- COMENTARIO: Ataque de Washington contra libertad religiosa de China evidencia hipocresía
En una conferencia sobre libertad religiosa organizada por Estados Unidos a principios de esta semana, Pence pronunció un discurso incendiario contra China. Sin embargo, las palabras del líder de Estados Unidos estaban llenas de falacias y contradicciones.
Por un lado, afirmó que la persecución religiosa en China se ha enfocado en la fe cristiana, aunque, al mismo tiempo, observó que la cantidad de cristianos chinos se había disparado de menos de medio millón a 130 millones en los últimos 70 años.
Al parecer, para Pence, la verdad queda sepultada por su prejuicio.
El aumento en el número de cristianos chinos es un testimonio indiscutible del compromiso de Beijing de garantizar los derechos legítimos de su población y la libertad de culto.
China tiene alrededor de 200 millones de creyentes religiosos, de los cuales 20 millones son musulmanes. También hay más de 380.000 clérigos en China y aproximadamente 5.500 grupos religiosos y 140.000 lugares de culto registrados para actividades religiosas.
En Xinjiang, hay 24.400 mezquitas, lo que equivale a una media de una mezquita por cada 530 musulmanes. En comparación, la cantidad de mezquitas en Estados Unidos es menos de una décima parte que la de Xinjiang, según estadísticas disponibles públicamente.
Xinjiang respeta y protege plenamente la libertad de creencias religiosa según lo estipulado en la Constitución de China, y respeta la libertad de los ciudadanos para creer o no creer en cualquier religión, dijo un documento publicado el domingo por la Oficina de Información del Consejo de Estado.
En palabras del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, en junio, las políticas étnicas y religiosas de China son abiertas y transparentes, y los hechos siempre están a la vista de todos.
Los políticos de Washington optaron por mentir sobre la trayectoria en materia religiosa y de derechos humanos de China, mientras que otros miembros de la comunidad internacional se han mantenido honestos.
En una carta conjunta presentada el 12 de julio al presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, los embajadores de 37 países ante la ONU en Ginebra elogiaron los "logros notables de China en el campo de los derechos humanos al adherirse a la filosofía del desarrollo centrado en las personas y la protección y promoción de los derechos humanos a través del desarrollo".
Como un ambicioso proyecto para impulsar el progreso y la estabilidad social en Xinjiang y para ayudar a la región a alcanzar la prosperidad, se han invertido cerca de 120.000 millones de yuanes (17.500 millones de dólares estadounidenses) en Xinjiang, y más de 87.500 cuadros, maestros, médicos, enfermeras y técnicos han sido enviados a trabajar allí en la última década.
Impulsados por el doble rasero, ciertos políticos en Washington claman que los esfuerzos de China para acabar con el extremismo y el terrorismo son "persecución contra la fe religiosa". Algunos detractores en Estados Unidos incluso comparan los centros de educación y capacitación vocacional en Xinjiang con "campos de internamiento".
Quizás la próxima vez que personas como Pence y Pompeo intenten atacar el registro en materia de derechos humanos de China, deberían primero echar un vistazo al de Estados Unidos. Los abusos contra los derechos humanos que causan escalofríos detrás de los altos muros y el alambre de espino de la bahía de Guantánamo efectivamente materializan lo que Pompeo llamó la "mancha del siglo". El campo de detención de la bahía de Guantánamo permanece abierto y funcional hasta hoy.
- China protege la libertad de creencia religiosa de sus ciudadanos de conformidad con la ley, según artículo
China es un país bajo el imperio de la ley. El respeto y la protección de la libertad de creencias religiosas es una política básica de larga data del Partido Comunista de China y el gobierno chino, asegura el artículo.
La Constitución de la República Popular China establece claramente que los ciudadanos chinos gozan de libertad de creencias religiosas. El artículo 36 de la Constitución estipula que "los ciudadanos de la República Popular China gozan de libertad de creencia religiosa" y "el Estado protege las actividades religiosas normales", precisa el texto.
Las leyes pertinentes del país también garantizan el derecho de los ciudadanos a la libertad de creencia religiosa, agrega el artículo.
A su vez, un conjunto de reglamentos revisados sobre asuntos religiosos entró en vigor el 1 de febrero de 2018 en China, fortaleciendo aún más la protección de la libertad de creencia religiosa de los ciudadanos y los derechos e intereses legítimos de los círculos religiosos, resalta el escrito.
El gobierno chino ha aplicado plenamente la Constitución y las leyes y reglamentos pertinentes para implementar las medidas destinadas a proteger los derechos e intereses legítimos de los círculos religiosos, subraya el texto.
China ha ido mejorando las políticas preferenciales para los círculos religiosos, según resalta el artículo. Por ejemplo, China lanzó una política sobre fijación de precios de la electricidad que estipula que los sitios de culto gozan de la misma tarifa plana que los usuarios residenciales para reducir sus cargas financieras. Entre otras medidas se incluyen exenciones fiscales para grupos religiosos y sitios destinados a actividades religiosas.
