* En el siguiente discurso, Xi Jinping reafirma el compromiso de la República Popular y de todo el pueblo chino para con el desarrollo y el beneficio común con los pueblos de África; la máxima internacionalista del PCCh es el 'ganar-ganar', jamás interfiriendo en los asuntos foráneos si no es para beneficiar a los estados, propiciando las relaciones amistosas y cordiales con todos los países del mundo. Este rol tomado desde hace 40 años por la República Popular resulta un soplo de aire fresco para todos los países en vías de desarrollo asfixiados por la usura financiera y los mecanismos de chantaje político y comercial que ejercen los regímenes occidentales sobre ellos que impiden su normal desarrollo y crecimiento.
Desde luego el PCCh abandonó la concepción del internacionalismo proletario ofensivo e intervencionista del siglo XX, desempeñado principalmente por la URSS. La frustrante carrera armamentística y la constante beligerancia con los regímenes occidentales agresivos y armados hasta los dientes, pasó una cara factura al antiguo país socialista... Los comunistas chinos comprendieron esta lección de la historia.
BEIJING, 4 sep (Xinhua) — El presidente chino, Xi Jinping, pronunció el lunes un discurso en la inauguración de la Cumbre de Beijing 2018 del Foro de Cooperación China-África, e instó a las dos partes a unirse para buscar juntas el desarrollo.
A continuación, el texto íntegro del discurso.
Unámonos Para Buscar Juntos el Desarrollo
— Palabras del Presidente de la República Popular China, Xi Jinping, en la apertura de la Cumbre del Foro de Cooperación China-África en Beijing
Estimado Sr. Presidente Cyril Ramaphosa,
Estimado Sr. Presidente Paul Kagame, Presidente Pro Témpore de la Unión Africana
Estimados jefes de Estado y de Gobierno y jefes de las delegaciones,
Estimado Sr. Antonio Guterres, Secretario General de la ONU,
Estimado Sr. Moussa Faki, Presidente de la Comisión de la Unión Africana,
Señoras y señores, amigos todos:
En este Beijing de septiembre, lleno de frescura y paisajes otoñales, me complace nuevamente reunirme con los viejos y nuevos amigos de la gran familia China-África para celebrar juntos el gran evento de la Cumbre del Foro de Cooperación China-África en Beijing 2018.
Primero que todo, en nombre del Gobierno y el pueblo chinos, y en el mío propio, quiero extenderles la cálida bienvenida a todos los colegas y huéspedes, y por medio de ustedes, transmitir los cordiales saludos y mejores deseos del pueblo chino a los hermanos pueblos africanos.
Quiero hacer mención especial a los 3 nuevos miembros: Gambia, Santo Tomé y Príncipe, y Burkina Faso que se integran sucesivamente a partir de la Cumbre del Foro de Cooperación China-África en Johannesburgo. Hoy, el Presidente Adama Barrow, el Primer Ministro Patrice Trovada y el Presidente Roch Marc Christian Kaboré están asistiendo a esta Cumbre encabezando las delegaciones de sus respectivos países. Aplaudamos fuertemente para darles la bienvenida.
Colegas, señoras y señores:
Hace más de un mes, efectué la cuarta visita a áfrica en calidad del Presidente de China y por novena vez pisé la promisoria tierra africana. Durante el periplo, una vez más vi con mis propios ojos la fecunda y linda tierra africana, la vitalidad del desarrollo africano y la aspiración del pueblo africano por una vida feliz, lo que me ha dejado más convencido de que infinito es el potencial de desarrollo, prometedor es el futuro de áfrica y amplio es el horizonte de la cooperación amistosa China-África y magnífica es la perspectiva de la Asociación Estratégica de Cooperación Integral China-África.
La raíz sólida garantiza la calidad del fruto y el aceite abundante asegura la clara luz de la lámpara. La historia funciona de acuerdo con sus propias leyes y lógicas. Los pasados parecidos y la misión común constituyen la base de la solidaridad y la empatía entre China y África que tomaron juntos un camino de cooperación y ganancia compartida con particularidades destacadas.
China, perseverante en los conceptos de sinceridad, resultados sustanciales, afinidad y buena fe y la concepción correcta de la justicia y de los intereses, avanza junto con los países africanos en dicho camino.
— En la cooperación, China persevera en la sinceridad, la amistad y el trato en pie de igualdad. Los más de 1,300 millones de chinos siempre comparten con los más de 1,200 millones de africanos el mismo aliento y el mismo destino. Siempre respetando, amando y apoyando a África, China persevera en las cinco abstinencias: no interferir a los países africanos en su exploración de caminos de desarrollo acordes con sus condiciones nacionales, no intervenir en los asuntos internos de África, no imponerles su propia voluntad, no añadir ninguna condición política a las asistencias para África y no procurar intereses egoístas políticos en las inversiones y la financiación para el continente. China espera que todos los países puedan observar esas cinco abstinencias al tratar los asuntos relacionados con África. China siempre es un inseparable amigo, buen socio e íntimo hermano de África. ¡Nadie puede socavar la gran unidad entre el pueblo chino y los africanos!
— En la cooperación, China persevera en valorar tanto la justicia y amistad como los beneficios priorizando lo primero. Confía en que la vía ineludible para la cooperación China-África es poner en juego nuestras respectivas fortalezas y enlazar estrechamente el desarrollo de China y el de África para lograr la cooperación, la ganancia compartida y el desarrollo común. Abogando por dar más y recibir menos, dar primero y recibir después o dar sin retribuciones, China da la bienvenida con los brazos abiertos a los países africanos a abordar el tren expreso del desarrollo de China. ¡Nadie puede detener los pasos de vigorización de los pueblos chino y africanos!
— En la cooperación, China persevera en un enfoque práctico y eficiente para poner el desarrollo al servicio del pueblo. Persistiendo en priorizar los intereses del pueblo chino y los africanos, promovemos la cooperación por el bienestar de los pueblos para que los frutos de la cooperación beneficien a ellos. Haremos todo lo posible para cumplir nuestros compromisos con los hermanos africanos. Frente a las nuevas circunstancias y retos, China persiste en perfeccionar los mecanismos, innovar los conceptos y ampliar las áreas para mejorar la calidad y lograr, a pasos seguros, niveles más altos de la cooperación. Sólo los pueblos tienen el derecho a voz para evaluar la cooperación entre China y África. ¡Nadie puede negar los notables éxitos de la cooperación China-África basándose en sus imaginaciones o suposiciones!
— En la cooperación, China persevera en la apertura, la inclusión y la asimilación indiscriminada de todo lo positivo de lo ajeno. Cree en todo momento que lograr la paz duradera, el desarrollo y la revitalización de África constituye tanto el deseo de los pueblos africanos como la responsabilidad de la comunidad internacional. Está dispuesta a trabajar junto con los socios internacionales de cooperación para apoyar la paz y el desarrollo del continente. Saludamos y apoyamos todo lo que sea propicio para África. Todo el mundo debe esforzarse por ello con seriedad. ¡Nadie puede detener o interferir en las activas acciones de la comunidad internacional en apoyo del desarrollo de África!
Estimados colegas, señoras y señores:
El mundo de hoy se halla en medio de cambios trascendentales nunca vistos en el pasado centenario. Se tornan cada vez más profundas la multipolarización mundial, la globalización económica, la informatización social y la diversificación cultural; se impulsa rápidamente la transformación tanto del sistema de gobernanza global como del orden internacional; surgen de manera acelerada los mercados emergentes y los países en desarrollo; y tiende a un mayor equilibrio la correlación entre las diversas fuerzas en el plano internacional. Nunca ha estado tan estrechamente enlazado como hoy el destino de los pueblos de diferentes países del mundo.
Al mismo tiempo, nos enfrentamos con desafíos sin precedentes, entre ellos, la subsistencia del hegemonismo y la política de fuerza, el constante repunte del proteccionismo y el unilateralismo, la aparición frecuente de guerras, ataques terroristas, hambrunas y epidemias, así como el complicado entrelazamiento de problemas de seguridad tradicionales y no tradicionales.
Es nuestra firme convicción que la paz y el desarrollo constituyen tanto los temas principales como las cuestiones de nuestra era, que requiere que la comunidad internacional asuma, con unidad, sabiduría y coraje, la responsabilidad histórica para responderlas.
— Frente a las cuestiones de nuestra era, China considera como su propia misión hacer nuevas y mayores contribuciones para la humanidad. Se encuentra en disposición de construir junto con los países del mundo la comunidad de destino de la humanidad, desarrollar las relaciones de asociación global, ampliar la cooperación amistosa y explorar un flamante camino de relacionamiento interestatal caracterizado por el respeto mutuo, la equidad, la justicia, la cooperación y la ganancia compartida, para que el mundo se vuelva más pacífico y seguro y la vida del pueblo se torne más feliz y bella.
— Frente a las cuestiones de nuestra era, China está dispuesta a construir la Franja y la Ruta junto con los socios internacionales de cooperación. Tenemos que agregar nuevas fuerzas motrices para el desarrollo conjunto mediante esta flamante plataforma para la cooperación internacional y construir la Franja y la Ruta en una ruta pacífica, próspera, abierta, ecológica, innovadora y civilizada.
— Frente a las cuestiones de nuestra era, China participará activamente en la gobernanza global adhiriéndose a los conceptos de consulta extensiva, construcción conjunta y beneficios para todos. Siendo en todo momento un constructor de la paz mundial, contribuidor al desarrollo global y defensor del orden internacional, China aboga por incrementar la representatividad y el derecho a voz de los países en desarrollo en los asuntos internacionales, subsanar los puntos débiles de los países del Sur en el sistema de gobernanza global, apoyar la aglutinación de las fuerzas mediante la cooperación Sur-Sur para que el sistema de gobernanza global refleje de manera más equilibrada la voluntad y los intereses de la mayoría de los países, en especial de los en vías de desarrollo.
— Frente a las cuestiones de nuestra era, China persiste invariablemente en la reforma y apertura al exterior. De cara a la inestabilidad y las incertidumbres en el crecimiento económico mundial, China sigue inquebrantablemente el camino de desarrollo de apertura, integración, cooperación y ganancia compartida, salvaguarda con toda firmeza la economía mundial abierta y el sistema multilateral de comercio, oponiéndose al proteccionismo y unilateralismo, ya que el auto-enclaustramiento sólo conducirá a un callejón sin salida.
Estimados colegas, señoras y señores:
El mar es vasto, ya que no rechaza las gotas de agua. China es el mayor país en desarrollo del mundo, mientras que África es el continente donde se concentra el mayor número de países en desarrollo, por lo tanto, China y África, ya están unidas desde hace mucho tiempo en una comunidad de destino, compartiendo tanto alegrías como penalidades. Estamos dispuestos a juntar nuestras voluntades y esfuerzos a los africanos para construir una comunidad de destino China-África más estrecha, estableciendo así un paradigma para la construcción de la comunidad de destino de la humanidad.
Primero, trabajar juntos por forjar la comunidad de destino China-África de responsabilidades compartidas. Hemos de ensanchar los diálogos políticos y la concertación de políticas de todas instancias, aumentar la comprensión y el apoyo recíprocos en los temas que atañen a nuestros respectivos intereses vitales y preocupaciones fundamentales, y estrechar nuestra coordinación y colaboración en los asuntos internacionales y regionales de trascendencia, salvaguardando los intereses comunes de China y los países africanos y de los numerosos países en desarrollo.
Segundo, trabajar juntos por forjar la comunidad de destino China-África de cooperación y ganancia compartida. Nos es menester captar la oportunidad brindada por la articulación de estrategias de desarrollo de China y África, aprovechar bien la importante coyuntura que significa la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, combinando ésta con la implementación de la Agenda 2063 de la Unión Africana, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y las estrategias de desarrollo de los países del continente africano, con miras a ensanchar nuevo espacio de cooperación y explorar nuevas potencialidades de cooperación. Además, es menester profundizar nuestra cooperación en las áreas tradicionales ventajosas y acelerar los esfuerzos por cultivar puntos brillantes en los nuevos terrenos económicos.
Tercero, trabajar juntos por forjar la comunidad de destino China-África de felicidades compartidas. Hemos de tomar el aumento del bienestar del pueblo como punto de partida y meta al desarrollar los lazos sino-africanos. La cooperación sino-africana debe dar frutos y beneficios visibles y palpables al pueblo chino y los africanos. A lo largo de los años, China y África siempre vienen apoyándose mutuamente, aunando fuerzas para sobreponerse a las dificultades de toda índole. China hará nuevos y mayores esfuerzos para la reducción de la pobreza, el desarrollo, el empleo, el aumento del ingreso, el bienestar y prosperidad de África.
Cuarto, trabajar juntos por forjar la comunidad de destino China-África de prosperidad común de las culturas. Nos sentimos orgullosos por nuestras respectivas culturas esplendorosas, y estamos dispuestos a hacer mayores aportes a la diversidad cultural mundial. Nos es menester promover los intercambios, el aprendizaje mutuo, la integración y la convivencia de las culturas china y africanas, y proporcionar mutuamente sustento duradero para la revitalización de las civilizaciones, el avance de las culturas y la prosperidad de la literatura y las artes de una y otra, ofreciendo así nutriente espiritual más enriquecido para la cooperación China-África. Necesitamos ampliar el intercambio de personal de los círculos de cultura, arte, educación, deportes, think tanks, medios de comunicación, mujeres y jóvenes, con miras a consolidar las vinculaciones emocionales entre los pueblos chino y africanos.
Quinto, trabajar juntos por forjar la comunidad de destino China-África de seguridad común. Tras sufrir las penalidades, uno comprenderá lo valioso que es la paz. China aboga por el nuevo concepto de seguridad común, integral, cooperativo y sostenible, apoyando firmemente a los países africanos y las organizaciones regionales africanas como la Unión Africana a solucionar los problemas africanos a la africana y a la implementación de la iniciativa de Silenciar las Armas en África. China está dispuesta a jugar un papel constructivo para el fomento de la paz y estabilidad de África y apoyar la potenciación de la capacidad africana de mantenimiento soberano de seguridad y de paz.
Sexto, trabajar juntos para forjar la comunidad de destino China-África de convivencia armoniosa. La Tierra es el único hogar de la humanidad. China está dispuesta a aunar sus esfuerzos a los africanos para promover un modelo de desarrollo ecológico, bajo en carbono, circular y sostenible, con miras a salvaguardar juntos las montañas verdes y aguas cristalinas y todas las formas de vida. Asimismo, China está en disposición de fortalecer los intercambios y la cooperación con África en materia de protección ecológica tales como el enfrentamiento al cambio climático, la utilización de energías limpias, la prevención y el control de la desertificación y la erosión de la tierra, así como la protección de la fauna y la flora silvestres, haciendo de China y África un lindo hogar en el cual los seres humanos y la naturaleza conviven armónicamente.
Estimados colegas, señoras y señores:
A partir de la Cumbre del Foro de Cooperación China-África en Johannesburgo 2015, China ha venido implementando integralmente los diez planes de cooperación China-África definidos en la Cumbre de Johannesburgo, gracias a lo cual, una serie de obras infraestructurales como ferrocarriles, carreteras, aeropuertos, puertos y zonas de cooperación económico-comercial han sido construidas sucesivamente o se encuentran en proceso de construcción, la cooperación sino-africana en materia de paz, seguridad, ciencia y tecnología, cultura, salud, reducción de pobreza, bienestar social e intercambio de pueblo a pueblo ha venido avanzando hacia mayor profundidad y el apoyo financiero prometido por China valorado en 60 mil millones de dólares ha sido utilizado debidamente o se ha hecho arreglos adecuados acerca de su uso. Los diez planes de cooperación han dado fructuosos resultados al pueblo chino y los africanos y han demostrado la capacidad creativa, cohesiva y ejecutiva tanto de China como de África, llevando así la Asociación Estratégica de Cooperación Integral China-África a nuevas alturas.
China está dispuesta a trabajar orientada por el objetivo de forjar la comunidad de destino China-África más estrecha de la nueva era y sobre la base del impulso de los diez planes de cooperación China-África, y mantener la estrecha cooperación con los países africanos, para implementar prioritariamente las ocho acciones durante los próximos 3 años y para un período posterior.
Primero, la acción en el fomento industrial. China ha decidido instalar en nuestro país la Exposición Económico-comercial China-África; estimular a las empresas chinas aumentar sus inversiones en África, y construir o actualizar en África una serie de parques de cooperación económico-comercial; apoyar a África a materializar, en lo fundamental, la seguridad alimentaria antes de 2030, elaborar e implementar, junto con África, el Plan de Cooperación y el Plan de Acción para la Modernización Agrícola China-África, realizar 50 proyectos de asistencia agrícola, ofrecer la ayuda alimentaria humanitaria de emergencia valorada en mil millones de yuanes a los países africanos afectados por las catástrofes naturales, enviar a África a 500 expertos agrícolas de alto nivel, formar a los talentos jóvenes que lideran la investigación científica en agricultura y a los campesinos pioneros en los esfuerzos por la prosperidad; apoyar el establecimiento de una liga de responsabilidad social corporativa formada por las empresas chinas en África; seguir ampliando la cooperación con los países africanos en las operaciones de liquidación en monedas nacionales y poner en juego el papel del Fondo de Desarrollo China-África, el Fondo de Cooperación en Capacidad Productiva China-África y los préstamos especiales en apoyo al desarrollo de las PyMEs africanas.
