miércoles, 27 de enero de 2016

China evalúa aplicar sanciones contra Estados Unidos


Gracias al crecimiento económico sostenido que ha tenido China y su influencia financiera en el mundo, analiza implementar sanciones contra EE.UU. si este le vende armamento a Taiwán

El Gobierno de China podría aplicar las mismas sanciones que implementó Estados Unidos (EEUU) entre 2010 y 2015 cuando prohibió las negociaciones con Irán.

En ese momento, EEUU puso a decidir a las autoridades del país asiático entre intercambiar comercio con Teherán o con Washington.

El búmeran va en dirección a EEUU, dado que ahora Beijing analiza las posibles sanciones, si las compañías estadounidenses venden armamento a Taiwán. De llevarse a cabo las transacciones, la nación norteamericana perdería acceso al mercado chino.

Rusia también jugaría la misma carta de la Casa Blanca para llevarlos a un terreno en el que tendrían que defenderse para preservar sus empresas.

El viraje en el orden económico mundial radica en que China asimiló su crecimiento económico y su influencia financiera, sobre todo porque las compañías líderes de varios rubros de EE.UU. realizan al menos 10 por ciento de sus operaciones con China, publicó Russia Today.

A la nación norteamericana le tocará diseñar estrategias de defensa, lo que marcaría el futuro de su política exterior, analizó Reuters.

Fuente: TeleSur

lunes, 25 de enero de 2016

China en un mundo multipolar

No cabe duda de que el gobierno chino está golpeando duro contra los terroristas, como los que hubo en París. Sin embargo, la estrategia a largo plazo de China es una política de paz, basada en las relaciones económicas y la no-injerencia. "Nuestros valores versus los suyos" no es una frase que vayamos a escuchar de Beijing como respuesta a la invitación que hacen los terroristas a que haya un choque total de civilizaciones. ¿Ofrece la estrategia global de China una alternativa esperanzadora, o es una ilusión, una incorrecta elección de prioridades? Esta pregunta estuvo en el centro de un debate que tuvo lugar en el festival Manifiesta, organizado por Partido del Trabajo de Bélgica cerca de Ostend en septiembre. Dos analistas de inspiración marxista estuvieron a veces de acuerdo, otras veces discreparon en sus respuestas a estas preguntas: Jenny Clegg, autora del libro "China's Global Strategy: Towards a Multipolar World", estuvo debatiendo con Jo Cottenier del Partido del Trabajo de Bélgica. La primera contribución fue de Jenny Clegg y la segunda de Jo Cottenier. Esta contribución ha sido desarrollada en un nuevo artículo. Las dos partes vienen seguidas de las preguntas que surgieron durante el evento.


Jenny Clegg

Hace menos de 100 años, China era conocida como el enfermo de Asia, el objeto de la intervención y la división imperialistas. Hoy vemos a China a punto de ser la mayor economía del mundo, emergiendo como principal potencia, empezando a dar pasos significantes para moldear el futuro del mundo.

Cuando uno piensa en el futuro y mira en una dirección, se ven a Estados Unidos y China aproximándose cada vez más hacia una colisión. Mirando en la otra dirección, se ven grandes transformaciones en Asia, África, e incluso Europa.

China ha logrado una reducción impresionante de la pobreza, habiendo sacado de la pobreza a más gente que en todo el resto del mundo. Ello representa más de las tres cuartas partes de la reducción de la pobreza en el mundo, siendo ésta la razón principal por la cual el mundo alcanzó los Objetivos del Milenio para el Desarrollo de Naciones Unidas de reducir la extrema pobreza a la mitad. Aún así, China aún sigue siendo marginada del debate político en Occidente.

En 1979, Deng Xiaoping reconoció que China sólo estaba en la fase primaria de la construcción del socialismo, un periodo que tendría que durar un tiempo prolongado. Tras la crisis financiera de 2008, las cosas están cambiando más deprisa de lo que se pensaba. Esto le da mucho menos tiempo para reaccionar a los estrategas estadounidenses, que ven en China una amenaza inminente. Así que tienen que pivotar hacia Asia y tejer alianzas militares con Japón, Taiwán y Filipinas. Sin embargo, China seguirá siendo un país del tercer mundo durante bastante tiempo, atrasado militarmente, con un soft power débil, un país que tiene que alimentar al 20% de la población mundial con el producto del 7% de la tierra cultivable del planeta. Vamos a tratar de enfocar el lugar de China en el mundo, en el contexto de la situación internacional. El cómo entendamos este contexto moldeará nuestra comprensión de China.

Por su escala y su velocidad, el desarrollo de China está consiguiendo en décadas lo que llevó siglos a otros países.

Indudablemente, el crecimiento de China ha estado basado en la mano de obra barata y la exportación intensiva, principalmente de la mano de empresas occidentales. También se ha basado en las inversiones en detrimento del consumo. Esto ha traído consigo problemas serios de contaminación, desigualdades entre las ciudades y el campo, crecimiento desigual entre regiones, corrupción, ineficiencia y derroche. Esto fue reconocido por el liderazgo chino. En 2007, el primer ministro Wen Jiabao describió el modelo de crecimiento económico chino como insostenible, no coordinado, desequilibrado e inestable. Se ha tomado la decisión de ralentizar el ritmo de crecimiento, desplazándose de un conjunto de pilares de crecimiento (exportaciones e inversión) hacia un nuevo conjunto: innovación (más exportaciones de alta tecnología), servicios y consumo. China debe pasar de las industrias tradicionales del hierro, el acero y el carbón a los sectores emergentes de la tecnología verde y los sistemas avanzados de inteligencia artificial. De manera a sostener a esta innovación y estas industrias emergentes, se requiere flexibilidad. El renminbi (RMB) también debe ser internacionalizado. Así, China se ha embarcado en una nueva fase de reformas, la profundización del mercado financiero. Para este fin, el Partido Comunista de China decidió en el III pleno del XVIII Comité Central del Partido en 2013 que dejaría que "el mercado juegue un papel decisivo" (nota: no "el" papel decisivo como ha sido malinterpretado en Occidente, entre otros por el Financial Times) en la asignación de recursos, mientras se mantiene el predominio de la propiedad pública. Recientemente ha sido lanzado un nuevo plan, que tiene como objetivo el fortalecimiento del sector público.

Sobre la cuestión de la tendencia multipolar, desde el año 2003 China se ha sumado al crecimiento de la cooperación sur-sur, en tanto que uno de los países BRICS. Estos grandes países en vías de desarrollo son muy diferentes unos de otros, habiendo entre ellos muchas fuentes de desconfianza y fricción, pero también tienen mucho que ganar con la cooperación, especialmente en lo que respecta a la elevación del comercio, apoyarse en las fortalezas de cada uno, la coordinación en el mercado y la inversión, impulsar proyectos de I+D, la reforma del derecho internacional sobre propiedad intelectual, etc. También vemos que adoptan posiciones similares sobre la cuestión de Siria, el cambio climático, la oposición a las sanciones contra Rusia, etc.

Un caso especial es la cooperación de China con países africanos en la última década, a raíz de la cual ha habido tanto despliegue por parte de los medios de comunicación. Las inversiones de China en el continente superan a las del Banco Mundial, y son muy diferentes, con una política de "no condiciones", en claro contraste con la condicionalidad occidental que impone políticas neoliberales. Los proyectos de inversión en infraestructuras de China permite que pequeños países africanos alcancen sueños muy antiguos sobre proyectos de desarrollo que estaban completamente fuera del alcance de su capacidad financiera. Por supuesto, los países africanos necesitan tener su parte de propiedad en sus asociaciones con China, y China lo permite. ¿Si China quisiera dominar África, por qué puso en pie el Foro de Cooperación China-África, apoyado por la Unión Africana, animando a los países africanos a que trabajen juntos? ¿No es "divide y vencerás" el principio de la dominación? La asociación entre China y otros países africanos ofrece una alternativa, ofrece un poder de negociación para aflojar el yugo de las potencias occidentales. Ofrece a los africanos una elección y así ayuda a restaurar la soberanía de los gobiernos. Esto está poniendo fin a la era del neocolonialismo en los países que obtuvieran la independencia política en lo formal pero permanecieron una posición de subordinación y dependencia económica.

La historia de los BRICS y el ejemplo de la cooperación China-África nos ofrece un apercibido de por qué la tendencia hacia la multipolaridad es tan importante: se trata de la finalización de las luchas anti-coloniales y de liberación nacional del siglo pasado.

¿Qué significa todo esto para el mundo en general?

1. China está tomando más iniciativas para moldear el mundo del futuro. Hay ejemplos como la Organización para la Cooperación de Shanghái, a la cual India, Pakistán e Irán están planeando unirse; las cumbres trilaterales entre China, Japón y Corea del Sur; el foro de cooperación con regiones en vías de desarrollo como África (FOCAC) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Está el Nuevo Banco de Desarrollo (el llamado banco de los BRICS), el Banco Asiático para la Inversión en Infraestructura (BAII) y la internacionalización del RMB.

2. Éstos están construyendo gradualmente los fundamentos de un nuevo tipo de orden internacional y una salida del casino económico actual, basado en el papel central del dólar US en el sistema monetario internacional. En otras palabras, se trata de una ruptura con un sistema en el que el exceso de capital es inyectado en los circuitos de especulación. China, en cambio, inyecta los excesos en inversión, dirigiéndolos hacia la economía real.

Hemos visto a China inyectando 600 billones de dólares en su propia economía en 2008 y 2009. Esto puede considerarse un "alivio cuantitativo de la gente" (en términos corbynianos), y produjo un crecimiento de dos dígitos en China, lo cual ayudó a que la crisis mundial y la recesión de 2008 no se convirtieran en una depresión aún más profunda.

3. Vemos a China, a través del BAII y otros bancos de desarrollo, colocar sus "semillas de capital", con un monto de 150 billones de dólares, en el proyecto "un cinturón, una ruta" para revivir las redes de la Ruta de la Seda. A lo largo de los próximos 20 o 30 años, vamos a ver el mayor proyecto de infraestructura jamás concebido en materia de carreteras, puertos, vías férreas, fibra óptica, oleoductos y gasoductos a lo largo de Eurasia, con rutas marítimas que lo unen a África. Esto es un elemento del cambio que se producirá en el siglo XXI.

¿Y qué hay de la elección de Europa?

Durante siglos, Europa ha mirado hacia el Atlántico, fomentando sus lazos transatlánticos. ¿Qué nos ofrece el transatlantismo hoy? Nos ofrece el TTIP, más gastos militares y la expansión de la OTAN. Esto podría hasta conducirnos a una guerra con China en aras de mantener la hegemonía estadounidense. Europa necesita desarrollar una visión eurasiática. Seguramente, el proyecto de la Ruta de la Seda nos ofrece una posibilidad de salir de la depresión económica. Estamos apurados de tiempo: éste es el reto y la elección que ha de tomar Europa.

Jo Cottenier

Gracias a su política de reforma, China ha experimentado un enorme boom económico, pero por otro el país ha desarrollado por una forma de socialismo más bien híbrida. Durante 65 años de sociedad socialista se han logrado enormes logros. China ha evolucionado de una sociedad golpeada por la pobreza a ser la mayor nación exportadora del mundo y la segunda potencia económica mundial. China ya no es uno de los países más pobres del mundo, se ha unido al grupo de países de ingresos medios.

El Indice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas entre 1980 y 2012 lo demostró año tras año: se consiguieron logros únicos en los terrenos de la vivienda, el empleo y los servicios sanitarios para las mujeres, la lucha contra el hambre, etc. En todos estos terrenos, China supera a su vecina India, un país con el que es más o menos comparable, teniendo en cuenta su gran número de habitantes y el atraso del que partieron ambos países. China no podría haber logrado sus éxitos sin desconectarse primero del orden imperialista mundial. Esto fue un requisito para poder trazar su propio curso de desarrollo independiente, aunque no siempre haya seguido una línea recta. Sólo eso ha podido permitir que China ocupe hoy su lugar en el mundo y juegue un papel único. Este papel es positivo en conjunto.

Al mismo tiempo, deberíamos ser críticos con las evoluciones internas. Aunque en 1978 era correcto que China dé pasos atrás, liberalizando la economía y dejando actuar a las fuerzas del mercado en el campo, cabría hacer muchas preguntas sobre la transición actual hacia una economía de mercado y el papel creciente del capital privado. En 1993 tuvo lugar un gran cambio de rumbo, con la decisión de optar por la mercantilización y la competición completa entre empresas estatales y empresas privadas, pero también entre las propias empresas estatales, como motores del desarrollo.

El debate de hoy gira en torno al rol de China en el mundo, un rol que sin lugar a dudas será más importante en las próximas décadas. La economía china está a punto de superar a la estadounidense en términos de tamaño. ¿Triunfará China a la hora de traer lo que llama un "mundo multipolar", y cuáles son las consecuencias del auge de China en las relaciones internacionales?

1. Una política de respeto por la soberanía estatal

Según Xi Jinping, "China nunca perseguirá la hegemonía o la expansión". Esta promesa tiene bastante credibilidad, viendo el historial de China. Esto se ha caracterizado durante décadas por la consecuente aplicación de los cinco principios de la coexistencia pacífica. En 1982, China adoptó estos principios en su constitución y declaró que su política exterior quedaba atada a los mismos. Dos de los principios son muy de actualidad en este momento: uno es el "respeto por la soberanía y la integridad territorial" y el otro es "la no injerencia mutua en los asuntos internos".

