ¿Cuál de ellos ha sido causado por China?", ha inquirido Fu Ying, portavoz de la Asamblea. También ha aludido sutilmente a Estados Unidos cuando ha dicho que China debía "protegerse contra las injerencias en las disputas de los de fuera".

China dedicará a Defensa el mismo 1,3% de su PIB que el pasado año cuando los miembros de la OTAN han prometido destinar el 2%. "Deberíais preguntarles cuáles son sus intenciones", ha añadio Fu.

China está obligada a compatibilizar los rigores de una economía que ha dejado atrás sus días de gloria con las acentuadas exigencias de defensa en el entorno. En la ecuación no figura entre sus desvelos por ahora seguir la alocada carrera militar de Trump.

"China cree que se enfrenta a mayores amenazas de seguridad en el Mar del Sur de China, el Estrecho de Taiwán y en el noreste asiático, por ejemplo. El reciente anuncio de Trump aumentará mucho más sus preocupaciones. Creo que su presupuesto militar seguirá creciendo a un ritmo alto, quizá mayor que el de su economía, pero sin que llegue a alcanzar el doble dígito", opina Tong Zhao, experto del Centro de Política Global Carnegie-Tsinghua.

DESCONTENTO EN EL SECTOR MILITAR

La cifra anunciada este sábado ha sorprendido a expertos y decepcionado a muchos que aspiraban a seguir la senda estadounidense. "No es suficiente, muchos en el sector militar estarán descontentos", ha desvelado una fuente anónima con lazos en el sector a Reuters. Algunos militares hablaban esta semana de la necesidad de un 12 % mientras el diario ultranacionalista Global Times sugería el 10%.

Sus expectativas descansaban también en las urgencias presupuestarias de las ambiciosas reformas de un estamento esclerotizado. El Ejército chino apabulla en el aspecto cuantitativo y suspende en el cualitativo. Xi Jinping, presidente chino, lo reducirá en 300.000 soldados hasta dejarlo en dos millones. Eso implica muchas costosas jubilaciones. También lo agilizará y modernizará para adecuarse a las necesidades bélicas del momento. Está previsto que lime el tradicional protagonismo del Ejército de Tierra a favor del de Aire y la Marina.

lunes, 6 de marzo de 2017

China reduce su expectativa de crecimiento al 6,5%, la más baja en 26 años

Los delegados de la Asamblea Nacional Popular china han participado en la apertura anual de la institución, este domingo en Pekín.

ADRIÁN FONCILLAS (El Periódico) -- Control de riesgos, estabilidad, prudencia, cortafuegos... China asume un crecimiento económico más humilde a cambio de fortalecer el blindaje ante las inestabilidades internas y externas que la amenazan. El discurso del primer ministro, Li Keqiang, recordó que los tiempos de una economía tan exuberante como desordenada han quedado atrás y urge embridarla.

Li Keqiang ha anunciado este domingo una expansión del PIB del 6,5% en el discurso de apertura de la Asamblea Nacional Popular (ANP, el Parlamento chino). Esa cifra supondría otro mínimo histórico después de que el 6,7% registrado en el 2016 fuera el crecimiento más bajo en 26 años. Es habitual que la atención global se concentre cada año en ese frío número como termómetro del desarrollo mundial. La visión del Gobierno chino es más panorámica, ni compartía la algarabía cuando encadenaba crecimientos de dos dígitos años atrás ni la aflicción actual cuando lo recorta. De cumplirse ese 6,5%, y los dirigentes chinos han mostrado un ojo clínico en sus vaticinios, seguiría disfrutando de unos de los crecimientos más robustos del mundo.

Llegada de delegados de la ANP al Gran Salón del Pueblo, en la plaza de Tiananmén

A Pekín le desvela lo que rodea a esa cifra. El mundo ha dejado de ser ese ecosistema abierto que agradecía la llegada de sus manufacturas y posibilitó su milagro económico basado en el modelo de fábrica global. El 'Brexit', Trump y el proteccionismo en general amenazan la marcha de la economía global y, sobre todo, de la china. Li alertó contra el acentuado proteccionismo. "Existen muchas incertidumbres sobre la dirección de las políticas de las principales economías y sus efectos secundarios. Los factores que pueden causar inestabilidad son visiblemente mayores", ha afirmado en su discurso ante 3.000 delegados. "Siempre nos opondremos al proteccionismo en sus diferentes formas y nos involucraremos cada día más en el gobierno global", ha añadido. Trump ha convertido a China en un elemento de estabilidad mundial y en un inesperado paladín del libre comercio.