Segundo, la acción en la conectividad infraestructural. China ha decidido poner en marcha, junto con la Unión Africana, la elaboración del Plan de Cooperación en Infraestructura China-África; apoyar a las empresas chinas a participar en la construcción infraestructural en África siguiendo el modelo de inversión-construcción-operación e intensificar prioritariamente la colaboración en materia de energía, transporte, información, comunicación y los recursos hídricos transfronterizos para realizar, junto con la parte africana, una serie de proyectos prioritarios de conectividad; dar respaldo al desarrollo del Mercado Único Africano de Transporte Aéreo y abrir más vuelos directos entre China y África; brindar facilidades a los países africanos y sus instituciones financieras para la emisión de bonos en China; apoyar a los países africanos a hacer un mejor uso, acatando las reglas y los procedimientos multilaterales, de los recursos del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, el Nuevo Banco de Desarrollo y el Fondo de la Ruta de la Seda.
Tercero, la acción en la facilitación del comercio. China ha tomado la decisión de aumentar la importación de productos africanos, sobre todo, los rubros no pertenecientes a los recursos naturales, y respaldar la participación de los países africanos en la Exposición Internacional de Importaciones de China exonerando las tarifas de participación de los países africanos menos desarrollados; continuar reforzando el intercambio y la cooperación en la supervisión y la administración del mercado y las aduanas, y ejecutar 50 proyectos de conectividad comercial para África; celebrar periódicamente actividades de presentación cara a cara de las marcas chinas y africanas; dar apoyo a la construcción del Área de Libre Comercio Continental Africana, y seguir celebrando negociaciones sobre el libre comercio con los países y las regiones africanos que tengan la voluntad al respecto; promover la cooperación sino-africana en el comercio electrónico y el establecimiento de mecanismos de cooperación correspondientes.
Cuarto, la acción en el desarrollo verde. China ha decidido realizar 50 proyectos de asistencia destinados al desarrollo verde y a la preservación ecológica para África, intensificando de manera prioritaria el intercambio y la cooperación en materia de la lucha contra el cambio climático, la colaboración marítima, la prevención y el tratamiento de la desertización así como la protección de la fauna y la flora silvestres; impulsar la construcción del Centro de Cooperación Medioambiental China-África para fortalecer el intercambio y el diálogo sobre las políticas ambientales y los estudios conjuntos en dichos temas; desplegar el Plan de Mensajero Verde China-África para formar talentos africanos especializados en la administración de la protección ambiental, la prevención y el tratamiento de la contaminación así como la economía verde, entre otros campos; construir el Centro de Bambú China-África a fin de ayudar a esa región a desarrollar la industria relacionada con el bambú y el ratán; y fomentar la colaboración en las labores de difusión y concienciación sobre la protección ecológica.
Quinto, la acción en la construcción de capacidades. China ha decidido reforzar el intercambio de experiencias sobre el desarrollo con la parte africana y otorgar apoyo a la cooperación en la planificación del desarrollo económico y social; establecer en África 10 talleres de Luban, con el objetivo de ofrecer capacitación profesional y de habilidades a los jóvenes africanos; apoyar la instalación del Centro de Cooperación en materia de Innovación China-África con el propósito de impulsar la cooperación en la promoción de las actividades innovadoras y emprendedoras de los jóvenes; implementar el Plan Ocas Líderes encaminado a formar a mil talentos élites para la región africana; ofrecer a África 50 mil becas gubernamentales, 50 mil plazas de participación en diversos cursos y capacitaciones e invitar a 2000 jóvenes africanos a realizar intercambios a China.
Sexto, la acción en sanidad. China decide perfeccionar y actualizar 50 proyectos de asistencia médica a África, y ayudar a construir prioritariamente los proyectos insignia como la Oficina General de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África y los hospitales de amistad China-África; realizar intercambio de sanidad pública y la cooperación de información y llevar a cabo los proyectos del control de las enfermedades infecciosas nuevas o recurrentes, la esquistosomiasis, el sida y la malaria, etc.; ayudar a África a formar más médicos especialistas y seguir enviando y optimizando grupos médicos para África; desplegar los programas de asistencia médica ambulante como Operación Luz, Operación Corazón y Operación Sonrisa; y realizar el proyecto para las mujeres y niños vulnerables.
Séptimo, la acción del intercambio cultural. China decide establecer el Instituto Chino de Estudios Africanos para profundizar el aprendizaje mutuo entre las culturas con África; elaborar un plan reforzado de investigaciones conjuntas e intercambios entre China y África; llevar a cabo 50 proyectos de cultura, deporte y turismo, y apoyar a los países africanos a incorporarse a las ligas internacionales de teatros, museos y festivales artísticos de la Ruta de la Seda; construir la red de cooperación mediática de China y África; seguir promoviendo el establecimiento recíproco de Centros Culturales; apoyar a las instituciones educativas cualificadas de África a solicitar sede del Instituto Confucio; y apoyar a más países africanos a ser el destino de los grupos de turistas chinos.
Octavo, la acción en paz y seguridad. China decide establecer el Fondo de Cooperación de Paz y Seguridad China-África, y apoyar la cooperación entre ambas partes en materia de la paz, la seguridad y el mantenimiento de la paz y estabilidad; seguir ofreciendo asistencia militar no reembolsable a la Unión Africana; apoyar los esfuerzos de los países de Sahel, el Golfo de Adén y el Golfo de Guinea por salvaguardar la paz regional y luchar contra el terrorismo; instituir el Foro de Paz y Seguridad China-África para ofrecer una plataforma a favor del fortalecimiento del intercambio acerca de la paz y la seguridad; y materializar 50 proyectos de asistencia en seguridad en terrenos como la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, la seguridad ciudadana, las misiones del mantenimiento de paz de la ONU, el combate contra los piratas y el terrorismo.
Para promover la feliz implementación de estas ocho acciones, China, mediante formas como la ayuda gubernamental, las inversiones y el financiamiento de las instituciones financieras y las empresas, ofrecerá a África un apoyo de hasta 60 mil millones de dólares, que incluyen: 15 mil millones de dólares de asistencia no reembolsable, crédito sin interés y préstamo preferencial, 20 mil millones de dólares de crédito, 10 mil millones de dólares para el establecimiento de un fondo específico para la financiación al desarrollo, y 5 mil millones de financiamiento especial para el comercio de importaciones de África. Se impulsará a las empresas chinas a invertir no menos de 10 mil millones de dólares en África en los próximos 3 años. Al mismo tiempo, exonerar a los países menos desarrollados, los países pobres muy endeudados, los países en desarrollo sin litoral, y los pequeños estados insulares en desarrollo de África con los que China mantiene relaciones diplomáticas el pago de las deudas tipo préstamos intergubernamentales sin intereses vencidas hasta finales de 2018.
Estimados colegas, señoras y señores:
En los jóvenes descansa la esperanza de las relaciones entre China y África. Entre las ocho acciones que he planteado, varias se enfocan en los jóvenes y tienen por objetivo formar y ayudar a los jóvenes, y ofrecerles más oportunidades de trabajo y espacios más amplios de desarrollo. En octubre del año pasado, intercambié cartas con los estudiantes del Instituto de Cooperación Sur-Sur y Desarrollo en China, y la absoluta mayoría de ellos provienen de África. En la carta, les animé a seguir acumulando y aplicando los conocimientos, para convertirse en talentos y escribir nuevos capítulos de la cooperación sino-africana y la cooperación Sur-Sur.
La luz del sol naciente nos ilumina el camino hacia el futuro. Tengo la certeza de que siempre que la amistad entre China y África se transmita entre los jóvenes de generación en generación, la comunidad de destino China-África, sin duda alguna, ostentará mayor vigor, y el sueño chino de la gran revitalización de la nación china y el sueño africano de la unidad y el desarrollo del pueblo africano se harán realidad en un futuro cercano.
Gracias.
Enlace: http://politica-china.org/areas/politica-exterior/texto-integro-del-discurso-de-xi-jinping-en-apertura-de-la-cumbre-del-foro-de-cooperacion-china-africa
sábado, 27 de octubre de 2018
jueves, 18 de octubre de 2018
Una visita a Yan’an
Una delegación de reporteros chinos y extranjeros de nuestra emisora visitan a la ciudad de Yan’an, cuna de la revolución china
Facundo Barrio, Argentina
El primer día de visita a Yan’an fue una lección rápida y efectiva sobre la Revolución China de 1949. El Museo Conmemorativo sobre la Revolución permite conocer de cerca la importancia de esta ciudad en el nacimiento histórico de la nueva China. La guía que brindó la explicación para nosotros dijo una frase que, en mi opinión, resume muy bien el espíritu de la base comunista que se formó aquí en los años ’30 y ’40: “Los combatientes apenas tenían para comer arroz amarillo, pero eran intelectualmente capaces de explicar El Capital de Carl Marx”. En el museo también tuvimos oportunidad de conversar con algunos chinos que vinieron a Yan’an para hacer “turismo rojo”, y que incluso estaban vestidos como los revolucionarios de aquella época.
El pueblo de Yan’an es, además, muy hospitalario. Fuimos recibidos por funcionarios del gobierno local que conversaron amablemente con nosotros sobre el desarrollo actual de la ciudad y sobre los planes oficiales para eliminar la pobreza extrema antes de 2020. Ese objetivo sin dudas sería motivo de orgullo para los revolucionarios de 1949. Por último, apreciamos un espectáculo de luces en la montaña Baota: una forma moderna y atractiva de homenajear a Mao Zedong y los demás “padres” de la Revolución China.
Atzin Garcia, México
Cada ciudad tiene algo que se le caracteriza, para la ciudad de Yan’an es el recuerdo de la revolución de 1935 a 1948 que se ve presente en sus museos, en su calles y en el orgullo con el que hablan sus residentes sobre este suceso y haber podido ser la cuna del movimiento.
Como turista el poder presenciar los diferentes espectáculos que retratan este orgullo me llena de emoción y me hacen el querer aprender cada detalle del movimiento revolucionario, como periodista me despierta las ansías de querer informar como después de la revolución el cambio se ha mantenido activo no solo en esta ciudad sino que se ha expandido al resto de China.
Maria Alejandra, Panamá
Lo más importante de China es su gente.
Bajo esta premisa, considero que ustedes han logrado grandes metas porque se planifican, y al pie de la letra cumplen cada objetivo establecido.
De igual manera es lo que he notado en esta provincia en el poco tiempo que tengo, Shaanxi, de ser una provincia pobre en la década de los cuarenta del siglo pasado, hasta convertirse en una ciudad moderna.
El orgullo y patriotismo se siente cuando hable con el señor Gao, funcionario de un hospital de la provincia de Jiansu, sus palabras rebosan de patriotismo, el caballero es la imagen que tengo de la segunda potencia económica mundial, China, y es el siguiente :“Avanzamos con pasos firmes, pero nunca olvidaremos de donde venimos.”
21-8-2018
Enlace: http://espanol.cri.cn/opinion/interview/1034/20180821/173196.html
Enfoque de China: China reduce la pobreza en más distritos y se acerca al objetivo de 2020
BEIJING, 18 oct (Xinhua) -- China anunció el miércoles que otros 85 distritos han sido excluidos de forma oficial de la lista de áreas pobres del país, lo que supone nuevos pasos hacia su objetivo de erradicar la pobreza para 2020.
El anuncio fue publicado por la Oficina del Grupo Dirigente de Alivio de la Pobreza y Desarrollo del Consejo de Estado con motivo del V Día Nacional de Reducción de Pobreza, que se celebra cada 17 de octubre.
Se trata del mayor número de distritos que salen de la pobreza desde que China se comprometió en 2015 a ganar el combate duro contra la pobreza, y eleva la cifra total a 153 desde aquel momento.
"Este es un logro importante en la etapa decisiva de luchar en la dura batalla contra la pobreza", destacó Xia Gengsheng, subdirector de la oficina.
Los 85 distritos, de nueve regiones provinciales, pasaron las evaluaciones de terceras instituciones antes de ser excluidos de la lista.
Setenta y cuatro de los distritos excluidos se encuentran en las regiones occidentales menos desarrolladas del país y 25 en la región autónoma del Tíbet, en el suroeste de China, que aglutina el mayor número a escala de región provincial.
Un distrito se excluye de la lista si menos del 2 por ciento de su población vive por debajo del umbral de la pobreza, definido como un ingreso anual per cápita de 2.300 yuanes (unos 333 dólares) a precios de 2010. En las regiones occidentales, que son las menos desarrolladas del país, la exclusión de la lista se produce si menos del 3 por ciento de sus habitantes viven en la pobreza.
"Excluir a los 85 distritos de la lista de pobreza concuerda con el desarrollo económico y social local. La decisión puede resistir las pruebas y es reconocida por el público", explicó Xia, quien pidió que continúen las políticas y los esfuerzos de alivio de la pobreza en estos distritos.
La reducción de la pobreza ha sido una de las prioridades en la agenda del gobierno y éste ha adoptado varias medidas, entre ellas el comercio electrónico, la reubicación y la mejora de infraestructuras.
Durante los últimos cinco años, más de 68 millones de personas han visto mejoradas sus depauperadas condiciones, incluidas 8,3 millones reubicadas desde áreas inhóspitas, y la tasa de pobreza ha bajado del 10,2 al 3,1 por ciento, según el informe de la labor del gobierno de este año.
El país busca sacar de la pobreza al menos a diez millones de personas este año y erradicar esta circunstancia para el 2020, el año planeado para terminar la construcción de una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos.
Los distritos liberados de la pobreza han experimentado mejoras en infraestructuras, incluido el suministro de agua y electricidad, y el aumento decente en ingresos disponibles per cápita de residentes rurales.
Las autoridades planean eliminar la pobreza en unos 270 distritos este año, 330 distritos en 2019 y 70 en 2020, según Xia.
Hay que dar prioridad a la calidad del trabajo de alivio de pobreza en el agenda, destacó.
La oficina del grupo dirigente bajo el Consejo de Estado realizará revisiones aleatorias en los distritos bajo evaluación para eliminación de la pobreza para asegurar que los estándares sean satisfechos.
Xia cree que el país es capaz de cumplir el objetivo de alivio de pobreza para 2020 siempre que las autoridades se adhieran a los actuales estándares, asuman las responsabilidades completamente e intensifiquen el trabajo de alivio de pobreza preciso.
Mientras que los últimos progresos son alentadores, las regiones que todavía están en pobreza son huesos duros de roer.
China se ha comprometido a aumentar el apoyo político en el futuro para erradicar la pobreza extrema que persiste en lugares como la región autónoma del Tíbet y partes de la región autónoma uygur de Xinjiang, así como en las provincias de Sichuan, Yunnan y Gansu.
El gobierno central ha asignado 12.000 millones de yuanes de fondos adicionales este año para solucionar la pobreza extrema en esas áreas.
Enlace: http://spanish.xinhuanet.com/2018-10/18/c_137541364.htm
miércoles, 17 de octubre de 2018
Larga marcha: Caminar revolucionario sobre cinco cordilleras
Por Carmen Parejo
Seguir adelante era la victoria
En Octubre de 2016 se festejaba el ochenta aniversario del encuentro de los tres ejércitos del Ejército Rojo de soldados y campesinos, considerado el culmen de la Larga Marcha. Durante los últimos años de la década de los 20 y principios de los años 30 del siglo XX se produce una persecución contra el movimiento obrero y el recién creado Partido Comunista de China, que rompe con los acuerdos de estos con el Kuomintang creados para defenderse conjuntamente de la agresión colonialista. Se refugian en bases situadas en las zonas rurales del sur y el centro del país, destacando el Soviet de Jiagnxi. En 1933, el gobierno de Chiang Kai-shek lanza una nueva campaña contra las bases revolucionarias resultando victorioso. El Partido Comunista Chino no tiene más remedio que replegarse.
Así, el 16 de Octubre de 1934 se inicia una Larga Marcha, del sur hacia el norte del extenso territorio chino y que culminará con el encuentro de los tres ejércitos que componían el Ejército Rojo dos años más tarde en Huining, al norte del país, tras recorrer 12500 km.
Incontables ríos y numerosas montañas
Para ello los valientes hombres y mujeres del Ejército Rojo no sólo tuvieron que combatir con el ejército del Kuomintang que los perseguía sino que tuvieron que hacer frente a un paisaje rudo, extenso y complejo.