En la lucha por el respeto de la soberanía de un estado miembro de Naciones Unidas, China ha sufrido derrotas y ha sacado lecciones sobre la manera de gestionar las guerras en Irak y Libia. A causa de su posición conciliadora (pidiendo que Irak siga las normas de Naciones Unidas en relación a Kuwait, absteniéndose en el Consejo de Seguridad durante el voto que estableció una zona de exclusión aérea en Libia), en ninguno de estos conflictos China fue capaz de prevenir que Estados Unidos y otros estados occidentales invadan violentamente estos dos países para instalar ahí un régimen pro-occidental. Ésta es la razón por la cual desde entonces China ha ejercido sistemáticamente su derecho a veto en relación a una intervención en Siria. China pide respeto por el principio de que un gobierno legítimo no solamente debe proteger a su población, sino que también tiene derecho a defenderse de una insurrección interna. Los más críticos dicen que por consiguiente China apoya a dictadores. Una de las controversias más conocidas tiene que ver con la cooperación de Beijing con el presidente Bashir en Sudán. El contra-argumento chino es que la intervención extranjera o la exportación de la revolución – una política que China solía practicar en el pasado – tampoco son buenas soluciones. El pueblo de cada país tendrá que resolver sus conflictos con un gobierno hecho por y para sí mismo. La opción de dar apoyo financiero y armar a partidos en otros países ha terminado por convertirse, demasiadas veces, en una cobertura para una intervención imperialista. Piensen solamente en nuestra propia historia de colonialismo e intervención en el Congo, con los asesinatos de Patrice Lumumba y Pierre Mulele.

El otro principio de actualidad de “no injerencia mutua en los asuntos internos” no es lo mismo que “política de indiferencia”. En los estados fallidos, donde domina el caos y hay guerras civiles interminables, China intenta actuar como mediadora y apuesta por soluciones pacíficas, si fuera necesario mediante una intervención de Naciones Unidas y organismos regionales. Éste es el caso por ejemplo en Siria, Sudán, Ucrania y Libia. También es la actitud de China en relación a conflictos entre estados que crean una situación permanente de miseria o una amenaza para la paz mundial. Estas situaciones no quedan sin consecuencias para China. Desde el año 2005, se ha posicionado con mayor energía a favor de soluciones pacíficas a los conflictos, en aras de mitigarlos y desactivarlos. Algunos ejemplos son los conflictos entre Israel y Palestina, el enfrentamiento entre Corea del Norte y Corea del Sur, la participación de China en varias misiones de paz de Naciones Unidas como en Sudán o Mali. El contraste con la política imperialista aquí es muy clara: cuando participa en estas misiones, China no persigue el beneficio y se niega sistemáticamente a tomar partido en los conflictos.

2. Relaciones económicas que facilitan el desarrollo

¿Existe algún tipo de neo-colonialismo chino o incluso de imperialismo chino en África y otros países en vías de desarrollo, como afirman algunos creadores de opinión como Hillary Clinton, los medios occidentales y las ONG's? Observando los contratos económicos y las inversiones de China, se ve que China aplica otros principio de la coexistencia pacífica: “igualdad y beneficio mutuo”. Al menos en lo que respecta a los contratos e inversiones acordadas entre estados, China intenta aplicar consistentemente este principio. Aquí también, el contraste con las prácticas occidentales es flagrante.

En sus relaciones económicas y financieras con países desarrollados, el imperialismo de occidente obedece al Consenso de Washington: la concesión de créditos para explotar materias primas o para construir proyectos prestigiosos como la presa de Inga en el Congo. A continuación, estos países se ven forzados a pedir otros créditos para pagar créditos anteriores. La “ayuda” occidental llega con condiciones: la ejecución de planes de ajuste estructural, privatizaciones, la apertura de los países a las corporaciones multinacionales. Para disimular estas condiciones, se implementan programas de ayudas al desarrollo, que son el paradigma de las hipócritas relaciones basadas en la desigualdad o la caridad.

El modelo chino se suele llamar Consenso de Beijing. Este consenso raramente o nunca se basa en la “ayuda”, sino siempre en un contrato basado en la igualdad y el beneficio mutuo. China necesita comida y materias primas, y los países africanos necesitan infraestructura elemental y recursos para poder despegar. Un ejemplo notable fue el contrato de 2008 entre China y el Congo. La República Popular concedió un préstamo de 9 billones de dólares, de los cuales 3 billones tenían que ser empleados para poner de nuevo en marcha una mina de cobre y cobalto, y 6 billones para trabajos públicos de infraestructura, construcción de escuelas, viviendas, hospitales y universidades. Las obras se iniciaron inmediatamente, pero el préstamo se devolverá con 10 millones de toneladas de cobre y 600.000 toneladas de cobalto, cuando la mina sea de nuevo operativa. Es una especie de trueque: infraestructura por materias primas, con una cuente corriente por medio del banco Eximbank como “facilitador”. El dinero se hará progresivamente disponible para la ejecución del trabajo, de manera a prevenir la corrupción.

3. Por un mundo multipolar, contra la hegemonía

China intenta activamente construir un mundo por medio de varios centros de desarrollo, con el objetivo explícito de luchar contra la hegemonía estadounidense. Esta es la aplicación de otros dos principios de la coexistencia pacífica: la coexistencia pacífica misma, en términos de igualdad, entre países con regímenes políticos distintos y el consenso mutuo de no-agresión. China está construyendo este “nuevo orden mundial” en varios frentes.

a) Cooperación Sur-Sur

La política china en África es el mayor ejemplo de esto. Más de mil contratos de beneficio mutuo han sido firmados, proveyendo empleo a más de medio millón de trabajadores. China llega a estos acuerdos con todos los países, sin excepciones y en todas las industrias (no solamente en petróleo y minería). La única condición que impone es el reconocimiento de que existe una sola China. Con estos contratos, China intenta crear gradualmente las condiciones para el desarrollo industrial de estos países. A cambio de materias primas entrega infraestructura, máquinas y equipamiento. How también está tratando de transferir sus propias industrias de mano de obra intensiva hacia África, mientras invierte en su propio sector de alta tecnología. De esta manera intenta llegar a una cooperación ganar-ganar y convertir África en un centro de desarrollo.

b) BRICS

China ha sido la principal fuerza motriz de un frente de países emergentes más fuertes para el siglo XXI, un frente entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Discuten la supremacía de los Estados Unidos por sus acciones políticas comunes y su cooperación económica y financiera. Uno de los resultados más notables es el establecimiento del banco de desarrollo de los BRICS, con un capital inicial de 50 billones de dólares. El objetivo es sostener la cooperación mutua y también ayudar a la cooperación sur-sur.

c) Apertura hacia la Unión Europea

Al lanzar la iniciativa “un cinturón, una ruta”, China están enviado a los países europeos una inmensa invitación a la cooperación. China quiere invertir tanto en una ruta de la seda por tierra y en una ruta marítima de la seda para estimular relaciones económicas con Europa. También es una manera de meter una cuña entre Estados Unidos y la Unión Europea. China tiene en mente los dos importantes puertos de suministro de mercancías en Europa: el Pireo en Grecia y Rotterdam en Holanda.

d) ¿La estrategia multipolar llevará a la guerra o a la paz?

Según la República Popular China, un mundo multipolar supone una alternativa a los planes hegemónicos de los Estados Unidos. Los diferentes polos deberían conformar un contrapeso y deberían unirse por un orden mundial en el que se apliquen los principios de la coexistencia pacífica. ¿Es esto un sueño o una estrategia con visos de tener éxito? El Partido Comunista de China se basa en las enseñanzas de Lenin, que demostró que el imperialismo va de la mano con el desarrollo desigual de diferentes regiones en el mundo. Los países socialistas y el tercer mundo tienen oportunidades de aprovecharse de las contradicciones originadas por ello para construir un contrapoder. El otro aspecto, sin embargo, también es cierto: el desarrollo desigual también trae nuevas tensiones entre las potencias dominantes y conduce a la guerra.

¿Estamos viendo nacer un nuevo orden internacional, o va a estallar inevitablemente una guerra? Ya es una evidencia que actualmente los Estados Unidos están orientando su estrategia militar hacia una posible confrontación con China, que es vista como la única futura amenaza real a su dominación mundial. Para hacer desaparecer la amenaza de guerra, sus fundamentos económicos, el imperialismo tendrá que desaparecer. Los preparativos de guerra que los Estados Unidos están haciendo en los mares del este y el sur de China parecen confirmar estos temores. Durante años, los Estados Unidos han estado trabajando en una estrategia de cerco a China, por medio de bases, la presencia permanente de su armada (con portaaviones incluido) en la región. Los Estados Unidos quieren ser capaces de cerrar el estrecho de Malacca, desorganizar el cinturón defensivo de China y destruir sus bases de misiles. Los Estados Unidos están armando y alentando a sus aliados, Japón y Filipinas, países que reclaman territorios en los mares del este y del sur de China, al igual que China. China es muy consciente de ello y está construyendo su propio sistema defensivo, un cinturón electrónico y militar a lo largo de su costa, junto con su propia zona de identificación aérea.

4. La expansión de las empresas chinas en Occidente

Hasta ahora la política exterior de China había merecido ser calificada de anti-imperialista. Pero ahora tenemos el nuevo fenómeno de empresas chinas en Occidente y su adaptación a los entresijos de la economía de mercado capitalista. El gobierno chino tiene como objetivo poner en el mapa a actores y empresas domésticas que sean capaces de competir internacionalmente con los monopolios occidentales. Todavía no ha habido un boom de este tipo de empresas, como ha sido sugerido, pero existe una tendencia que se hará más fuerte. Este fenómeno de multinacionales chinas puede ser puesto en tela de juicio cuando uno piensa en el futuro del socialismo.

A la política de "puertas abiertas", que ha llevado a un crecimiento orientado hacia la exportación y una intensa transferencia de tecnologías desde 1978, ahora ha sido añadida una política de "ir hacia fuera, ir hacia el resto del mundo". Se alienta a las empresas a que vayan al extranjero, a que participen en adquisiciones e inversiones en Occidente. Esto debería acelerar la transición desde un modelo basado en la mano de obra intensiva hacia una economía de alta tecnología. Desde el año pasado, la cantidad de inversiones extranjeras  directas (IED) provenientes de China han igualado la cantidad de IED que entran al país, es decir cerca de 100 billones de dólares. A finales de 2014, había 107 empresas chinas de propiedad estatal presentes en 8515 ramas en 150 países. Sus actividades, que en el pasado se limitaban principalmente a los sectores de los recursos naturales y la minería, ahora se están orientando hacia industrias punteras, las finanzas y el sector inmobiliario. De estas empresas chinas en el extranjero, el 70% son de propiedad estatal, pero algunas empresas privadas también están saliendo a la palestra. Algunos ejemplos: Geely compró Volvo, Lenovo compró la división de PC's de IBM. También vale la pena mencionar la China Ocean Shipping (Group) Company (COSCO) que ya posee parte del puerto griego del Pireo y planea adquirir el resto gracias a las privatizaciones que la Unión Europea impone a Grecia. Y finalemente, 50 empresas chinas (de las que 49 son empresas de propiedad estatal) están entre las 500 más grandes del mundo.

Por el momento, es imposible prever el futuro de esta tendencia y sus consecuencias. Puede haber consecuencias para la política exterior de China. ¿Cómo se adaptará el gobierno de China a su economía si ésta está cada vez más íntimamente imbricada en el capitalismo mundial? ¿Cómo reaccionará si empresas chinas temen que sus intereses en Occidente se vean amenazados? La pregunta principal, sin embargo, es más bien qué va a suponer esta interconexión para el propio proyecto socialista en China. Ahora las mayores empresas de propiedad estatal y las empresas privadas están listas para entrar en competición con los monopolios occidentales más poderosos. Ello responde sustancialmente a los intereses del estrato social de los propietarios de capital, administradores y directivos de empresa que no quieren saber nada de marxismo.

Preguntas

Durante el evento hubo muchas preguntas. Aquí nos limitamos a las preguntas sobre el tema principal.

1. ¿Qué hay de las prácticas cuestionables e incluso racistas de China en África?
2. ¿Podrían algunos países africanos “no pagar” a China por todas sus inversiones al cambiar de bando y aliarse con Estados Unidos o Europa?

Ante estas preguntas, Jenny Clegg y Jo Cottenier contestaron de manera bastante consensuada.

1. En África hay a veces actitudes racistas entre ambos pueblos, tanto por parte africana como por parte china. Éstas deben oponerse (y por regla general pueden serlo) a las actitudes de los representantes de los respectivos gobiernos.

2. Ciertamente, China puede correr el riesgo de la "falta de gratitud", pero no se desviará de su incondicionalidad. Por otro lado, hasta cierto punto, los gobiernos africanos pueden ver en China un modelo de emulación. Se ha dicho que China puede convertirse en una nueva potencia imperialista, pero el imperialismo presupone el capitalismo monopolista y el saqueo de los recursos, cosa de la que ni China ni los BRICS pueden ser acusados. Las relaciones entre China y los países africanos se basan en el intercambio de inversiones, de know-how y de productos terminados a cambio de recursos.

Temas de debate restantes entre Jo Cottenier y Jenny Clegg

Según Jo Cottenier, la contradicción principal es entre imperialismo y socialismo. Jenny Clegg cree que Lenin dijo una vez que "quien espere una revolución social 'pura' nunca vivirá para verla".

Otra discrepancia residía en la cuestión de si la guerra es inevitable bajo el imperialismo o no. Jo Cottenier está convencido de que éste es el caso. Por su parte, Jenny Clegg cree que seguramente existe un peligro de guerra, y los pueblos deben tenerlo en cuenta, pero sin perder la esperanza de poder evitarla. 

viernes, 22 de enero de 2016

China apoya la creación de un estado palestino con capital en Jerusalén


China ha declarado que apoya la creación de un estado palestino independiente que tenga a Jerusalén Este por su capital, en consonancia con lo que establece el Derecho Internacional.

Durante un discurso en El Cairo, el Presidente chino también anunció la concesión de 50 millones de yuanes (7,6 millones de dólares) para un proyecto de energía solar con el fin de mejorar el bienestar de los palestinos.