EL 'FACTOR TRUMP'

Las cautelas ante los factores externos han sido recurrentes en los discursos de la última década en la Asamblea. Pero lo que otros años era una referencia indeterminada y dispersa se concentra hoy en Trump. China ha gestionado durante tres décadas retos mayúsculos como la lucha contra la pobreza en un país gigantesco y en vías de desarrollo, la relación preocupante entre recursos naturales y población o los sensibles procesos de industrialización y urbanización. Con Trump llega un factor desestabilizante que Pekín aún no sabe cómo tratar. Sus tenaces e ignorantes denuncias sobre la manipulación china de la moneda o las amenazas a masivos aranceles adelantan un escenario hostil que desborda largamente esos roces económicos pasados y previsibles entre las dos mayores potencias del mundo.


¿Qué es la ANP?

La Asamblea Nacional Popular es el mayor Parlamento del mundo. Sus 3.000 delegados llegan desde todo el país para protagonizar durante semana y media lo que la prensa llama pomposamente "gran fiesta de la democracia anual". Se celebra en el epatante Gran Salón del Pueblo, de aparatosidad soviética, situado en el oeste de la plaza de Tiananmén. Ahí se juntan los delegados de sobrios trajes con las coloristas vestimentas de los representantes de las decenas de etnias del país.

Su finalidad práctica se limita a aprobar cualquier propuesta del Ejecutivo sin excepción. Quizá por ello, o más probablemente por el carácter apolítico de los chinos, la calle la conoce como "el gran salón de té". Muchos solo son conscientes de que ha empezado por sus síntomas: los cortes de tráfico en la avenida de Changan afectan a todo el centro, se acentúa la presencia policial y de voluntarios con sus brazaletes, la censura ralentiza internet hasta lo exasperante...

Trump le llega a China cuando más calma necesita. Pekín acometerá este otoño el crucial relevo de su cúpula y se esfuerza en virar su antiguo modelo económico de manufacturas baratas, inversión pública e industria pesada a otro más racional basado en el autoconsumo. Se entiende, pues, que la estabilidad se repita estos días como un mantra.

El primer ministro ha prometido 11 millones de nuevos trabajos en las zonas urbanas y urgido a los gobiernos locales a atender a los millones de chinos desempleados. Li ha anunciado que China recortará la producción de acero en 50 millones de toneladas y la de carbón en 150 millones de toneladas. El nuevo foco en las energías más respetuosas con el medio ambiente ha supuesto millones de despidos en la industria pesada. Muchos de ellos son trabajadores ya mayores y de baja cualificación con posibilidades mínimas de recolocación y mucho riesgo de convulsión social.

Li ha enfatizado la necesidad de control. "Los riesgos sistémicos están bajo control pero debemos estar alerta (…) Aseguraremos el orden en el sistema financiero y construiremos un cortafuegos contra los riesgos", prometió.

El primer ministro también ha repetido que no se discuten las reformas económicas, las más ambiciosas y complejas desde la apertura. El camino hacia una mayor liberalización es más pedregoso de lo esperado. Las paquidérmicas e ineficientes empresas públicas que Pekín pretende adelgazar aún conservan un peso desmesurado mientras el de las privadas no avanza al ritmo esperado.

A Pekín se le acumulan los problemas económicos. Requiere de una reforma cambiaria por la devaluación de su yuan frente al dólar, pero las críticas de Trump desaconsejan ejecutarla por el momento. Y la deuda pública ha alcanzado ya el 250% de su PIB y coloca a Pekín ante una dilema shakesperiano: seguir estimulando la economía o cortar el crédito masivo.

domingo, 5 de marzo de 2017

Las relaciones entre China, Estados Unidos y Taiwán.


En aras de revitalizar un poco nuestro blog, en Manos Fuera de China hemos decidido traducir a texto algunos de los vídeos explicativos de Emmanuel Lincot, excelente sinólogo francés, miembro del think tank de análisis político-estratégicos francés Stratpol, por su interés y su brevedad. Este primer vídeo, con fecha del 13 de enero de 2017, versará sobre las relaciones entre la República Popular China, Taiwán (República de China) y los Estados Unidos, un asunto que sin duda alguna va a dar de hablar de sí en la prensa en estos próximos años de mandato Trump que vamos a vivir. Adjuntamos el vídeo de Lincot para quien sepa francés, porque la verdad es que es un francés muy claro y fácilmente comprensible 

Por Emmanuel Lincot

Las relaciones entre China, Estados Unidos y Taiwán son relaciones complicadas, sobre todo a causa del que se va convertir en el próximo presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, que será investido el 20 de enero, y que el pasado 2 de diciembre [NdT -- del año 2016] hizo saber que había tenido una conversación telefónica con la presidenta de Taiwán, Tsai In-wen. 