Dieciocho cadenas montañosas, algunas de ellas nevadas durante todo el año y veinticuatro corrientes de agua fueron atravesadas por los valerosos soldados de la Larga Marcha. Detenerse no era una opción pese a los obstáculos. En 1934, consiguen romper la cuarta línea de cerco enemigo en el río Xiang con numerosas bajas que dejan al primer ejército con sólo 30000 hombres de los 86000 que habían salido de Jiangxi. A principios de 1935 se produce la reunión de Zunyi que supone la maduración del proceso revolucionario, y el Partido Comunista Chino plantea una nueva estrategia liderada por Mao Tse-Tung tratando de superar las divergencias internas y el caos inicial de la Larga Marcha.
En Gannan, en la provincia de Gansu, Mao improvisa su poema La Larga Marcha:
“El Ejército Rojo no teme los rigores de una larga marcha, mil montañas, diez mil ríos no significan nada. Las Cinco Cordilleras para él son leves ondas y los colosales picos del Wumín, simples terrones que ruedan. Los tibios acantilados, coronados de nubes, que el río Arenas de Oro azota, las frías cadenas de hierro del puente que el Dadú atraviesan y más la nieve infinita del Minshán, nos alegran e incitan y cuando las cruzamos en cada rostro estalla la sonrisa.”
Pese al silencio mediático que el Kuomintang había impuesto en el verano de 1935 ya es imposible que los periódicos nacionales no hablen en toda China de la victoria del Ejército Rojo.
En agosto de 1936 Mao organiza a través del departamento político del primer ejército el departamento editorial que hace un llamado a los soldados para que contaran su experiencia durante la larga marcha. Más de doscientos artículos serán recogidos en un libro que inicialmente se tituló 12500km y posteriormente Registro de la Gran Marcha del Ejército Rojo. A su vez el periodista estadounidense Edgar Snow internacionaliza la imagen de Mao y de la Larga Marcha con la publicación de su libro Estrella roja sobre China en 1937.
El caminar, a veces en círculos, les llevaba en muchas ocasiones a encontrarse varias veces con los mismos poblados, y el tratamiento que recibieron de los campesinos que habitaban esos pueblos sirve de ejemplo para mostrar el espíritu de la Larga Marcha y su evolución.
Entre los relatos de los testigos de la Larga Marcha destaca el profundo respeto de los soldados que se refleja en esta canción sobre las estrictas normas para que imponía el Ejército Rojo:
1. Cierren las puertas cuando abandonen una casa.
2. Devuelvan y arrollen las esteras de paja.
3. Sean corteses y amables con la gente y ayúdenla.
4. Devuelvan los artículos prestados.
5. Sean honestos en todas las transacciones con los campesinos.
6. Paguen todos los artículos comprados.
7. Sean limpios, pongan las letrinas a una distancia prudencial de las casas.
A su vez los poblados campesinos pudieron sanar por primera vez enfermedades que en las ciudades ya eran curables pero que para ellos aún seguían siendo mortales gracias a la ayuda de los soldados del Ejército Rojo.
El respeto a las comunidades que iban visitando y el espíritu de lucha y de constancia llevó a muchos de esos campesinos a unirse a la Larga Marcha, convencidos de la gran tarea que estaba librando el Partido Comunista Chino por la liberación y la dignidad de sus pueblos.
Cuando el sacrificio sirve de inspiración
La Larga marcha es por tanto un equipo de difusión forjado con las vidas de cada uno de sus participantes, que recorrieron el vasto y extenso territorio chino, no exento de dificultades naturales, militares y políticas; pero fortalecidos por el convencimiento de la necesidad revolucionaria, con una férrea disciplina de respeto hacia los pobladores que encontraban en su camino y aprendiendo a cada paso a comprender la realidad china y las contradicciones de su momento. Un pueblo compuesto fundamentalmente por campesinos muy pobres que trabajaban de sol a sol, marginado y aislado, ajeno a los lujos de las grandes ciudades. Invadidos por el colonialismo, abandonados y perseguidos por los nacionalistas y atacados por las incesantes agresiones japonesas. Un pueblo glorificado en la Larga Marcha del Ejército Rojo de Soldados y Campesinos cuyo sacrificio marcará el rumbo revolucionario del país a través de la comprensión del mismo y teniendo claro su objetivo.
Un sacrificio que no debemos olvidar y que hoy en día debería servirnos de inspiración para recorrer caminos ya recorridos y otros nuevos que nos esperen con el convencimiento y la valentía de estos soldados que hace más de 80 años dieron una lección de compromiso y de constancia al caminar la revolución.
16-10-2018
Fuente: Revista La Comuna
Seguir adelante era la victoria
En Octubre de 2016 se festejaba el ochenta aniversario del encuentro de los tres ejércitos del Ejército Rojo de soldados y campesinos, considerado el culmen de la Larga Marcha. Durante los últimos años de la década de los 20 y principios de los años 30 del siglo XX se produce una persecución contra el movimiento obrero y el recién creado Partido Comunista de China, que rompe con los acuerdos de estos con el Kuomintang creados para defenderse conjuntamente de la agresión colonialista. Se refugian en bases situadas en las zonas rurales del sur y el centro del país, destacando el Soviet de Jiagnxi. En 1933, el gobierno de Chiang Kai-shek lanza una nueva campaña contra las bases revolucionarias resultando victorioso. El Partido Comunista Chino no tiene más remedio que replegarse.
Así, el 16 de Octubre de 1934 se inicia una Larga Marcha, del sur hacia el norte del extenso territorio chino y que culminará con el encuentro de los tres ejércitos que componían el Ejército Rojo dos años más tarde en Huining, al norte del país, tras recorrer 12500 km.
Incontables ríos y numerosas montañas
Para ello los valientes hombres y mujeres del Ejército Rojo no sólo tuvieron que combatir con el ejército del Kuomintang que los perseguía sino que tuvieron que hacer frente a un paisaje rudo, extenso y complejo.
Dieciocho cadenas montañosas, algunas de ellas nevadas durante todo el año y veinticuatro corrientes de agua fueron atravesadas por los valerosos soldados de la Larga Marcha. Detenerse no era una opción pese a los obstáculos. En 1934, consiguen romper la cuarta línea de cerco enemigo en el río Xiang con numerosas bajas que dejan al primer ejército con sólo 30000 hombres de los 86000 que habían salido de Jiangxi. A principios de 1935 se produce la reunión de Zunyi que supone la maduración del proceso revolucionario, y el Partido Comunista Chino plantea una nueva estrategia liderada por Mao Tse-Tung tratando de superar las divergencias internas y el caos inicial de la Larga Marcha.
En Gannan, en la provincia de Gansu, Mao improvisa su poema La Larga Marcha:
“El Ejército Rojo no teme los rigores de una larga marcha, mil montañas, diez mil ríos no significan nada. Las Cinco Cordilleras para él son leves ondas y los colosales picos del Wumín, simples terrones que ruedan. Los tibios acantilados, coronados de nubes, que el río Arenas de Oro azota, las frías cadenas de hierro del puente que el Dadú atraviesan y más la nieve infinita del Minshán, nos alegran e incitan y cuando las cruzamos en cada rostro estalla la sonrisa.”
Pese al silencio mediático que el Kuomintang había impuesto en el verano de 1935 ya es imposible que los periódicos nacionales no hablen en toda China de la victoria del Ejército Rojo.
En agosto de 1936 Mao organiza a través del departamento político del primer ejército el departamento editorial que hace un llamado a los soldados para que contaran su experiencia durante la larga marcha. Más de doscientos artículos serán recogidos en un libro que inicialmente se tituló 12500km y posteriormente Registro de la Gran Marcha del Ejército Rojo. A su vez el periodista estadounidense Edgar Snow internacionaliza la imagen de Mao y de la Larga Marcha con la publicación de su libro Estrella roja sobre China en 1937.
El caminar, a veces en círculos, les llevaba en muchas ocasiones a encontrarse varias veces con los mismos poblados, y el tratamiento que recibieron de los campesinos que habitaban esos pueblos sirve de ejemplo para mostrar el espíritu de la Larga Marcha y su evolución.
Entre los relatos de los testigos de la Larga Marcha destaca el profundo respeto de los soldados que se refleja en esta canción sobre las estrictas normas para que imponía el Ejército Rojo:
1. Cierren las puertas cuando abandonen una casa.
2. Devuelvan y arrollen las esteras de paja.
3. Sean corteses y amables con la gente y ayúdenla.
4. Devuelvan los artículos prestados.
5. Sean honestos en todas las transacciones con los campesinos.
6. Paguen todos los artículos comprados.
7. Sean limpios, pongan las letrinas a una distancia prudencial de las casas.
A su vez los poblados campesinos pudieron sanar por primera vez enfermedades que en las ciudades ya eran curables pero que para ellos aún seguían siendo mortales gracias a la ayuda de los soldados del Ejército Rojo.
El respeto a las comunidades que iban visitando y el espíritu de lucha y de constancia llevó a muchos de esos campesinos a unirse a la Larga Marcha, convencidos de la gran tarea que estaba librando el Partido Comunista Chino por la liberación y la dignidad de sus pueblos.
Cuando el sacrificio sirve de inspiración
La Larga marcha es por tanto un equipo de difusión forjado con las vidas de cada uno de sus participantes, que recorrieron el vasto y extenso territorio chino, no exento de dificultades naturales, militares y políticas; pero fortalecidos por el convencimiento de la necesidad revolucionaria, con una férrea disciplina de respeto hacia los pobladores que encontraban en su camino y aprendiendo a cada paso a comprender la realidad china y las contradicciones de su momento. Un pueblo compuesto fundamentalmente por campesinos muy pobres que trabajaban de sol a sol, marginado y aislado, ajeno a los lujos de las grandes ciudades. Invadidos por el colonialismo, abandonados y perseguidos por los nacionalistas y atacados por las incesantes agresiones japonesas. Un pueblo glorificado en la Larga Marcha del Ejército Rojo de Soldados y Campesinos cuyo sacrificio marcará el rumbo revolucionario del país a través de la comprensión del mismo y teniendo claro su objetivo.
Un sacrificio que no debemos olvidar y que hoy en día debería servirnos de inspiración para recorrer caminos ya recorridos y otros nuevos que nos esperen con el convencimiento y la valentía de estos soldados que hace más de 80 años dieron una lección de compromiso y de constancia al caminar la revolución.
16-10-2018
Fuente: Revista La Comuna
martes, 16 de octubre de 2018
La gran reforestación china
El país ha recuperado desde principios de siglo una media anual de 50.000 kilómetros cuadrados de cubierta forestal
Wang Ning antes plantaba maíz y trigo; ahora cuida árboles. Hace tres años, la tierra que había cultivado durante casi toda su vida en las afueras de la ciudad de Langfang, en el norte de China, se convirtió en cuestión de meses en una nueva masa forestal. El cambio de rumbo de este campesino no fue fruto de un repentino despertar de su conciencia medioambiental, sino resultado del gigantesco programa de reforestación que las autoridades chinas llevan a cabo desde hace dos décadas. Pese a los graves, conocidos e innegables problemas medioambientales que sacuden el país más poblado del mundo, China está recuperando poco a poco el verde al tiempo que la deforestación avanza en otras partes del globo.
China era un país prácticamente árido a principios de los 90, con una masa forestal que apenas alcanzaba el 14% del total de su superficie. La combinación de prácticas agrícolas abusivas, decisiones políticas nefastas y patrones migratorios había dejado a la República Popular prácticamente sin bosques. La falta de estos se hizo patente en varios desastres naturales durante esa década, entre ellos una sequía extrema en la cuenca del Río Amarillo en 1997 y fuertes inundaciones un año después a lo largo del Yangtsé que provocaron miles de muertes y cuantiosas pérdidas.
Las autoridades respondieron a estas crisis con la aprobación de grandes planes de conservación y reforestación, algunos de los cuales siguen vigentes. Se trata de campañas masivas de plantación de árboles (tanto a mano como a través de la siembra aérea), del cierre de zonas protegidas para facilitar la regeneración de bosques y selvas o de la reconversión de suelo agrícola en forestal. Wang se acogió a este último programa y por sus 60 hectáreas, donde ahora crecen sauces, fresnos y paulownias, recibe un subsidio anual de 450.000 yuanes (56.200 euros) durante cinco años.
“Es bastante más de lo que ingresaba por la cosecha y supone menos trabajo, porque solamente nos tenemos que preocupar de mantener el bosque limpio de follaje. Tengo 60 años y con este dinero es suficiente para vivir el resto de mis días”, explica el campesino. En toda la zona campos de cultivo se entrecruzan con otros repletos de árboles, algunos recién plantados y otros ya con raíces echadas, todos perfectamente alineados. “Algunos vecinos más jóvenes tienen dudas porque no saben de qué vivirán tras los cinco años del subsidio, pero casi todos hemos dado el paso”.
Solamente durante el periodo 2013-2017, China gastó 67.200 millones de euros en estos programas de reforestación, incluyendo los pagos a agricultores y a empresas cuyas actividades de explotación forestal han sido restringidas.
[Retos pendientes:
A pesar de los avances, China tiene mucho camino por recorrer en su lucha contra la desertización. Aunque la tendencia se ha revertido, un 27,4% del territorio (habitado por 400 millones de personas) sigue siendo árido. La tasa forestal es del 21,6%, mucho menor al 31% de media global.]
La previsión de las autoridades es alcanzar el 26% en 2035. Pero la presión para alcanzar estas cuotas, que están marcadas a nivel local, provoca episodios de tensión entre agricultores que no quieren dejar de cultivar sus tierras y la administración. Estas prisas, además de crear conflictos sociales, pueden derivar en una asignación poco eficiente de los recursos e incluso en la elección errónea de las especies a plantar, como ya ha ocurrido en algunas ocasiones con resultados nefastos. “Básicamente, se trata de plantar árboles en función de su idoneidad y no por preferencia personal”, recuerda Yi Lan, de Greenpeace.
Según datos de la Administración Forestal del país, desde principios de siglo se han recuperado de media cada año 50.000 kilómetros cuadrados de cubierta forestal, una superficie similar a la de Aragón. La masa forestal ha crecido hasta el 21,6% del total, es decir, un incremento de más de siete puntos porcentuales en apenas treinta años. Ningún otro país del mundo ha visto una reversión de la pérdida y degradación de los bosques de esta magnitud en tan poco tiempo. Estos datos facilitados por el Gobierno chino son respaldados por estudios independientes realizados a partir de imágenes por satélite.
“La experiencia de China, que produce más emisiones de dióxido de carbono que cualquier otro país, es especialmente importante ya que los programas de reforestación aumentaron la cubierta forestal de forma notable y proporcionaron ingresos adicionales a las comunidades rurales”, explica Michael Wolosin, presidente de la firma de investigación Forest Climate Analytics.
Otra iniciativa, esta concebida a finales de los 70, es la conocida popularmente como Gran Muralla Verde, basada en la plantación masiva de árboles en el norte del país con el objetivo de frenar la expansión del desierto de Gobi. Las autoridades presumen de una ratio de supervivencia de las semillas de más del 90%, una cifra muy optimista teniendo en cuenta que algunas campañas han sufrido sonoros fracasos porque las especies no lograban crecer en un entorno tan hostil. En cualquier caso, el proyecto ha dado sus frutos: la superficie forestal en el norte del país ha pasado del 5% al 12,4%.
“Un tercio de la superficie de China se puede considerar desierto, principalmente debido a una historia de agotamiento rampante e incontrolado de los nutrientes del suelo, particularmente en el norte del país. Pero la tendencia a la desertización se ha reducido gracias el esfuerzo de los programas de reforestación”, asegura Yi Lan, responsable de bosques de Greenpeace East Asia.
Langfang, la ciudad en cuyo término municipal está la tierra gestionada por Wang, pertenece a la provincia de Hebei, parte también de este megaproyecto. La zona, colindante con Pekín, es una de las áreas más contaminadas del país al tratarse de un importante centro manufacturero, de industria pesada y de extracción y quema de carbón. Los esfuerzos de limpieza y mejora ambiental son especialmente relevantes aquí porque los bosques son decisivos para proteger la superpoblada capital de catástrofes naturales como las ocurridas hace unas décadas. Esta creciente capa verde que envuelve Pekín, de hecho, empieza a notarse: en los últimos diez años, las molestas tormentas de arena que suelen llegar a la capital durante la primavera se han reducido en un 70%.
9-10-2018
Enlace: https://elpais.com/sociedad/2018/09/28/actualidad/1538136968_740260.html
Wang Ning antes plantaba maíz y trigo; ahora cuida árboles. Hace tres años, la tierra que había cultivado durante casi toda su vida en las afueras de la ciudad de Langfang, en el norte de China, se convirtió en cuestión de meses en una nueva masa forestal. El cambio de rumbo de este campesino no fue fruto de un repentino despertar de su conciencia medioambiental, sino resultado del gigantesco programa de reforestación que las autoridades chinas llevan a cabo desde hace dos décadas. Pese a los graves, conocidos e innegables problemas medioambientales que sacuden el país más poblado del mundo, China está recuperando poco a poco el verde al tiempo que la deforestación avanza en otras partes del globo.