Hablando por primera vez en la sede de la Liga Árabe en la capital egipcia, Xi Jinping subrayó que el tema palestino no debe quedar marginado y mostró su apoyo a la creación de un estado palestino.

"China apoya firmemente el proceso de paz en Oriente Medio y el establecimiento de un estado palestino en las fronteras de 1967, que tenga plena soberanía y a Jerusalén Este como su capital", dijo Xi.

Israel se ha anexionado Jerusalén Este --un territorio palestino y reconocido como tal por las Naciones Unidas-- en un movimiento no reconocido por la comunidad internacional. En mayo de 2015, el primer ministro Netanyahu reiteró que Israel "mantendrá siempre a Jerusalén unido bajo la soberanía israelí".

Al mismo tiempo, Israel continúa construyendo asentamientos en Jerusalén Este, que son ilegales, según la ley internacional.

Pekín ha prometido a los palestinos que no permitirá que su causa quede marginada.

Fuente: Al Manar

Compañía china anuncia desarrollo de muros purificadores de aire

Hangzhou, China, 20 ene (Xinhua) -- Una fabricante china de esmalte anunció que inventó un nuevo material para construcción que convierte al exterior de los inmuebles en purificadores del aire.

La empresa Kaier New Materials Co. Ltd., con sede en la provincia de Zhejiang, este de China, anunció recientemente que desarrolló un nuevo tipo de bloque de esmalte que puede descomponer los contaminantes del aire, incluidas las partículas PM2.5, en dióxido de carbono, sal mineral y agua.

Shu Wenxiao, un investigador de la compañía, declaró: "Hemos agregado al esmalte un material nanométrico altamente oxidante e hidrofílico. El nuevo material tendrá una reacción tipo fotosíntesis con los contaminantes orgánicos del aire, como los óxidos de nitrógeno y sulfuros".

Las PM2.5, partículas con un diámetro de 2,5 micras de diámetro, están conformadas por contaminantes que incluyen materia orgánica, sulfuros y nitratos.

Shu calcula que cada 200 metros cuadrados de bloque de esmalte tienen un efecto purificador del aire similar a 14 álamos maduros. "Si cubrimos un edificio de 100 metros de altitud con 20.000 metros cuadrados del material, el edificio podrá purificar el aire tan eficientemente como 1.400 álamos".

Shu Wenxiao señaló que el agua producida por la reacción química puede formar un película delgada en el exterior de los edificios, lo que significa que las paredes no tendrán que ser lavadas.

De acuerdo con la compañía, la capacidad de autolavado fue confirmada este mes por un centro de pruebas de materiales de construcción, pero la función de purificación del aire está en espera de la autenticación.

"El material ha sido utilizado sobre las paredes exteriores de nuestro edificio durante 10 meses como prueba y ha descompuesto los contaminantes", dijo Shu. "Sin embargo, no tenemos planes para sacar el producto al mercado todavía. Las instituciones de pruebas domésticas carecen de estándares para ese material, y estamos en busca de organizaciones extranjeras", añadió.

Sin embargo, han surgido dudas sobre las bondades de los muros purificadores. Pan Liangjiang, de una empresa desarrolladora de tecnología de protección ambiental de Zhejiang, dijo que en términos técnicos, es posible que material nanométrico descomponga materia orgánica con el uso de la luz solar. No obstante, la viabilidad de usar realmente el material en construcción es cuestionable. Existen algunos temas a considerar. Por ejemplo, ¿reducirá la sal mineral creada la vida efectiva del material?. ¿La menor luz del sol en el clima nublado afectará el efecto de descomposición?".

domingo, 17 de enero de 2016

Tiembla el Banco Mundial: China abre las puertas del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura


16 Ene. 2016 - El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés) ha abierto oficialmente este sábado sus puertas en Pekín, en una ceremonia oficiada por el presidente Xi Jinping, informa la agencia de noticias 'Xinhua'.

Durante la jornada del sábado estaba previsto elegir al presidente y a la junta directiva del banco. Según informa Tass, la delegación rusa que visita Pekín está encabezada por el ministro de Desarrollo Económico de Rusia, Alexéi Ulyukayev, y el viceministro de Finanzas, Serguéi Storchak.

En su discurso durante la ceremonia de apertura, Xi dijo que la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura "mejorará las oportunidades de desarrollo de la infraestructura en Asia y promoverá la integración económica regional".

 El presidente Xi Jinping asistió a la ceremonia de inauguración del BAII

"Esperamos que los países miembros aumenten sus inversiones. El AIIB mantendrá una posición abierta y estará dispuesto a interactuar con otras estructuras económicas en la región", señaló el presidente del gigante asiático.

El Gobierno de EE.UU. sufrió el año pasado una 'derrota diplomática', cuando la mayoría de sus aliados más cercanos se inscribieron para formar parte del banco, incluidos Reino Unido, Alemania, Australia y Corea del Sur. En total, 57 países se han unido a la iniciativa, dejando a Estados Unidos y Japón al margen del negocio.

"Los países están descubriendo que deben operar cada vez más en la órbita de China", señaló el pasado mes de diciembre 'The New York Times', subrayando que la comunidad internacional se da cuenta de que al flamante banco irán asociadas ventajas financieras.

Fuente: RT

sábado, 16 de enero de 2016

Por qué Ursula Gauthier, de L'Obs, tuvo que irse de China, y por qué nos la s...

Por Maxime Vivas (Le Grand Soir)

Para leer sin prejuicios lo que viene a continuación, hay que subrayar que el autor de un artículo sobre los Estados Unidos (sobre una película, un libro, inundaciones, el Gran Cañon del Colorado...) nunca debe aclarar previamente que se desmarca del genocidio de los pieles rojas o de las masacres del ejército USA en Vietnam (o en otros muchos lugares, de eso no falta).

De la misma manera, debería ser posible escribir sobre la intervención rusa en Siria sin hacer una extensa denuncia del gulag. Por lo tanto, debería ser posible escribir sobre un acontecimiento concreto ocurrido en China sin verse obligado a marcar distancias con respecto a la Revolución Cultural, Mao, el culto a la personalidad, el sistema político, mediático, policial, judicial chinos, sin que el autor tenga que jurar que no ve en ello un modelo que desearía importar en Francia.

Sí, debería estar permitido evitar este tipo de preámbulos, pero, en realidad, es preferible tomarse esta molestia, porque de lo contrario los mentirosos, los tramposos, los manipuladores os atacan poniéndoos etiquetas en base a una supuesta simpatía política, para no tener que contra-argumentar sobre el fondo.

Y ahora hablemos de Ursula Gauthier
 

 El 18 de septiembre de 2015, extremistas uigures (que el ministro sarko-socialista Kouchner llamó "yogures"), habitantes de Xinjiang, la provincia autónoma china "geográficamente más cerca de Kabul que de Beijing", armados con hachas y otras armas blancas, asesinaron a unos 50 mineros de la etnia Han que trabajaban en una mina de carbón. La caza policial a los terroristas se saldó con la muerte de 28 de ellos.

Mientras que China está en estado de shock, Ursula Gauthier, corresponsal de la revista L'Obs en Beijing, niega el carácter terrorista del pógromo anti-mineros porque, según ella, lo que ocurrió en Xinjiang no tenía nada que ver con los atentados de París de enero y noviembre: se trató de una reacción a la política china, que hostiga a sus minorías étnicas.

El mundo entero expresó su emoción después de los atentados del 13 de noviembre en París. China también lo hizo, pero Ursula Gauthier detecta motivaciones ocultas en este país (y sólo en éste). Motivaciones que tendrían como objetivo crear "un amalgama entre la lucha contra el terrorismo internacional y la represión contra la minoría uigur en Xinjiang".

Esta toma de posiciones por parte de la periodista han molestado a las autoridades de Beijing y el visado de Ursula Gauthier no ha sido renovado. Ha tenido que irse de China.

La inmutable ONG pro-americana Reporteros Sin Fronteras (RSF) denuncia el "linchamiento mediático" y la "campaña de difamación e intimidación" contra la periodista. Su jefe, Christophe Deloire (un Robert Ménard 2.0, parece que los crían como ganado en RSF) exige al gobierno francés "una defensa firme", etc.

La mayor parte de los medios franceses se muestran solidarios con la periodista de L'Obs, pero se abstienen de publicar el artículo que irritó a Beijing.

La revista Challenge se sorprende aquí de la adhesión del pueblo chino a la reacción China:

"China: el 95% de los internautas "apoyan la expulsión" de la periodista francesa Ursula Gauthier, según la prensa oficial. Según un recuento realizado el lunes pasado, hubo 202.318 votos a favor de la decisión de expulsarla, es decir un 94,4% del total. No obstante, la mayor parte de los internautas chinos no pudieron leer el artículo de la periodista, que no fue fue traducido integralmente al mandarín y que desde entonces es inaccesible en su versión francesa en la red en China, donde las autoridades mantinene una estricta censura de los contenidos en línea."

La mayor parte de los ciudadanos franceses tampoco pudieron leerlo. Ni siquiera es seguro que todos los periodistas que hayan expresado su solidaridad con Gauthier lo hayan leído. Probablemente no hayan leído más que extractos. Para colmar este laguna, Le Grand Soir os invita a leer el artículo en su integralidad aquí.

Ahora, vamos a examinar juntos algunos detalles.

Ursula Gauthier: "Sin embargo, por muy sangrienta que haya sido, el ataque de Baicheng [el 18 de septiembre de 2015] no se parece en nada a los atentados del 13 de noviembre [en Francia]. Se trató en realidad de una explosión de rabia localizada". En efecto, "Desesperado, un pequeño grupo de uigures armados con hachas atacó una mina de carbón y a sus obreros chino de etnia han, probablemente para vengar un abuso, una injusticia, una expropiación..."

Traducir "atacó" por "masacró a varias, decenas de...". Léase con el "probablemente" que la periodista no sabe absolutamente nada, pero que lo que importa es persuadirnos que los asesinos reaccionaron ante una posible agresión anterior sobre la cual los historiadores algún día nos dirán algo, pero que de la cual, parece ser algo asumido, los obreros masacrados con arma blanca no eran responsables.

Y más aún: "Pero para Beijing, que se niega a reconocer su propia responsabilidad en el auge de la exasperación de sus minorías, la reciente multiplicación de incidentes sangrientos en Xinjiang sólo puede ser obra de una organización yihadista internacional."

Si os gustan los juegos, sustituyan en la frase anterior Beijing por París, Xinjiang por Bataclán y calculad a qué hora el RAID[1] llegará a su casa, os echará contra el suelo y os dislocará el hombro delante de vuestros hijos.

Y más aún: "El problema es que muchos expertos dudan que el ETIM[2] [movimiento terrorista uigur] sea el grupo coherente y peligroso descrito por China. Algunos llegan hasta a dudar de sus existencia. Después de los atentados del 11 de septiembre, George Bush, deseoso por encima de todo de sellar una alianza con Beijing, había aceptado meter al ETIM en su lista de organizaciones terroristas. Hoy, ya no figura en esta lista."

Observen: "muchos expertos" (¿quiénes?) dudan de la existencia de este grupo antaño inscrito en la lista de organizaciones terroristas por G.W. Bush, a quien ya se conoce por la flaqueza, la ingenuidad o el rechazo a crear una CIA o una NSA para poder tener los ojos abiertos [Nota del Traductor: léase ironía]

Ursula Gauthier también invoca como explicación "la  radicalización de los jóvenes desesperados a causa de la represión implacable que aplasta todos los aspectos de la vida de los uigures: cultura, lengua, religión, acceso a la educación, al trabajo, véase un simple pasaporte.".

El problema es que este tipo de afirmación que ya se ha empleado para el Tíbet, y que los observadores para quienes el interés por la verdad importa más que la sinofobia ya demostraron que eran falsas (ver mi libro "El Dalai Lama, no tan zen", Editorial Max Milo, 2011). Se contradicen con otras informaciones. Por ejemplo, en su libro publicado en Denoël, titulado "Los chinos son hombres como los demás", Zheng Ruolin, gran amigo de Francia, donde ha vivido unos 20 años, revela que en Xinjiang, cuando se reúne la asamblea de diputados hacen falta cinco intérpretes para que se puedan entender entre ellos. Cinco lenguas practicadas, por lo tanto.

El artículo de Ursula Gauthier es un artículo por encargo contra el gobierno chino. ¿Y por qué no? Está en su derecho. Jamás se le ha pedido a los corresponsales de prensa occidentales que simpaticen con el PCCh.

Esta corresponsal de L'Obs incluso tiene el derecho (agarraos) a manipular un poco la  realidad, manipular al lector, darle un aire informativo a un texto de propaganda del cual no renegarían unos terroristas. En Francia, estamos acostumbrados a ello. Le Grand Soir, Acrimed, Investig'action (por no citar más que esos) lo demuestran con regularidad. 

Pero en este caso concreto se plantean tres problemas específicos:

1) Ursula Gauthier oculta la realidad de un terrorismo uigur. Las autoridades chinas, enfrentadas a una minoría de uigures musulmanes contaminados por los propagandistas de Al-Qaeda a través de sus cientos de kilómetros de frontera porosa con Pakistán (y otra, más corta, con Afganistán) deben hacer frente a un terrorismo real, sangriento, apoyado desde el extranjero. Los Estados Unidos despliegan (financian), a través del National Endowment por Democracy (NED), varios programas hacia Xinjiang (al igual que hacia Tíbet, las dos regiones que son el talón de Aquiles de China). La mayor parte de las figuras históricas de la CIA han ocupado en un momento u otro un puesto en el consejo de administración o la dirección del NED, como John Negroponte, nombrado después embajador en el Irak ocupado, y después, una vez regresado a los Estados Unidos, ha sido el jefe de todos los servicios de información estadounidenses (ocupando aquel cargo, era él quien tenía la responsabilidad de nombrar el director de la CIA).