Evidentemente, todo ello no ha sido espontáneo. Ha sido algo preparado y reflexionado durante tiempo. De hecho, el mismo día (y ello tampoco es fruto de la casualidad), Henry Kissinger, conocido por haber obrado a favor del acercamiento entre los Estados Unidos y la República Popular China, se encontraba en Beijing, siendo recibido por el presidente actual Xi Jinping. Por lo tanto hay una convergencia de señales muy interesante, que demuestra que el futuro presidente de los Estados Unidos ya no va a tener escrúpulos con una cierta costumbre que había las relaciones bilaterales sino-estadounidenses, heredadas de la administración Nixon (es decir desde hace 37 años).


No creo, sin embargo, que los Estados Unidos vayan a cuestionar la política de "Una sola China" (es decir, el reconocimiento de Beijing con la exclusión de Taiwán). Aunque es cierto que las relaciones de los Estados Unidos con China son bastante ambivalentes, porque a pesar del establecimiento de relaciones entre Beijing y Washington, los Estados Unidos se las han ingeniado para promulgar en 1979 el Taiwan Relations Act, que permite al Congreso intervenir en el caso de que Taiwán sea atacada (entiéndase por la China comunista), permitiendo así a los Estados Unidos financiar y armar a Taiwán, aliado objetivo de los Estados Unidos en la zona del Mar de China.

De la noche a la mañana, Trump ha levantado un tabú. Algunas horas después de hacer pública la conversación con la presidenta taiwanesa, las críticas evidentemente llovieron de todas partes, pero Trump añadió leña al fuego publicando en Twitter un mensaje donde venía a decir: "¿Por qué no tendríamos derecho a ser felicitados por la presidenta de Taiwán, ese país al que los Estados Unidos envía armas y cuyo programa de armamento financia?". Con estas palabras Trump ponía sobre la mesa la ambigüedad de las relaciones tripartitas Taipéi-Washington-Beijing, metiendo el dedo en la llaga.


Ante estas declaraciones, el ministro de Asuntos Extranjeros de China Wang Yi quiso relativizar el peso de las palabras de Trump, aunque no pudo disimular su exasperación ante una situación radicalmente nueva, que ponía a la administración china ante un hecho consumado. Al mismo tiempo, Wang Yi recordaba que sólo existe una China y que la relación exclusiva entre Washington y Beijing no podía ser puesta en tela de juicio.

¿Cómo ha sido recibida la decisión de Trump en los Estados Unidos? En el lado demócrata, se ha venido a decir que Trump era una nulidad que no sabía nada de las relaciones internacionales, y que aquello era un hecho revelador de su condición de amateur. En el lado republicano, aunque la decisión de Trump no sea apoyada de forma unánime, había en cambio análisis muy interesantes, en particular el de John Bolton, que ha sido durante mucho tiempo embajador estadounidense ante la ONU. Bolton recordó que jugar hoy la carta de Taiwán es un poco como lo que había hecho Nixon jugando la carta de China contra la Unión Soviética.

La reacción de John Bolton tuvo cierta importancia en los días siguientes a la declaración de Trump, porque se barajaba la posibilidad de que precisamente él quien fuera el futuro embajador ante la ONU de la administración Trump. Pero no fue así, sino que fue Terry Bransted el designado para ocupar este importante puesto. Bransted es republicano, pero un republicano particular: se trata de un hombre de negocios (cosa importante porque el aspecto económico es del todo esencial en las relaciones bilaterales), pero no se trata sólo de eso. Bransted conoce personalmente a Xi Jinping, de hecho se conocen desde 1985, cuando Bransted era gobernador de Iowa Se trata por lo tanto de una decisión más bien inteligente por parte de Trump.


Como decía, el Ministro de Asuntos Extranjeros Wang Yi reaccionó de manera moderada pero firme, y algunos días después, para dar peso a los argumentos chinos, Beijing decidió enviar a su flota (con el Liaoning, el único portaaviones del que dispone hasta ahora) hacia el Pacífico, cruzando el estrecho de Taiwán. Flota que además estuvo muy estrechamente vigilada, no solamente por la aviación taiwanesa sino también por la japonesa (enviando sus informaciones a sus aliados estadounidenses). Era una forma de dar un golpe en la mesa, poniéndole algunos límites a la administración estadounidense.