China era un país prácticamente árido a principios de los 90, con una masa forestal que apenas alcanzaba el 14% del total de su superficie. La combinación de prácticas agrícolas abusivas, decisiones políticas nefastas y patrones migratorios había dejado a la República Popular prácticamente sin bosques. La falta de estos se hizo patente en varios desastres naturales durante esa década, entre ellos una sequía extrema en la cuenca del Río Amarillo en 1997 y fuertes inundaciones un año después a lo largo del Yangtsé que provocaron miles de muertes y cuantiosas pérdidas.
Las autoridades respondieron a estas crisis con la aprobación de grandes planes de conservación y reforestación, algunos de los cuales siguen vigentes. Se trata de campañas masivas de plantación de árboles (tanto a mano como a través de la siembra aérea), del cierre de zonas protegidas para facilitar la regeneración de bosques y selvas o de la reconversión de suelo agrícola en forestal. Wang se acogió a este último programa y por sus 60 hectáreas, donde ahora crecen sauces, fresnos y paulownias, recibe un subsidio anual de 450.000 yuanes (56.200 euros) durante cinco años.
“Es bastante más de lo que ingresaba por la cosecha y supone menos trabajo, porque solamente nos tenemos que preocupar de mantener el bosque limpio de follaje. Tengo 60 años y con este dinero es suficiente para vivir el resto de mis días”, explica el campesino. En toda la zona campos de cultivo se entrecruzan con otros repletos de árboles, algunos recién plantados y otros ya con raíces echadas, todos perfectamente alineados. “Algunos vecinos más jóvenes tienen dudas porque no saben de qué vivirán tras los cinco años del subsidio, pero casi todos hemos dado el paso”.
Solamente durante el periodo 2013-2017, China gastó 67.200 millones de euros en estos programas de reforestación, incluyendo los pagos a agricultores y a empresas cuyas actividades de explotación forestal han sido restringidas.
[Retos pendientes:
A pesar de los avances, China tiene mucho camino por recorrer en su lucha contra la desertización. Aunque la tendencia se ha revertido, un 27,4% del territorio (habitado por 400 millones de personas) sigue siendo árido. La tasa forestal es del 21,6%, mucho menor al 31% de media global.]
La previsión de las autoridades es alcanzar el 26% en 2035. Pero la presión para alcanzar estas cuotas, que están marcadas a nivel local, provoca episodios de tensión entre agricultores que no quieren dejar de cultivar sus tierras y la administración. Estas prisas, además de crear conflictos sociales, pueden derivar en una asignación poco eficiente de los recursos e incluso en la elección errónea de las especies a plantar, como ya ha ocurrido en algunas ocasiones con resultados nefastos. “Básicamente, se trata de plantar árboles en función de su idoneidad y no por preferencia personal”, recuerda Yi Lan, de Greenpeace.
Según datos de la Administración Forestal del país, desde principios de siglo se han recuperado de media cada año 50.000 kilómetros cuadrados de cubierta forestal, una superficie similar a la de Aragón. La masa forestal ha crecido hasta el 21,6% del total, es decir, un incremento de más de siete puntos porcentuales en apenas treinta años. Ningún otro país del mundo ha visto una reversión de la pérdida y degradación de los bosques de esta magnitud en tan poco tiempo. Estos datos facilitados por el Gobierno chino son respaldados por estudios independientes realizados a partir de imágenes por satélite.
“La experiencia de China, que produce más emisiones de dióxido de carbono que cualquier otro país, es especialmente importante ya que los programas de reforestación aumentaron la cubierta forestal de forma notable y proporcionaron ingresos adicionales a las comunidades rurales”, explica Michael Wolosin, presidente de la firma de investigación Forest Climate Analytics.
Otra iniciativa, esta concebida a finales de los 70, es la conocida popularmente como Gran Muralla Verde, basada en la plantación masiva de árboles en el norte del país con el objetivo de frenar la expansión del desierto de Gobi. Las autoridades presumen de una ratio de supervivencia de las semillas de más del 90%, una cifra muy optimista teniendo en cuenta que algunas campañas han sufrido sonoros fracasos porque las especies no lograban crecer en un entorno tan hostil. En cualquier caso, el proyecto ha dado sus frutos: la superficie forestal en el norte del país ha pasado del 5% al 12,4%.
“Un tercio de la superficie de China se puede considerar desierto, principalmente debido a una historia de agotamiento rampante e incontrolado de los nutrientes del suelo, particularmente en el norte del país. Pero la tendencia a la desertización se ha reducido gracias el esfuerzo de los programas de reforestación”, asegura Yi Lan, responsable de bosques de Greenpeace East Asia.
Langfang, la ciudad en cuyo término municipal está la tierra gestionada por Wang, pertenece a la provincia de Hebei, parte también de este megaproyecto. La zona, colindante con Pekín, es una de las áreas más contaminadas del país al tratarse de un importante centro manufacturero, de industria pesada y de extracción y quema de carbón. Los esfuerzos de limpieza y mejora ambiental son especialmente relevantes aquí porque los bosques son decisivos para proteger la superpoblada capital de catástrofes naturales como las ocurridas hace unas décadas. Esta creciente capa verde que envuelve Pekín, de hecho, empieza a notarse: en los últimos diez años, las molestas tormentas de arena que suelen llegar a la capital durante la primavera se han reducido en un 70%.
9-10-2018
Enlace: https://elpais.com/sociedad/2018/09/28/actualidad/1538136968_740260.html
martes, 9 de octubre de 2018
Enfoque de China: Nuevas acciones propuestas por Xi dan ímpetu a unión de familia China-África
BEIJING, 4 sep (Xinhua) -- El presidente chino, Xi Jinping, anunció el lunes una serie de medidas renovadas para impulsar la cooperación China-África, cuando más de 50 líderes africanos se reúnen en Beijing, la capital nacional, por un importante evento.
"Estamos encantados de tenerlos a todos ustedes aquí con nosotros", dijo Xi al inaugurar la Cumbre de Beijing 2018 del Foro de Cooperación China-África (FOCAC, por sus siglas en inglés), una ocasión que describió como una reunión de la gran familia China-África.
El mandatario pidió esfuerzos para forjar una asociación estratégica de cooperación integral China-África aún más fuerte.
Xi propuso ocho iniciativas con 60.000 millones de dólares de financiación como garantía para los próximos tres años.
Entre las medidas se encuentra la importación desde África de más productos diferentes a los recursos naturales, el incremento de las inversiones corporativas, más vuelos directos, un centro de cooperación ambiental, un instituto de estudios africanos, y programas de seguridad para luchar contra la piratería y el y terrorismo.
Refiriéndose a África como una "tierra de gran promesa" y un continente "lleno de esperanza", Xi manifestó que nadie puede frenar ni al pueblo chino ni al africano en su marcha hacia la revitalización.
OCHO INICIATIVAS
La cumbre de este año es la tercera de su tipo desde cuando fue creado el FOCAC, hace 18 años.
Liu Guijin, un veterano diplomático que sirvió como el primer representante especial del Gobierno chino sobre Asuntos Africanos, dijo que las iniciativas son la continuación de los 10 planes de cooperación anunciados durante la última edición de la cumbre, celebrada en 2015.
"Nuestras políticas han sido muy consistentes. Construimos sobre los logros conseguidos en el pasado y seguido avanzando", sostuvo Liu.
Xi reveló que China celebrará una exposición económica y comercial China-África, y que su país construirá o modernizará varias zonas de cooperación económica y comercial en África.
"Animamos a las compañías chinas a invertir al menos 10.000 millones de dólares en África en los próximos tres años", dijo.
Zhu Gongshan, presidente de la compañía china de energía GCL Group, afirmó que aumentará las inversiones en África, especialmente en el mercado de la generación de energía solar, de gran potencial. Su empresa hace presencia en Etiopía y Yibuti.
"La perspectiva es buena. Como empresarios, tenemos grandes esperanzas y estamos más dispuestos a invertir", dijo.
Observadores opinaron que el desarrollo de infraestructuras en África, como una fuerza del apoyo chino, seguirá beneficiándose de préstamos y líneas de crédito con condiciones favorables.
De manera específica, Xi prometió apoyar a las firmas chinas que adopten un modelo inversión-construcción-operación en los proyectos de infraestructura.
Según Xi, China trabajará con África para realizar numerosos proyectos importantes de conectividad. Eso incrementará el número de infraestructuras de alto perfil que han venido siendo erigidas en el continente en los últimos años, como el Ferrocarril Mombasa-Nairobi, en Kenia, y el Puente de Maputo sobre el mar, en Mozambique.
En cuanto al comercio, el presidente indicó que China ha decidido incrementar las importaciones desde África, en especial las de productos diferentes a los recursos naturales, apoyar la Zona Continental de Libre Comercio Africana y sostener diálogos de libre comercio con los países y regiones interesados.
Las iniciativas de Xi también cubren el desarrollo de capacidades, la atención médica, los intercambios de personal, y la paz y la seguridad.
La protección ambiental también es prioritaria en la agenda.
Según Xi, en el área de desarrollo ecológico y protección ambiental en África se llevarán a cabo 50 proyectos de asistencia, con un enfoque en la lucha contra el cambio climático, la cooperación marina, la prevención y el control de la desertificación, y la protección de la fauna silvestre.
"El discurso (de Xi) destaca lo que estamos haciendo en este momento", manifestó Wang Qingfeng, director del Centro de Investigación Conjunta Sino-africana, con sede en Nairobi y subordinado a la Academia de Ciencias de China.
Desde 2013, el centro ha puesto en marcha más de 45 programas de investigación conjunta, incluida la investigación de la diversidad biológica, la detección de microorganismos patógenos, la ciencia geográfica y la teledetección.
Kembabazi Barbara Gamukama, una ugandesa que estudia en Beijing, dijo sentirse muy motivada por el discurso del mandatario chino.
"China importará más desde África. Eso significa que Uganda puede exportar más café, y que habrá oportunidades de trabajo para los jóvenes ugandeses", manifestó.
PRINCIPIO DE LOS "CINCO NOES"
A pesar de la distancia geográfica entre China y África, ambas partes gozan de una amistad que ha superado la prueba del tiempo.
La amistad profunda fue forjada por los fundadores de China y los países africanos a mediados del siglo pasado. Trascendentales proyectos de asistencia, como el Ferrocarril Tanzania-Zambia, en la década de los 70, hicieron que los dos pueblos se acercaran.
Xi explicó en la cumbre que China aplica un planteamiento de "cinco noes" en sus relaciones con África: no interferir en los caminos de búsqueda del desarrollo de los países africanos que se correspondan con sus condiciones nacionales; no interferir en sus asuntos internos; no imponerles la voluntad de China; no imponer condiciones políticas en la asistencia al continente; y, no buscar beneficios políticos propios en la inversión y la cooperación financiera con África.
"China sigue el principio de ofrecer más y tomar menos, ofrecer antes de tomar y ofrecer sin pedir nada a cambio", aseveró Xi.
La incorporación de nuevos miembros al FOCAC es una demostración del fortalecimiento de la familia China-África. Todos los 53 países africanos que tienen lazos diplomáticos con China ya forman parte del mecanismo.
Xi inició una ronda de aplausos el lunes al dar la bienvenida a Gambia, Santo Tomé y Príncipe, y Burkina Faso como nuevos miembros del foro.
"África ha escogido a China", dijo a Xinhua el presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kabore, antes de viajar hacia Beijing. "Es nuestra alternativa y permaneceremos fieles a ella".
DE ÁFRICA AL MUNDO
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, quien además ejerce la presidencia rotativa de la Unión Africana para 2018, manifestó que la cumbre se registra en el momento adecuado, justo cuando la globalización enfrenta vientos adversos.
"Ahora más que nunca hay una necesidad de cooperación", ya que algunos países han dejado claras sus intenciones de servirse bien primero a ellos mismos en detrimento de otros, dijo Kagame a la prensa en vísperas de la cumbre.
Xi reiteró la postura de China de garantizar una economía mundial abierta y el sistema comercial multilateral, y también de rechazar el proteccionismo y el unilateralismo.
António Guterres, secretario general de la ONU, manifestó que la cooperación entre China y África es fundamental para el éxito de África, que sostiene el éxito del desarrollo y la paz del mundo.
China y África son la casa de unos 2.600 millones de personas, un 35 por ciento de la población global.
De acuerdo con Xi, China y África han conformado desde tiempo atrás una comunidad de destino compartido, y ahora la convertirán en un referente de la construcción de dicho tipo de comunidad para la humanidad.
"Nuestra meta es convertir el mundo en un lugar de paz y estabilidad y vida más feliz y más satisfactoria para todos", manifestó Xi.
Enlace: http://spanish.xinhuanet.com/2018-09/04/c_137443957.htm
"Estamos encantados de tenerlos a todos ustedes aquí con nosotros", dijo Xi al inaugurar la Cumbre de Beijing 2018 del Foro de Cooperación China-África (FOCAC, por sus siglas en inglés), una ocasión que describió como una reunión de la gran familia China-África.
El mandatario pidió esfuerzos para forjar una asociación estratégica de cooperación integral China-África aún más fuerte.
Xi propuso ocho iniciativas con 60.000 millones de dólares de financiación como garantía para los próximos tres años.
Entre las medidas se encuentra la importación desde África de más productos diferentes a los recursos naturales, el incremento de las inversiones corporativas, más vuelos directos, un centro de cooperación ambiental, un instituto de estudios africanos, y programas de seguridad para luchar contra la piratería y el y terrorismo.
Refiriéndose a África como una "tierra de gran promesa" y un continente "lleno de esperanza", Xi manifestó que nadie puede frenar ni al pueblo chino ni al africano en su marcha hacia la revitalización.
OCHO INICIATIVAS
La cumbre de este año es la tercera de su tipo desde cuando fue creado el FOCAC, hace 18 años.
Liu Guijin, un veterano diplomático que sirvió como el primer representante especial del Gobierno chino sobre Asuntos Africanos, dijo que las iniciativas son la continuación de los 10 planes de cooperación anunciados durante la última edición de la cumbre, celebrada en 2015.
"Nuestras políticas han sido muy consistentes. Construimos sobre los logros conseguidos en el pasado y seguido avanzando", sostuvo Liu.
Xi reveló que China celebrará una exposición económica y comercial China-África, y que su país construirá o modernizará varias zonas de cooperación económica y comercial en África.
"Animamos a las compañías chinas a invertir al menos 10.000 millones de dólares en África en los próximos tres años", dijo.
Zhu Gongshan, presidente de la compañía china de energía GCL Group, afirmó que aumentará las inversiones en África, especialmente en el mercado de la generación de energía solar, de gran potencial. Su empresa hace presencia en Etiopía y Yibuti.
"La perspectiva es buena. Como empresarios, tenemos grandes esperanzas y estamos más dispuestos a invertir", dijo.
Observadores opinaron que el desarrollo de infraestructuras en África, como una fuerza del apoyo chino, seguirá beneficiándose de préstamos y líneas de crédito con condiciones favorables.
De manera específica, Xi prometió apoyar a las firmas chinas que adopten un modelo inversión-construcción-operación en los proyectos de infraestructura.
Según Xi, China trabajará con África para realizar numerosos proyectos importantes de conectividad. Eso incrementará el número de infraestructuras de alto perfil que han venido siendo erigidas en el continente en los últimos años, como el Ferrocarril Mombasa-Nairobi, en Kenia, y el Puente de Maputo sobre el mar, en Mozambique.
En cuanto al comercio, el presidente indicó que China ha decidido incrementar las importaciones desde África, en especial las de productos diferentes a los recursos naturales, apoyar la Zona Continental de Libre Comercio Africana y sostener diálogos de libre comercio con los países y regiones interesados.
Las iniciativas de Xi también cubren el desarrollo de capacidades, la atención médica, los intercambios de personal, y la paz y la seguridad.
La protección ambiental también es prioritaria en la agenda.
Según Xi, en el área de desarrollo ecológico y protección ambiental en África se llevarán a cabo 50 proyectos de asistencia, con un enfoque en la lucha contra el cambio climático, la cooperación marina, la prevención y el control de la desertificación, y la protección de la fauna silvestre.
"El discurso (de Xi) destaca lo que estamos haciendo en este momento", manifestó Wang Qingfeng, director del Centro de Investigación Conjunta Sino-africana, con sede en Nairobi y subordinado a la Academia de Ciencias de China.
Desde 2013, el centro ha puesto en marcha más de 45 programas de investigación conjunta, incluida la investigación de la diversidad biológica, la detección de microorganismos patógenos, la ciencia geográfica y la teledetección.
Kembabazi Barbara Gamukama, una ugandesa que estudia en Beijing, dijo sentirse muy motivada por el discurso del mandatario chino.
"China importará más desde África. Eso significa que Uganda puede exportar más café, y que habrá oportunidades de trabajo para los jóvenes ugandeses", manifestó.
PRINCIPIO DE LOS "CINCO NOES"
A pesar de la distancia geográfica entre China y África, ambas partes gozan de una amistad que ha superado la prueba del tiempo.
