lunes, 30 de septiembre de 2013

Fred Goldstein: El marxismo y el carácter social de China

Reproducimos esta charla del camarada Fred Goldstein, traducido por Rebelión en junio de 2013 y extraído de la web de los camaradas norteamericanos del diario Workers World. Vamos a ver. Independientemente de que el autor sea marxista, desde el punto de vista intelectual me parece que su análisis es algo flojo, hay una idealización del periodo de Mao y de los valores del "comunismo de la pobreza" (que Fred Goldstein denomina con las bonitas palabras de "espíritu igualitario"), y se pretende hacer pasar los logros de las reformas iniciadas con Deng Xiaoping . Por otra parte, el autor forma parte de aquellos que han caído en la trampa simplista, tendida por el periodismo imperialista para mentes ingenuas, del "juicio político a Bo Xilai" para "allanar el camino al ala derecha del partido". Si, según el camarada Fred Goldstein, Bo Xilai era un abanderado del "espíritu cultural e igualitario" de la época de Mao, entonces debería explicarnos un poco lo que hay de coherente entre todos estos bonitos ideales y la serie de transacciones comerciales que el matrimonio Bo Xilai-Gu Kailai cerró con empresarios como Larry Cheng, Patrick Devillers, Xu Ming, Wang Jianling, por no hablar de los negocios con el difunto diplomático británico Neil Heywood (asesinado por la mujer de Bo).

No obstante publico el artículo porque aporta información interesante sobre cómo afrontó el gobierno chino los efectos de la crisis internacional del capitalismo, y porque señala ciertos peligros, derivados de la las reformas iniciadas en 1978 bajo Deng, que efectivamente son reales y que podrían tener consecuencias dramáticas en un futuro a largo plazo. Sin embargo, aún es muy pronto para aventurar pronósticos de cómo se desenvolverá la lucha de clases en China en los años venideros. Por otra parte, no sé muy bien de dónde saca que la actual generación de dirigentes ha dado señales de querer efectuar un giro a la derecha en materia de economía, argumentando solamente que aquella pretender "ampliar oportunidades de inversión". Pero, ¿y qué hay del resto de declaraciones de los dirigentes tras el XVIII Congreso del PCCh?

No obstante, voy a darle el beneficio de la duda al camarada Fred Goldstein, y al socaire de su llamamiento a recuperar los valores socialistas e igualitarios de la época, voy a ilustrar el artículo en consecuencia. Aunque sea porque si un día llegan a hacer realidad los malos pronósticos  sobre el futuro del socialismo en China, que no digan que no deje abierta esta posibilidad en este humilde blog. Y además, pese a sus críticas, el camarada Fred Goldstein deja claro que es obligación de todo revolucionario defender a un país antiguamente oprimido por el imperialismo como es la RP China, independientemente de lo que uno piense sobre su carácter de clase, y eso siempre se agradece.

También quisiera advertir que he tenido que hacer algunas modificaciones de una traducción original bastante deficiente.

Estatua del presidente Mao en Shenyang, provincia de Liaoning

El tema de China es una de las cuestiones más importantes del siglo XXI para la clase obrera y los pueblos oprimidos, así como para las clases dominantes imperialistas hostiles del mundo.

Los movimientos progresistas y revolucionarios, sobre todo en los EE.UU., tienen un gran interés en llegar a una correcta política hacia China.

En primer lugar, China es un país oprimido en el pasado que logró la liberación de los británicos, franceses, alemanes, los EE.UU. y el imperialismo japonés en 1949 por medio de una de las grandes revoluciones de la historia. En ese momento, una cuarta parte de la raza humana fue liberada de las garras del imperialismo. Como país oprimido en el pasado que lucha por el desarrollo nacional, debe ser defendido contra todas las variedades de agresión imperialista de tipo militar, económico y político, independientemente de lo que uno piense sobre su carácter social.

China hoy es un fenómeno de la historia nuevo, complejo y contradictorio. Cuenta con estructuras socialistas fundamentales junto con el desarrollo capitalista y la penetración imperialista. Los dirigentes lo denominan "socialismo de mercado" o socialismo con características chinas.

El socialismo se inscribe firmemente como pilar de China en su constitución. La clase capitalista internacional es profundamente hostil a China y nunca deja de tratar de socavar sus estructuras socialistas fundamentales.

Sin embargo, los trabajadores de la industria privada de China son objeto de la explotación capitalista y los trabajadores de las empresas estatales han perdido gran parte del apoyo económico que una vez era inherente a sus lugares de trabajo. Los accidentes de trabajo son infernales y los problemas ambientales son graves.

Carácter dual de la base económica de China

Sólo el marxismo nos permite acercarnos a un análisis de China.

El marxismo ha demostrado que el carácter de una sociedad está determinado por su base económica y la superestructura de la sociedad, su política, la ideología, etc., están determinados por la base económica.

¿Cómo se puede aplicar este análisis a China y cómo puede ayudar a clarificar cómo ver a China?

Para empezar, la base económica de China no es homogénea. En parte es socialista y en parte capitalista. La pregunta para nosotros y para la clase obrera mundial es: ¿Cuál es la dominante, la base socialista o las empresas capitalistas que buscan la acumulación privada de ganancias a través de la explotación de la clase obrera?

Del mismo modo, la superestructura tampoco es homogénea. Por un lado están el Partido Comunista, el Ejército Popular de Liberación y de la doctrina ideológica que declara que el socialismo es el pilar de China. Por otro lado, está la promoción incesante de la apertura al imperialismo y las reformas que produce el mercado capitalista. Y sobre todo hay una lucha por la reforma política, es decir, por el derecho de la burguesía y la pequeña burguesía a organizarse políticamente, ya sea en el interior del partido, fuera del partido o en los dos ámbitos. Hay un constante bombardeo a favor de la "reforma política" por parte de los imperialistas y sus aliados de clase dentro de China.

La crisis económica de 2008-2009 fue una prueba crítica

¿Cómo podemos evaluar esta situación? Debemos comenzar por examinar empíricamente a China, por una parte, y al resto del mundo capitalista por el otro.

Una prueba crucial se produjo cuando los dirigentes chinos se vieron obligados a hacer frente a los efectos de la peor crisis capitalista desde la Segunda Guerra Mundial.

Cuando estalló la crisis en 2008 y 2009, varias decenas de millones de trabajadores en los EE.UU., Europa, Japón y en todo el mundo capitalista, se hundieron en el desempleo.

China, que se había permitido convertirse, peligrosamente, en dependiente en gran medida de las exportaciones al Occidente capitalista, de repente se encontró con el cierre de miles de fábricas, principalmente en las provincias costeras del este y las zonas económicas especiales.

Más de 20 millones de trabajadores chinos perdieron sus trabajos en un tiempo muy corto.

Entonces, ¿qué hizo el gobierno chino?

Hemos descrito lo que sucedió en una serie de artículos en Workers World titulada "La represión de Bo Xilai y el camino capitalista, ¿puede revivirse el socialismo en China?" El artículo, publicado el 27 de marzo de 2012 explicaba que los planes redactados ya desde 2003, previstos para entrar en vigor en los próximos años, fueron impulsados hacia adelante e implementados.

Luego hemos citado a Nicholas Lardy, un experto en la burguesía China del prestigioso Instituto Peterson de Economía Internacional, quien describía que en realidad el consumo en China creció durante la crisis de 2008-09, los salarios subieron y el gobierno creó suficientes puestos de trabajo como para compensar los despidos provocados por la crisis global.

Lardy dijo: "En un año en el cual la expansión del PIB [en China] fue la más lento en casi una década, ¿cómo pudo haber sido tan fuerte el crecimiento en términos relativos del consumo durante el año 2009? ¿Cómo pudo ocurrir esto en un momento en que se derrumbaba el empleo en las industrias orientadas a la exportación, teniendo en cuenta una encuesta realizada por el Ministerio de Agricultura donde se informaba de la pérdida de 20 millones de puestos de trabajo en los centros de la industria de exportación a lo largo de la costa sureste, especialmente en la provincia de Guangdong? El crecimiento relativamente fuerte del consumo en 2009 se explica por varios factores. En primer lugar el auge de la inversión, en particular en actividades de construcción, que parecen haber generado suficientes empleos como para compensar una gran parte de las pérdidas de empleos en el sector de exportación. En el conjunto del año la economía china ha creado 11,02 millones de puestos de trabajo en las zonas urbanas, casi alcanzando los 11.130.000 empleos urbanos creados en 2008.