- Fue establecida la responsabilidad de un comando uigur en el ataque a un puesto de policía en Xinjiang el 4 de agosto de 2008, durante los Juegos Olímpicos de Beijing: 16 muertos.

- El 28 de octubre de 2013, un comando uigur comete un atentado en la plaza Tian'anmen en Beijing: 5 muertos y 40 heridos.

- El 1º de marzo de 2014, un comando uigur comete un atentado en la estación de tren de Kunming, capital de la provincia de Yunnan: 29 muertos por cuchillo y 130 heridos.

- El 18 de septiembre de 2015, es el asesinato de unos 50 mineros. 

Policías, turistas y transeúntes, viajeros, trabajadores, éste es el tipo de víctimas por las cuales quedaríamos sorprendidos al aprender que han cometido un abuso, una injusticia, una expropiación en Xinjiang antes de ser reunidos, por una cuestión de mala suerte, hasta su lugar de muerte.

2) En un vídeo, Ursual Gauthier se defiende (aquí) diciendo que en ningún momento ha justificado el terrorismo. Es cierto, pero en ningún momento lo ha denunciado, en ningún momento ha mostrado tener compasión por las víctimas, en ningún momento ha tenido una onza de comprensión hacia el gobierno chino cuando toma medidas (¿demasiadas medidas?, ¿demasiado meticulosas, demasiado brutales?) para proteger a su población de atentados y masacres indiscriminadas contra inocentes.

En ningún momento ha tenido una palabra amistosa para el pueblo chino, sentimiento que reivindica un mes después de la publicación de su artículo militante, pocos días antes de la expiración de su visado.

En efecto, ¿cómo creer en la sinceridad de su amor (tardío y roto) que ella proclama en un vídeo (ver arriba) bajo la avalancha de reproches, y en sus palabras, que se contradicen con el tono de su artículo, dedicado a encontrar, si bien no excusas, al menos "justificaciones" a los actos sangrientos? ¿Cómo pudiera apostarse un yuan por su objetividad cuando no hay ni una sola palabra en su artículo que sea susceptible de irritar a los asesinos?

Si las palabras "terroristas" o "terrorismo" aparecen hasta 17 veces en su artículo, siempre es con comillas.

¿Y leyéndola, quién dudaría que haya combatientes uigures que se hayan unido al Daesh en Siria? ¿Para volver a encontrarse con su lengua o la casa que le han expropiado? ¿Por su ira contra la autoridad, desesperados por la imposibilidad de obtener un pasaporte? De eso se trata: evitemos, junto con L'Obs, el confundirlos con terroristas que asolan a Siria y que envía sus metástasis a Europa.

3) Si Ursula Gauthier hubiese escrito sobre los atentados terroristas de París (de enero y noviembre) lo que ha escrito sobre los atentados en Xinjiang, habría tenido que responder ante la justicia francesa y habría sido despedida de L'Obs, con la aprobación de los medios de comunicación y el silencio de RSF.

Porque, recordémoslo, Charlie Hebdo no fue hace tanto tiempo.

Unos locos hechos de la misma pasta que los fanáticos uigures cometieron la masacre odiosa de Charlie Hebdo. Y en una Francia invadida por el temor y la compasión, no hubo ninguna Ursula Gauthier a quien se le ocurriera escribir lo que escribió sobre las masacres indiscriminadas en China. ¡Ningún periodista puso comillas a la palabra terrorista!

En enero de 2015, el gobierno francés pidió que se observara un minuto de silencio en los colegios. Los casos de no-respeto fueron señalados. Veamos a la ministra de Educación Nacional Najat Vallaud-Belkacem, el 14 de enero de 2015, en la Asamblea Nacional (preguntas al gobierno), aquí:

"Tratándose del propio minuto de silencio, se nos ha informado de un centenar de incidentes. Los días que siguieron pedimos la misma vigilancia, y fuimos informados de otro centenar de sucesos. De hecho, unos cuarenta casos fueron transmitidos a los servicios de la policía, la gendarmería, la justicia, porque según algunos se trataba incluso de apología del terrorismo. No podemos dejar que esto ocurra."

La ministra de justicia, Christiane Taubira, publicó una circular pidiendo a los procuradores de la República que hagan prueba de una "extrema reactividad" y "firmeza".

- Un niño de 8 años fue llevado a comisaría por no haber querido "ser Charlie" y por haber hablado de terroristas, palabra cuyo significado en realidad no conocía. Un jugador de basket profesional, Akin Akingbala, pivote nigeriano del equipo de Rouen, fue expulsado de su club deportivo el 17 de febrero por un mensaje privado recogido en la red social Twitter. El mensaje, escrito anteriormente por un periodista británico, decía en inglés "Yo no soy Charlie, soy Ahmed, el policía muerto...".

- La revista mensual Le Monde Diplomatique de enero de 2015 señala que la represión va desde "la inculpación de jóvenes por hacer dibujos (¡sí!) hasta la condena en Grenoble a seis meses de cárcel para un deficiente mental".

- Un hombre de 28 años que había gritado a unos polícias "¡Han matado a Charlie, me he reído mucho!" fue condenado a seis meses de cárcel por el tribunal correccional de Bourgoin-Jallieu, departamento de Isère.

- El diario Ouest France del 14 de enero de 2015 nos desvelaba que "Más de 50 procesos sumarios por apología del terrorismo han sido abiertos en Francia desde los atentados de Charlie Hebdo hace una semana, según el ministerio de justicia". Los graciosos, borrachos y bravucones que se desahogan con bromas de mal gusto sobre el tema, son juzgados en el acto. Una decena de condenas - bastante duras - se pronuncian al cabo de unos días.

Era la Francia traumatizada de enero de 2015, la que olía a Patriot Act, la Francia en la que un mensaje privado, una palabra en la calle, un artículo podía conduciros hasta un tribunal.

Para Ursula Gauthier, si China, "una sociedad que demuestra muy poca simpatía por el resto del mundo" (pero que luego descubre que "adora" mientras hace las maletas) se unió en noviembre al dolor de Francia, fue para obtener "a cambio el apoyo de la comunidad internacional para sus propias disputas con su minoría más inquieta: los uigures del Xinjiang".

De aquí que el título del artículo de Ursula Gauthier en el L'Obs sea: "Tras los atentados, la solidaridad de China no deja de tener motivaciones ocultas."

Como si la reunión de los jefes de Estado por el atentado de Charlie Hebdo en París estuviera desprovista de motivaciones ocultas.

Si la prensa francesa está pasando por una grave crisis, si se ve obligada para sobrevivir a venderse a industriales y banqueros, a solicitar al Estado importantes ayudas financieras, no todo se debe a la coyuntura: la profesión está siendo fuertemente desprestigiada y comprendemos mejor por qué, gracias a Ursula Gauthier. El pecado mortal de un periodista es creer que es intelectualmente superior a todos sus lectores, que éstos no tienen ningún medio de verificar lo que escribe, ni de notar, bajo una presentación parcial de los hechos, un discurso militante y un frío corazón.

¡Y los silencios!

¿Cómo hacer comprender al lector el nerviosismo de Beijing frente a los terroristas islámicos y los separatistas si no se le dice que Xinjiang es la segunda región productora de petróleo del país, que provee un tercio del consumo nacional de gas natural, que es el primer productor de carbón con un 40% de las reservas nacionales? Allí se encuentra el mayor yacimiento de uranio del país. Añadid a esto el paso de gasoductos y oleoductos y sabréis algo más sobre Xinjiang.

Ah... de verdad, no es necesario sentir nostalgia por la Revolución Cultural, el Gran Timonel, Gran Comandante en Jefe y Gran Piloto, querer importar en Francia el sistema político, mediático, policial, judicial, culinario (me refiero a los insectos fritos o a las brochetas de escorpiones, no a la cerveza Tsingtao) chinos para desmarcarse de esta periodista y no unirse a la jauria que lamenta su expulsión, cuando es necesario denunciar lo que escribe y su falta de honradez, que por cierto es señalada por gran parte de los internautas... en la página web de L'Obs.

Ah... señora Gauthier, usted dice que se la s... los 50 mineros masacrados con hacha, 50 obreros que trabajaban para alimentar a sus familias, pero quienes, ante los ojos de "asesinos a quienes temen las panteras y ante quienes tiembla un puñal cuando su mano lo ha tocado" (Louis Aragon), presentaban los defectos excluyentes que atizan los odios y que les fueron señalados mediante gritos de "¡Estamos en nuestra casa!" y "¡Allahu akbar!". Probablemente, como diría usted.

P.D: Hay algo que hiela en la sangre en el razonamiento de Ursula Gauthier, para quien unos obreros chinos que extraen carbón en Xinjiang sin ser originarios de esta región china no merecen más compasión (¡o sino que lo diga!) que la que manifestaba la extrema derecha durante los pógromos asesinos anti-italianos de 1893 en Aigues-Mortes, o en la época del racismo anti-polaco en el norte o durante las recientes exacciones córcegas contra lugares de culto musulmanes.

Pese a una hostilidad hacia China de los que dan fe sus anteriroes artículos, Ursula Gauthier sin duda habría obtenido de nuevo la prolongación de su visado si no se le hubiese ocurrido trazar las fronteras de China, dar o quitar el derecho de suelo, insinuar que hay chinos menos chinos que otros (los Han) y que harían mejor en quedarse en su casa, hacer pasar por patriotas (hasta el punto de absolverles) a terroristas contaminados de nacionalismo, racismo, integrismo religioso, salvajería y desprecio por la vida de los demás chinos.

Pero, ya que vuelve a Francia, aconsejo a L'Obs (por cortesía) que no le encargue artículos sobre terrorismo que estén calcados sobre su visión beijinesa del problema. 

[1] El RAID (Recherche, Assistance, Intervention, Dissuasion) es una unidad de élite de la policía nacional francesa. 
[2] ETIM: siglas en inglés del Movimiento Islámico del Turquestán del Este, ahora más bien conocido como Partido Islámico del Turquestán (TIP) o Partido Islámiso del Turquestán del Este (ETIP), ligado entre otros a Al-Qaeda.

http://www.legrandsoir.info/pourquoi-ursula-gauthier-de-l-obs-a-du-quitter-la-chine-et-pourquoi-on-s-en-f.html

miércoles, 13 de enero de 2016

Xi Jinping resalta avances en la lucha anticorrupción

BEIJING, 13 de enero — El presidente Xi Jin­ping resaltó la víspera los avances y el impacto de la campaña anticorrupción que lidera el Partido Co­mu­nista de China (PCCh).

Al inaugurar este martes la sexta sesión plenaria de la XVIII Co­misión Central de Control Dis­ciplinario del PCCh, Xi instó a todos los miembros del Partido a mantener la suficiente confianza en la determinación del Comité Central de ese órgano en la lucha contra la corrupción, reporta Xinhua.

La sesión anual de alto perfil anticorrupción fue presidida por el jefe del máximo organismo contra ese fla­­gelo, Wang Qishan, y acudieron otros altos dirigentes, incluidos el pri­mer ministro Li Keqiang, Zhang Dejiang, Yu Zhengsheng, Liu Yun­shan y Zhang Gaoli.

Desde su llegada al poder, Xi se comprometió a acabar con la co­rrup­­ción en los funcionarios gubernamentales de alto, medio y bajo nivel.

En los últimos tres años, ha ba­ta­llado eficazmente contra este peli­groso flagelo social bajo la dirección de la Comisión Central de Con­trol Disciplinario, máximo órgano anticorrupción del PCCh.

Unos 29.000 funcionarios fueron sancionados por violar las reglas de austeridad durante los primeros 11 meses del año pasado, informó Prensa Latina.

Con esa cifra, el número total de funcionarios castigados por diversos problemas de corrupción ascendió a 130 000 desde finales del 2012.

Fuente: Granma

La estatua gigante de Mao Tse Tung fue demolida

La honestidad nos oliga a publicar esta noticia.


Una estatua de Mao Tse Tung sentado, de 37 metros de altura, que se había convertido en la más grande de China dedicada al Gran Timonel, ha sido demolida por "carecer de la aprobación de las autoridades", pocos días después de que imágenes de esta efigie se publicaran en la prensa de todo el mundo.

Según informó hoy el Diario del Pueblo, periódico portavoz del Partido Comunista de China (el mismo que difundió las primeras imágenes), la estatua, que no sólo llamó la atención por su tamaño, sino también por su intenso color dorado, ha quedado destruida en la localidad de Tongxu, de la provincia central china de Henan.

La escultura, que estaba siendo erigida en medio de un campo, había costado 3 millones de yuanes (US$ 450 mil) y, a diferencia de los muchos otros cientos de monumentos dedicados al Gran Timonel en este país, no era una iniciativa pública, sino que fue financiada con aportaciones de empresarios locales nostálgicos del maoísmo. Su construcción había durado nueve meses y estaba cercana a su término.

Con este derribo, la estatua más alta dedicada a Mao Tse Tung vuelve a ser un busto de 32 metros erigido en la ciudad de Changsha, que retrata al líder cuando tenía unos 20 años (en esa urbe del centro del país es donde el líder comunista pasó su juventud).


La siguiente estatua de Mao en la clasificación, inaugurada en la Universidad Médica de Chongqing en 2008, también fue polémica porque muchos admiradores de Mao se quejaron de que la efigie se parecía más bien a su sucesor y rival en el seno del Partido Comunista, Deng Xiaoping.

Disminuyen homenajes a Mao

Mao sigue siendo venerado en China como el fundador del actual régimen, como prueba el hecho de que su retrato y su cuerpo embalsamado se encuentren en el corazón simbólico de la República Popular, la plaza de Tiananmen.