La amistad profunda fue forjada por los fundadores de China y los países africanos a mediados del siglo pasado. Trascendentales proyectos de asistencia, como el Ferrocarril Tanzania-Zambia, en la década de los 70, hicieron que los dos pueblos se acercaran.
Xi explicó en la cumbre que China aplica un planteamiento de "cinco noes" en sus relaciones con África: no interferir en los caminos de búsqueda del desarrollo de los países africanos que se correspondan con sus condiciones nacionales; no interferir en sus asuntos internos; no imponerles la voluntad de China; no imponer condiciones políticas en la asistencia al continente; y, no buscar beneficios políticos propios en la inversión y la cooperación financiera con África.
"China sigue el principio de ofrecer más y tomar menos, ofrecer antes de tomar y ofrecer sin pedir nada a cambio", aseveró Xi.
La incorporación de nuevos miembros al FOCAC es una demostración del fortalecimiento de la familia China-África. Todos los 53 países africanos que tienen lazos diplomáticos con China ya forman parte del mecanismo.
Xi inició una ronda de aplausos el lunes al dar la bienvenida a Gambia, Santo Tomé y Príncipe, y Burkina Faso como nuevos miembros del foro.
"África ha escogido a China", dijo a Xinhua el presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kabore, antes de viajar hacia Beijing. "Es nuestra alternativa y permaneceremos fieles a ella".
DE ÁFRICA AL MUNDO
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, quien además ejerce la presidencia rotativa de la Unión Africana para 2018, manifestó que la cumbre se registra en el momento adecuado, justo cuando la globalización enfrenta vientos adversos.
"Ahora más que nunca hay una necesidad de cooperación", ya que algunos países han dejado claras sus intenciones de servirse bien primero a ellos mismos en detrimento de otros, dijo Kagame a la prensa en vísperas de la cumbre.
Xi reiteró la postura de China de garantizar una economía mundial abierta y el sistema comercial multilateral, y también de rechazar el proteccionismo y el unilateralismo.
António Guterres, secretario general de la ONU, manifestó que la cooperación entre China y África es fundamental para el éxito de África, que sostiene el éxito del desarrollo y la paz del mundo.
China y África son la casa de unos 2.600 millones de personas, un 35 por ciento de la población global.
De acuerdo con Xi, China y África han conformado desde tiempo atrás una comunidad de destino compartido, y ahora la convertirán en un referente de la construcción de dicho tipo de comunidad para la humanidad.
"Nuestra meta es convertir el mundo en un lugar de paz y estabilidad y vida más feliz y más satisfactoria para todos", manifestó Xi.
Enlace: http://spanish.xinhuanet.com/2018-09/04/c_137443957.htm
domingo, 7 de octubre de 2018
Sobre la implementación de un régimen económico de mercado socialista en China
Por Jiang Zemin
9 de junio de 1992
Parte de una intervención en un curso de estudios avanzados organizado por la Escuela del Partido del Comité Central del Partido Comunista de China para cuadros de rango provincial y ministerial, la cual se titulaba “Con comprensión cabal y plena aplicación del espíritu de las importantes conversaciones del camarada Deng Xiaoping, agilizar y optimizar la construcción económica y la reforma y apertura"
La tarea fundamental del aceleramiento de la reforma del régimen económico consiste en implantar lo antes posible un nuevo régimen económico socialista. Y la clave para esta tarea radica en conocer con certeza la planificación y el mercado así como sus relaciones recíprocas, es decir, atribuir mayor importancia al papel del mercado en la distribución de recursos bajo el macrocontrol del Estado y desplegarlo aún más.
La experiencia histórica demuestra que el completo desenvolvimiento de la economía mercantil constituye una etapa ineludible para alcanzar un desarrollo socioeconómico de alto nivel. Una economía mercantil plenamente desarrollada es necesariamente indesligable de un mecanismo de mercado totalmente madurado y perfeccionado. La inquietud acerca de que una mayor función del mercado pueda conducirnos al capitalismo carece de fundamento y es también desatinada. A finales de 1990, el camarada Deng Xiaoping ya subrayó con claridad: “En lo teórico debemos llegar a comprender que la diferencia entre capitalismo y socialismo no reside en cuestiones como la disyuntiva entre planificación y mercado. En el socialismo también hay economía de mercado, igual que existe control planificado en el capitalismo. ¿Acaso en las condiciones del capitalismo ya no hay control alguno y uno puede portarse a su libre voluntad? ¡El trato de na- ción más favorecida no es otra cosa que control! No se crea que practicar cierta economía de mercado es seguir el camino capitalista. ¡Nada de eso! Tanto la planificación como el mercado son necesarios. Sin desarrollar el mercado, uno no tiene acceso ni siquiera a la información mundial, lo que significa resignarse a quedarse a la zaga”1. En sus conversaciones recien- tes, él puntualizaba este problema en términos más concisos y con mayor profundidad: “En cuanto a que haya más planificación o más mercado, no es allí donde radica la diferencia esencial entre socialismo y capitalismo. Economía planificada no es sinónimo de socialismo, pues en el capitalismo también hay planificación; y economía de mercado tampoco es sinónimo de capitalismo, ya que en el socialismo también hay mercado. Tanto la pla- nifcación como el mercado son mecanismos económicos”2.
Respecto al punto de que “en el capitalismo también hay planificación”, ya Engels empezó a percibir esta cuestión en los últimos años de su vida. En 1891 señaló en su crítica al proyecto de programa del Partido Socialdemócrata Alemán que el surgimiento de trust capitalistas marcaba la desaparición de la ausencia de planes en la producción. Indicó además que las palabras “la ausencia de plan, que radica en la esencia misma de la producción capitalista privada” en el proyecto del programa requerían una corrección a fondo3. Lenin también señalaría, en abril de 1917, que la Primera Guerra Mundial aceleraba la transformación del capitalismo en impe- rialismo y el paso del monopolio a estadificación4, lo que le llevaba directa- mente a “la revolución directa a su forma superior, su forma planificada”5. Puntualizó además Lenin que era “deficiente plantear la cuestión del capi- talismo sin tener en cuenta el papel de los trust, y decir que ‘el capitalismo se distingue por la ausencia de planes’”6. Al citar las palabras de Engels y de Lenin, quisiera llamar una mayor atención a los camaradas para que cuiden de intensificar su estudio sobre el desarrollo y evolución de la economía ca- pitalista, lo que les ayudará a discernir cuáles son la esencia y características del capitalismo y cuáles no.
Con la aparición del keynesianismo7 en la década de los treinta del presente siglo, los países capitalistas de Occidente acentuaron su intervención en la vida económica; en otras palabras, reforzaron evidentemente su macrocontrol sobre la economía. Keynes subrayaba la necesidad de con- trolar la demanda global de la sociedad y, en especial, regularla valiéndose de políticas fiscales, lo que jugó un importante papel en ayudar a los países occidentales a superar la Gran Depresión en esa década. Además, los seguidores del keynesianismo y el postkeynesianismo8 también destacaban la necesidad de regular la redistribución de ingresos mediante el impuesto progresivo sobre la renta personal, el impuesto sobre sucesiones y el im- puesto sobre donaciones. Esto demuestra que en la economía capitalista de Occidente, además de una planificación interna acentuada en las empresas, se empezó a ejercer también en cierta medida la regulación planificada en el nivel macroscópico.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo a partir de la década de los sesenta, a medida que se profundizaban cada día más las contradicciones inherentes al capitalismo y se desarrollaban rápidamente la ciencia y la tecnología, de forma sucesiva ciertos países desarrollados de corte occidental elaboraron y pusieron en ejecución distintos tipos de planes macroeconómicos. Por ejemplo, Japón elaboró en serie nueve planes de desarrollo económico, y Francia, a su vez, diez. Todo esto explica que no son pocos los países capitalistas que prestan mucha atención al control planificado sobre la actividad económica. Por consiguiente, ideológicamen- te nuestros camaradas no deben seguir permaneciendo en los conceptos del pasado ni tomar la presencia de planificación sólo como una característica propia del socialismo. Por supuesto, el alcance y la metodología de los medios de planificación que se aplican bajo el sistema socialista difieren en cierta medida de los del sistema capitalista, y lo mismo ocurre con los me- dios del mercado.
En cuanto al tema de que “en el socialismo también hay mercado”, podemos decir que después de más de diez años de reforma y apertura hemos adquirido una comprensión más profunda. Hemos introducido el mecanismo de mercado en la vida económica, lo que ha inyectado mayor vitalidad y vigor a la economía socialista de nuestro país y ha desempeñado un evidente papel en acelerar el desarrollo de la economía. En el pasado sólo veíamos los efectos negativos que el mercado nos traía por su carácter espontáneo, y apenas llegamos a percatarnos de su papel positivo en esti- mular la competencia entre las empresas e impulsar el progreso económico; sobre todo, ignorábamos que es una forma de distribución de recursos, ignorábamos su papel propulsor para la optimización de dicha distribu- ción. Evidentemente había una comprensión parcial. Numerosos hechos nos demuestran que el mercado constituye una forma eficaz de distribuir recursos y ofrecer estímulo, pues, por medio de la competencia y la palanca de los precios, puede asignar unos bienes escasos al eslabón capaz de crear la mayor rentabilidad, y producir por consiguiente fuerza de presión e impulso para las empresas. Además, reacciona de modo sensible y rápido ante distintas señales. Precisamente por estas ventajas, el papel positivo del mercado en el desarrollo económico ha venido siendo comprendido por un creciente número de personas en los países socialistas, deshaciéndose la unilateralidad de comprensión y el prejuicio que había sobre el mercado en el pasado. Por supuesto, al destacar la necesidad de conocer a plenitud las ventajas del mercado, no queremos decir que éste cubra todos los as- pectos y sea omnipotente; tiene evidentemente sus puntos débiles y limitaciones. Por ejemplo, el mercado no puede conseguir automáticamente la estabilidad y equilibrio del volumen global macroeconómico; difícilmente puede regular la construcción de una parte de las instalaciones públicas, así como el consumo, y, cuando los efectos sociales prevalecen sobre los resultados económicos, la regulación mediante el mercado no podrá alcan- zar el objetivo social previsto, ni lograr el resultado ideal en algunas ramas monopolistas o con preponderancia de economía de escala. Por lo tanto, se nos exige hacer valer las ventajas de la regulación por planificación, para reparar y moderar las insuficiencias y las funciones negativas de la regula- ción mediada por el mercado, y realizar así debidamente el equilibrio ma- croeconómico, con el fin de asegurar un desarrollo integral de la economía en su conjunto. En los ámbitos que esta última regulación no llega a cubrir, igualmente es necesario recurrir a los medios de la planificación para distri- buir los recursos. Paralelamente, también hay que valerse de estos medios para reforzar la seguridad social y la regulación de la redistribución social de ingresos, con el objeto de prevenir la polarización.
De la III Sesión Plenaria del XI Comité Central a esta parte hemos ex- perimentado un proceso progresivo para adquirir conciencia sobre el tema de la planificación y el mercado así como sus relaciones recíprocas. En el XII Congreso del Partido se habló del principio de tomar la economía pla- nificada como lo principal y complementarla con el mercado como factor regulador; la “Decisión sobre la reforma del régimen económico”, aprobada por la III Sesión Plenaria del XII Comité Central del Partido, formuló el nuevo concepto de que la economía socialista es una economía mercantil planificada basada en el sistema de propiedad pública; en el XIII Congreso del Partido se planteó la tesis de que el régimen de economía mercantil pla- nificada socialista debería ser uno de unidad intrínseca entre planificación y mercado; y desde la IV Sesión Plenaria del XIII Comité Central se ha propuesto crear un régimen económico y un mecanismo de funcionamiento acordes al desarrollo de la economía mercantil planificada y capaces de in- tegrar la economía de planificación con la regulación mediante el mercado. Lo que hablo aquí son formulaciones en documentos oficiales del Partido, y aún hay muchos criterios y planteamientos divergentes vertidos al respec- to en los debates académicos y teóricos. Últimamente, en el estudio de las importantes palabras del camarada Deng Xiaoping, se han propuesto nue- vos planteamientos sobre planificación y mercado y sobre la implantación de un nuevo régimen económico. Consisten, a grandes rasgos, en establecer un régimen 1) de economía mercantil socialista que integre la planificación y el mercado, 2) de economía de mercado planificada socialista y 3) de economía de mercado socialista. La evolución y el cambio en el conocimiento son normales, incluido el que aparezcan debates sobre diferentes criterios y puntos de vista, lo cual explica que no es posible conocer de una sola vez las cosas objetivas, sobre todo en cuestiones importantes, pues suelen necesitarse repetidos estudios y discusiones, y sintetizarlos e incrementar- los en la práctica, para poder conocer de forma relativamente científica. Hoy día podemos decir que, después de más de diez años de exploración y compendio de las experiencias adquiridas dentro y fuera del país, hemos logrado una comprensión bastante madura, tanto en lo teórico como en términos de práctica, del establecimiento de un nuevo régimen económico socialista, comprensión que hemos unificado en mayor medida en todo el Partido, con lo cual podemos iniciar, en todos los sentidos, la etapa de su presta ejecución.
Sobre cuál de las formulaciones antes referidas corresponde más a la realidad económica del país, cuál es la más aceptable por la mayoría de los camaradas y cuál favorece más impulsar el desarrollo de nuestra construc- ción económica, podemos proseguir nuestro estudio, sin precipitarnos en sacar conclusiones por el momento. Sin embargo, pienso que en el informe ante el XIV Congreso del Partido debemos definir finalmente una formulación más o menos científica del régimen económico que apruebe la ma- yoría de los camaradas, lo que ayudará a unificar en mayor grado el criterio y la acción de los militantes de todo el Partido y acelerar la implantación de un nuevo régimen económico socialista en nuestro país. Personalmente, yo me decanto por usar el término “régimen de economía de mercado socialista”. Porque la economía mercantil planificada es una economía planificada de mercado. En la economía socialista ha habido planificación desde un principio, lo que la gente siempre ha tenido bien claro en su mente y entender, así que no va a haber dudas de si se ha suprimido la planificación, ausente la palabra “planificada” en la formulación. Por otra parte, tal como he mencionado anteriormente, la economía capitalista no está libre tampoco de planes. Por esta razón, me parece que si usamos los términos “régimen de economía de mercado socialista” aceptará la mayoría de los cuadros y masas. Si bien se trata de un juicio personal mío, he intercambiado opinio- nes sobre el particular con camaradas de la dirección central y todos están de acuerdo con mi opinión en lo fundamental. Claro que ésta no es aún la conclusión definida. Sea cual sea la formulación que finalmente se adopte en el informe ante el XIV Congreso del Partido, se han de aclarar las características principales del nuevo régimen económico socialista de nuestro país, las cuales, a mi juicio, deben resumirse así: primero, en lo referente a la estructura de la propiedad, insistir en tomar la economía de propiedad pública como cuerpo principal y la economía individual, la privada y otras modalidades económicas como formas complementarias, y lograr el desa- rrollo conjunto de las economías de múltiples formas; segundo, en lo que respecta al sistema de distribución, seguir con firmeza el de a cada uno se- gún su trabajo como forma predominante, con las demás formas de distri- bución como complementarias, y permitir y estimular que algunas zonas y personas prosperen antes, con el fin de materializar paso a paso la prosperidad común y evitar la polarización; y tercero, en lo relativo al mecanismo de funcionamiento de la economía, combinar de modo orgánico los puntos fuertes de la economía de mercado y de la economía planificada y poner en pleno juego sus respectivas ventajas, con vistas a fomentar una asignación óptima de recursos y regular racionalmente la distribución social.
Para acelerar la implantación de un nuevo régimen económico, actualmente debemos empeñarnos en solucionar algunos problemas clave.
Primero, es preciso cambiar las funciones del gobierno y separar efectivamente las funciones y responsabilidades gubernamentales de las empresariales. La función administrativa del gobierno respecto a la actividad socioeconómica consiste principalmente en planificar con una visión de conjunto, dominar la aplicación de políticas, organizar y coordinar traba- jos, prestar servicios y ejercer la correspondiente revisión y supervisión, y valerse de los medios económicos, jurídicos y administrativos necesarios para asegurar el equilibrio entre la oferta y la demanda globales de la eco- nomía y la coordinación de los entramados económicos importantes y su distribución geográfica. Los departamentos gubernamentales han de dejar de intervenir en asuntos concretos de las empresas, como producción, gestión y administración, y deben garantizar con seguridad la liberalización y agilización microeconómica, a la vez que llevar a efecto como es debido el necesario macrocontrol, tareas ambas que se complementan mutuamente, sin que pueda cumplirse cualquiera de ellas en forma aislada.