"En segundo lugar, mientras que el crecimiento del empleo se desaceleraba ligeramente, los salarios siguieron aumentando. En términos nominales, los salarios en el sector formal aumentaron un 12%, unos pocos puntos por debajo del promedio de los cinco años anteriores (Oficina Nacional de Estadísticas de China, 2010, p. 131). En términos reales, el aumento fue de casi un 13%. En tercer lugar, el gobierno prosiguió con su programa de incremento de pagos a los pensionistas y elevó las transferencias a los ciudadanos con ingresos más bajos de China. Las pensiones mensuales para los jubilados de las empresas aumentaron en 120 yuanes, es decir, el 10% en enero de 2009, bastante más que el aumento del 5,9% de los precios al consumidor en 2008. Esto elevó el total de pagos a los jubilados en alrededor de 75.000 millones de RMB. El Ministerio de Asuntos Civiles aumentó en un tercio las transferencias de pagos a unos 70 millones de ciudadanos ubicados en los más bajos ingresos de China, resultando un aumento en RMB de 20.000 millones de dólares en 2009 (Ministerio de Asuntos Civiles de 2010)".

Explicó, además, que el Ministerio de Ferrocarriles presentó ocho planes específicos para que se apliquen en la época de crisis y que deben completarse en el año 2020. El Banco Mundial llamó "quizás el mayor programa planificado de inversiones de ferrocarriles para pasajeros que ha habido en cualquier país". Además de ello se han emprendido proyectos de redes de ultra-alta tensión, entre otros avances.

El artículo completo de Lardy se puede encontrar en “Sustaining China’s Economic Growth after the Global Financial Crisis”, Kindle Locations p. 664-666, Peterson Institute for International Economics.

Las estructuras socialistas revirtieron el colapso

Así es como subieron los ingresos, aumentó el consumo y se superó el desempleo en China, mientras el mundo capitalista seguía sumido en el desempleo masivo, la austeridad, la recesión, el estancamiento, crecimientos lentos y una pobreza creciente.

El hecho de haber podido revertir los efectos de la crisis en China es el resultado directo de la planificación nacional, las empresas de propiedad estatal, la banca de propiedad estatal y las decisiones políticas del Partido Comunista Chino.

Hubo una crisis en China, y fue causada por la crisis capitalista mundial. La pregunta era qué principios prevalecerían frente al desempleo masivo: el principio humano, racional, de planificación o el del mercado capitalista. En China, el principio de la planificación, el elemento consciente, tenía prioridad sobre la anarquía de la producción provocada por las leyes del mercado y la ley del valor-trabajo.

Pero las instituciones basadas en las estructuras del socialismo chino que aún permanecen, que salvaron a las masas del desastre económico, son las mismas instituciones que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, Wall Street y Londres quieren reducir y, eventualmente, destruir. Estas instituciones son las empresas de propiedad estatal, la planificación y el control por el Partido Comunista Chino.

Uno podría decir que el gobierno chino lo hizo para evitar disturbios. Sin duda, los capitalistas de Europa y los EE.UU. también quieren evitar disturbios. Pero esto no les motivó a que decenas de millones de trabajadores vuelvan al trabajo, a elevar las pensiones, a elevar los salarios y los pagos de la seguridad social. Se les exigió austeridad para asegurar las ganancias de los banqueros.

Volviendo al análisis marxista, queda claro, por la forma con la que el liderazgo chino gestionó esta crisis, que el aspecto socialista de la base económica sigue siendo la dominante en China. Y lo mismo puede decirse de la superestructura política.

Los enemigos del socialismo afirman que el capitalismo es responsable de los grandes éxitos de China.

Pero eso es falso. China ha tenido éxito en su desarrollo económico porque el sector socialista ha contenido ampliamente el capitalismo interno y la inversión imperialista en el marco de los objetivos económicos nacionales del gobierno.

Sin esta condición, China sería como la India - que también cuenta con la planificación pero es un país completamente capitalista.

En la India, la pobreza es tan aguda que las personas viven en vertederos de basura, lavan la ropa en agua contaminada y las barriadas urbanas de Calcuta y Mumbai compiten en pobreza con el medio rural. Las masas de la India son muy pobres - viviendo con 1 o 2 dólares al día - incluso cuando la refulgente industria de alta tecnología se desarrolla junto a las pésimas condiciones económicas que sufren cientos de millones de indios.

No hay comparación con China. Pero si los imperialistas logran su objetivo, si consiguen destruir las bases socialistas y el Partido Comunista, convertirán a China en otra India. Eso es lo que está en juego en la lucha para detener la contrarrevolución en China.

'Socialismo de mercado', un concepto falso y peligroso

Este análisis no debe entenderse en absoluto como un apoyo a la doctrina del "socialismo de mercado". En nuestra opinión, la anarquía del mercado capitalista es antagónica a la planificación de una sociedad socialista y de la construcción socialista. La propiedad privada capitalista es hostil a la propiedad socialista y la producción para la acumulación privada es antagónica a la producción para el uso social y las necesidades humanas.

Hay circunstancias históricas de subdesarrollo extremo que obligan a un gobierno socialista a emplear métodos capitalistas, tanto privados como estatales, para promover el desarrollo de las fuerzas productivas y la creación de una clase trabajadora desde la población rural.

Sin embargo, una cosa es utilizar estos métodos como una medida temporal, hacer un repliegue desde socialismo con el fin de que el socialismo triunfe en la lucha contra los métodos capitalistas. Esa fue la idea que tenía pensada Lenin para la Nueva Política Económica. Se inició en 1921 en la URSS, en los momentos más terribles, después de que la guerra civil dejara al país en ruinas y la clase obrera que sobrevivió regresaba al medio rural para conseguir comida.

Pero Lenin siempre consideró esto como una retirada y una lucha crucial. La cuestión, como decía Lenin, era "¿Quién vencerá?".

Hace mucho tiempo que China se desarrolló económicamente después de las reformas capitalistas implementadas por Deng Xiaoping. Pero lo que debería haber sido una retirada temporal se ha convertido en una política destinada a tratar al capitalismo como un socio del socialismo. El capital privado crece de forma automática y con ello el poder económico y la influencia política de la clase capitalista, sus parásitos pequeño-burgueses, así como la intelectualidad pequeño-burguesa. Esto conlleva grandes peligros a largo plazo para China.

El componente socialista de la base económica es dominante en la actualidad. Pero el capitalismo sigue erosionando esa base y hace daño a los trabajadores. Por otra parte, la nueva dirección de Xi Jiping y de Li Keqiang han dado señales de que quieren dar un giro hacia la derecha en la economía. Ampliar las oportunidades de la inversión imperialista y avanzar cada vez más en la dirección de las reformas económicas burguesas es jugar con fuego.

Revivir el espíritu de Mao, el poder de los trabajadores

Bo Xilai, el antiguo líder del partido en la provincia de Chongqing, está languideciendo en prisión. Ha estado detenido durante más de un año debido a que trató de revivir el espíritu cultural e igualitario de Mao Zedong y porque tenía un programa para retrasar la marcha por el camino capitalista (ver los artículos de Workers World).

Bo representaba una resistencia de izquierda a las políticas actuales en el ámbito de la más alta dirección. Su derrota ha allanado el camino a una vuelta más a la derecha.

Lo que realmente se necesita es un giro brusco a la izquierda. Los trabajadores deben reclamar los derechos socialistas establecidos primero por la revolución china y profundizados después en el periodo de Mao. Esto es lo único que puede hacer revivir y asegurar el socialismo chino en el largo plazo.

Pero, mientras tanto, tiene que haber una firme defensa de China contra todo plan del imperialismo y de la clase capitalista nacional de China que amenazan con minar las bases socialistas que aún existen allí.

Basado en una charla de Fred Goldstein en el Foro de Izquierdas de Nueva York el 9 de junio.


Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=169858



lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Qué podemos esperar de China en los próximos años?



Puestos a publicar artículos del cuadro del PTB Marc Vandepitte, vamos a finalizar con este autor mostrando este artículo, que se publicó en la web de Michel Collon (www.michelcollon.info) en diciembre de 2012, poco después de finalizar el XVIII Congreso del PCCh, y que fue traducido por los compañeros de la Fundación Jaime Lago. El artículo resume los principales ejes sobre los que gira el XVIII del PCCh y analiza los retos a los que se enfrenta la nueva generación de dirigentes. Me he permitido hacer una revisión integral de la traducción original, que tenía un número considerable de incorrecciones. Pero no siendo la creatividad lo mío, voy a ilustrarlo con las mismas imágenes que utilizaron los compañeros de la Fundación Jaime Lago.

Un importante congreso acaba de tener lugar en China. Podría contribuir a determinar el futuro del planeta. Marc Vandepitte explica lo que está en juego y esboza las líneas de fuerza en un contexto histórico y geopolítico. 

La quinta generación está lista

Cada 10 años, China conoce un profundo cambio en sus instancias dirigentes, cambios que se llevarán a cabo esta vez en el XVIII Congreso del Partido Comunista. Se trata de elegir simultáneamente el Comité central (370 mie
mbros), el Buró Político (25 miembros), el Comité Permanente de este mismo Buró (7 o 9 miembros), y, por supuesto, al nuevo Presidente así como su Primer ministro. Este congreso marcará así la entrada en liza de la “quinta generación” de dirigentes.