Sin embargo, los actuales líderes chinos, con el presidente Xi Jinping a la cabeza, intentan reducir en la medida de lo posible los homenajes al maoísmo por ser también una época de triste recuerdo, con grandes dramas como la Revolución Cultural o las hambrunas del Gran Salto Adelante.

El último líder comunista de China que mostró abiertamente su nostalgia por Mao con grandes homenajes públicos, el exministro de Comercio Bo Xilai, cumple actualmente cadena perpetua por corrupción, mientras su esposa también está en prisión por el asesinato de un empresario británico.

Fuente: EFE

sábado, 9 de enero de 2016

Beijing anuncia el cierre de 2.500 pequeñas empresas contaminantes en 2016

 

La región de Pekín anunció este sábado que cerrará este año unas 2.500 empresas contaminantes de pequeño tamaño, en un intento de reducir la polución del aire, que ha obligado a las autoridades a declarar sus primeras dos alertas rojas en diciembre.

Además, se ha marcado el objetivo de reducir en 500.000 toneladas anuales el consumo de carbón en los seis distritos del centro de la región (los que con forman la ciudad de Pekín)

El objetivo es clausurar todas las calderas alimentadas por carbón en la ciudad para 2020, según informó la agencia oficial Xinhua.

Los cierres de empresas contaminantes tendrán lugar en cuatro distritos (uno de la ciudad y tres de la periferia).

La región de Pekín ha ido eliminando progresivamente grandes focos de contaminación (como las centrales eléctricas alimentadas por carbón) pero a la vez han proliferado pequeñas fuentes de polución.

El anuncio llegó casi a la vez que un nuevo aviso del Centro Nacional de Control Medioambiental por fuerte contaminación para la región Pekín-Tianjin-Hebei durante los próximos martes y miércoles.

Las autoridades de la región emitieron en diciembre pasado las dos primeras alertas rojas por elevada contaminación del aire.

Pekín registró en 2015 una media de 80,6 microgramos por metro cúbico de partículas PM 2,5 (las más perjudiciales), según cifras oficiales, lo que supone 1,3 veces más que el estándar nacional chino, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda no superar una media máxima de 25 microgramos.

Fuente/EFE

jueves, 7 de enero de 2016

China y el cambio climático

Coincidiendo con que no hace mucho terminó la cumbre climática COP21 de París y que tampoco es un recuerdo lejano la catastrófica situación de esmog que hubo recientemente en el norte de China, por la cual el gobierno chino tuvo que declarar la alerta roja, podría ser un buen momento para publicar ahora este artículo de Frank Willems, ahora traducido del francés, sobre la posición de China en relación al cambio climático. Este artículo fue publicado en 2010 en el nº82 de Etudes Marxistes, revista teórica del Partido del Trabajo del Bélgica, justo después de la cumbre sobre el cambio climático de Copenhague celebrada del 7 al 18 de diciembre de 2009. Tras aquella cumbre, los países occidentales acusaron a China del fracaso del misma. Sin embargo, un gran número de países del tercer mundo veían en China a su representante. En aquella cumbre, el ministro de asuntos extranjeros de Cuba Bruno Rodríguez Parrilla declaró que: "En Copenhague se produjo un asalto, un atraco contra China, Brasil, India, Sudáfrica y contra todos los países llamados eufemísticamente en desarrollo." ¿Qué había pasado realmente en Copenhague y que hacía en 2010 China contra el cambio climático? A estas preguntas contestaba Frank Willems, que es ex-presidente de la Asociación China-Bélgica y gran conocedor de China, y del cual ya he traducido un artículo. Entiendo que muchos datos ofrecidos por el artículo habrán quedado obsoletos (tanto para lo bueno como para lo malo) después de seis años, pero lo esencial de las políticas del gobierno chino en la actualidad, en relación al medio ambiente y el cambio climático queda bien reflejado aquí. Y siempre es interesante saber cuál era la situación hace seis años, que no es tanto tiempo. 

Según los Merkel, Brown y Sarkozy, China es responsable del fracaso de la cumbre de Copenhague. ¿Pero qué piensa China sobre ello y qué es lo que está en juego?

Un punto de vista del tercer mundo

Recordemos que China siempre apoyó la lucha contra el calentamiento global y que fue una de las primeras firmantes del protocolo de Kyoto, mientras que los Estados Unidos lo boicotearon.

De hecho, China tiene buenas razones para tomarse en serio la lucha contra el calentamiento global, que es responsable, entre otras cosas, del derretimiento de los glaciares del Himalaya. Las zonas situadas a más de 4000 metros de altitud se calientan mucho más rápidamente que el resto del planeta. Los glaciares tibetanos retroceden entre 10 y 15 metros de media al año. En la meseta del Qinghai, allí donde el Yangtsé toma su fuente, los glaciares han retrocedido cerca de 20 km2 en cuarenta años, lo cual ha arrastrado a corto plazo un aumento de las inundaciones, y a largo plazo una mayor sequía en el norte. En cuanto al sur, corre el riesgo de estar afectado en mayor medida por las tormentas tropicales. Todo ello, sumado a la falta de tierras cultivables, amenaza seriamente con comprometer el suministro de alimentos. Según expertos chinos, el aumento de las temperaturas podría arrastrar una disminución de entre el 14% y el 23% de la producción de cereales hasta el año 2050, si no se toman medidas de protección especial. Las grandes zonas costeras, como la megalópolis de Shanghái, podrían verse bajo el nivel del mar. Aparte de los cambios climáticos, es sobre todo la preocupación por asegurar la seguridad energética del país lo que empuja a China al ahorro energético y recurrir a las energías renovables. Sin olvidar la posibilidad de convertirse en líder mundial de las nuevas tecnologías ambientales.

Por una cuestión de principios, China siempre ha denunciado el papel histórico de los países industrializados. Nadie ignora que los gases de efecto invernadero permanecen en la atmósfera durante mucho tiempo, y que desde hace 250 años, Estados Unidos y Europa Occidental han sido con diferencia los mayores emisores de gases de efecto invernadero. Si se reconoce que China hoy emite el 18% de los gases de efecto invernadero, sólo un 8% de los gases emitidos durante los últimos 100 años, aún presentes en la atmósfera, han sido producidos por China. Según el enfoque histórico que prevé un aumento de la temperatura hasta un máximo de 2ºC en 2050, cada persona viviente sobre la tierra tendría derecho a una cierta cuota de emisiones históricas. Esta cuota de emisiones históricas ya ha sido totalmente agotada para los países industrializados. Los países como China y la India, por el contrario, aún disponen de una importante cuota por habitante. Dicho de otra manera, de ahora en adelante los países industrializados deberían absorber gases de efecto invernadero en lugar de emitirlos, y si esto no es posible, tendrán que encontrar urgentemente una manera de reducirlos prácticamente a cero, invirtiendo fondos generosamente (del 0,5% al 1% del PIB, es decir cerca de 100 billones de dólares al año) y poniendo gratuitamente sus tecnologías modernas a disposición de los países en vías de desarrollo, a fin de reducir allí las emisiones de gas y paliar las consecuencias del calentamiento global.

En Copenhague, el primer ministro chino Wen Jiabao reclamó “reglas equitativas”. Wen añadió: “Desde la revolución industrial, hace 200 años, los países industrializados han emitido el 80% del total de las emisiones de CO2… En los países en vías de desarrollo, la industrialización surgió hace solamente algunas decenas de años y en la actualidad la mayoría de sus habitantes aún viven en la extrema pobreza. Por lo tanto, es totalmente injusto pedirles que reduzcan sus emisiones por encima de las normas obligatorias en vigor y por encima de sus posibilidades, sin que se tengan en cuenta las responsabilidades históricas, el nivel de emisión por persona o incluso el nivel de desarrollo. Los países industrializados, que ya gozan de una vida bastante confortable, siguen emitiendo mucho más CO2  por persona que los países en vías de desarrollo, y estas emisiones provienen principalmente del consumo. En cambio, las emisiones de los países en vías de desarrollo provienen esencialmente de actividades vitales y de la producción destinada a la exportación. Las normas climáticas no pueden ser de ninguna manera un obstáculo al esfuerzo realizado por los países en vías de desarrollo por luchar contra la pobreza y recuperar su atraso. […] Los países industrializados deben tomar la iniciativa a la hora de reducir considerablemente sus emisiones y ofrecer un apoyo financiero y tecnológico a los países en vías de desarrollo. No se trata solamente de una ineludible responsabilidad moral, también legal de una obligación legal. Por su parte, los países en vías de desarrollo deben, con la ayuda financiera y tecnológica de los países industrializados, hacer todo lo que esté a su alcance para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y adaptarse a los cambios climáticos en función de su situación nacional.”

En realidad, las palabras de Wen Jiabao no hacen más que retomar lo que ya figuraba en el protocolo de Kyoto. Ahí se hace la distinción entre los países que figuran en el anexo I (los países industrializados) y los países que no figuran en el anexo I (todos los países en vías de desarrollo, incluyendo a China). El artículo 10, relativo al compromiso de los países, estipula que “Todas las partes, teniendo en cuenta sus responsabilidades comunes pero también diferenciadas, y la especificidad de sus prioridades nacionales y regionales de desarrollo, sus objetivos y su situación, sin prever nuevos compromisos para las partes que no están listadas en el anexo I, llevarán a cabo […] (el texto enumera luego una serie de medidas que deberán ser adoptadas).” Dicho de otra manera, Kyoto no obliga a China ni a ningún otro país en vías de desarrollo a una reducción de emisiones y reconoce explícitamente que siendo los países industrializados los principales responsables, les corresponde a ellos el hacer esfuerzos.

En 2007, todas las partes afectadas se reunían en Bali para adoptar una hoja de ruta, el “Bali Road Map” sobre la reanudación de los compromisos a partir del año 2012. En el artículo 1, a) se puede leer: “A una visión común de la acción concertada a largo plazo […] para alcanzar el objetivo último de la Convención (Kyoto), de acuerdo con las disposiciones de este instrumento y los principios allí enunciados, en particular el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y de capacidades respectivas, y teniendo en cuenta las condiciones sociales y económicas y otros factores pertinentes…” Y después, en el punto 1, b): “i) Compromisos o iniciativas de atenuación apropiados a nivel nacional, mensurables, notificables y verificables, incluyendo objetivos cuantificados de limitación y reducción de las emisiones, de parte de todos los países desarrollados […] ii) Medidas de atenuación apropiadas a nivel nacional de parte de los países en vías de desarrollo en el marco de un desarrollo duradero, sostenido y hecho posible por tecnologías, medios de financiación y un refuerzo de las capacidades, de una manera mensurable, notificable y verificable.” No se podría ser más explícito sobre la diferencia de trato entre países desarrollados y países en vías de desarrollo.

El presidente del GIECC[1], Pachauri, declaró en su discurso en Copenhague que “la conferencia debe conducir a la puesta en marcha urgente y a gran escala de iniciativas de atenuación. Y como dice la CMNUCC[2], estas iniciativas deben provenir de países industrializados que también deben conducir a la lucha contra el calentamiento global y sus consecuencias desastrosas.”

Se comprende mejor por qué China se negó, muy a pesar de los líderes europeos, firmar el proyecto de acuerdo danés – que solamente defendía el punto de vista de los países industrializados. Efectivamente, aceptar de aquí a 2050 una reducción de las emisiones de un 80% para los países desarrollados y de un 50% para China, supondría mantener las injusticias existentes y permitiría a los Estados Unidos seguir emitiendo por habitante en 2050 un 50% más que China. Según los expertos internacionales del GIECC, las emisiones de CO2, uno de los principales gases de efecto invernadero, deberían bajar para el año 2050 de 32 billones de toneladas a 11 billones. Ello representa para los países industrializados una disminución del orden del 90-95% y para China una disminución del 50% con respecto al nivel de 2005. Así se tendrían unas emisiones por habitante iguales en todos los países.

Tampoco ha sido posible encontrar un acuerdo a corto plazo (para el 2020). Lo que proponen los Estados Unidos y la Unión Europea no basta para alcanzar los objetivos de 2050. Para alcanzarlos, la reducción fijada para el año 2020 debería ser de al menos un 40% con respecto a la de 1990. Los Estados Unidos propusieron apenas un 3%. Los países industrializados también exigen que China fije un año y una cantidad máxima de emisiones. China no está de acuerdo, porque esto vendría a imponer un límite a su desarrollo cuando el país aún tiene un atraso importante. Con respecto a esta cuestión, el primer ministro chino empleó una metáfora más que elocuente: “Imaginad a un hombre rico que al terminar un festín suntuoso en un restaurante cinco estrellas, invita a algunos pobres a beber un café con él y les proponga después pagar la cuenta a partes iguales.” Concretamente, China está dispuesta a reducir sus emisiones de aquí al año 2050 hasta un nivel aceptable, de manera a limitar el aumento de la temperatura de 2ºC, pero se niega a aceptar para el periodo intermedio toda limitación a su crecimiento económico.

Último punto de ruptura de las negociaciones: el control de las emisiones. Los Estados Unidos quieren poder controlar las emisiones de China. Por supuesto, China se opone a ello. Se ha comprometido voluntariamente a reducir sus emisiones un 40-45% entre 2005 y 2020, y ha declarado ser capaz de medir ella misma su nivel de emisiones. Los Estados Unidos podrían controlar únicamente los proyectos que ellos apoyan financieramente. Si este debate puede parecer más bien teórico, en realidad está relacionado con medidas proteccionistas. En efecto, los Estados Unidos prevén la posibilidad de aumentar el impuesto sobre carbono para los productos que, según las autoridades estadounidenses, no habrían sido producidos empleando procedimientos llamados “débiles en carbono”.

En Copenhague, China no fue la única en oponerse a la actitud irracional de los países industrializados. Durante todo el periodo de negociaciones, China mantuvo estrechos contactos con el Grupo de los 77 y los países BRIC[3]. Durante la última ronda, Obama esperaba poder negociar con Wen Jiabao, pero se encontró con los presidentes de Brasil, India y Sudáfrica.