Y lo que era más importante y revelador de la tensión entre los Estados Unidos y China, es que el pasado 26 de diciembre, es decir 24 días después la declaración de Trump, Taiwán sufrió una bofetada diplomática. Taiwán goza de muy poco reconocimiento diplomático en el mundo: nada más que unos micro-Estados en la zona Pacífico, en el mar Caribe y en África. Y entre estos Estados africanos aún quedaba Santo Tomé y Príncipe, un país de habla portuguesa que sólo reconocía una China legal, es decir Taiwán. Y por casualidad, el 26 de diciembre, aprendimos que Santo Tomé y Príncipe se cambiaba de chaqueta y reconocía a la República Popular China.

Emplazamiento de Santo Tomé y Príncipe

¿Cómo explicar este giro de 180 grados? Hay evidentemente en ello una relación de causa a efecto, pero si se mira de más cerca, observamos que están en juego intereses petrolíferos y estratégicos bastante considerables. Se trata por lo tanto de una derrota diplomática para el aliado de los Estados Unidos en la región, y existe un nexo evidente entre el "efecto Trump" y esta decisión, que aunque parezca marginal, es del todo reveladora.

Tampoco hay que olvidar que del lado taiwanés, aunque se haya hecho lo posible para que la conversación teléfonica entre Donald Trump y Tsai Ing-wen sea conocida del gran público, no está claro que Tsai Ing-wen y su equipo estén muy contentos al ser utilizados como moneda de cambio. Pero al mismo tiempo debemos recordar la situación bastante preocupante de Taiwán. En primer lugar, Taiwán está bastante aislada en el plano diplomático. Desde la política iniciada por el predecesor de Tsai Ing-wen, Ma Ying-jeou, se está en una lógica de acercamiento económico, por no decir de absorción económica de Taiwán por parte de la China continental, y ello es bastante catastrófico para la economía de Taiwán: el 12% de los jóvenes taiwaneses en edad de trabajar están en el paro. Es algo nunca visto. Los resultados de la economía taiwanesa están por los suelos, con una tasa de crecimiento que se aproxima al de Francia (es decir, cerca del 1%), lo cual es gravísimo para el futuro de la isla. Por todo ello, de alguna manera Tsai Ing-wen está jugando una partida de póker, aproximándose de manera muy audaz hacia los Estados Unidos y su nueva administración, lo cual es una manera algo desesperada de romper su aislamiento en el plano económico y recuperar oxígeno.

Para concluir, también es una manera para Donald Trump (y ahí vemos que no es el personaje histriónico que a veces quiere aparentar), de hacerle saber a los dirigentes chinos que la agenda estadounidense será decidida por los estadounidenses, y de ninguna manera por los chinos. Pienso que, objetivamente, se trata de una decisión "soberanista".

sábado, 4 de marzo de 2017

Xi Jinping pide a los intelectuales contribuir más a la nación


BEIJING, 4 de marzo (Xinhua) -- El presidente de China, Xi Jinping, pidió hoy sábado a los intelectuales que contribuyan más al desarrollo del país.

Xi, también secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central, hizo estas declaraciones durante un debate de panel con asesores políticos de tres partidos no comunistas participantes en la sesión anual de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh, máximo órgano asesor político del país).

miércoles, 1 de marzo de 2017

Destacan crecimiento de la economía china


BEIJING.—El Buró Nacional de Estadísticas (BNE) de China publicó un informe que resalta el crecimiento estable de la economía, el incremento de los empleos y el aumento de la calidad de vida.

El reporte del desarrollo económico y social del país en el 2016, refleja que el Producto Interno Bruto (PIB) de China creció 6,7 % interanual para situarse en 10.820 millones de dólares, reportó la agencia Xinhua.

Por su parte, la población total alcanzó los 1.383 millones de habitantes a finales del año anterior, un ascenso de más de ocho millones en comparación con la cifra registrada a finales del 2015.

Al respecto, el texto detalla que la población urbana llegó a cerca de 793 millones, el 57,35 % del total.

Otro valor positivo reconocido fue que a finales del 2016, 776 millones de personas tenían empleo, de ellas unas 414 millones en las ciudades, refiere PL.

Con la creación de cerca de 13 millones de nuevos puestos de trabajo y la reducción de la tasa de desempleo urbano en 4,02 %, las metrópolis del gigante asiático contribuyeron al logro de esos indicadores.

También trascendió que las importaciones y exportaciones combinadas de China con los países a lo largo de la Franja y la Ruta de la Seda sumaron unos 900.000 millones de dólares.

Fuente: Granma