La primera generación fue la liderada por Mao Tse-tung de 1949 a 1976. Líder de la revolución y el fundador de la China moderna, Mao impulsó de nuevo el país al escenario mundial. Le seguiría un periodo tumultuoso (el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural), que terminó con la llegada al poder de Deng Xiaoping. Éste dirigió el país de 1978 a 1992 y aprovechó la oportunidad para poner en marcha importantes reformas económicas, al mismo tiempo que estrechaba vínculos con el mundo exterior. Su sucesor, Jiang Zemin, simbolizó la tercera generación, un periodo especialmente marcado por una profundización de las reformas económicas. Finalmente, en 2002, le llegaría el turno al actual presidente Hu Jintao y a su primer ministro Wen Jiabao de tomar las riendas del país. De este último gobierno de cuarta generación, podemos observar que trabajó principalmente para una "sociedad armoniosa". Los respectivos sucesores del presidente Hu Jintao y del primer ministro Wen ya se conocen prácticamente: se llaman Xi Jinping y Li Keqiang.

El Congreso elegirá un nuevo equipo de gestión cotidiana, es decir, el Comité Permanente del Buró Político, un órgano similar a la del Gabinete restringido de Bélgica. Lo más particularmente interesante es la orientación elegida para los próximos diez años. Sin embargo, para saber algo más, hubo que esperar al informe del presidente Hu[1], porque al igual que en los congresos anteriores, en éste no se filtró nada (o casi nada) por adelantado. ¡Y el informe llegó! Fruto de una larga concertación[2] en la que participaron más de 4000 miembros del partido, traza la ruta que tomará el nuevo equipo.

Los diez años anteriores

El equipo saliente tiene motivos para estar satisfecho con su política. Efectivamente, estos últimos diez años se caracterizaron por un crecimiento económico extraordinario, unido a un fuerte aumento del nivel de bienestar, una política estable y un fortalecimiento de la posición china en el escenario mundial. Cuando el actual presidente Hu tomo posesión de su cargo, el país tan sólo era la sexta economía mundial. Ahora ocupa el segundo lugar y se ha convertido incluso en el mayor exportador del mundo. Durante este periodo también se ha visto la creación de varios cientos de millones de puestos de trabajo, el aumento hasta un 10,7%[3] de la tasa de crecimiento anual promedio y la multiplicación por cinco del PNB por habitante (de 1000 a 5400 dólares). Los ingresos disponibles per cápita, por su parte, subieron un 8,1% por año en las zonas rurales y el 9,2% en las zonas urbanas. Unos resultados con los que la mayoría de los países del mundo tan sólo puede soñar.

El número de personas que vive por debajo del umbral de pobreza (con menos de 1,25 dólares/día) ha bajado a 190 millones, pasando del 28% al 13% de la población.[4] China cuenta con el mayor crecimiento del Indice de Desarrollo Humano de toda Asia oriental (el Indice de Desarrollo Humano, IDH, es un importante indicador que permite a Naciones Unidas evaluar la nivel de desarrollo social de un país).[5]

Sin embargo, la brecha entre el ingreso promedio per cápita de la ciudad y del campo se ha ampliado: un habitante en la ciudad gana tres veces más que su homólogo del campo. No obstante, en los últimos dos años la economía rural ha crecido más rápidamente que la de la ciudad, ¡algo inédito en las últimas décadas!. Desde 2006, las autoridades han invertido hasta 6000 millones de yuanes (750 000 millones de euros) para el desarrollo rural, es decir, casi tanto como el paquete de estímulos lanzado por la administración de Obama tras la crisis financiera de 2008. El 95% de los pueblos chinos ya cuentan con carreteras asfaltadas y líneas telefónicas, y tienen suministro de electricidad, agua corriente y gas. A modo de comparación, sólo el 50% de los pueblos de la India pueden decir lo mismo. En 2003, sólo el 3% de la población rural estaba suscrito a un seguro de salud, frente al 97,5 % en la actualidad.[6] Ahora, incluso aquellos denominados "emigrantes internos" en las zonas urbanas pueden disfrutar de ello.[7]

Estos "emigrantes internos" son algo así como trabajadores temporeros que forman una enorme grupo de unas 170 millones de personas,[8] bastante más que la población activa de los Estados Unidos. Este grupo se compone principalmente de personas provenientes del medio rural que han venido a probar suerte en la ciudad durante un año. Muchos persisten varios años seguidos para tratar de establecerse definitivamente en la ciudad. Sin embargo, parece que la mejora del nivel de vida en el campo les anima hoy a regresar a su pueblo natal, frenando al mismo tiempo una urbanización galopante.

Los chinos parecen estar globalmente satisfechos con su condición. El 83% se declara satisfecho con la situación económica del país, un resultado sin igual a escala planetaria. Efectivamente, después sigue Alemania con un 73%, justo por delante de Brasil con el 65%.[9] En la Unión Europea, sin embargo, sólo el 16% de la población se declara satisfecho. Naturalmente, cuando se analiza el sentimiento de satisfacción de la situación económica individual, se obtiene un resultado evidentemente más bajo. No hay que olvidar que el PNB por habitante de China es prácticamente nueve veces inferior al de un país como Bélgica, y que el nivel de vida en el Oeste del país es equivalente al de Egipto. Esto no impide que el 69 % de los encuestados se consideren satisfechos con su situación económica personal. Sólo los brasileños (75%) y los alemanes (74%) parecen ser más felices. Además, los chinos miran hacia el futuro con optimismo: el 84% está convencido que la situación va a mejorar, y el 57 % cree que sus hijos tendrán una vida más fácil que las de sus padres. A título indicativo, ¡sólo el 9 por ciento de los europeos lo creen aún!

Sin embargo, no todo es color de rosa en el mejor de los mundos... Ciertamente, la economía tiene un crecimiento rápido, pero aún descansa demasiado en la inversión y las exportaciones, y no lo suficiente en el consumo interno. A esto se añade el envejecimiento de la población, lo que no hace sino agravar el problema, y ​​la brecha entre ricos y pobres. Incluso si tiende a reducirse ligeramente, sigue siendo increíblemente profunda, hasta el punto de que ya aparecen tensiones sociales (en los últimos años se observa un crecimiento exponencial del número de conflictos en lugares de trabajo). Además, la legitimidad del Partido Comunista depende esencialmente de un progreso material importante y no de convicciones políticas o ideológicas, una filosofía demasiado frágil que podría resultar especialmente peligrosa en caso de que falle el motor económico.[Wright, 177]

La corrupción omnipresente mina el Partido hasta en las más altas esferas del Estado. Al mismo tiempo el proceso de toma de decisiones políticas es demasiado opaco, en absoluto participativo y solamente es representativo en el nivel más bajo (de pueblo o de barrio). Teniendo en cuenta los significativos aumentos en el nivel de vida y en el desarrollo general, cabe preguntarse si los chinos continuará soportando esta situación durante mucho tiempo. En el plano ecológico, China se enfrenta a retos importantes, ya que pese a que la política gubernamental ha sido bastante ambiciosa en este terreno[10] en los últimos tiempos, no puede ocultar que el índice de contaminación del aire y el agua alcanza niveles de récord a escala planetaria, absorbiendo entre el 7 y el 10% del PIB chino según las estimaciones.[11] Para colmo de males, las relaciones con los países de la región se deterioran un poco más cada año, hasta el punto de que China se desliza lenta pero seguramente hacia el embudo (militar) americano.[12] ¿Nos dirigimos hacia una nueva Guerra Fría?

Las grandes ejes de los próximos años

La situación precedente determina pues el contexto del informe de Hu, sin el cual carecería de todo sentido. Como  suele ser (¿mala?) costumbre, Occidente no podía abstenerse de enviar una lista de ruegos: los chinos deberían liberalizar aún más su economía, reforzar su mercado interno (en otras palabras, nuevos mercados para los stocks de Occidente), reducir la influencia del partido en la sociedad, permitir libertad de prensa (léase de la prensa "comercial y/o pro-occidental"), mostrarse más transparentes en asuntos de desarrollo militar... Un catálogo de reivindicaciones más alineadas con los intereses de Occidente que con las verdaderas preocupaciones de los chinos. Dicho esto, como viene siendo costumbre también, los chinos tampoco las tendrán en cuenta - evidentemente - y seguirán su propio camino.

El resto de este artículo está dedicado a los grandes ejes del informe presentado por el presidente Hu.

1. Economía.

Hace falta instaurar otro modelo de crecimiento que se apoye más en la demanda interna (consumo) y menos en las inversiones y las exportaciones. Ello significa concretamente que el poder adquisitivo (salario y subvenciones) debe aumentar más rápidamente que el crecimiento, en contraste con la política seguida estos últimos diez años, que había provocado una caída del poder adquisitivo de alrededor de 11%.[13] Luego, hace falta reafirmar la prioridad otorgada a las zonas rurales, notablemente mejorando las infraestructuras y  mecanizando la agricultura, siguiendo el ejemplo del anterior gobierno. Por último, hace falta promover convenios colectivos de trabajo[14] y proteger mejor a las rentas del trabajo, siguiendo el espíritu de la legislación laboral adoptada en 2008. Esta última condición es necesaria para transformar el modelo de crecimiento actual en favor del consumo.

