China ya había lanzado en 2012 el satélite Shijian-9 para probar las funciones de propulsores eléctricos experimentales.
China planea poner en órbita su primer satélite de comunicación con propulsión eléctrica alrededor del año 2020, lo que supondrá un paso decisivo en su carrera espacial, según la agencia de noticias oficial Xinhua.
El lanzamiento sellará el ingreso chino en el mercado de satélites propulsados con electricidad junto a Estados Unidos, Rusia, Japón y Europa.
Wang Ming, subdirector de la Academia de Tecnología Espacial de China (CAST, por sus siglas inglesas) ha revelado que el satélite ha sido diseñado para permitir la comunicación de banda ancha en el gigante asiático y las regiones vecinas.
Dicha tecnología permite enviar a seres humanos al espacio exterior a un coste mucho más bajo que otras formas de propulsión.
El sistema basado en la electricidad solo necesita una décima parte de la propulsión de los mecanismos tradicionales y además incrementa la vida útil de los satélites hasta un máximo de 20 años.
“El peso del satélite puede ser reducido en gran medida, así que un solo cohete puede enviar dos al espacio exterior al mismo tiempo. También podemos utilizar un cohete pequeño y barato para transportar un solo satélite, lo que nos permitirá ahorrar muchos costes de lanzamiento”, ha explicado Wang.
Pekín ya trabaja en estos momentos en el desarrollo de un sistema de propulsión híbrido que estaría listo para ser probado el año próximo.
La tecnología de propulsión eléctrica está llamada a jugar un papel clave en el futuro en el envío de naves tripuladas al espacio.
Los propulsores eléctricos desarrollados por China tienen hoy una capacidad de generar hasta 5 kW y está previsto que en 2020 multipliquen esa potencia por diez.
Los expertos aseguran que son necesarios 40 propulsores eléctricos de 50 kW para llevar hasta Marte una nave de 300 toneladas.
El lanzamiento sellará el ingreso chino en el mercado de satélites propulsados con electricidad junto a Estados Unidos, Rusia, Japón y Europa.
Wang Ming, subdirector de la Academia de Tecnología Espacial de China (CAST, por sus siglas inglesas) ha revelado que el satélite ha sido diseñado para permitir la comunicación de banda ancha en el gigante asiático y las regiones vecinas.
Dicha tecnología permite enviar a seres humanos al espacio exterior a un coste mucho más bajo que otras formas de propulsión.
El sistema basado en la electricidad solo necesita una décima parte de la propulsión de los mecanismos tradicionales y además incrementa la vida útil de los satélites hasta un máximo de 20 años.
“El peso del satélite puede ser reducido en gran medida, así que un solo cohete puede enviar dos al espacio exterior al mismo tiempo. También podemos utilizar un cohete pequeño y barato para transportar un solo satélite, lo que nos permitirá ahorrar muchos costes de lanzamiento”, ha explicado Wang.
Pekín ya trabaja en estos momentos en el desarrollo de un sistema de propulsión híbrido que estaría listo para ser probado el año próximo.
La tecnología de propulsión eléctrica está llamada a jugar un papel clave en el futuro en el envío de naves tripuladas al espacio.
Los propulsores eléctricos desarrollados por China tienen hoy una capacidad de generar hasta 5 kW y está previsto que en 2020 multipliquen esa potencia por diez.
Los expertos aseguran que son necesarios 40 propulsores eléctricos de 50 kW para llevar hasta Marte una nave de 300 toneladas.
http://mundo.sputniknews.com/espacio/20150612/1038283083.html
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