Mientras defendía su posición, en Copenhague China se hizo eco de la voz de los países en vías de desarrollo.

Hugo Chávez también tomó la palabra. Después de unos comentarios mordaces sobre el método de trabajo poco democrático de Dinamarca y la hipocresía de los Estados Unidos, terminó su intervención con estas palabras: “Bien, esto era un comentario al margen. Quería hacerlo antes, levanté la mano para acompañar a Brasil, India, Bolivia, China, apoyar sus interesante posición y decir que Venezuela y los países del ALBA la comparten plenamente, pero la palabra no me fue concedida.” (aplausos). Y después: “Este es el motivo por el cual estoy sorprendido: me parece extraño exigir aquí a China y a los Estados Unidos en los mismos términos. Los Estados Unidos tienen posiblemente unos 300 millones de habitantes, y China cinco veces más. Los Estados Unidos consumen más de 20 millones de barriles de petróleo al día, y China apenas 5 o 6 millones. No se puede pedir lo mismo a los Estados Unidos y a China[4].”

Cuba, Venezuela y algunos otros países se negaron a firmar el mini-acuerdo de Copenhague, y contrariamente a los líderes europeos, hicieron de los Estados Unidos los únicos responsables del fracaso de las negociaciones. Fidel Castro escribió en un artículo[5] que el ministro cubano de Asuntos Extranjeros había, durante una conferencia de prensa como portavoz del ALBA, defendido a China, India, Brasil, Sudáfrica y otros países emergentes… El ministro cubano se preguntaba (haciendo referencia al discurso de clausura de Obama) lo que entiende por “las mayores economías han tomado la decisión de asumir conjuntamente la responsabilidad”. “¿Significa esto que tienen la intención de hacer pagar gran parte del coste de la ayuda y la adaptación al cambio climático de los países, países del sur la mayor parte, como China, Brasil, India y Sudáfrica? Porque hay que decir que en Copenhague se produjo un asalto, un atraco contra China, Brasil, India, Sudáfrica y contra todos los países llamados eufemísticamente en desarrollo.”

Según un comunicado de prensa[6] del ministerio de Asuntos Extranjeros hindú, los ministros de Asuntos Extranjeros indio y chino conversaron por teléfono al día siguiente de la cumbre de Copenhague. El ministro Krishna subrayó que durante la cumbre de Copenhague, India y China “cooperaron estrechamente y eficazmente para la defensa de los intereses de los países en vías de desarrollo”.

Programas costosos

En 2008, China se convirtió en el mayor emisor de gases de efecto invernadero, superando así a los Estados Unidos. No obstante, si se coge la tasa de emisión por habitante, China emite 3,5 veces menos gases que los americanos. Pero su consumo de energía aumenta un 5% cada año y sus emisiones por cada dólar de producto interior bruto figuran entre las más elevadas del mundo. La realidad es que en China un gran número de instalaciones son poco eficaces, lo cual conlleva un gran despilfarro de energía, sin olvidarse del hecho de que China se ha convertido en “la fábrica del mundo”.

Frente al aumento de sus emisiones y al rechazo de los Estados Unidos y otros países a la hora asumir su responsabilidad en el cambio climático, China está cada vez más convencida de que no se puede dejar la lucha contra el calentamiento global únicamente en manos de los países industrializados.

Entre 1990 y 2005, el consumo de energía por unidad producida bajó un 50%. El plan quinquenal 2006-2010 prevé también una nueva disminución del 20%. Podemos esperar sinceramente que estos objetivos serán alcanzados hacia finales de 2010.

En junio de 2007, China publicó un plan nacional sobre el cambio climático. Por lo tanto, China es el primer país en vías de desarrollo en poner en marcha un plan de este tipo. El mismo año 2007, los 14 ministerios de China publicaron dentro de este marco un plan común de investigación y desarrollo tecnológico.

China prevé para el periodo 2010-2020 una reducción del 40-45% de sus emisiones por unidad producida. Según un estudio oficial, gracias a la política actual, sería posible alcanzar un disminución de las emisiones de alrededor del 30%. Pero para alcanzar el 50%, China tendría que renunciar cada año a un 1% de su crecimiento (algunos expertos hablan de un coste mucho más elevado). El plan prevé que en 2010 el 10% de la energía consumida deberá ser no-fósil, y que sea el 15% en 2020. El plan prevé además que el 20% de la producción de energía eléctrica será renovable. El monto de las inversiones hasta el año 2020 está estimado en 250 billones de euros.

¿Cuáles son las perspectivas de China para el año 2050? A finales de 2009, un proyecto de plan quinquenal 2011-2015 ha sido entregado al gobierno. Este proyecto considera tres escenarios a largo plazo para China, a saber: seguir su desarrollo y no emitir más de 13 billones de toneladas de aquí al año 2050; redoblar sus esfuerzos para limitar las emisiones a 9 billones de toneladas en 2050; y tomar medidas radicales para limitar las emisiones a 5 billones de toneladas en 2050, es decir un 20% menos que hoy. Según un reciente estudio realizado por McKinsey, China alcanzaría una tasa de emisión máxima hacia el año 2030, y en 2050 su tasa de emisión sería igual a la de 2005. Pero para llegar a ello, hace falta que a partir de ahora todas las nuevas instalaciones estén equipadas con las tecnologías más modernas y que toda la sociedad china se convierta en una sociedad llamada “pobre en carbono”. Dicho de otra manera, hace falta que los hogares consumen menos energía, que el transporte se vuelva eléctrico, que las fábricas ahorren mucho en combustible, que la producción de energía eléctrica se vuelva no-fósil y que las centrales de carbón sean mucho más económicas y puedan captar y almacenar los gases de efecto invernadero.

La realización de todos estos proyectos requiere de enormes inversiones, un promedio del 2,5% del PIB mundial, según el GIECC. Para el grupo de estudio dirigido por Zou Ji, jefe del departamento de gestión y economía del medio ambiente en la Universidad Renmin, un enfoque más agresivo de las emisiones de China después de 2030 costaría hasta 284 billones de dólares al año (es decir un 7,5% del PIB) y podría alcanzar los 500 billones de dólares después de 2050.

Para una minoría de profesores, sería preferible invertir menos en la lucha contra el calentamiento global y concentrar más bien los esfuerzos en neutralizar sus consecuencias.

Por lo tanto se puede decir que a todos los niveles, China se esmera seriamente en reducir sus emisiones. El nuevo plan del gobierno prevé para los 10 próximos años una inversión de 150 a 500 billones de euros en energías renovables, el transporte “verde”, un consumo de carbón más conveniente y redes de alta tensión más eficaces.

Energía renovable

En 2007, la capacidad de producción de energía eléctrica renovable de China ya se elevaba a los 151 GW (151 gigavatios, es casi 10 veces el total de la capacidad de producción eléctrica de Bélgica), ocupando así el primer lugar mundial.

La energía hidroeléctrica ocupa el primer puesto, con una producción hoy equivalente a los 142 GW, y que debería alcanzar los 300 GW en 2020. Y a largo plazo, se podrían alcanzar incluso los 700 GW. La construcción de grandes presas, en particular en la región del suroeste donde fluyen los tres grandes ríos (Salween, Mekong y Yangtsé) requiere de una estudio profundo del impacto sobre el medio ambiente.

Central hidroeléctrica de las Tres Gargantas, la más grande del mundo

El papel jugado por la bioenergía también es importante. Los campesinos utilizan desechos agrícolas para cocinar, calentarse o producir gas natural. Los desechos biológicos permiten así producir hasta 30 GW de electricidad. Algunos terrenos poco fértiles están reservados a la plantación de árboles destinados a la producción de biocarburantes (12 millones de toneladas de aquí al año 2020). En cuanto las tierras áridas, están reservadas a la plantación de árboles oleaginosos.

La energía nuclear pasará de menos del 2% al 5% de la electricidad en 2020, lo que representa 70 GW[7]. A largo plazo, se podría alcanzar los 160 GW.

Sobre el conjunto de la población, el 10% ya está equipado con paneles solares, que ya son obligatorios para toda nueva construcción. En 2007, esto ya representaba 1,9 MW (megavatios).

Las posibilidades de la energía solar y la energía eólica son mucho más importantes que lo que indica el programa.

El programa prevé para el año 2020 una producción de 30 GW de energía eólica, que a largo plazo debería aumentar hasta los 150 o 200 GW. Y hay fuertes posibilidades de que el objetivo fijado para el año 2020 ya se alcance este año. [Nota del Traductor: se refiere al año 2010]

Con la ley sobre energía renovable aprobada en 2005, la energía renovable empieza a atraer capitales, tanto chinos como extranjeros, notablemente de parte de los países participantes del Mecanismo de Desarrollo Limpio[8]. China es el tercer productor del mundo de energía renovable y pronto podría ocupar el primer lugar.

A finales de 2009, el gobierno puso un freno a la proliferación de nuevas plantas de fabricación de eólicas de mala calidad. Por una parte debido a la sobrecapacidad de producción existente, y por otra parte por el retraso en la necesaria construcción de nuevas líneas de alta tensión.

Según diversos estudios realizados recientemente, China debería estar en condiciones de satisfacer la totalidad de sus necesidades en electricidad a un precio razonable, gracias a la instalación de eólicas en las estepas de Mongolia y en las altas mesetas tibetanas. Queda por determinar en qué medida este proyecto es realizable en el plano ecológico y cultural.

China es el mayor productor de células fotovoltaicas del mundo, pero el 85% está destinado a la exportación. Si los 300 MW de energía solar generados por estas instalaciones no suponen mucho a escala nacional, representan no obstante el 15% del total mundial. El objetivo es alcanzar los 1,8 GW para el año 2020.

Recientemente, los primeros paneles solares subvencionados hicieron su aparición sobre los techos de las casas chinas. El gobierno está ahora empeñado en estudiar la demanda de subvenciones que se le ha hecho para equipar a 500 rascacielos con paneles solares. La mayor central solar a día de hoy (10 MW) está instalada en la famosa ciudad turística de Dunhuang. Y es en la provincia de Qinghai donde se han iniciado las obras de construcción de la mayor central solar del mundo, con 1 GW. La empresa norteamericana First Solar considera construir una central aún más grande en Mongolia Interior.

A finales de 2009, el gobierno prohibió la construcción de nuevas fábricas de células solares, al ser su capacidad de producción superior a la que puede absorber hoy el mercado mundial. La tecnología de las células solares no está lista y requiere de mejoras, y una capacidad sobrepasada podría frenar este proceso. En el momento actual, la energía solar cuesta entre 8 y 10 veces más que el carbón, pero el precio podría disminuir rápidamente. Y gracias a los subsidios previstos, podría volverse tan competitiva como el carbón en 2015-2020.

China aún seguirá dependiendo probablemente del carbón durante mucho tiempo. Es por este motivo que China está en el origen de un ambicioso programa internacional de recuperación del CO2, durante la explotación y la combustión del carbón y su almacenamiento en el subsuelo. Pero esta tecnología aún debe ponerse en pie. Según las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, este método permitiría reducir en un 14% la totalidad de las emisiones de CO2 en el mundo. En China, cuatro proyectos piloto de gasificación subterránea del carbón han sido lanzados. El espacio así liberado es utilizado para el almacenamiento del CO2 de una central eléctrica cercana.

El metano y el carbón que se encuentran en el subsuelo no sólo suponen un grave peligro de explosión, sino que también son potentes gases de efecto invernadero cuando escapan a la atmósfera. Las minas están hoy todas equipadas con instalaciones que permiten bombear el metano con total seguridad y utilizarlo como combustible.

También se ha investigado sobre el destino de las enormes cantidades de metano congelado contenidas en el permafrost[9] de la meseta Qinhai-Tíbet. Se teme que el calentamiento global libere el metano y acelere aún más el cambio climático. Una solución sería explotar el metano congelado y utilizarlo como combustible antes de que se funda…

Glaciar en el Tíbet

Ahorro energético

El ahorro energético constituye la principal forma de lucha contra el calentamiento global.

Una vez que salga de la crisis, China tendrá menos industrias, pero éstas habrán ganado en calidad. Se prevé hasta el año 2011 la supresión de una capacidad de producción de 72 millones de toneladas de hierro y de 25 millones de toneladas de acero. Se verán afectados los antiguos altos hornos de menos de 300 m3 y los hornos eléctricos de menos de 20 m3. Para el sector no ferroso, se prevé en dos años la supresión de una capacidad de producción de 300.000 toneladas de cobre, 600.000 toneladas de plomo y 400.000 toneladas de zinc. Se considera además la supresión de las antiguas fábricas de papel, es decir una capacidad de producción de 2 millones de toneladas de papel y de 7,5 billones de metros de impresión textil. También se prevé el cierre de todas las refinerías con una capacidad inferior a un millón de toneladas. En tres años y medio, China ya ha cerrado algunas pequeñas centrales eléctricas poco eficaces, es decir una capacidad de producción de 54 GW (una cifra superior a la capacidad de producción total de Australia).

Todas las nuevas centrales eléctricas deberán recurrir a la tecnología llamada “supercrítica” para alcanzar un máximo rendimiento. Desde el año 2007, China es el primer constructor de centrales de carbón limpio super-eficaces (con un rendimiento del 44% frente al 27% o 36%) que emplean ciclos de vapor de ultra-alta temperatura. Aunque cada mes se construya una nueva central de este tipo, el 40% de las nuevas instalaciones aún emplean la tecnología anterior. En Tianjin, en cambio, se ha construido una central de gasificación del carbón de nueva generación, una tecnología que aún no ha sido aplicada a escala comercial.

A finales de 2010, los productores de electricidad no podrán consumir más de 355 gramos de carbón por kilovatio.