En segundo lugar, hay que empeñarse en cambiar el mecanismo de gestión de las empresas, en particular de las grandes y medianas empresas estatales, y empujarlas realmente a acceder al mercado, para que se conviertan en sujetos de la competencia en éste y en verdaderas entidades con personalidad jurídica capaces de hacer realmente una gestión autónoma, responder de sus ganancias y pérdidas, autodesarrollarse, restringirse a sí mismas y asumir los riesgos por cuenta propia, logrando de este modo la integración de responsabilidades, derechos e intereses. El proceso de cambio del mecanismo de gestión que atraviesan las grandes y medianas empresas estatales conlleva en realidad una mayor exploración y selección de formas de realización de la economía de propiedad pública, las cuales deben ser múltiples, acertadas y eficaces. Para tal efecto, se requiere proseguir la experimentación audaz en la práctica y, una vez obtenidas experiencias exitosas, aplicarlas y generalizarlas. Pueden llevarse a cabo en distintos ámbitos y en forma selectiva, según las condiciones particulares de cada empresa estatal, modalidades como la gestión directa del Estado (en un segmento de em- presas importantes que atañen a la economía nacional y la vida del pueblo y que deben ser monopolizadas por él), la gestión por contrata, la gestión accionarial y la gestión por arrendamiento; luego, es preciso recapitular de continuo las experiencias de la aplicación a fin de perfeccionarlas paso a paso. Sea cual fuere la forma de gestión que se adopte, el único propósito es agilizar de veras las empresas estatales y llevar a buen término sus operaciones, logrando que incrementen sin cesar su competitividad y refuercen su capacidad para un desarrollo ulterior.
Lo tercero es, en adaptación a las exigencias de la economía mercantil y la ley del valor, actualizar efectivamente el concepto de planificación y cambiar la función y forma de la administración planificada a fin de que la planificación refleje realmente los cambios en la oferta y la demanda. Para- lelamente a ello, hay que hacer uso en mayor medida de políticas y palancas económicas para orientar y regular un desarrollo sano del mercado.
Cuarto, hay que preparar y desarrollar el mercado, para crear un mercado socialista unificado y completo. A este efecto, se exige que nuestros departamentos competentes y las partes concernientes colaboren conjunta- mente en los siguientes aspectos: por un lado, empeñarse en implantar un sistema de mercados y perfeccionarlo y, al mismo tiempo de continuar de- sarrollando el mercado mercantil, en particular el de medios de producción, fomentar activamente el mercado financiero de valores, incluidos acciones y bonos, y desarrollar el mercado de tecnologías, el laboral, el informático y el inmobiliario; y, por otro lado, pugnar por perfeccionar y aplicar con rigor el sistema de administración del mercado, favoreciendo la creación y el mantenimiento de un buen orden en éste.
En quinto término, se impone reforzar la elaboración de legislaciones económicas y la conformación de los demás sostenes necesarios para el funcionamiento económico. No sólo se necesita acentuar y perfeccionar la implantación de bases materiales, como comunicaciones, redes informáticas, banca y transporte, sino también completar y mejorar las de carácter intangible, como labores reglamentadas de contabilidad, auditoría, estadística, impuestos, etc., con vistas a asegurar un funcionamiento ordenado de la actividad socioeconómica.
9 de junio de 1992
Parte de una intervención en un curso de estudios avanzados organizado por la Escuela del Partido del Comité Central del Partido Comunista de China para cuadros de rango provincial y ministerial, la cual se titulaba “Con comprensión cabal y plena aplicación del espíritu de las importantes conversaciones del camarada Deng Xiaoping, agilizar y optimizar la construcción económica y la reforma y apertura"
La tarea fundamental del aceleramiento de la reforma del régimen económico consiste en implantar lo antes posible un nuevo régimen económico socialista. Y la clave para esta tarea radica en conocer con certeza la planificación y el mercado así como sus relaciones recíprocas, es decir, atribuir mayor importancia al papel del mercado en la distribución de recursos bajo el macrocontrol del Estado y desplegarlo aún más.
La experiencia histórica demuestra que el completo desenvolvimiento de la economía mercantil constituye una etapa ineludible para alcanzar un desarrollo socioeconómico de alto nivel. Una economía mercantil plenamente desarrollada es necesariamente indesligable de un mecanismo de mercado totalmente madurado y perfeccionado. La inquietud acerca de que una mayor función del mercado pueda conducirnos al capitalismo carece de fundamento y es también desatinada. A finales de 1990, el camarada Deng Xiaoping ya subrayó con claridad: “En lo teórico debemos llegar a comprender que la diferencia entre capitalismo y socialismo no reside en cuestiones como la disyuntiva entre planificación y mercado. En el socialismo también hay economía de mercado, igual que existe control planificado en el capitalismo. ¿Acaso en las condiciones del capitalismo ya no hay control alguno y uno puede portarse a su libre voluntad? ¡El trato de na- ción más favorecida no es otra cosa que control! No se crea que practicar cierta economía de mercado es seguir el camino capitalista. ¡Nada de eso! Tanto la planificación como el mercado son necesarios. Sin desarrollar el mercado, uno no tiene acceso ni siquiera a la información mundial, lo que significa resignarse a quedarse a la zaga”1. En sus conversaciones recien- tes, él puntualizaba este problema en términos más concisos y con mayor profundidad: “En cuanto a que haya más planificación o más mercado, no es allí donde radica la diferencia esencial entre socialismo y capitalismo. Economía planificada no es sinónimo de socialismo, pues en el capitalismo también hay planificación; y economía de mercado tampoco es sinónimo de capitalismo, ya que en el socialismo también hay mercado. Tanto la pla- nifcación como el mercado son mecanismos económicos”2.
Respecto al punto de que “en el capitalismo también hay planificación”, ya Engels empezó a percibir esta cuestión en los últimos años de su vida. En 1891 señaló en su crítica al proyecto de programa del Partido Socialdemócrata Alemán que el surgimiento de trust capitalistas marcaba la desaparición de la ausencia de planes en la producción. Indicó además que las palabras “la ausencia de plan, que radica en la esencia misma de la producción capitalista privada” en el proyecto del programa requerían una corrección a fondo3. Lenin también señalaría, en abril de 1917, que la Primera Guerra Mundial aceleraba la transformación del capitalismo en impe- rialismo y el paso del monopolio a estadificación4, lo que le llevaba directa- mente a “la revolución directa a su forma superior, su forma planificada”5. Puntualizó además Lenin que era “deficiente plantear la cuestión del capi- talismo sin tener en cuenta el papel de los trust, y decir que ‘el capitalismo se distingue por la ausencia de planes’”6. Al citar las palabras de Engels y de Lenin, quisiera llamar una mayor atención a los camaradas para que cuiden de intensificar su estudio sobre el desarrollo y evolución de la economía ca- pitalista, lo que les ayudará a discernir cuáles son la esencia y características del capitalismo y cuáles no.
Con la aparición del keynesianismo7 en la década de los treinta del presente siglo, los países capitalistas de Occidente acentuaron su intervención en la vida económica; en otras palabras, reforzaron evidentemente su macrocontrol sobre la economía. Keynes subrayaba la necesidad de con- trolar la demanda global de la sociedad y, en especial, regularla valiéndose de políticas fiscales, lo que jugó un importante papel en ayudar a los países occidentales a superar la Gran Depresión en esa década. Además, los seguidores del keynesianismo y el postkeynesianismo8 también destacaban la necesidad de regular la redistribución de ingresos mediante el impuesto progresivo sobre la renta personal, el impuesto sobre sucesiones y el im- puesto sobre donaciones. Esto demuestra que en la economía capitalista de Occidente, además de una planificación interna acentuada en las empresas, se empezó a ejercer también en cierta medida la regulación planificada en el nivel macroscópico.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo a partir de la década de los sesenta, a medida que se profundizaban cada día más las contradicciones inherentes al capitalismo y se desarrollaban rápidamente la ciencia y la tecnología, de forma sucesiva ciertos países desarrollados de corte occidental elaboraron y pusieron en ejecución distintos tipos de planes macroeconómicos. Por ejemplo, Japón elaboró en serie nueve planes de desarrollo económico, y Francia, a su vez, diez. Todo esto explica que no son pocos los países capitalistas que prestan mucha atención al control planificado sobre la actividad económica. Por consiguiente, ideológicamen- te nuestros camaradas no deben seguir permaneciendo en los conceptos del pasado ni tomar la presencia de planificación sólo como una característica propia del socialismo. Por supuesto, el alcance y la metodología de los medios de planificación que se aplican bajo el sistema socialista difieren en cierta medida de los del sistema capitalista, y lo mismo ocurre con los me- dios del mercado.
En cuanto al tema de que “en el socialismo también hay mercado”, podemos decir que después de más de diez años de reforma y apertura hemos adquirido una comprensión más profunda. Hemos introducido el mecanismo de mercado en la vida económica, lo que ha inyectado mayor vitalidad y vigor a la economía socialista de nuestro país y ha desempeñado un evidente papel en acelerar el desarrollo de la economía. En el pasado sólo veíamos los efectos negativos que el mercado nos traía por su carácter espontáneo, y apenas llegamos a percatarnos de su papel positivo en esti- mular la competencia entre las empresas e impulsar el progreso económico; sobre todo, ignorábamos que es una forma de distribución de recursos, ignorábamos su papel propulsor para la optimización de dicha distribu- ción. Evidentemente había una comprensión parcial. Numerosos hechos nos demuestran que el mercado constituye una forma eficaz de distribuir recursos y ofrecer estímulo, pues, por medio de la competencia y la palanca de los precios, puede asignar unos bienes escasos al eslabón capaz de crear la mayor rentabilidad, y producir por consiguiente fuerza de presión e impulso para las empresas. Además, reacciona de modo sensible y rápido ante distintas señales. Precisamente por estas ventajas, el papel positivo del mercado en el desarrollo económico ha venido siendo comprendido por un creciente número de personas en los países socialistas, deshaciéndose la unilateralidad de comprensión y el prejuicio que había sobre el mercado en el pasado. Por supuesto, al destacar la necesidad de conocer a plenitud las ventajas del mercado, no queremos decir que éste cubra todos los as- pectos y sea omnipotente; tiene evidentemente sus puntos débiles y limitaciones. Por ejemplo, el mercado no puede conseguir automáticamente la estabilidad y equilibrio del volumen global macroeconómico; difícilmente puede regular la construcción de una parte de las instalaciones públicas, así como el consumo, y, cuando los efectos sociales prevalecen sobre los resultados económicos, la regulación mediante el mercado no podrá alcan- zar el objetivo social previsto, ni lograr el resultado ideal en algunas ramas monopolistas o con preponderancia de economía de escala. Por lo tanto, se nos exige hacer valer las ventajas de la regulación por planificación, para reparar y moderar las insuficiencias y las funciones negativas de la regula- ción mediada por el mercado, y realizar así debidamente el equilibrio ma- croeconómico, con el fin de asegurar un desarrollo integral de la economía en su conjunto. En los ámbitos que esta última regulación no llega a cubrir, igualmente es necesario recurrir a los medios de la planificación para distri- buir los recursos. Paralelamente, también hay que valerse de estos medios para reforzar la seguridad social y la regulación de la redistribución social de ingresos, con el objeto de prevenir la polarización.
De la III Sesión Plenaria del XI Comité Central a esta parte hemos ex- perimentado un proceso progresivo para adquirir conciencia sobre el tema de la planificación y el mercado así como sus relaciones recíprocas. En el XII Congreso del Partido se habló del principio de tomar la economía pla- nificada como lo principal y complementarla con el mercado como factor regulador; la “Decisión sobre la reforma del régimen económico”, aprobada por la III Sesión Plenaria del XII Comité Central del Partido, formuló el nuevo concepto de que la economía socialista es una economía mercantil planificada basada en el sistema de propiedad pública; en el XIII Congreso del Partido se planteó la tesis de que el régimen de economía mercantil pla- nificada socialista debería ser uno de unidad intrínseca entre planificación y mercado; y desde la IV Sesión Plenaria del XIII Comité Central se ha propuesto crear un régimen económico y un mecanismo de funcionamiento acordes al desarrollo de la economía mercantil planificada y capaces de in- tegrar la economía de planificación con la regulación mediante el mercado. Lo que hablo aquí son formulaciones en documentos oficiales del Partido, y aún hay muchos criterios y planteamientos divergentes vertidos al respec- to en los debates académicos y teóricos. Últimamente, en el estudio de las importantes palabras del camarada Deng Xiaoping, se han propuesto nue- vos planteamientos sobre planificación y mercado y sobre la implantación de un nuevo régimen económico. Consisten, a grandes rasgos, en establecer un régimen 1) de economía mercantil socialista que integre la planificación y el mercado, 2) de economía de mercado planificada socialista y 3) de economía de mercado socialista. La evolución y el cambio en el conocimiento son normales, incluido el que aparezcan debates sobre diferentes criterios y puntos de vista, lo cual explica que no es posible conocer de una sola vez las cosas objetivas, sobre todo en cuestiones importantes, pues suelen necesitarse repetidos estudios y discusiones, y sintetizarlos e incrementar- los en la práctica, para poder conocer de forma relativamente científica. Hoy día podemos decir que, después de más de diez años de exploración y compendio de las experiencias adquiridas dentro y fuera del país, hemos logrado una comprensión bastante madura, tanto en lo teórico como en términos de práctica, del establecimiento de un nuevo régimen económico socialista, comprensión que hemos unificado en mayor medida en todo el Partido, con lo cual podemos iniciar, en todos los sentidos, la etapa de su presta ejecución.
Sobre cuál de las formulaciones antes referidas corresponde más a la realidad económica del país, cuál es la más aceptable por la mayoría de los camaradas y cuál favorece más impulsar el desarrollo de nuestra construc- ción económica, podemos proseguir nuestro estudio, sin precipitarnos en sacar conclusiones por el momento. Sin embargo, pienso que en el informe ante el XIV Congreso del Partido debemos definir finalmente una formulación más o menos científica del régimen económico que apruebe la ma- yoría de los camaradas, lo que ayudará a unificar en mayor grado el criterio y la acción de los militantes de todo el Partido y acelerar la implantación de un nuevo régimen económico socialista en nuestro país. Personalmente, yo me decanto por usar el término “régimen de economía de mercado socialista”. Porque la economía mercantil planificada es una economía planificada de mercado. En la economía socialista ha habido planificación desde un principio, lo que la gente siempre ha tenido bien claro en su mente y entender, así que no va a haber dudas de si se ha suprimido la planificación, ausente la palabra “planificada” en la formulación. Por otra parte, tal como he mencionado anteriormente, la economía capitalista no está libre tampoco de planes. Por esta razón, me parece que si usamos los términos “régimen de economía de mercado socialista” aceptará la mayoría de los cuadros y masas. Si bien se trata de un juicio personal mío, he intercambiado opinio- nes sobre el particular con camaradas de la dirección central y todos están de acuerdo con mi opinión en lo fundamental. Claro que ésta no es aún la conclusión definida. Sea cual sea la formulación que finalmente se adopte en el informe ante el XIV Congreso del Partido, se han de aclarar las características principales del nuevo régimen económico socialista de nuestro país, las cuales, a mi juicio, deben resumirse así: primero, en lo referente a la estructura de la propiedad, insistir en tomar la economía de propiedad pública como cuerpo principal y la economía individual, la privada y otras modalidades económicas como formas complementarias, y lograr el desa- rrollo conjunto de las economías de múltiples formas; segundo, en lo que respecta al sistema de distribución, seguir con firmeza el de a cada uno se- gún su trabajo como forma predominante, con las demás formas de distri- bución como complementarias, y permitir y estimular que algunas zonas y personas prosperen antes, con el fin de materializar paso a paso la prosperidad común y evitar la polarización; y tercero, en lo relativo al mecanismo de funcionamiento de la economía, combinar de modo orgánico los puntos fuertes de la economía de mercado y de la economía planificada y poner en pleno juego sus respectivas ventajas, con vistas a fomentar una asignación óptima de recursos y regular racionalmente la distribución social.
Para acelerar la implantación de un nuevo régimen económico, actualmente debemos empeñarnos en solucionar algunos problemas clave.
Primero, es preciso cambiar las funciones del gobierno y separar efectivamente las funciones y responsabilidades gubernamentales de las empresariales. La función administrativa del gobierno respecto a la actividad socioeconómica consiste principalmente en planificar con una visión de conjunto, dominar la aplicación de políticas, organizar y coordinar traba- jos, prestar servicios y ejercer la correspondiente revisión y supervisión, y valerse de los medios económicos, jurídicos y administrativos necesarios para asegurar el equilibrio entre la oferta y la demanda globales de la eco- nomía y la coordinación de los entramados económicos importantes y su distribución geográfica. Los departamentos gubernamentales han de dejar de intervenir en asuntos concretos de las empresas, como producción, gestión y administración, y deben garantizar con seguridad la liberalización y agilización microeconómica, a la vez que llevar a efecto como es debido el necesario macrocontrol, tareas ambas que se complementan mutuamente, sin que pueda cumplirse cualquiera de ellas en forma aislada.