El artículo agrega que China lucha contra el extremismo religioso y las actividades terroristas violentas de conformidad con la ley, incluida la Ley contra el terrorismo.
Considerando a la libertad de creencias religiosas como parte de los derechos humanos básicos, China se adherirá como siempre al respeto y la protección de la libertad de creencia religiosa de sus ciudadanos, concluye el escrito.
- Libro blanco señala que China respeta principio de independencia y autogestión de asuntos religiosos
El documento oficial, con el título "Políticas y prácticas de China sobre la protección de la libertad de creencia religiosa", fue publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado.
"Los grupos religiosos y los asuntos religiosos no están sujetos al control de los países extranjeros, y este principio está consagrado en la Constitución de la República Popular China", indica el documento.
El principio de independencia y autogestión es "una elección histórica hecha por creyentes religiosos chinos en la lucha del pueblo chino por la independencia nacional y el progreso social, ya que el catolicismo y el protestantismo, que eran conocidos como religiones extranjeras en China, fueron controlados y utilizados durante mucho tiempo por colonialistas e imperialistas", recuerda el libro blanco.
El texto destaca que adherirse al principio de independencia y autogestión no implica la ruptura de las conexiones normales entre las organizaciones religiosas en China y sus homólogos extranjeros.
El gobierno chino apoya y alienta a todas sus religiones a realizar intercambios internacionales, construir, desarrollar y consolidar relaciones amistosas con grupos religiosos en el extranjero, aumentar la confianza mutua y eliminar recelos, y presentar una imagen positiva basada en la independencia, la igualdad y el respeto mutuo, según se estipula en el texto.
El libro señala que el gobierno chino se opondrá y se encargará resueltamente de las organizaciones e individuos extranjeros que participen en actividades que violen la Constitución, las leyes, reglamentos y políticas de China, de sus intentos de controlar las organizaciones religiosas de China, interferir en los asuntos religiosos de China y subvertir el gobierno chino y el sistema socialista con la excusa de la religión
- Libro blanco: Constitución de China protege libertad de creencia religiosa
BEIJING, 3 abr (Xinhua) -- La libertad de creencia religiosa está protegida por la Constitución de China, recuerda un libro blanco publicado hoy martes por la Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete del país.
Las disposiciones de la Carta Magna china son la base constitucional para que el Estado proteja la libertad de creencia religiosa de los ciudadanos, administre los asuntos religiosos de conformidad con la ley y forje relaciones positivas con las religiones y entre estas, dice el libro blanco, titulado "Políticas y prácticas de China sobre la protección de la libertad de creencia religiosa".
Los ciudadanos de la República Popular China disfrutan de la libertad de creencia religiosa. Ningún órgano estatal, organización social o individuo puede obligar a los ciudadanos a creer o no creer en alguna religión, ni pueden discriminar a los ciudadanos por ello, de acuerdo con la Constitución.
Nadie puede valerse de la religión para participar en actividades que perturben el orden público, perjudiquen la salud de los ciudadanos o interfieran con el sistema educativo del Estado.
Los cuerpos religiosos y los asuntos religiosos no están sujetos a ningún control extranjero, de acuerdo con la Constitución.
La libertad de creencia religiosa también está protegida por las leyes básicas del país, mientras que la regulación administrativa de los asuntos religiosos continúa mejorando, señala el libro blanco.
- Libro blanco dice que libertad de creencia religiosa es política básica de Partido y gobierno de China
El libro blanco, con el título "Políticas y prácticas de China sobre la protección de la libertad de creencia religiosa", fue publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado.
"Los creyentes y no creyentes disfrutan de los mismos derechos políticos, económicos, sociales y culturales, y no deben ser tratados diferentemente por tener creencias diferentes", indica el libro blanco, que añade que el Estado respeta la libertad de creencia religiosa de sus ciudadanos y protege sus actividades religiosas normales.
El documento asegura que China gestiona los asuntos religiosos de acuerdo con la ley, respeta el principio de independencia y autogestión, dirige activamente las religiones para que se adapten a la sociedad socialista, y une a los creyentes y no creyentes religiosos en la mayor medida.
El documento también señala que el sistema legal socialista con características chinas está mejorándose continuamente, y ofrece garantías más estrictas de los derechos legales e intereses de los creyentes.
Las actividades religiosas de extranjeros en China también están bajo la protección de la ley, según el libro blanco.
La publicación destaca que el extremismo religioso y las actividades terroristas violentas se abordan de acuerdo con la ley. Indica que China se opone a todos los extremismos que pretendan instigar el odio y la discriminación y promover la violencia deformando las doctrinas religiosas o por otros medios. China también prohíbe todos los comportamientos discriminatorios por región, etnia o religión.
"China toma medidas contra la propagación y extensión del extremismo religioso, y al mismo tiempo evita vincular el terrorismo violento y extremismo religioso con ningún grupo étnico o religión", dice
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