Si esta serie de objetivos parece ambiciosa, cabe preguntarse si se va a llevar a la práctica, puesto que las propuestas a favor de un modelo alternativo de crecimiento existen ya desde 1995. También habrá que medir la influencia - más pronunciada estos últimos años[15] - del gobierno sobre la economía y saber cómo evolucionará la relación entre ambas, un punto sobre el que el informe de Hu no se pronuncia.

2. Bienestar

El nivel de vida debe seguir aumentando. Tanto en el campo como en la ciudad, el PNB por habitante debe duplicarse de aquí a 2020,[16] un objetivo perfectamente realizable si tiene en consideración un crecimiento previsible del 7% (con una inflación del 2%). El informe insiste también en la necesidad de proseguir con el desarrollo de la seguridad social,[17] notablemente mediante la mejora de un sistema de pensiones aún imperfecto. Se deberá poner el acento en la educación, con una atención particular a la enseñanza materna, primaria y técnica. Teniendo en cuenta los rápidos progresos en materia de desarrollo social (IDH) durante el periodo anterior, podemos pensar razonablemente que estos objetivos serán efectivamente alcanzados.

3. Democracia

El informe preconiza más democracia.[18] En efecto, si es notorio que China es el país donde más frecuentemente se vota en el mundo,[19] también hay que saber que estas elecciones se restringen a un nivel local (aldea, barrio). Es por ello que el informe subraya el interés en elegir directamente a un mayor número de candidatos a niveles más elevados y pide la extensión de los procedimientos electorales (aumentar el número de mandatos elegibles, organizar elecciones directas y aún más indirectas, elegir a un mayor número de candidatos por mandato, limitar los mandatos en el tiempo, etc.) Por otro lado, a los elegidos les tocará acercarse más abiertamente al pueblo de lo que hacen a día de hoy,[20] y ello sin que sea necesario imitar el modelo occidental.[21]

No es la primera vez que se anuncia un reforzamiento o un desarrollo de la democracia, muchas experiencias ya han tenido lugar en este terreno, con resultados variables.[Kuhn, 292-3] No deja de ser uno de los asuntos más delicados en China, sobretodo después de los traumas legados por la Revolución Cultural y el dramático desenlace de la glasnost en la Unión Soviética.[Porter, 161; Zheng, 11, 138] La dirección del Partido es muy consciente que debe emprender profundas reformas, pero se mantiene prudente en cuanto a la reforma de los procesos de tomas de decisión y de las estructuras de poder existentes. Antes de aplicar tales reformas, la dirección del Partido las pondrá a prueba primero a nivel local antes de adoptarlas gradualmente, y con gran circunspección. Frente al modelo occidental, China prefiere así el de Singapur, Corea del Sur o Taiwán.[Zhang] El chino medio no se preocupa tanto por saber cómo sus instancias dirigentes son elegidas como de saber su capacidad para gobernar eficazmente el país.[Leonard, 61]. Dicho de otro modo, la legitimidad dependerá sobre todo de los resultados.

4. Corrupción

El informe no se muerde la lengua: “La lucha contra la corrupción[22] y por la integridad política son cuestiones esenciales que preocupan enormemente a la población”. La proliferación de la corrupción podría así ser “fatal para el partido”.[23] Los elegidos, funcionarios y miembros del partido deben actuar más “de acuerdo con la ley”,[24] y “atenerse a una autodisciplina rigurosa, profundizar su formación política, reforzar el control ejercido sobre sus familias y sus subalternos, y jamás tratar de conseguir privilegio alguno”.[25] Sea cual sea su rango jerárquico, quien no respete la disciplina del partido e infrinja las leyes del estado “debe ser llevado irremediablemente ante los tribunales”.

Un mensaje claro que traduce la inevitable necesidad erradicar una corrupción que gangrena el Partido y mina su legitimidad. Éste es demasiado consciente de ello y ha actuado al respecto recientemente: durante los últimos 5 años, más de 660 000 miembros[26] han sido sancionados por haber transgredido las reglas. No obstante, aún siendo absolutamente necesarias, estas medidas resultan ser muy insuficientes, puesto que los miembros aún se mueven más por intereses personales que por convicciones ideológicas; y mientras el "espíritu" falte en el Partido, la corrupción progresará.[Xiem 204; Shambaugh, 167] Por sí sóla la represión no será insuficiente para atajar el problema. El verdadero talón de Aquiles del Partido Comunista Chino se encuentra probablemente en la cruel falta de convicción ideológica.

Por otro lado, para que los miembros puedan actuar más acorde con la ley, hace falta un aparato judicial en buen estado de funcionamiento. Aunque se haya podido observar una notable mejora estos últimos años,[27] aún queda mucho camino por delante, como demuestra el asunto del abogado ciego Chen Guangcheng.[28]

5. Medioambiente

El informe hace un llamado para otorgar un prioridad máxima al “progreso ecológico”.[24] Nada nuevo realmente, salvo que esta prioridad integra por primera vez el plan de desarrollo global del Partido Comunista.

Siendo el primer contaminante del mundo (en términos absolutos, no por habitante), China realiza los mayores esfuerzos en materia de protección del medioambiente. Invierte en tecnologías verdes prácticamente tanto como todo el resto de países.[30] No obstante, pese a que China tenga una de las constituciones más progresistas en esta materia,[31] todavía no consigue llevarla a la práctica. [Joseph, 282] Es importante saber también quién debe pagar por la deuda ecológica histórica. Según China y otros países emergentes, ya que el norte ha sido el mayor productor de emisiones acumuladas de CO2,[32] es normal que contribuya en mayor medida a la reducción de esas emisiones.

6. Política exterior

El informe apuesta de manera resuelta por un "desarrollo pacífico",[33] y por una "política exterior independiente". Exenta de pretensiones hegemónicas o expansionistas, China mantiene el punto de vista de encontrar una salida pacífica a los conflictos internacionales. Sin embargo, estimula la rápida modernización de sus fuerzas armadas[34] y desea volver a ser una potencia naval capaz de defender y preservar sus derechos marítimos.[35]

A primera vista, estos dos objetivos parecen contradecir el principio de desarrollo pacifico, excepto si consideramos esta evolución en el contexto de una creciente amenaza de Guerra Fría proveniente de EEUU.[36] El mar de China meridional contiene importantes reservas de petróleo y gas,[37] y más de la mitad del transporte intercontinental de mercancías pasa necesariamente por esa zona.[38] Para Washington, la dominación permanente de la región es pues fundamental para mantener su control y para la afirmación de la hegemonía americana.[39] El 60% de la flota estadounidense navega por la región, y las tropas del Tío Sam están estacionadas en bases militares, puntos de apoyo o centros de entrenamiento repartidos entre 16 países o bahías marítimas alrededor de China.[40] La semana pasada, EEUU y Japón volvieron a realizar ejercicios militares conjuntos en el mar meridional de China.[41]

Frente a esta supremacía americana, China se muestra extremadamente vulnerable, puesto que en el presente momento su fuerza naval (un solo y único portaaviones, no operativo) está lejos de poder rivalizar con las del Pentágono.[42] Si Washington lo desea, puede simplemente cerrar el grifo del petróleo que alimenta a China, dejándola indefensa. El presupuesto americano destinado al armamento es al menos cinco veces superior al de China,[43] e incluso 29 veces superior por habitante.[44] Si bien los gastos militares chinos deberán aumentar al menos un 11% este año (frente al 13,5% del año pasado),[45] sólo será para igualar al resto de países del sudeste asiático. Una cosa está clara: si Washington prosigue con sus maniobras militares en la región, nos dirigimos hacia una nueva e importante Guerra Fría.

En conclusión

El informe de Hu no sorprende, no anuncia reformas profundas ni un verdadero golpe de timón. Claramente, los dirigentes chinos optan por la continuidad y por reformas prudentes y graduales. Las elecciones presidenciales americanas sobre-mediatizadas han acaparado toda la atención, al contrario que el congreso del Partido chino. Sin embargo, la atención de los medios no debe definir por sí sola la importancia de un acontecimiento. En efecto, los nuevos dirigentes chinos son elegidos para los próximos 10 años, Obama solamente por 4 años, y en 10 años, China será un competidor económico directo de los EEUU. En China, la política gobierna la economía, todo lo contrario de lo que sucede en EEUU. Todas esta razones nos llevan a afirmar que la elección de las nuevas instancias dirigentes chinas, así como el rumbo escogido por el país, son mucho más importantes que todo el circo de las elecciones americanas.


