sábado, 1 de abril de 2017

Carrie Lam, elegida nueva Jefa Ejecutiva de Hong Kong


Nota: rogamos nos disculpen por la tardanza de esta publicación.

Carrie Lam Cheng Yue-ngor, la candidata preferida por Beijing, fue elegida Jefa Ejecutiva de Hong Kong el domingo pasado, obteniendo el voto de 777 de los 1194 miembros del Comité Electoral, imponiéndose sobre John Tsang, respaldado por la oposición al gobierno central, que obtuvo 365 votos. Hasta entonces había trabajado en la administración de Hong Kong en varias oficinas y departamentos, notablemente en la Secretaría Principal de la Administración de Hong Kong entre 2012 y 2017, siendo la número dos del actual Jefe Ejecutivo en funciones, Leung Chun-ying.

Era la sexta vez que se celebraban comicios en la era post-colonial, desde la elección de Tung Chee-hwa en diciembre de 1996. Tanto Tung como su sucesor, Donald Tsang Yam-kuen, llegaron a repetir mandato, pero éste no ha sido el caso de Leung Chun-ying, impopular entre la ciudadanía, pero que ha sido elegido recientemente vicepresidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultativa Política del Pueblo Chino en Beijing.

En las elecciones hubo tres candidatos: Carrie Lam, que representaba la continuidad, el ex-Secretario de Finanzas John Tsang, apoyado por el movimiento "Occupy Central", y el ex-juez Woo Kwok-hing, que sólo recibió 21 votos. La elección se llevó a cabo conforme al sistema constitucional, mediante un comité electoral compuesto por representantes de los más diversos círculos de Hong Kong: inmobiliario, deportes, agricultura, banca, artes, lo cual hay que reconocerlo deja fuera de juego a 3.8 millones de votantes potenciales. Fue en protesta contra este sistema que en 2014 surgió el movimiento "Occupy Central", que exigía una elección directa del jefe del ejecutivo (no sin gozar de un cierto apoyo financiero extranjero).

La oposición a Beijing suele objetar además que, por regla general, el comité electoral se compone de miembros leales a Beijing, aunque cualquier tipo de candidato puede presentarse, incluso aquellos que están en contra de la República Popular. Algunos han afirmado que la Oficina de Enlace con el gobierno central se puso en contacto con algunos electores para influir en ellos, cosa que ha sido negado por su director Zhang Xiaoming. Los opositores a Lam argumentan que la supuesta falta de transparencia del proceso electoral dividirá aún más a los hongkoneses, pero en su discurso de victoria, Lam anunció que trabajaría en aras de la unidad.

Al día siguiente, nueve organizadores y figuras prominentes del movimiento "Occupy Central" (tres miembros fundadores y otros seis abogados y activistas) fueron arrestados por la policía. Los tres organizadores de las protestas, el reverendo Chu Yiu-ming y los académicos Benny Tai Yiu-ting (cuyos nexos con la National Endowment for Democracy con conocidos) y Chan Kin-man se enfrentan a tres cargos cada uno: conspiración para cometer disturbios públicas, incitación a cometer disturbios públicos e incitación para que otros a su vez inciten a gente a cometer disturbios públicos, además de ser procesados por delitos cometidos en 2013 y 2014. Cada uno se enfrenta a una pena máxima de siete años de cárcel.


Algunos insinuaron que Lam tuvo algo que ver con las detenciones, cosa que fue desmentida por el Departamento de Justicia de Hong Kong, que emitió un comunicado negando toda consideración política en ello, y afirmando que cualquier acusación sobre una implicación de Lam es "carente de fundamento y totalmente falsa". Lam añadió que "aunque quiero unir a la sociedad y colmar la brecha que nos ha estado preocupando, cualquier acción de este tipo no debe comprometer el imperio de la ley en Hong Kong".

El magnate hongkonés Li Ka-shing advirtió la semana pasada que no pueden volver repetirse los últimos tumultuosos cinco años que ha vivido Hong Kong, porque la economía está en crisis. El crecimiento de la economía se redujo en el cuarto trimestre del año pasado a un 3,1%, mientras que en los 40 años anteriores había sido del 5%. La economía de Hong Kong está dominada por la construcción y tiene poca innovación: el costo de un apartamento está en auge, con un precio actual de 25.000 dólares por m2. El puerto de Hong Kong está obsoleto y apenas se puede expandir, y el aeropuerto de Hong Kong está corriendo el riesgo de perder su papel de aeropuerto internacional, sobre todo en lo que respecta a los vuelos desde Medio Oriente, a causa de la intensa competición con los aeropuertos del interior de China. Por si fuera poco, la gran exposición sobre Tecnologías de la Información y la Comunicación se ha trasladado a la ciudad de Shenzhen. 

Carrie Lam será la primera mujer en dirigir Hong Kong, a la edad de sesenta años. Normalmente, Lam prestará juramento ante el presidente Xi Jinping, que acudirá Hong Kong el 1º de julio, con motivo de la celebración de los 20 años de la devolución de Hong Kong a China. Los organizadores de "Occupy Central" ya han amenazado con movilizaciones para boicotear la ceremonia.

Lam se graduó de la Universidad de Hong Kong en trabajo social en 1980 e hizo carrera en la administración colonial. Durante los años noventa trabajó en el Departamento de Finanzas. En el año 2000 fue nombrada directora del Departamento de Bienestar Social. Junto con otros altos funcionarios, ayudó a crear el We Care Education Fund, con el que se recaudaron más de 80 millones de dólares para satisfacer a las necesidades de educación de los niños cuyos padres habían muerto a causa de la epidemia de SARS en 2003. Posteriormente, fue nombrada Secretaria de Vivienda, Planificación y Tierras. En 2004 fue enviada a Londres para dirigir la Oficina de Economía y Comercio de Hong Kong. En 2006, volvió a Hong Kong para trabajar en la Secretaría de Asuntos Internos. En 2007, el ex-Jefe Ejecutivo Donald Tsang Yam-kuen la nombró Secretaria de Desarrollo, hasta pasar a ser Secretaria Principal de la Administración entre 2012 y 2017. 

Carrie Lam se casó en 1984 con el matemático Lam Siu-por, a quien conoció cursando estudios en Cambridge, y tiene dos hijos. Ahora tiene ante sí la difícil tarea de insuflar nueva vida a la deplorable economía de Hong Kong y mantener bajo control los precios del mercado inmobiliario.  

Fuentes: Chinasquare, La Vanguardia, South China Morning Post.

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