En segundo lugar, hay que empeñarse en cambiar el mecanismo de gestión de las empresas, en particular de las grandes y medianas empresas estatales, y empujarlas realmente a acceder al mercado, para que se conviertan en sujetos de la competencia en éste y en verdaderas entidades con personalidad jurídica capaces de hacer realmente una gestión autónoma, responder de sus ganancias y pérdidas, autodesarrollarse, restringirse a sí mismas y asumir los riesgos por cuenta propia, logrando de este modo la integración de responsabilidades, derechos e intereses. El proceso de cambio del mecanismo de gestión que atraviesan las grandes y medianas empresas estatales conlleva en realidad una mayor exploración y selección de formas de realización de la economía de propiedad pública, las cuales deben ser múltiples, acertadas y eficaces. Para tal efecto, se requiere proseguir la experimentación audaz en la práctica y, una vez obtenidas experiencias exitosas, aplicarlas y generalizarlas. Pueden llevarse a cabo en distintos ámbitos y en forma selectiva, según las condiciones particulares de cada empresa estatal, modalidades como la gestión directa del Estado (en un segmento de em- presas importantes que atañen a la economía nacional y la vida del pueblo y que deben ser monopolizadas por él), la gestión por contrata, la gestión accionarial y la gestión por arrendamiento; luego, es preciso recapitular de continuo las experiencias de la aplicación a fin de perfeccionarlas paso a paso. Sea cual fuere la forma de gestión que se adopte, el único propósito es agilizar de veras las empresas estatales y llevar a buen término sus operaciones, logrando que incrementen sin cesar su competitividad y refuercen su capacidad para un desarrollo ulterior.
Lo tercero es, en adaptación a las exigencias de la economía mercantil y la ley del valor, actualizar efectivamente el concepto de planificación y cambiar la función y forma de la administración planificada a fin de que la planificación refleje realmente los cambios en la oferta y la demanda. Para- lelamente a ello, hay que hacer uso en mayor medida de políticas y palancas económicas para orientar y regular un desarrollo sano del mercado.
Cuarto, hay que preparar y desarrollar el mercado, para crear un mercado socialista unificado y completo. A este efecto, se exige que nuestros departamentos competentes y las partes concernientes colaboren conjunta- mente en los siguientes aspectos: por un lado, empeñarse en implantar un sistema de mercados y perfeccionarlo y, al mismo tiempo de continuar de- sarrollando el mercado mercantil, en particular el de medios de producción, fomentar activamente el mercado financiero de valores, incluidos acciones y bonos, y desarrollar el mercado de tecnologías, el laboral, el informático y el inmobiliario; y, por otro lado, pugnar por perfeccionar y aplicar con rigor el sistema de administración del mercado, favoreciendo la creación y el mantenimiento de un buen orden en éste.
En quinto término, se impone reforzar la elaboración de legislaciones económicas y la conformación de los demás sostenes necesarios para el funcionamiento económico. No sólo se necesita acentuar y perfeccionar la implantación de bases materiales, como comunicaciones, redes informáticas, banca y transporte, sino también completar y mejorar las de carácter intangible, como labores reglamentadas de contabilidad, auditoría, estadística, impuestos, etc., con vistas a asegurar un funcionamiento ordenado de la actividad socioeconómica.
- NOTAS:
- 1 Deng Xiaoping: “Saber aprovechar la oportunidad para resolver el problema del desarrollo”, Tex- tos escogidos, t. III.
- Deng Xiaoping: “Puntos esenciales de conversaciones sostenidas en Wuchang, Shenzhen, Zhuhai y Shanghai”, Textos escogidos, t. III.
- F. Engels: “Contribución a la crítica del Proyecto de Programa Socialdemócrata de 1891”.
- Véase V. I. Lenin: “Informe sobre el momento actual”.
- V. I. Lenin: “Discurso a favor de la resolución sobre el momento actual”.
- Ibíd.
- Teoría económica y planteamiento político que tiene a Keynes como fundador. John Maynard Keynes (1883-1946), economista británico, planteó, después de la crisis económica de 1929 a 1933 en el mundo capitalista, el criterio de que el desempleo y la crisis económica se deben a una insuficiencia de la demanda efectiva. Era de la opinión de que, siempre que el Estado adoptara políticas adecuadas para regular la economía e incrementar tal demanda, sería posible eliminar las crisis y solucionar el problema del desempleo. Sostenía que el Estado interviniera activamente en la vida económica para acrecentar la inversión e incentivar el consumo. En 1936 vio la luz su obra Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, que representa la plasmación del keynesianismo. Las teorías económicas y los planteamientos políticos de Keynes ejercen gran influencia tanto en las políticas económicas de países como el Reino Unido y Estados Unidos como en la teoría reformista y la economía política vulgar modernas.
- El keynesianismo moderno. Tras morir Keynes en 1946, sus seguidores reafirmaron su pensa- miento básico, aportando numerosas adiciones y modificaciones en términos de teoría económica y planteamiento político. Como diferían en concepción teórica, método de análisis y planteamiento po- lítico, se dividieron en distintas corrientes y escuelas. Entre ellas destacan principalmente la escuela de Cambridge, llamada también keynesianismo de izquierdas, encabezada por la economista británica Joan Robinson, y la neoclásica, corriente principal postkeynesiana de la economía, dirigida por el economista estadounidense Paul Samuelson.
viernes, 5 de octubre de 2018
El socialismo también puede practicar la economía de mercado
26 de noviembre de 1979
* Parte de una entrevista con Frank B. Gibney, vicepresidente de la Comisión Redactora de la Encyclopaedia Britannica, Inc., de Estados Unidos, y Paul T. K. Lin, director del Instituto de Asia Oriental de la Universidad McGill, de Canadá.
- Gibney: A nuestro entender, el que en un país como China, cerrada durante muchos años respecto de Estados Unidos, se intente ahora materializar su modernización a una velocidad tan alta, es de veras un gran desafío extraordinario, realmente como si se volviera a desencadenar una revolución.
- Deng: Es efectivamente una nueva gran revolución. Al hacer la revolución, tenemos por objeto emancipar las fuerzas productivas y desarrollarlas. La revolución quedaría vacía de contenido si se la separase del desarrollo de las fuerzas productivas, de la prosperidad y el poderío nacionales y del mejoramiento de la vida del pueblo. Nos opusimos a la vieja sociedad y al viejo sistema justamente porque ellos oprimían al pueblo e impedían el desarrollo de las fuerzas productivas sociales. Ahora, esta cuestión ya está bastante clara. En el pasado, la “banda de los cuatro” planteó que era preferible un socialismo pobre a un capitalismo rico. Esto es absurdo.
Desde luego, no queremos el capitalismo, pero tampoco un socialismo pobre, sino un socialismo desarrollado, dotado de fuerzas productivas robus- tecidas y que haga al país próspero y poderoso. Creemos que el sistema socialista es superior al capitalista. Esta superioridad debe manifestarse en la existencia de mejores condiciones que las del capitalismo para desarrollar las fuerzas productivas sociales. Esto habría sido posible desde antes, pero, debido a las diferentes maneras de comprensión que había, se retrasó el proceso de desarrollo de nuestras fuerzas productivas, sobre todo al tener una pérdida de diez años. En los primeros tiempos de los años 60, entre China y otros países del mundo había, sí, una distancia, pero no era muy grande. Esa brecha se hizo desmesurada, sin embargo, en los 11 ó 12 años comprendidos entre las postrimerías de la década del 60 y la del 70. Esos más de diez años fueron justamente un período de impetuoso desarrollo del mundo, cuando su progreso económico y científico-tecnológico no se midió en términos de años, ni siquiera de meses, sino de días. Durante un largo período a partir de la fundación de la República Popular, permanecimos aislados del resto del mundo. En un espacio de tiempo bastante extenso las causas de esto no estuvieron en nosotros mismos, sino que fuerzas internacionales antichinas, fuerzas contrarias al socialismo chino, nos obligaron a adoptar la actitud de encierro y aislamiento. En la década del 60, aunque estuvimos en condiciones de fortalecer el intercambio y la cooperación con el resto del mundo, fuimos nosotros quienes nos autoaislamos. Hoy en día, podemos decir que hemos aprendido a aprovechar esas condiciones en el plano internacional.
Hemos propuesto materializar las cuatro modernizaciones. Esta meta que hemos fijado sólo podemos alcanzarla contando con nuestros esfuerzos, con unas orientaciones y políticas acertadas y con unas específicas medidas eficaces. En la actualidad, hay quienes dudan de si China puede hacer realidad la meta de modernización, y nos preguntan qué fundamentos tenemos para plantearla. Nuestros fundamentos pueden resumirse en los siguientes cuatro puntos:
Primero, tenemos abundantes recursos naturales. China cuenta con un territorio extenso, y en lo tocante a los recursos energéticos y a los yacimientos de minerales, ya sean de metales ferrosos, no ferrosos o raros, son muy pocos los que no posee. Estos recursos, si logramos explotarlos, constituirán una fuerza formidable.
Segundo, en los últimos 30 años, a pesar de haber hecho tantas tonterías, hemos conseguido, de todas maneras, sentar una base preliminar en la industria, la agricultura, la ciencia y la tecnología, lo que quiere decir que ya contamos con una posición de avance para las cuatro modernizaciones. En la actualidad, disponemos de más de 2 millones de máquinas-herramientas, la producción anual de petróleo ha sobrepasado los 100 millones de toneladas, y la de carbón, los 600 millones, sólo que la de acero ha llegado apenas a algo más de 30 millones de toneladas. En resumen, hemos echado, después de todo, los cimientos materiales para hacer realidad las cuatro modernizaciones.
Tercero, no creemos que los chinos seamos torpes. En más de diez años, el yugo espiritual de Lin Biao y de la “banda de los cuatro” frenó la mente de la gente y restringió su capacidad para poner en pleno juego su sabiduría y creatividad. Hoy en día, al promover la emancipación de la mente y reafirmar la política formulada por el Presidente Mao Zedong de “que se abran cien flores y que compitan cien escuelas”, perseguimos el objetivo de crear las condiciones para hacer valer la iniciativa de todo el pueblo y poner en pleno juego la inteligencia y sabiduría de los chinos. También es en aras de ese objetivo que ahora fortalecemos y desarrollamos la democracia. Esto, algunas personas lo malinterpretan en el sentido de que estamos fomentando el anarquismo. En realidad, esta práctica sólo se dio en tiempos de Lin Biao y de la “banda de los cuatro”. Con anarquía es imposible llevar a cabo la construcción. Si ustedes hubieran venido en los años 50 o a principios de los 60, habrían podido apreciar en China excelentes hábitos sociales. En los momentos difíciles, la gente observaba estrictamente la disciplina, tomaba en consideración la situación en su conjunto, colocaba los intereses individuales dentro de los colectivos, nacionales y sociales y conscientemente marchaba junto con el país para salir a flote de las dificultades. Fue de esta manera como atravesamos un período de tres años de dificultades que se inició en 1959. Sin embargo, Lin Biao y la “banda de los cuatro” desvirtuaron por completo esos hábitos sociales. Ahora, en Beijing hay un “muro de Xidan”93, donde se mueven gentes sin ocupación, que andan provocando disturbios o que se encuentran gravemente contagiadas por la ideología de la “banda de los cuatro”, gentes entre las cuales hay quienes se dedican incluso al espionaje. También hay allí quienes, aunque equivocados, proceden con buena inten- ción. Sin embargo, lo que reina en ese entorno es, en realidad, la ideología de la “banda de los cuatro”. Ellos fomentan el individualismo a ultranza y el anarquismo. Estos jóvenes, a pesar de que representan una ínfma minoría, tienen una influencia bastante grande. Hemos adoptado una seria actitud ante estas personas con el propósito de educar a la nueva generación. Por consiguiente, señalamos que, junto con el fortalecimiento de la democracia, debe estar el de la legalidad socialista. Debemos emancipar la mente y, además, retomar los excelentes hábitos sociales que mantuvimos por largo tiempo. La plena movilización de la iniciativa de la gente que proponemos para materializar las cuatro modernizaciones necesita también una condición, cual es la de lograr una situación sociopolítica de estabilidad y unidad. Además, debemos prestar atención a otro problema, la preparación de personal idóneo. Durante muchos años descuidamos la investigación cientí- fica y la educación, lo que nos trajo graves pérdidas al respecto. Debemos reforzar el trabajo científico y educacional, descubrir hombres de talento y utilizarlos de la mejor forma. En resumidas cuentas, tenemos que desplegar la iniciativa de la gente y, siempre que sean puestas en juego su inteligencia y sabiduría, no nos faltará esperanza.
Cuarto, la materialización de las cuatro modernizaciones requiere una correcta política exterior de apertura. Para alcanzar esa meta, tenemos que apoyarnos principalmente en nuestros propios esfuerzos, recursos y funda- mentos, pero ello sería imposible si nos apartáramos de la cooperación internacional. Debemos aprovechar a plenitud los adelantos del mundo eincluso los fondos que pueda proporcionarnos la comunidad internacional, con miras a acelerar las cuatro modernizaciones. En el pasado no hubo estas condiciones, y aunque más tarde las tuvimos, no supimos aprovecharlas durante un espacio de tiempo. Ahora tenemos que hacerlo.
Las orientaciones y las metas de las cuatro modernizaciones fueron formuladas por el Presidente Mao Zedong y el Primer Ministro Zhou Enlai en su tiempo, pero, en realidad, debido a la interferencia de la “banda de los cuatro”, no fueron puestas en práctica en el verdadero sentido de la palabra. Después del aplastamiento de la banda, tuvimos que dedicar grandes esfuerzos a la solución de muchos problemas ocasionados por su interferencia. Sólo el año pasado pudimos empezar a trasladar realmente el centro de gravedad de nuestro trabajo a las cuatro modernizaciones. A juzgar por nuestra situación interna, ¿cuál es la más alta política de China? Son precisamente las cuatro modernizaciones. Al realizarlas, sin duda alguna enfrentaremos muchos problemas complicados que exigirán solución y, además, no dejaremos de tropezar con dificultades, entre ellas la hipertrofia estructural y el exceso de personal hoy existentes, la insuficiencia de personal calificado para el domi- nio de la ciencia y la tecnología modernas, la urgencia de una situación política de estabilidad y unidad, con la cual contamos en lo fundamental, pero en la que todavía existen muchos problemas y, finalmente, la necesidad de ir ganando experiencia en la cooperación internacional para poder asimilar al máximo los adelantos científicos y tecnológicos y los capitales extranjeros. A pesar de las dificultades y problemas de uno u otro tipo que enfrentamos, creo que es correcto el camino que estamos recorriendo. Estamos convencidos de que estos obstáculos, dificultades y defectos podrán ser resueltos y superados paso a paso. Es posible que en los próximos dos o tres años no se lleguen a conocer éxitos sobresalientes, pero, al cabo de unos años más, el panorama se dejará apreciar con mayor claridad. Por ahora, aunque la gente todavía abriga dudas al respecto, los dirigentes chinos y la inmensa mayoría del pueblo chino tenemos confianza y creemos que nuestra empresa saldrá con éxito.
- Gibney: Estados Unidos cometió un grave error cuando, a la hora de juzgar el socialismo chino, lo
consideró exactamente igual al socialismo soviético. Sin embargo, ¿al principio reinó realmente o no en China una confusión ideológica consistente en imitar y aprender por completo de la Unión Soviética en su camino socialista en vez de tomar uno de tipo chino?
- Deng: El camino socialista de China no es totalmente igual al de la Unión Soviética, pues desde el mismo comienzo registró diferencias y, a partir de la fundación de la República Popular, China tuvo determinadas características propias. En el curso de la transformación socialista realizada respecto de los capitalistas, adoptamos la política de rescate en vez de la de expropiación. En consecuencia, la eliminación de la burguesía y las transformaciones socialistas en China se llevaron a cabo en forma bien expedita sin acarrear ningún perjuicio a la economía nacional en su conjunto. También fue distinto de lo ocurrido en la Unión Soviética el planteamiento del Presidente Mao Zedong según el cual en China se debía crear una situación política en la que hubiera tanto centralismo como democracia, tanto discipli- na como libertad, tanto unidad de voluntad como satisfacción moral indivi- dual y vivacidad. No obstante, en algunos aspectos del sistema económico, sobre todo en los relativos a la administración y organización de las empresas, recibimos bastante influencia de la Unión Soviética. Al respecto, nuestro socialismo debe seguir los métodos modernos de los países capitalistas en cuanto a la gestión, la administración y el desarrollo de la ciencia. Al realizar reformas en estos aspectos, todavía tendremos muchas dificultades.
- Gibney: He visto que se está movilizando la iniciativa del pueblo chino, lo cual es maravilloso, pero, ¿será posible que, en un tiempo futuro, con China persistiendo como país socialista, se desarrolle, sin embargo, algún tipo de economía de mercado dentro del marco de su sistema socialista y paralelamente con la continuación de su economía socialista?