Fuentes en papel:

Dickson B., "Red Capitalists in China. The Party, Pivate Entrepreneurs, and Prospects for Political Change", Cambridge 2003. Joseph W., (ed.), "Politics in China. An Introduction", Oxford 2010.
Kuhn L., "How China’s Leaders Think. The Inside Story of China’s Reform and What This Means for the Future", Singapour 2010.
Leonard M., "Que pense la Chine ?", New York 2008.
McGregor R., "The Party. The Secret World of China’s Communist Rulers", New York 2010.
Porter R., "From Mao to Market. China Reconfigured", Londres 2011.
Shambaugh D., "China’s Communist Party", Berkeley 2009.
Wright T., "Accepting Authoritarianism. State-Society Relations in China’s Reform Era", Stanford 2010.
Xie Chuntao, (ed.), "Why and how the CPC works in China", Pékin 2011.
Zhang Weiwei, The China Wave. Rise of a Civilization State, Singapour 2012.
Zheng Yongnian, "The Chinese Communist Party as Organizational Emperor", Londres 2010.

Notas:

[1] http://www.voltairenet.org/article176645.html

[2] http://www.ft.com/intl/cms/s/48c952e2-2992-11e2-a604-00144feabdc0,Authorised=false.html...

[3] http://www.voltairenet.org/article176645.html

[4] http://siteresources.worldbank.org/INTPOVCALNET/Resources/Global_Poverty_Update_2012_02-29-12.pdf

[5] http://hdr.undp.org/en/media/HDR_2011_EN_Complete.pdf

[6] http://www.economist.com/node/21562210

[7] http://www.economist.com/news/briefing/21565132-china’s-communist-party-preparing-its-ten-yearly-change-leadership-new-team

[8] http://www.ft.com/intl/cms/s/821d0270-fc09-11e1-af33-00144feabdc0,Authorised=false.html...

[9] http://www.pewglobal.org/2012/07/12/pervasive-gloom-about-the-world-economy/

[10] http://www.dewereldmorgen.be/blogs/frankwillems/2011/12/05/china-en-durban

[11] http://wwf.panda.org/who_we_are/wwf_offices/china/environmental_problems_china/

[12] http://www.dewereldmorgen.be/artikels/2012/11/05/wist-je-dat-schokkende-feiten-over-de-presidentsverkiezingen-en-american-dream

[13] http://www.ft.com/intl/cms/s/0e9d4394-a675-11e1-aef2-00144feabdc0,Authorised=false.html...

[14] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959039.htm

[15] http://www.ft.com/intl/cms/s/008ac6ea-1dcc-11e2-901e-00144feabdc0,Authorised=false.html...

[16] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959039.htm

[17] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959369.htm

[18] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959083.htm

[19] http://www.theguardian.com/commentisfree/cifamerica/2011/jan/19/china-barack-obama

[20] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959247.htm

[21] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959587.htm

[22] http://www.scmp.com/news/china/article/1078181/hu-jintao-warns-graft-threatens-existence-party-and-nation

[23] http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-china-20233101

[24] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959587.htm

[25] http://www.scmp.com/news/china/article/1078181/hu-jintao-warns-graft-threatens-existence-party-and-nation

[26] http://www.chinasquare.be/actueel-nieuws/beleid-actueel/focus-op-anti-corruptie/

[27] http://www.cn.undp.org/china/en/home.html?op=modload&name=News&file=article&catid=11&topic=17&sid=44652&mode=thread&order=0&thold=0

[28] http://blogs.wsj.com/chinarealtime/2012/04/30/the-baffling-case-of-chen-guangcheng/

[29] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959824.htm

[30] http://www.ft.com/intl/cms/s/d9787254-2458-11e1-a4b7-00144feabdc0,Authorised=false.html...

[31] http://www.zoominfo.com/s/#!search/profile/person?personId=512123253&targetid=profile

[32] http://www.dewereldmorgen.be/artikels/2012/11/06/wist-je-dat-schokkende-feiten-over-de-presidentsverkiezingen-en-american-dream-d

[33] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959478.htm

[34] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959418.htm

[35] http://news.xinhuanet.com/english/special/18cpcnc/2012-11/08/c_131959403.htm

[36] http://www.dewereldmorgen.be/artikels/2012/01/01/nieuwe-koude-oorlog-in-de-maak-in-de-stille-oceaan

[37] http://www.ft.com/intl/cms/s/a782a6f8-2a73-11e2-a137-00144feabdc0,Authorised=false.html...

[38] http://www.economist.com/node/21546033

[39] http://www.cnas.org/files/documents/publications/CNAS_CooperationFromStrength_Cronin_1.pdf

[40] http://www.dewereldmorgen.be/artikels/2012/11/05/wist-je-dat-schokkende-feiten-over-de-presidentsverkiezingen-en-american-dream

[41] http://fff.org/freedom/fd1110e.pdf

[42] http://www.ft.com/intl/cms/s/aab96b50-232b-11e0-b6a3-00144feab49a,Authorised=false.html...

[43] http://www.sipri.org/research/armaments/milex/resultoutput/milex_15

[44] http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_countries_by_military_expenditures

[45] http://www.nytimes.com/2012/03/05/world/asia/china-boosts-military-spending-more-than-11-percent.html?_r=0

Fuente: http://michelcollon.info/Que-peut-on-attendre-de-la-Chine.html?lang=fr


domingo, 22 de septiembre de 2013

IX Congreso del Partido Comunista de China (1969)


El IX Congreso del Partido Comunista de China se celebró en Beijing entre el 1 y el 24 de abril de 1969. Al Congreso asistieron 1512 delegados representando a 22 millones de miembros de todo el país. Este congreso se celebró en circunstancias inusuales porque transcurrió de principio a fin dentro de la atmósfera de fanatismo y culto a la personalidad propiciadas por la "revolución cultural".

El Partido Comunista había sufrido mucho durante la "revolución cultural". Los comités del Partido en las provincias, regiones autónomas y municipalidades, así como muchas organizaciones de base, no fueron reestructuradas o restablecidas, y la mayor parte de los miembros del Partido aún no habían vuelto a la vida organizativa. En tal situación, las condiciones no estaban maduras para la celebración de este congreso. Los delegados al IX Congreso no pudieron ser elegidos mediante elecciones, sino cooptados mediante consultas por parte del Comité Central y de los órganos dirigentes del Partido en las localidades. Esto permitió que Lin Biao, Jiang Qing y su camarilla aprovecharan la oportunidad para infiltrar entre los delegados a muchos individuos pertenecientes a sus facciones, minando así la vida organizativa del Partido.

Lin Biao presentó el informe político, en el que defendió la "teoría de la revolución continua bajo la dictadura del proletariado", exponiendo los motivos de la aparición de esta teoría y su importancia, revisó la preparación y la ejecución de la "revolución cultural" bajo la dirección de esta teoría, y de manera extravagante alabó los "grandes logros" obtenidos en la "revolución cultural". En los nuevos estatutos del Partido adoptados en el congreso, Lin Biao era designado en el programa general como "el sucesor del camarada Mao Zedong".

El Congreso legimitó la teoría y la práctica de la "revolución cultural" y fortaleció las posiciones de Lin Biao y Jian Qing en el Comité Central del Partido. Sus orientaciones, tanto en lo ideológico, como en lo político y lo organizativo eran totalmente erróneas. Estos hechos no tuvieron ningún papel positivo en la historia del Partido.

El Congreso eligió a 170 miembros titulares y 109 suplentes para el Comité Central, de los cuales sólo 53 habían sido miembros titulares o suplentes del VIII Comité Central. En la I sesión plentaria del IX Comité Central del Partido Comunista, Mao Zedong fue elegido presidente y Lin Biao vicepresidente del Comité Central. Los miembros del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central fueron Mao Zedong, Lin Biao, Chen Boda, Zhou Enlai y Kang Sheng.

Miembros del Comité Permanente del Buró Político

De izquierda a derecha: Mao Zedong, Lin Biao, Zhou Enlai, Kang Sheng, Chen Boda


El Presidente Mao y Lin Biao en el IX Congreso del Partido Comunista de China

Bo Xilai, condenado a cadena perpetua por corrupción

Bo Xilai, esposado tras el anuncio del veredicto por el que fue condenado a cadena perpetua


EFE/Macarena Vidal Pekín

El ex-dirigente chino Bo Xilai fue condenado hoy a cadena perpetua, tras ser declarado culpable de los delitos de aceptación de sobornos, malversación de fondos y abuso de poder, una sentencia que, a todas luces, pone fin a su carrera pública.

El Tribunal Intermedio de Jinan (este de China), que en agosto celebró el juicio contra el ex-miembro del Politburó chino, descartó los argumentos presentados por la defensa e impuso a Bo la cadena perpetua por aceptar sobornos valorados en 20,44 millones de yuanes (3,3 millones de dólares).

El tribunal, que le encontró también culpable de la malversación de cinco millones de yuanes (unos 813.000 dólares) en fondos públicos, le impuso además una pena de quince años de prisión por este delito, así como otros siete años por abuso de poder. Las tres penas se cumplirán de manera simultánea.

El ex-secretario general del Partido Comunista en la ciudad de Chongqing verá también confiscadas sus propiedades personales y perderá de por vida sus derechos políticos. La sentencia supone un duro golpe a las esperanzas de Bo, de 64 años, de relanzar en algún momento su carrera política. Si bien existe la posibilidad de que se le conmute la pena por buen comportamiento, es altamente improbable que esto suceda antes de que pase al menos una década de prisión.