De acuerdo con el código de construcción del año 2006, toda nueva construcción debe obligatoriamente conseguir un ahorro energético de entre el 50% y el 65%. Un objetivo difícil de alcanzar, puesto que los hogares chinos aún consumen en la actualidad entre un 50% y un 100% más de energía que los países industrializados.

Los aparatos electrodomésticos que consumen demasiada energía ya no pueden ser puestos en venta en el mercado.

Las inversiones para mejorar el transporte público son inmensas. En tres años, más de 200 billones de euros han sido invertidos en líneas férreas, y se prevé que para el año 2012 se alcancen los 110.000 kilómetros de vías férreas, de las cuales al menos 13.000 kilómetros estarán reservadas a trenes de alta velocidad. Para el año 2015, 19 ciudades estarán dotadas de nuevas líneas de metro.

En 2009, por primera vez, China vendía más automóviles que los Estados Unidos. Las normas de emisión para los vehículos son idénticas a las de Europa y son inferiores en un 40% a las de Estados Unidos. El impuesto sobre automóviles favorece a los coches menos contaminantes. También se estimula la transición hacia un modo de transporte eléctrico. Existe en China muchos más coches, autobuses o bicicletas eléctricas e híbridas que en nuestro país [Nota del Traductor: se refiere a Bélgica]. En el plano tecnológico, China también es el líder mundial de la producción de baterías ecológicas eficaces.

En líneas generales, las industrias van a tener que adoptar muy pronto medidas de ahorro energético. Los malos alumnos serán excluidos, no se facilitarán autorizaciones a los nuevos si éstos resultan ser demasiado contaminantes. En cuanto a los proyectos verdes, tendrán más fácil acceso a los créditos bancarios y los subsidios. Por lo demás, el sector debería invertir de aquí al año 2012 cerca de 200 billones de euros en ahorro energético y tecnología medioambiental.

En febrero de 2010, China puso en pie una especie de superministerio de la energía. Se trata de un grupo de trabajo interministerial especial conducido por el primer ministro, encargado de coordinar todas las decisiones tomadas en relación con la economía.

Evaluación internacional positiva

El informe sobre China de la AIE es positivo y favorable. En el estudio medioambiental anual de la AIE (2009), se puede leer: “China debería jugar un papel de primer orden en la lucha contra el cambio climático, no solamente porque alcanza sus objetivos sino que la mayor parte del tiempo los cumple de manera eficaz”. Fatih Birol, el jefe del departamento económico de la AIE, declaró que China hacía exactamente lo que hacía falta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por medio de sus tres principales objetivos: favorecer la energía renovable, adoptar modos de producción menos contaminantes y, en el plano económico, desarrollar una nueva estructura y poner en marcha un nuevo equilibrio.

Marc Bontemps, director belga de Ecolife[10], escribe lo siguiente en el marco de un estudio realizado en 2008 por Global Footprint Network, WWF China y el Centro de Investigación Chino CCICED: “En términos generales, China tiene en su mano la llave de aquello a lo que se parecerá el resto del siglo en el plano económico y ecológico… Si China logra sobrevivir siguiendo estas nuevas vías, no solamente se convertirá en un ejemplo interesante para otros países, sino que también limitará los riesgos de que su economía y su modelo de sociedad se encuentren con un escollo. […] Por supuesto, Occidente, que lleva un estilo de vida más ecológico, tendrá que detener los overshoot (superación de las capacidades ecológicas) de los que somos responsables. Y como China está dando sus primeros pasos en la escena mundial, dispone de grandes ventajas para determinar el futuro y el porvenir de un verdadero líder mundial.”

Finalmente, Steve Howard, director ejecutivo de The Climate Group, escribió lo siguiente en su introducción al informe “China’s Clean Resolution”[11] de 2008: “En lo que respecta a la transición hacia una economía pobre en carbono, en nuestra opinión China no emprenderá el camino seguido por otros, sino que al contrario será ella quién indicará a otros el camino a seguir.”

El medio ambiente en China

De entre las 20 ciudades más contaminadas del mundo, 16 están situadas en China. Esto es lo que afirman los medios occidentales. Los informes de los expertos nos muestran un cuadro del todo diferente. La situación en China evoluciona muy rápido, o, dicho en otras palabras, está mejorando, lo cual no significa que los problemas sean inexistentes.

Marco general

Se prevé que para finales de 2010 la renta per cápita sea de 4000 dólares, lo que permitiría que China pase del estatus de país pobre al de país con una renta media-baja. Lo que sigue siendo entre 10 y 15 veces menos que los países industrializados. En 1949, la renta per cápita se elevaba a 35 dólares. Al principio de las reformas en 1978, se elevaba a 200 dólares. Desarrollar un crecimiento económico rápido ha sido y sigue siendo la principal misión del gobierno chino desde hace una o dos generaciones.

Hasta el umbral del siglo pasado, China había seguido ciegamente el modelo de desarrollo occidental, “contaminar primero, limpiar después”. Todos los medios disponibles estaban dedicados por lo tanto al crecimiento. El medio ambiente no era una prioridad.

Si China está en condiciones de recuperar su atraso tecnológico, no sólo se debe a la importación de tecnologías extranjeras, sino también a los enormes presupuestos destinados a la investigación científica. No obstante, la mayor parte de las tecnologías punteras siguen siendo exclusividad de los países industrializados. Por otro lado, la introducción de tecnologías modernas en el campo es algo que requiere tiempo, y esto también vale para las tecnologías ambientales llamadas “limpias”.
En China, las cantidades de petróleo y gas disponibles por habitante son inferiores a la media mundial. Sólo el carbón, que es la fuente de energía más contaminante, es disponible en abundancia. China sigue siendo en la actualidad tributaria en un 70% del carbón, que sigue siendo la principal fuente de energía del país.

La descentralización en China es importante. En líneas generales, el presupuesto estatal está repartido de manera equitativa entre los cinco niveles de administración. Por lo tanto, las decisiones tomadas en materia de medio ambiente a nivel nacional que vayan en contra de los intereses económicos locales se aplican con dificultad.

En China, los cuadros son evaluados en función de su contribución al progreso económico. Y hasta hace poco, la protección del medio ambiente no formaba parte de los criterios de evaluación.

El despertar de una conciencia ecológica


El viraje se produjo a principios del siglo XXI. El aumento de la contaminación atmosférica en las ciudades y el aumento de la contaminación del suelo y las aguas en el campo empezaron a preocupar a la opinión pública. Al mismo tiempo, habían estallado una serie de tensiones sociales. En 2003, el gobierno desarrolló el concepto de “desarrollo armonioso” y de “desarrollo científico”. Entendiendo por “desarrollo armonioso” que el crecimiento económico debe estar acompañado siempre de una mejora sensible de las condiciones de vida de la gran mayoría de las masas trabajadoras, mientras que el desarrollo científico aspira a estimular aún más la investigación científica y la participación sistemática de los mejores expertos en la definición de la política. La protección del medio ambiente pasó entonces a ocupar un lugar cada vez más importante.


Las etapas del viraje 

China ingresó en la ONU en 1971. En 1972, participó en la conferencia de Naciones Unidas sobre el medio ambiente. El año siguiente, China organizó una conferencia nacional sobre medio ambiente, y en 1974 puso en pie la Oficina de medio ambiente. En 1979 se publicó un primer proyecto de ley sobre la protección del medio ambiente, pero esta ley no sería adoptada hasta 1989. Mientras tanto, varias leyes fragmentarias fueron votadas en relación a la contaminación del agua y del aire, y se creó la Agencia Nacional para la Protección del Medio Ambiente (ANPME). En los años 90 se decretaron decenas de leyes fragmentarias y locales, y cientos de normas en materia de medio ambiente. La ANPMA empleada ya en aquella época a 80.000 personas.

Pero los objetivos a alcanzar son fijados a largo plazo. El plan quinquenal de 1995 estipulaba por ejemplo que “para finales de siglo, el país intentará tener bajo control la contaminación y la degradación del medio ambiente, y deberá obtener resultados tangibles en lo que respecta a la mejora de la calidad del medio ambiente en algunas ciudades y regiones. Para el año 2010, el país deberá sustituir la tendencia a la degradación del medio ambiente por una mejora sensible en las ciudades y los campos.” Los presupuestos destinados a la protección del medio ambiente fueron incrementados hasta un 0,8% del PIB y experimentaron un crecimiento gradual hasta alcanzar el 1,5% en el año 2000.

En 1997, China publicó un libro blanco sobre la protección del medio ambiente. Se estableció una lista negra de los mayores contaminadores, lo cual supuso el cierre inmediato de 50.000 fábricas. Entre 1997 y 2002, las empresas estatales obsoletas fueron integralmente rehabilitadas. Muchos empleos fueron suprimidos, pero las fuentes de contaminación industrial más peligrosas fueron eliminadas en las ciudades.

Durante el umbral del siglo XXI, el Banco Mundial declaraba que la mayor resistencia contra la protección del medio ambiente provenía de las empresas implantadas en el campo y en las pequeñas ciudades, que jugaban un papel importante en materia de empleo e impuestos locales y tenían buenas relaciones con las empresas locales. “China se ve confrontada a una tarea titánica en lo que respecta a la aplicación de su instrumentación jurídica, que en sí misma ya está lista.”

En 2004, un estudio de la OCDE confirmaba estas conclusiones. En aquel momento, el presupuesto de China destinado a la protección del medio ambiente ya había pasado al 1,2% del PIB. La OCDE publicó una serie de recomendaciones, entre las cuales estaba la evaluación de los cuadros locales sobre la base de sus prestaciones ecológicas. Fue más o menos durante aquella época cuando la ANPME lanzó su plan para un “PIB verde” calculado para cada región. El “PIB verde” es igual al PIB ordinario menos deducción de todos los gastos ligados a la protección del medio ambiente. Lamentablemente, el plan no pudo ponerse en aplicación, en parte por su complejidad, y por otra parte por la oposición encontrada en las regiones.

Aún a día de hoy, el principal obstáculo sigue siendo la aplicación de las leyes a nivel local. De tal manera que en 2009, los medios de comunicación, que jugaban cada vez más el papel de perros guardianes de la sociedad, denunciaron no menos de seis escándalos de intoxicación con plomo en el campo y en las pequeñas ciudades. En total, 3300 niños estuvieron gravemente intoxicados. En Jiangsu, los inspectores que, a petición de los habitantes, habían ido a investigar una fábrica de baterías no pudieron encontrar nada porque a cada ocasión la fábrica había sido informada de su llegada. En realidad esta fábrica trataba tres veces más plomo que las cantidades mencionadas en los informes sobre medio ambiente.

En 2004, el presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao hablaron largo y tendido, en sus discursos, sobre la cuestión del medio ambiente e insistieron en la necesidad de que China invierta en un desarrollo sostenible.

Los objetivos del plan quinquenal 2006-2010 son aún más concretos y ambiciosos. El plan 2006-2010 prevé en efecto reducir en un 20% el consumo de energía y en un 30% el consumo de agua por unidad producida; reciclar más del 60% de los desechos industriales; reducir en un 10% las emisiones más contaminantes; no aumentar más el consumo de agua de irrigación y mantener la superficie agrícola por encima de las 120 millones de hectáreas.

Un nuevo plan destinado a hacer aplicar efectivamente las leyes sobre el medio ambiente fue establecido para el periodo 2008-2015. Para el año 2015, una red de control nacional debería estar lista para asegurar el seguimiento de todos los aspectos ligados a los problemas medioambientales, y ello hasta el nivel local. Esta red de control velará por que las normas sean respetadas. Prevención, supervisión y cooperación del gran público son las prioridades. Para la realización de estos objetivos, el plan de acción prevé tres fases. Aparte de la mejora de las normas relativas a la contaminación del aire, el agua y el suelo, también se dispone de tres redes de vigilancia específicas cuyas diferentes estaciones están encargadas, entre otras cosas, de controlar la salud de los habitantes de la región.


En el año 2008 también, el medio ambiente (ANPME) se convirtió en uno de los cinco superministerios.

En agosto de 2009 se adoptó un reglamento que por primera vez imponía para cada plan económico y social (incluyendo el plan quinquenal 2011-2015) un estudio del impacto sobre el medio ambiente. La ANPME se volvía competente a partir de este momento para supervisar las decisiones tomadas en materia de medio ambiente para la mayoría de los demás ministerios. Por lo tanto esto iba más allá de los meros informes acerca del impacto sobre el medio ambiente, que desde el año 2003 eran obligatorios para todo nuevo proyecto y que muchas veces eran cuestionados por las partes interesadas.

En 2008, por ejemplo, el gobierno chino rechazó 156 proyectos porque consumían demasiada energía o eran demasiado contaminantes. La inversión total se había cifrado en 50 billones de euros. En junio de 2009, la ANPME anunció que no aprobaría más proyectos de extensión de dos de las mayores empresas eléctricas del país, Huaneng y Huadian, por las infracciones cometidas en materia de medio ambiente. Sólo serán estudiados los proyectos relacionados con nuevas formas de producción de energía y protección del medio ambiente. La construcción de presas sobre el río Jinsha (afluente del Yangtsé) en la provincia de Yunnan fue detenida, al igual que la puesta en marcha de los proyectos anteriormente aprobados. La empresa Huaneng construyó ilegalmente sobre el río Jinsha en 2009 la presa de Longkaikou, y la empresa Huadian hizo lo mismo con la presa de Ludila. Al actuar de esta forma, las dos empresas causaron daños a un medio ambiente frágil. Huaneng también ha sido criticada por la construcción de una gran central de carbono con agua enfriadora en Mongolia Interior, una región que ya se ve enfrentada a una importante escasez de agua. En Shandong, dos fábricas de acero también fueron cerradas porque empleaban máquinas contaminantes y poco económicas.