- Deng: Esto sólo puede manifestarse en el aspecto de los capitales extranjeros. A juzgar por lo que pasa en nuestro país, no existe este problema. Lo que tenemos aquí sigue siendo la propiedad de todo el pueblo y la propiedad colectiva. Probablemente haya que incluir ciertas inversiones de chinos de ultramar, que tal vez asuman la forma de economía capitalista, pero la inmensa mayoría de ellos han venido con el deseo de proteger y desarrollar la patria socialista, y sus inversiones son distintas de las propiamente extranjeras. Hay quienes dudan de si China va a tomar el camino capitalista al efectuar de tal manera las cuatro modernizaciones. Con seguridad respon- demos que esto no es posible. En la actualidad, no existe ya la burguesía en nuestro país. Aunque quedan personas que en el pasado fueron capitalistas, ha cambiado su pertenencia de clase. Los capitales extranjeros, que provienen de la economía capitalista, ocupan una posición propia en China. Sin embargo, como representan una proporción limitada, no pueden cambiar el sistema social de China. El socialismo, caracterizado por el fomento del enriquecimiento colectivo, no crea clases explotadoras.
- T. K. Lin: ¿Considera usted o no que China cometió un error al anticiparse en demasía a limitar la economía de mercado no capitalista, que la restricción en este aspecto se hizo demasiado rápidamente y que por eso ahora es necesario ampliar su papel bajo la guía de la economía planificada socialista?
- Deng: De seguro es incorrecta la afirmación de que la economía de mercado sólo existe en la sociedad capitalista, que únicamente hay economía de mercado capitalista. ¿Por qué el socialismo no puede practicar la economía de mercado? No puede decirse que esta práctica sea capitalista. Lo que hacemos es tomar la economía planifcada como lo principal y combinarla, además, con la economía de mercado, la cual, sin embargo, debe ser socialista. Pese a que en los métodos ésta se asemeja en lo fundamental a la de la sociedad capitalista, hay diferencias, pues está conectada con la propiedad de todo el pueblo y, por supuesto, también con la propiedad colectiva, así como con el sector capitalista extranjero, pero en defnitiva, es socialista y pertenece a la sociedad socialista. No se puede afirmar que la economía de mercado sea exclusiva del capitalismo. Ella tuvo su embrión ya en la sociedad feudal. El socialismo también puede practicarla. De igual manera, el estudio de algunas cosas positivas de los países capitalistas, incluidos sus métodos de gestión y administración, tampoco equivale a la puesta en práctica del capitalismo. De lo que se trata es de que el socialismo hace uso de estos métodos para desarrollar las fuerzas productivas sociales. Al considerar esto nada más que como un método, no es posible que se afecte el socialismo en su conjunto, ni que se vuelva al capitalismo.
Fuente: http://book.theorychina.org/upload/3e6f8faf-53a7-4d2b-91d8-b7f8b0a47bab/
* Parte de una entrevista con Frank B. Gibney, vicepresidente de la Comisión Redactora de la Encyclopaedia Britannica, Inc., de Estados Unidos, y Paul T. K. Lin, director del Instituto de Asia Oriental de la Universidad McGill, de Canadá.
- Gibney: A nuestro entender, el que en un país como China, cerrada durante muchos años respecto de Estados Unidos, se intente ahora materializar su modernización a una velocidad tan alta, es de veras un gran desafío extraordinario, realmente como si se volviera a desencadenar una revolución.
- Deng: Es efectivamente una nueva gran revolución. Al hacer la revolución, tenemos por objeto emancipar las fuerzas productivas y desarrollarlas. La revolución quedaría vacía de contenido si se la separase del desarrollo de las fuerzas productivas, de la prosperidad y el poderío nacionales y del mejoramiento de la vida del pueblo. Nos opusimos a la vieja sociedad y al viejo sistema justamente porque ellos oprimían al pueblo e impedían el desarrollo de las fuerzas productivas sociales. Ahora, esta cuestión ya está bastante clara. En el pasado, la “banda de los cuatro” planteó que era preferible un socialismo pobre a un capitalismo rico. Esto es absurdo.
Desde luego, no queremos el capitalismo, pero tampoco un socialismo pobre, sino un socialismo desarrollado, dotado de fuerzas productivas robus- tecidas y que haga al país próspero y poderoso. Creemos que el sistema socialista es superior al capitalista. Esta superioridad debe manifestarse en la existencia de mejores condiciones que las del capitalismo para desarrollar las fuerzas productivas sociales. Esto habría sido posible desde antes, pero, debido a las diferentes maneras de comprensión que había, se retrasó el proceso de desarrollo de nuestras fuerzas productivas, sobre todo al tener una pérdida de diez años. En los primeros tiempos de los años 60, entre China y otros países del mundo había, sí, una distancia, pero no era muy grande. Esa brecha se hizo desmesurada, sin embargo, en los 11 ó 12 años comprendidos entre las postrimerías de la década del 60 y la del 70. Esos más de diez años fueron justamente un período de impetuoso desarrollo del mundo, cuando su progreso económico y científico-tecnológico no se midió en términos de años, ni siquiera de meses, sino de días. Durante un largo período a partir de la fundación de la República Popular, permanecimos aislados del resto del mundo. En un espacio de tiempo bastante extenso las causas de esto no estuvieron en nosotros mismos, sino que fuerzas internacionales antichinas, fuerzas contrarias al socialismo chino, nos obligaron a adoptar la actitud de encierro y aislamiento. En la década del 60, aunque estuvimos en condiciones de fortalecer el intercambio y la cooperación con el resto del mundo, fuimos nosotros quienes nos autoaislamos. Hoy en día, podemos decir que hemos aprendido a aprovechar esas condiciones en el plano internacional.
Hemos propuesto materializar las cuatro modernizaciones. Esta meta que hemos fijado sólo podemos alcanzarla contando con nuestros esfuerzos, con unas orientaciones y políticas acertadas y con unas específicas medidas eficaces. En la actualidad, hay quienes dudan de si China puede hacer realidad la meta de modernización, y nos preguntan qué fundamentos tenemos para plantearla. Nuestros fundamentos pueden resumirse en los siguientes cuatro puntos:
Primero, tenemos abundantes recursos naturales. China cuenta con un territorio extenso, y en lo tocante a los recursos energéticos y a los yacimientos de minerales, ya sean de metales ferrosos, no ferrosos o raros, son muy pocos los que no posee. Estos recursos, si logramos explotarlos, constituirán una fuerza formidable.
Segundo, en los últimos 30 años, a pesar de haber hecho tantas tonterías, hemos conseguido, de todas maneras, sentar una base preliminar en la industria, la agricultura, la ciencia y la tecnología, lo que quiere decir que ya contamos con una posición de avance para las cuatro modernizaciones. En la actualidad, disponemos de más de 2 millones de máquinas-herramientas, la producción anual de petróleo ha sobrepasado los 100 millones de toneladas, y la de carbón, los 600 millones, sólo que la de acero ha llegado apenas a algo más de 30 millones de toneladas. En resumen, hemos echado, después de todo, los cimientos materiales para hacer realidad las cuatro modernizaciones.
Tercero, no creemos que los chinos seamos torpes. En más de diez años, el yugo espiritual de Lin Biao y de la “banda de los cuatro” frenó la mente de la gente y restringió su capacidad para poner en pleno juego su sabiduría y creatividad. Hoy en día, al promover la emancipación de la mente y reafirmar la política formulada por el Presidente Mao Zedong de “que se abran cien flores y que compitan cien escuelas”, perseguimos el objetivo de crear las condiciones para hacer valer la iniciativa de todo el pueblo y poner en pleno juego la inteligencia y sabiduría de los chinos. También es en aras de ese objetivo que ahora fortalecemos y desarrollamos la democracia. Esto, algunas personas lo malinterpretan en el sentido de que estamos fomentando el anarquismo. En realidad, esta práctica sólo se dio en tiempos de Lin Biao y de la “banda de los cuatro”. Con anarquía es imposible llevar a cabo la construcción. Si ustedes hubieran venido en los años 50 o a principios de los 60, habrían podido apreciar en China excelentes hábitos sociales. En los momentos difíciles, la gente observaba estrictamente la disciplina, tomaba en consideración la situación en su conjunto, colocaba los intereses individuales dentro de los colectivos, nacionales y sociales y conscientemente marchaba junto con el país para salir a flote de las dificultades. Fue de esta manera como atravesamos un período de tres años de dificultades que se inició en 1959. Sin embargo, Lin Biao y la “banda de los cuatro” desvirtuaron por completo esos hábitos sociales. Ahora, en Beijing hay un “muro de Xidan”93, donde se mueven gentes sin ocupación, que andan provocando disturbios o que se encuentran gravemente contagiadas por la ideología de la “banda de los cuatro”, gentes entre las cuales hay quienes se dedican incluso al espionaje. También hay allí quienes, aunque equivocados, proceden con buena inten- ción. Sin embargo, lo que reina en ese entorno es, en realidad, la ideología de la “banda de los cuatro”. Ellos fomentan el individualismo a ultranza y el anarquismo. Estos jóvenes, a pesar de que representan una ínfma minoría, tienen una influencia bastante grande. Hemos adoptado una seria actitud ante estas personas con el propósito de educar a la nueva generación. Por consiguiente, señalamos que, junto con el fortalecimiento de la democracia, debe estar el de la legalidad socialista. Debemos emancipar la mente y, además, retomar los excelentes hábitos sociales que mantuvimos por largo tiempo. La plena movilización de la iniciativa de la gente que proponemos para materializar las cuatro modernizaciones necesita también una condición, cual es la de lograr una situación sociopolítica de estabilidad y unidad. Además, debemos prestar atención a otro problema, la preparación de personal idóneo. Durante muchos años descuidamos la investigación cientí- fica y la educación, lo que nos trajo graves pérdidas al respecto. Debemos reforzar el trabajo científico y educacional, descubrir hombres de talento y utilizarlos de la mejor forma. En resumidas cuentas, tenemos que desplegar la iniciativa de la gente y, siempre que sean puestas en juego su inteligencia y sabiduría, no nos faltará esperanza.
Cuarto, la materialización de las cuatro modernizaciones requiere una correcta política exterior de apertura. Para alcanzar esa meta, tenemos que apoyarnos principalmente en nuestros propios esfuerzos, recursos y funda- mentos, pero ello sería imposible si nos apartáramos de la cooperación internacional. Debemos aprovechar a plenitud los adelantos del mundo eincluso los fondos que pueda proporcionarnos la comunidad internacional, con miras a acelerar las cuatro modernizaciones. En el pasado no hubo estas condiciones, y aunque más tarde las tuvimos, no supimos aprovecharlas durante un espacio de tiempo. Ahora tenemos que hacerlo.
Las orientaciones y las metas de las cuatro modernizaciones fueron formuladas por el Presidente Mao Zedong y el Primer Ministro Zhou Enlai en su tiempo, pero, en realidad, debido a la interferencia de la “banda de los cuatro”, no fueron puestas en práctica en el verdadero sentido de la palabra. Después del aplastamiento de la banda, tuvimos que dedicar grandes esfuerzos a la solución de muchos problemas ocasionados por su interferencia. Sólo el año pasado pudimos empezar a trasladar realmente el centro de gravedad de nuestro trabajo a las cuatro modernizaciones. A juzgar por nuestra situación interna, ¿cuál es la más alta política de China? Son precisamente las cuatro modernizaciones. Al realizarlas, sin duda alguna enfrentaremos muchos problemas complicados que exigirán solución y, además, no dejaremos de tropezar con dificultades, entre ellas la hipertrofia estructural y el exceso de personal hoy existentes, la insuficiencia de personal calificado para el domi- nio de la ciencia y la tecnología modernas, la urgencia de una situación política de estabilidad y unidad, con la cual contamos en lo fundamental, pero en la que todavía existen muchos problemas y, finalmente, la necesidad de ir ganando experiencia en la cooperación internacional para poder asimilar al máximo los adelantos científicos y tecnológicos y los capitales extranjeros. A pesar de las dificultades y problemas de uno u otro tipo que enfrentamos, creo que es correcto el camino que estamos recorriendo. Estamos convencidos de que estos obstáculos, dificultades y defectos podrán ser resueltos y superados paso a paso. Es posible que en los próximos dos o tres años no se lleguen a conocer éxitos sobresalientes, pero, al cabo de unos años más, el panorama se dejará apreciar con mayor claridad. Por ahora, aunque la gente todavía abriga dudas al respecto, los dirigentes chinos y la inmensa mayoría del pueblo chino tenemos confianza y creemos que nuestra empresa saldrá con éxito.
Deng con Kim Il Sung |
consideró exactamente igual al socialismo soviético. Sin embargo, ¿al principio reinó realmente o no en China una confusión ideológica consistente en imitar y aprender por completo de la Unión Soviética en su camino socialista en vez de tomar uno de tipo chino?
- Deng: El camino socialista de China no es totalmente igual al de la Unión Soviética, pues desde el mismo comienzo registró diferencias y, a partir de la fundación de la República Popular, China tuvo determinadas características propias. En el curso de la transformación socialista realizada respecto de los capitalistas, adoptamos la política de rescate en vez de la de expropiación. En consecuencia, la eliminación de la burguesía y las transformaciones socialistas en China se llevaron a cabo en forma bien expedita sin acarrear ningún perjuicio a la economía nacional en su conjunto. También fue distinto de lo ocurrido en la Unión Soviética el planteamiento del Presidente Mao Zedong según el cual en China se debía crear una situación política en la que hubiera tanto centralismo como democracia, tanto discipli- na como libertad, tanto unidad de voluntad como satisfacción moral indivi- dual y vivacidad. No obstante, en algunos aspectos del sistema económico, sobre todo en los relativos a la administración y organización de las empresas, recibimos bastante influencia de la Unión Soviética. Al respecto, nuestro socialismo debe seguir los métodos modernos de los países capitalistas en cuanto a la gestión, la administración y el desarrollo de la ciencia. Al realizar reformas en estos aspectos, todavía tendremos muchas dificultades.
- Gibney: He visto que se está movilizando la iniciativa del pueblo chino, lo cual es maravilloso, pero, ¿será posible que, en un tiempo futuro, con China persistiendo como país socialista, se desarrolle, sin embargo, algún tipo de economía de mercado dentro del marco de su sistema socialista y paralelamente con la continuación de su economía socialista?
- Deng: Esto sólo puede manifestarse en el aspecto de los capitales extranjeros. A juzgar por lo que pasa en nuestro país, no existe este problema. Lo que tenemos aquí sigue siendo la propiedad de todo el pueblo y la propiedad colectiva. Probablemente haya que incluir ciertas inversiones de chinos de ultramar, que tal vez asuman la forma de economía capitalista, pero la inmensa mayoría de ellos han venido con el deseo de proteger y desarrollar la patria socialista, y sus inversiones son distintas de las propiamente extranjeras. Hay quienes dudan de si China va a tomar el camino capitalista al efectuar de tal manera las cuatro modernizaciones. Con seguridad respon- demos que esto no es posible. En la actualidad, no existe ya la burguesía en nuestro país. Aunque quedan personas que en el pasado fueron capitalistas, ha cambiado su pertenencia de clase. Los capitales extranjeros, que provienen de la economía capitalista, ocupan una posición propia en China. Sin embargo, como representan una proporción limitada, no pueden cambiar el sistema social de China. El socialismo, caracterizado por el fomento del enriquecimiento colectivo, no crea clases explotadoras.
- T. K. Lin: ¿Considera usted o no que China cometió un error al anticiparse en demasía a limitar la economía de mercado no capitalista, que la restricción en este aspecto se hizo demasiado rápidamente y que por eso ahora es necesario ampliar su papel bajo la guía de la economía planificada socialista?
- Deng: De seguro es incorrecta la afirmación de que la economía de mercado sólo existe en la sociedad capitalista, que únicamente hay economía de mercado capitalista. ¿Por qué el socialismo no puede practicar la economía de mercado? No puede decirse que esta práctica sea capitalista. Lo que hacemos es tomar la economía planifcada como lo principal y combinarla, además, con la economía de mercado, la cual, sin embargo, debe ser socialista. Pese a que en los métodos ésta se asemeja en lo fundamental a la de la sociedad capitalista, hay diferencias, pues está conectada con la propiedad de todo el pueblo y, por supuesto, también con la propiedad colectiva, así como con el sector capitalista extranjero, pero en defnitiva, es socialista y pertenece a la sociedad socialista. No se puede afirmar que la economía de mercado sea exclusiva del capitalismo. Ella tuvo su embrión ya en la sociedad feudal. El socialismo también puede practicarla. De igual manera, el estudio de algunas cosas positivas de los países capitalistas, incluidos sus métodos de gestión y administración, tampoco equivale a la puesta en práctica del capitalismo. De lo que se trata es de que el socialismo hace uso de estos métodos para desarrollar las fuerzas productivas sociales. Al considerar esto nada más que como un método, no es posible que se afecte el socialismo en su conjunto, ni que se vuelva al capitalismo.
Fuente: http://book.theorychina.org/upload/3e6f8faf-53a7-4d2b-91d8-b7f8b0a47bab/
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