En una carta a sus familiares divulgada la semana pasada, Bo había declarado su convencimiento de que "algún día" su nombre quedaría limpio. Hasta entonces, aseguró, tomará ejemplo de su padre, Bo Yibo, un alto dirigente chino purgado durante la Revolución Cultural: "Esperaré tranquilamente en la cárcel", dijo.

Apelación poco probable

El ex-ministro de Comercio y ex-gobernador de la provincia de Liaoning tiene diez días, a partir de mañana, para apelar, según las leyes chinas. Pero aunque lo haga, las probabilidades de que su apelación prospere son ínfimas en la práctica.

Al hacer pública la sentencia hoy, el tribunal rechazó sistemáticamente los argumentos de la defensa, que alegaba que Bo había confesado originalmente sus delitos bajo presión y que el testimonio de su esposa, Gu Kailai, era inaceptable porque ella padece un desequilibrio mental.

La Corte también consideró los testimonios de los empresarios Xu Ming y Tang Xiaolin, de los funcionarios Wang Zhenggang y Wu Zhenghan y del antiguo "número dos" de Bo y ex-jefe de Policía de Chongqing, Wang Lijun, como suficientemente corroborados por las pruebas.

Durante el juicio -el primero en la historia china divulgado a través de Weibo, el equivalente a Twitter en el país -, se conocieron jugosos detalles del estilo de vida de Bo y su familia. Así, se supo que Xu Ming había costeado un chalet para ellos en la Riviera francesa, valorado en 3,2 millones de dólares, así como numerosos viajes de Gu y del hijo de ésta y Bo, Bo Guagua, al que también pagó su tarjeta de crédito y un ciclomotor.

El tribunal hizo únicamente una concesión al ex-dirigente: determinó que había insuficientes pruebas para pensar que Bo hubiera aceptado billetes de avión por valor de 1,34 millones de yuanes (280.000 dólares) de Xu Ming.

Asistieron a la audiencia 116 personas como miembros del público, entre ellos 22 periodistas chinos y tres familiares de Bo.

Juicio de un año

El juicio culmina el mayor escándalo político de los últimos tiempos en China, que estalló cuando, el año pasado, Wang Lijun trató de pedir asilo en un consulado estadounidense. Allí, Wang denunció que Gu Kailai había matado meses antes al empresario británico Neil Heywood, cuya muerte se había atribuido hasta entonces a un exceso de alcohol.

Gu fue sometida a juicio en agosto del año pasado y condenada a pena de muerte suspendida, lo que en la práctica equivale a una cadena perpetua. Wang Lijun fue condenado a quince años de cárcel.

Fuente: http://www.publico.es/internacional/469749/bo-xilai-condenado-a-cadena-perpetua-por-corrupcion

lunes, 16 de septiembre de 2013

VIII Congreso del Partido Comunista de China (1956)


Del 15 al 27 de septiembre de 1956, se celebró en Beijing el VIII Congreso del Partido Comunista de China. Al Congreso acudieron 1026 delegados titulares y 107 delegados suplentes, representando a 10.730.000 miembros de todo el país. Estuvieron presentes más de 50 delegaciones de Partidos Comunistas y Obreros extranjeros, así como representantes de los diversos partidos democráticos y personalidades democráticas sin partido del país. Fue el primer Congreso del PCCh tras la toma del poder en 1949, un congreso que era demostrativo de la unidad del Partido y del florecimiento de la causa que defendía.

El Congreso se celebró en un momento en que se había completado lo principal de las transformaciones socialistas en China, y el Partido tenía que enfrentarse a nuevos retos y desafíos.

Mao Zedong abrió el Congreso pronunciando el discurso inaugural; Liu Shaoqi presentó el informe político en nombre del Comité Central; Zhou Enlai presentó el informe sobre las propuestas para el II Plan Quinquenal (1958-1962) previstas para el desarrollo de la economía nacional; y Deng Xiaoping presentó el informe sobre la revisión de los estatutos del PCCh. 

El Congreso apuntó que, como se había establecido el sistema socialista en China, la principal contradicción en el país ya no era la contradicción entre la burguesía y el proletariado, sino la contradicción que se derivaba de las necesidades del pueblo y de un rápido crecimiento económico y cultural que estuviera a la altura para satisfacer sus necesidades. La principal tarea a la que se enfrentaba la nación era la de concentrar todos los esfuerzos en desarrollar las fuerzas productivas, industrializar el país y satisfacer gradualmente las necesidades económicas y culturales del pueblo.

El Congreso hizo hincapié en la construcción interna del Partido una vez en el poder, remarcando la necesidad de sostener el centralismo democrático y la dirección colectiva, oponerse al culto a la personalidad, promover la democracia en el seno del Partido y fortalecer la ligazón del Partido con las masas. Por todo ello, el Congreso lanzó unas directrices para el desarrollo de la causa socialista y de la construcción del Partido en el futuro.

El Congreso eligió un nuevo Comité Central compuesto de 97 miembros titulares y 73 miembros suplentes. En la I sesión plenario del VIII Comité Central del PCCh, se eligieron nuevos órganos dirigentes con Mao Zedong como presidente del Comité Central, Liu Shaoqi, Zhou Enlai, Zhu De y Chen Yun como vicepresidentes, y Deng Xiaoping como secretario general. Estos seis miembros también fueorn elegidos para formar parte del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central.

Miembros del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central


Arriba, de izquierda a derecha: Mao Zedong, Liu Shaoqi, Zhou Enlai, Zhu De, Chen Yun, Deng Xiaoping
Abajo, de izquierda a derecha: Lin Biao, Tao Zhu, Chen Boda, Kang Sheng, Li Fuchun

domingo, 15 de septiembre de 2013

La situación social en China: Perspectivas y desafíos

Este otro demoledor artículo de Marc Vandepitte sobre el desarrollo humano en China, publicado en Rebelión, para mí es definitivo por cuanto arroja algo de luz sobre unas cuestiones sobre las que hasta ahora había pocos datos exactos y en cambio muchos susurros y rumores (nivel de vida según las regiones, desigualdades sociales en China, evolución de los salarios, población que sufre desnutrición, confianza en el gobierno chino, etc.). 

En este sentido afirmo que la lectura de este artículo podría hacer callar muchas bocas dogmático-revisionistas, y ayudar a que los progresistas honestos puedan acercarse a la verdad. Creo que este artículo hará que muchos curiosos (fanáticos abstenerse) puedan "ver la luz" en lo que respecta a China. Y cuando hablo de "ver la luz", no me refiero a darse cuenta de pronto de lo maravilloso e idílico que es el socialismo en China, sino más bien en el sentido de que se darán cuenta de que muchos fanáticos y sectarios les han mentido sobre más de una cuestión. Si algo me gusta de Marc Vandepitte es que no rehuye de hablar de los aspectos sombríos de la sociedad china, ni de las contradicciones que origina el proceso de modernización socialista de la RP de China, porque es un investigador científico. Lo que debiera ser la característica principal de un marxista (Vandepitte es un destacado cuadro del PTB, único partido que parece molestarse en estudiar a China antes de hablar sobre ella). En lugar de huir de la contradicción, la estudia.

Por supuesto, aún falta mucho por investigar, y aún quedaría por saber con certitud hacia dónde lleva el proceso de modernización de China, pero al menos en este artículo el autor se ha molestado en hacer lo que debería haberse hecho hace tiempo: comparar algunos indicadores de China, no con países del Occidente capitalista, sino con países asiáticos del entorno de China. Con tan sólo comparar, por ejemplo, los salarios reales de China con los de los países de la zona (Filipinas, Tailandia, Vietnam, Pakistán, India, etc.), si uno es mínimamente honesto, debería ver cómo se viene abajo todo el discurso sobre la "salvaje explotación" de los trabajadores chinos. Comparemos las peras con las peras, y así podremos hacernos una idea más exacta de lo que supone el desarrollo actual de China, a fin de posicionarnos sobre el mismo. Además, lo relevante no es sólo que China está mucho mejor posicionada que otros países de la zona (aquí sí, países capitalistas con todas las de la ley, a excepción de Vietnam), sino que los indicadores relativos al nivel de vida en China (otra vez más, por ejemplo los salarios) van mejorando constantemente. O por lo menos van mejorando a una velocidad incomparablemente mayor que otros países que se meten en el mismo saco de China, sin reparar en lo específico de cada país, bajo la etiqueta 'BRIC'.

Y la conclusión que uno extrae al leer el artículo y al ver todas las gráficas, es que el desarrollo social en China desde finales de los años 70, es sencillamente asombroso. Un progreso a una velocidad y en unas proporciones demográficas como nunca se ha visto en la historia de la humanidad.