En el plan anticrisis de octubre de 2008, que desbloqueó para el periodo 2009-2010 cerca de 400 billones de euros, un 14% estaba reservado a la protección del medio ambiente. Pero según un estudio del banco HSBC[12], un tercio del total de las inversiones estaría relacionado con el medio ambiente. En otras palabras, a la hora de conceder préstamos bancarios en el marco de nuevos proyectos, se tiene en cuenta el estudio del impacto sobre el medio ambiente.

En enero-febrero de 2009, el gobierno publicó su visión a medio plazo del sector industrial en “un plan de adaptación y revitalización de diez industrias estratégicas de la economía”. Estas industrias crean conjuntamente el 80% del valor añadido del sector industrial y un tercio del total del PIB. Modernización, concentración, ahorro energético, respeto del medio ambiente son las principales consignas, además de, obviamente, la adaptación de la capacidad de producción a la demanda y el aumento de la fuerza competitiva.

No obstante, estas medidas de protección siguen siendo sufriendo un cierto retraso con respecto a la rápida expansión económica. Los informes de los expertos siguen siendo alarmantes. Así, en 2009 la contaminación habría causado la muerte prematura de 750.000 personas. Para los más pesimistas, el coste económico de la contaminación ambiental ascendería al 10% del PIB.

A continuación, una visión general de los principales ámbitos afectados:

Rehabilitación de los suelos y del medio natural


El mayor problema al cual se enfrenta China en materia de medio ambiente es la escasez de tierras cultivables. Desde hace varios siglos ya, la presión demográfica ha sido la causa principal de la deforestación y del exceso pasto de las estepas, lo cual ha supuesto a su vez la desertificación de importantes partes de China. Todo ello, combinado con la grave escasez de agua, podría constituir a largo plazo una amenaza para la seguridad alimentaria.


Las plantaciones de árboles (plantaciones en la linde de los desiertos y reforestación de las tierras agrícolas poco fértiles), así como la limitación de las manadas en las estepas, son programas a largo plazo que han sido reforzados en los últimos años. En 1977, la tasa de reforestación se elevaba en toda China al 5%. Hoy, alcanza el 20% y podría llegar al 22% en los próximos cinco años.


En 2009, el gobierno central chino tomó la decisión de prever cada año 80 millones de euros en materia de subsidios para la protección de los pastos tibetanos.

En la meseta del Qinghai, lugar donde el río Yangtsé y el río Amarillo toman su fuente, se encuentra un territorio dos veces más grande que Bélgica, donde los pastos están prohibidos. A finales del siglo pasado, estas mesetas se transformaron en una región árida donde 50 millones de agricultores han tenido muchas dificultades para sobrevivir. A finales de los años 90, el gobierno, en asociación con el Banco Mundial, lanzó un proyecto de rehabilitación. Así, gracias a técnicas agrícolas más eficaces, basadas en la experiencia de la población local, ha sido posible hacer que una superficie tan grande como Bélgica pueda de nuevo ser verde y fértil.

La lucha contra la erosión del suelo sobre una superficie de 100.000 km2, la rehabilitación del medio natural sobre 120.000 km2, la lucha contra la desertificación sobre 220.000 km² y la rehabilitación de las estepas dañadas sobre 1,1 millones de km² también forman parte del plan 2006-2010. Por otra parte, está previsto preservar el 16% de la superficie natural como reserva natural, de la cual la mitad son pantanos.

De ahora en adelante, la superficie total de las tierras agrícolas cultivables deberá mantenerse en el nivel actual, es decir 120 millones de hectáreas.

El aire

En estos últimos años, las emisiones de CO2 de los coches han venido a sumarse al esmog causado por las emisiones de carbono. Si los vehículos contaminan tanto, es debido a que en China las refinerías de petróleo no están equipadas para refinar correctamente el petróleo sulfuroso importado.
Pese a que ya se notaba en 2005 una ligera mejora con respecto a 1999, sólo el 50% de las ciudades chinas que no estaban homologadas a las normas de contaminación atmosférica lo son hoy en día.
Las partículas finas se han convertido en una de las principales preocupaciones de las ciudades. En 2003, la mitad de las ciudades examinadas poseía una tasa de partículas de más de 100 µg/m3, es decir la mitad de la norma americana. El 20% de las ciudades presentaba incluso una tasa superior a à 150 µg/m3. Sólo el 1% de la población china vivía en zonas en las cuales la tasa era inferior al 40 µg/m3.

La situación es menos catastrófica en lo que respecta al dióxido de azufre (SO2). En 2003, las tres cuartas partes de las ciudades tenían un nivel inferior a la media americana, es decir el 60 µg/m3. Pese a un alza del 75% del consumo de carbono entre 2000 y 2005, las emisiones de SO2 “sólo” aumentaron un 28%  gracias a la desulfuración de los grandes consumidores. El plan 2006-2010 apunta a una reducción del 10% de las emisiones de SO2 con el mantenimiento de los niveles de óxido de nitrógeno. Estos objetivos hoy ya están alcanzados.

El gobierno quiere aumentar en un 5,6% el número de días durante los cuales la calidad del aire en las ciudades sea correcta.

Las cifras indican que la contaminación atmosférica es la causa de 411.000 muertes prematuras al año, en regla general debidas a enfermedades de los pulmones o enfermedades del corazón. El aumento de la contaminación también es responsable del alza del número de cánceres. Existen modelos que permiten calcular el coste de la mortalidad y de las diferentes enfermedades resultantes de la contaminación. Según el modelo utilizado, el coste de la contaminación atmosférica se elevaba en 2003 a 150 billones de yuanes al año en costes directos, y 520 billones de yuanes si se incluyen las pérdidas de producción.

Aparte del coste humano, la contaminación atmosférica engendra un coste en términos de lluvias ácidas y acarrea consecuencias sobre las cosechas. Las pérdidas económicas del sector agrícola debidas al SO2 y las lluvias ácidas estaban estimadas en 30 billones de yuanes al año en  2003.

El agua

Entre 1990 y 2005, la calidad del agua en el sur (rica en flujos de agua) ha ido mejorando. En cambio, en el norte, donde se enfrenta una grave escasez de agua, la calidad del agua tiende a degradarse. China decide entonces medir la calidad del agua de los ríos en 2.000 lugares distintos. De allí resulta que el 90% de las aguas situadas en el entorno de las ciudades están fuertemente contaminadas. La calidad del agua se clasifica de 1 (muy buena) a 5 (muy mala). Un estudio realizado en 2004 en los siete mayores ríos del país demuestra que sobre las 412 secciones de ríos analizadas, el 42% entraba en las categorías 1 a 3, el 30% en las categorías 4 a 5 y el 28% ni siquiera respondía a las normas del grupo 5. Los mejores resultados provenían del río de las Perlas y del río Yangtsé. El río más contaminado era el río Huai, con más de la mitad del agua de una calidad inferior a las normas del grupo 5. En cuanto a los grandes lagos, la situación apenas era mejor. Las tres cuartas partes de ellos sufrían de eutrofización[13].

La construcción de estaciones de depuración ha permitido estabilizar la cantidad de aguas industriales residuales.

Estación de depuración de aguas residuales en Lianyungang, provincia de Jiangsu

El tratamiento de las aguas domésticas está mejorando. En 1999, sólo un 15% de las aguas empleadas eran depuradas en las ciudades, mientras que alcanzaba el 46% a finales de 2004. No obstante, lo que indica esta cifra es que en las megalópolis esta tasa se eleva al 75% pero que es mucho menor en las “pequeñas” ciudades.

Las cantidades cada vez más importantes de abono químico empleadas en la agricultura hacen de ello un difuso factor de contaminación.

El plan 2006-2010 prevé una disminución del 10% de la contaminación, medida en función de la demanda química en oxígeno, y apunta hacia una disminución de alrededor del 4,1% del agua de superficie de mala calidad así como un aumento de alrededor del 2% del agua de buena calidad.
En 2005, si bien cerca del 95% de la población tenía acceso a agua corriente en las ciudades, sólo una persona de cada tres podía disfrutar de ello en el campo. El acceso al agua potable para todos es una de las prioridades del plan anticrisis de 2008.

El empleo de abonos químicos se ha duplicado entre 1990 y 2000, lo cual ha conllevado a menudo la infiltración de nitratos en las capas freáticas. Se observa igualmente fuertes concentraciones de flúor en el agua potable. Cerca de 63 millones de personas consumen por lo tanto agua del grifo con fuertes concentraciones de fluor.

Según las cifras de la OCDE, esta agua contaminada, que acarrea graves diarreas, mata cada año a 30.000 niños chinos, particularmente en las zonas agrícolas. El número de fallecimientos por cáncer debido a la contaminación del agua es bastante parecido al de la media mundial, con cifras incluso más elevadas para el cáncer de hígado o estómago. En el caso de los adultos, ha sido demostrado que el 11% de los casos de cáncer del sistema digestivo se deben al consumo de agua contaminada.

El coste engendrado por las enfermedades y los fallecimientos causados por la contaminación del agua se estima en 66 billones de yuanes al año.

Escasez de agua

Mientras que el sur rebosa de puntos de agua, el norte carece cruelmente de ella. Se trata de las cuatro cuencas del norte, que sin embargo representan menos de una quinta parte del agua disponible, y que irrigan las dos terceras partes de las tierras agrícolas. Se habla de escasez cuando los niveles se sitúan entre 1000 y 17.000 metros cúbicos por persona. Por debajo de 1000 metros cúbicos se habla de escasez extrema. Las estadísticas indican que en seis provincias chinas (de un total de 30), la cantidad media de agua disponible por habitante es inferior a 500 metros cúbicos y que en otras cinco provincias no supera los 1000 metros cúbicos. En otras palabras, un tercio de las provincias se ven enfrentadas a una grave escasez de agua. Para hacerle frente, los agricultores utilizan la capa freática. Lo que explica por qué en algunas regiones ha bajado 50 metros desde 1960 y que siga perdiendo dos metros cada año. Otro medio al cual recurren los agricultores para hacer frente a la escasez de agua es la utilización de aguas contaminadas para la irrigación y la industria. Sin embargo, la utilización de aguas ya usadas para la irrigación no sólo conlleva una disminución de la producción, sino también de las cosechas, que pueden resultar nocivas para la salud, o incluso una degradación del suelo prácticamente irreversible.

El coste de la escasez de agua sumada a la contaminación es estimado según algunos especialistas en 147 billones de yuanes al año. El coste del agotamiento de la capa freática se eleva a 92 billones de yuanes.

Curso del río Yangtzé, provincia de Yunnan

Tres grandes canales están en vías de construcción para orientar el agua del río Yangtsé hacia las grandes ciudades y los territorios secos del norte. La sección oriental ya es parcialmente operativa, pero los trabajos de la sección que atraviesa la provincia de Shandong tienen un retraso de cinco años, precisamente a causa de la contaminación del agua. En lo que respecta a la sección central, que prevé el establecimiento de una gigantesca reserva río arriba, ya se han iniciado expropiaciones en masa. En cuanto a la sección oeste situada en la parte montañosa, aún se está estudiando la cuestión. Desafortunadamente, esto no bastará si no se le pone un freno al consumo desenfrenado. El plan 2006-2010 prevé reducir en al menos un 30% el consumo por unidad de PIB producida y bloquear las cantidades de agua de irrigación, que tendrán que ser utilizadas con mayor eficacia.

Las cantidades invertidas por China para el suministro de agua han alcanzado la cifra récord de 142 billones de yuanes en 2009, es decir dos veces más que en 2008 (65 billones). El gobierno ha desbloqueado más de 63 billones, el resto provenía de las provincias. Este dinero ha permitido mejorar más de 6000 depósitos y proveer a más de 61 millones de personas con agua potable. Entre 2008 y 2009, el país aumentó en 1,17 billones de metros cúbicos la capacidad de almacenamiento de agua y mejoró la irrigación de las tierras sobre una superficie de 3,84 millones de hectáreas.

Residuos sólidos

Los distintos escándalos que estallaron en 2009 en relación a los metales pesados han ocultado el hecho de que la reducción de los residuos urbanos e industriales está siendo conforme al plan. Para finales de 2010, el grado de reciclaje general deberá alcanzar el 60%.

En lo que respecta a los residuos domésticos, la mayoría de las operaciones de reciclaje son llevadas a cabo por pequeños autónomos. Por desgracia, se siguen vertiendo importantes cantidades de residuos. En los situados en los alrededores de las ciudades, inmensas cantidades de residuos esperan ser tratadas.

En el terreno industrial, China está en el buen camino para reducir el volumen de residuos.

Frank Willems (franki.willems@gmail.com) fue presidente de la Asociación China-Bélgica. Ha trabajado durante 25 años en el comercio con China. También ha vivido durante dos años en Shenyang, donde dio clases en la Universidad normal. Es uno de los fundadores de www.chinasquare.be y da numerosas conferencias sobre China.

Notas:

[1] GIECC: Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC: Intergovernmental Panel on Climate Change).
[2] CMNUCC: Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCC: United Nations Framework Convention on Climate Change).
[3] Brasil, Rusia, India y China
[6] Publicado en varios medios, incluyendo la página web
[7] Un GW (gigavatio) = 1000 MW (megavatios) = 1.000.000 KW (kilovatios)
[8] China es el principal participante del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) previsto por el protocolo de Kyoto. El MDL permite a los países industrializados invertir en proyectos de limitación del CO2 en países en vías de desarrollo como China y así compensar sus propias emisiones. 
[9] Capa de hielo permanente en los niveles superficiales del suelo de las regiones muy frías o periglaciares. 
[12] Hong Kong and Shanghai Banking Corporation (HSBC) 2009 : Building a green recovery http://www.hsbc.com/1/PA_1_1_S5/content/assets/sustainability/090522_green_recovery.pdf
[13] Eutrofización: degradación de un medio acuático que conlleva un empobrecimiento del medio en oxígeno y la proliferación de algunas algas.