1. La industrialización no es ningún placer

El presente en China cambia y se acelera sin cesar. Un europeo tendría que vivir cuatrocientos años para vivir un cambio tan radical” (Yu Hua, novelista)[1]

Entre la realidad y lo que se percibe suele haber un gran abismo. Este es sin lugar a dudas el caso de China. Lo menos que se puede decir de este país es que tiene un grave problema de imagen en Occidente. Cuando los medios tradicionales hablan de la situación social en China son todo menos elogiosos. Los temas favoritos son las catástrofes, desde los accidentes de ferrocarril hasta los edificios que se desmoronan, o incluso todo tipo de escándalos, como las intoxicaciones alimentarias y los accidentes mineros, las asombrosas condiciones de trabajo, los enormes problemas medioambientales, la agitación social, los abortos obligatorios, un bebé encontrado en las cañerías de un WC, etc.

La información en el mundo capitalista busca lo sensacionalista y con frecuencia se concentra en todo lo negativo. También otros países, sobre todo del Sur, suelen estar presentes en sus días malos. Pero en el caso de China, al contrario de India, por ejemplo, domina la denigración y es sistemática, cuando no está organizada.

La industrialización en Europa occidental ha sido un proceso brutal y muy radical. En China concierne a cinco veces más seres humanos y se trata de un proceso que se desarrolla cuatro veces más rápido.[2] Por consiguiente, esta fiebre de modernización no puede sino provocar unos problemas y retos gigantescos. Sería poco sagaz negarlo, incluso minimizarlo. Por ejemplo, la desorganización psíquica y existencial exige un fuerte tributo a consecuencia de esta turbulencia histórica. Según la prestigiosa revista médica británica The Lancet, un chino de cada ocho padece una enfermedad mental.[3] La tasa de suicidios en China es una de las más altas del mundo.[4]

Pero es necesario situar las cosas en una perspectiva correcta a la luz de nuestra propia industrialización o de la actual modernización a la que se asiste en el resto del tercer mundo y de los problemas que lo acompañan. Eso es lo que vamos a hacer en la primera parte de nuestro artículo. En la segunda nos detendremos en tres retos importantes.

2. La situación global (en proporciones reales)

Muchos países en vías de desarrollo llegarían al asesinato para poder afrontar los problemas de China” (The Financial Times)[5]

2.1 Grandes diferencias

China es un Estado-nación, aunque de hecho es un país con las proporciones y la diversidad de un gran continente. Tiene tantos habitantes como Europa occidental, Europa del Este, los países árabes, Rusia y Asia Central juntos. Por otra parte, presenta las mismas diferencias en el plano del nivel de vida que las naciones anteriormente citadas. En las provincias costeras los habitantes disponen de unos ingresos medios comparables a los de Rumanía. Algunas regiones se sitúan incluso cerca de los de Bélgica o de Francia. En el centro del país la gente tiene un nivel de vida comparable al de Albania y en el oeste que, sin embargo, cuenta con una población de 200 millones de habitantes, este nivel desciende hasta el de Egipto.[6] En China a veces también es posible remontar cien años en el tiempo en una distancia de cien kilómetros. Por no hablar de las más de cincuenta etnias y de las decenas de lenguas del país.


Por lo tanto, China es todo menos un país homogéneo, de hecho es un conjunto de territorios muy diferentes unos de otros. Del mismo modo que no existe el eurasiático tampoco existe verdaderamente “el” chino tipo, con lo que estaría completamente fuera de lugar querer generalizar.

2.2 Tercer mundo

En China existen regiones que muy bien se podrían comparar con los países ricos. Pero si consideramos el país en su conjunto, sigue siendo un país del tercer mundo. Se utilizan tres criterios para clasificar a un país en esta categoría: el Indice de Desarrollo Humano (IDH), el PNB por habitante y el salario medio. Los tres criterios no dejan lugar a dudas: China sigue siendo un país “en vías de desarrollo”.

Si se examina el IDH, el país ocupa el puesto 104 de la clasificación mundial (de 186 países). Es un puesto claramente más alto que África, pero sigue estando por debajo de América Latina. Por lo que se refiere al PNB por habitante, se sitúa en el puesto 91. El PNB por habitante en Francia es ocho veces más elevado que el de China[7] y el salario medio es casi nueve veces más elevado.[8]


Por consiguiente, no tiene sentido comparar China con los países del norte. Sin embargo, es lo que ocurre constantemente. Se considera China con una mirada europea y sus prestaciones se miden con el rasero de las de los países ricos. Es como si se compararan las prestaciones deportivas de un aficionado con las de un atleta profesional de alto nivel. Si se quiere comparar China, se debe hacer con países comparables, es decir, con países del Sur. Es lo que vamos a hacer en el párrafo siguiente.

2.3 Comparación con países comparables

Para evaluar la situación social de China recurrimos a varios criterios que son indicativos de un desarrollo social mínimo: la vivienda, las infraestructuras y, más particularmente, la electricidad, la violencia, la seguridad alimentaria, el alfabetismo, la mortalidad infantil, la pobreza, el empleo y la situación de los niños y de las mujeres.

Vivienda

Una de las plagas más sorprendentes de los países del Sur son sus gigantescos barrios de chabolas. En ciudades como Manila, Mumbai, Lagos, Buenos Aires y muchas otras, millones y millones de personas viven hacinadas en condiciones indignas. En China no existe el menor rastro de ello. Es el resultado del sistema hukou, del que se ha hablado mucho.[9] Se calcula que entre 2005 y 2015 un tercio de los chinos ocuparán una vivienda nueva. Equivale casi a toda la población de Europa.[10]

Electricidad

Sin electricidad no hay frigorífico, luz, ventilador, televisión, lavadora ni otros aparatos domésticos. Sin embargo, aproximadamente un 27% de las personas de los países en vías de desarrollo tienen que prescindir de este equipamiento elemental. En China es solo el 0,6%.[11]

Violencia

La mayoría de los países del Sur están infestados por una elevada tasa de violencia. China presenta unas estadísticas excelentes en este aspecto. Los países ricos tienen dos veces más homicidios por habitante que China. En Asia hay cuatro o seis veces más y en América Latina incluso veinte veces más.[12] La imagen es similar en el caso de la cantidad de periodistas asesinados. Con estas cifras más vale ser modestos en Europa.[13]


Seguridad alimentaria

En China un 5,5 % de la población sigue haciendo frente a la desnutrición. Esta cantidad disminuye progresivamente. En India, en cambio, es el 24% de la población. En estos últimos años incluso ha aumentado la cantidad de personas que padecen hambre, casi una quinta parte.[14]

  
Mortalidad infantil, analfabetismo y pobreza

La mortalidad infantil es quizá el mejor indicador del desarrollo social de un país puesto que en él se reúnen una serie de factores: atención sanitaria, alimentación y agua potable, tasa de escolarización de la madre, vivienda, higiene. China sale claramente mejor parada en este plano. En Pakistán mueren cinco veces más niños y en India 3,5 veces más.[15] En India el analfabetismo es seis veces más elevado y en Pakistán, siete veces. El porcentaje de pobreza extrema es aproximadamente dos veces más elevado en Pakistán y tres veces más en India.[16]


Empleo 

Las condiciones de trabajo en China están lejos de ser ideales y más particularmente para los 150 millones de inmigrantes internos. Pero de nuevo es conveniente medir esta cuestión con el rasero de la situación en la región y en otros países del tercer mundo.

Para los trabajadores el trabajo informal es una gran plaga, si no la peor. No ofrece la menor seguridad jurídica ni seguridad social, aunque ofrece sin lugar a dudas unos ingresos particularmente bajos e inciertos. En este aspecto China está claramente mejor favorecida que los países de la región.[17] Además, conviene añadir que el trabajo informal en China es en muchos casos un trabajo semiformal, con una cierta forma de seguridad jurídica y de seguridad social.[18]


El objetivo este año es cerrar convenios colectivos de trabajo (CCT) en el 80% de las empresas en las que está presente un sindicato.[19] Existe representación sindical en la mayoría de las grandes empresas así como en aquellas que tienen capital extranjero. A escala mundial solo el 15% de las y los trabajadores se benefician de un CCT.[20]

Hasta hace poco China pasaba por ser un país con salarios muy bajos. Esta época ha pasado. En 2009 el salario mínimo en China era aproximadamente el doble que el de India.[21] El salario medio chino era cuatro veces más elevado que en Vietnam, tres veces más elevado que en Filipinas, dos veces más elevado que en Indonesia y una vez y media más que en Tailandia.[22]


Niños

En China no se encuentran esas nubes de niñas y niños mendigos que constituyen un componente del paisaje de las calles en muchas ciudades del tercer mundo. Prácticamente se ha eliminado el trabajo infantil. En este aspecto la Organización Mundial del Trabajo (OIT) destaca a China y Brasil como países modelo.[23] Esto contrasta de forma sorprendente con India donde 17 millones de niños no se libran del trabajo, y 1,2 millones de la prostitución.[24]


Mujeres

Un trabajo decente en la existencia no lo es todo, pero para las mujeres a menudo es una condición básica para la emancipación y la autonomía financiera. En China el 70% de las mujeres tiene empleo o busca uno; en India solo son una cuarta parte. El 81% de las mujeres tituladas en China tiene trabajo, mientras que en India sólo lo es el 34%.[25] En el resto de Asia la situación apenas difiere de la de India.[26]


2.4 Evolución

Esta es la situación en este momento. Pero en el caso de China esta situación evoluciona a la velocidad del rayo. En primer lugar, en el plano de la economía. Un crecimiento anual del 10% significa que se duplica cada dos años y, por lo tanto, una multiplicación por 4 al cabo de 14 años, por 8 al cabo de 21 años y por 16 al cabo de 28 años. Entre 1980 y 2015 el PNB por habitante en Brasil habrá crecido aproximadamente un 50%, en India un 300% y en China un… 1850.[27]

Al principio de la revolución china el país era uno de los más pobres y más atrasados del planeta. El PNB por habitante era la mitad del de África negra y una sexta parte del de América Latina. Con estas cifras ante los ojos no es difícil entender por qué “hacerse rico” constituye semejante obsesión para los chinos. Realmente viene de muy atrás. Sesenta años más tarde esta situación ha cambiado considerablemente. Hoy China se sitúa a nivel de América Latina y ha dejado atrás a África.



En muchos países el crecimiento económico no se traduce en una disminución (proporcional) de la pobreza. Sin embargo, este es el caso en China. Las diferencias con otros países del BRIC saltan a la vista.[28]


En estos últimos veinte años hemos asistido a nivel mundial a una fuerte disminución de la pobreza extrema (1,25 dólar). Sin embargo, esto se ha debido en gran parte a los esfuerzos de China en este ámbito.[29] En cualquier caso, semejante disminución masiva de la pobreza, como es el caso de China, no tenía precedentes en la historia del mundo.


Esta fuerte regresión de la pobreza proviene sobre todo del aumento de los salarios. Por el momento, el salario en China se duplica cada seis años.[30] Ningún otro país ofrece unas prestaciones similares. China se ha comprometido a perder su estatuto de país con salarios bajos a un ritmo rápido. Una buena ilustración de ello es la evolución de los salarios en China en comparación con los de México.[31] Lo que más impresiona es la velocidad a la que se produce, combinada con la cantidad particularmente elevada de trabajadoras y trabajadores concernidos.


Por lo tanto, no hay que sorprenderse de que la cantidad de los ingresos medios en China haya aumentado enormemente. En veinte años, al menos 800 millones de chinos han pasado a la categoría de “ingresos medios” (2-13 dólares). Esto equivale aproximadamente a toda la población del África negra y es cuatro veces más que en India.[32]


Sin duda el chino medio no ha alcanzado todavía nuestro nivel de vida. Pero dado este ritmo de crecimiento es solo cuestión de tiempo e incluso no habrá que esperar mucho. Si extrapolamos el crecimiento del PNB por habitante durante el periodo 1970-2004, los chinos nos habrán alcanzado de aquí a 25 años.[33] En efecto, en ese momento China ya no será un país del tercer mundo. Debido a la crisis actual incluso se llegará antes a esta situación. A la inversa, la “ralentización del crecimiento” de la economía china a un 7% por año podría alargar este lapso de tiempo una decena de años.


El aumento acelerado del PNB por habitante en China también ha ido acompañado de un aumento rápido de su Indice de Desarrollo Humano (IDH). Este índice mide los progresos sociales de un país. En los últimos treinta años el aumento del IDH de China ha sido el más elevado de todo el mundo y tres veces superior a la media mundial.[34]


China va a alcanzar antes de lo previsto los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Esto es lo que dice un informe de la ONU al respecto: “Globalmente China ha registrado un progreso importante hacia la realización de los Objetivos del Milenio. Se han alcanzado o superado la mayoría de estos objetivos con siete años de anticipación. Se trata de la pobreza, el hambre, el analfabetismo y la mortalidad infantil. China también está en vías de reducir la mortalidad de las parturientas y de tener bajo control el VIH, el sida y la tuberculosis, con la esperanza muy real de alcanzar en 2015 los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio)”.[35]

3. Retos importantes


Una de las peores amenaza para nuestro bienestar en el siglo XXI reside en el fracaso de China y no en su éxito” Ian Bremmer[36]

3.1 Creciente agitación social

No se puede negar que en China la agitación social crece rápidamente o, cuanto menos, sus signos. En 2002 hubo aproximadamente 40.000 manifestaciones o conflictos sociales. En 2010 ya hubo 180.000.[37] Sólo en el delta del río de las Perlas (provincia de Guandong) hay 10.000 conflictos al año.[38] Las razones de estos conflictos son muy diversas: malas condiciones laborales, contaminación del medio ambiente, corrupción, migrantes internos a los que no se paga o que se les paga con retraso, campesinos que pierden sus tierras o que reciben unas indemnizaciones demasiado escasas, etc.

Como hemos visto más arriba, el grupo de ingresos medios ha conocido un aumento excepcional. Este grupo alimenta las mayores esperanzas, plantea más reivindicaciones que hace no mucho tiempo y también se perfila de manera más afirmativa. Además, los nuevos medios de comunicación sociales favorecen la cantidad cada vez mayor de manifestaciones. Los intentos de censurar estos medios sociales tienen éxito sólo parcialmente.

Sin embargo, resulta sorprendente que estas manifestaciones sean generalmente espontáneas y que siempre conciernan problemas locales, a excepción de los arrebatos de cólera nacionalista contra Japón.[39] En otras palabras, no se dirigen contra las autoridades de Beijing ni atentan contra la legitimidad del Partido Comunista y de la dirección nacional. Sondeos de opinión hechos en varias naciones demuestran que tanto la satisfacción de la población como la confianza en el gobierno superan con mucho (y continúan haciéndolo) la media mundial.[40]



La cantidad cada vez mayor de protestas de calle no es tanto una amenaza para el orden, sino que incluso se puede percibir más bien como un signo de normalización. The Economist destaca lacónicamente lo siguiente: “[Las protestas] casi siempre están suscitadas por quejas locales y no por la antipatía hacia el poder del Partido. Con esta agitación en ciertos aspectos China parece asemejarse claramente más a un país desarrollado normal que al sistema controlado de forma estricta que era hasta principios de la década de 1990. En las ciudades chinas cada vez son más frecuentes las protestas a pequeña escala. Hace sólo unos años unos cuadros obsesionados con el orden las habrían percibido con repugnancia”.[41]

Con todo, las autoridades todavía reaccionan regularmente de forma exagerada ante la agitación social y las manifestaciones de protesta. Por ejemplo, con ocasión de la Primavera Árabe en 2011. Por modesta que fuera, cada manifestación se sofocó en ciernes por medio de un importante despliegue de fuerza.[42] Este nerviosismo encaja muy bien con la muy extendida y culturalmente profunda repulsión por los cambios rápidos y el hecho de que estos se asocien a la aparición del caos y de desórdenes graves. Los cambios sociales radicales en el curso de los cincuenta años que precedieron a la llegada de los comunistas al poder y durante el periodo de Mao (el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural) fueron traumatizantes y no se percibieron como un progreso. Del mismo modo, los acontecimientos de Tiananmen en 1989 dejaron profundas huellas.[43]

Los conflictos en los centros de trabajo son de otro orden y a largo plazo constituyen una amenaza mayor. En el pasado los sindicatos eran poco más que una correa de transmisión de la dirección de la empresa y del Partido. Mientras las autoridades eran el empleador, es posible que esta situación no fuera perfecta, pero al menos era controlable. Ahora que una cantidad cada vez mayor de empresas está en manos privadas y que la lógica del beneficio también ha conquistado a las empresas públicas, esta situación ya no es controlable. Han estallado conflictos sociales y huelgas al margen del sindicato oficial e incluso en su contra. Es una situación peligrosa. Tanto el Partido como el sindicato oficial lo han comprendido muy bien. En el futuro el sindicato debe adquirir más autonomía y poder defender los intereses de los y las trabajadoras sin injerencias desde arriba. Actualmente se están probando experiencias con elecciones directas de los dirigentes sindicales designados por las y los trabajadores. Esto ocurrió por primera vez en mayo de 2012 en una filial de Panasonic y también en la empresa Foxcom en febrero de 2013. Se trataba de un grupo de 1,2 millón de trabajadores y trabajadoras.[44] El futuro nos dirá si estas experiencias van lo bastante lejos como para asegurar en el futuro la paz social en el propio seno de las empresas.

3.2 El abismo entre ricos y pobre

Otro aspecto sorprendente de la fiebre china de modernización reside en el ahondamiento del abismo entre ricos y pobres. Las personas que viven en las provincias costeras ganan más del doble que las del interior del país y el consumo de un campesino representa menos de una cuarta parte de lo que consume una persona que vive en una ciudad.[45] El siguiente gráfico muestra la evolución de estos últimos veinte años.[46]


El abismo no ha dejado de aumentar entre 1990 y 2010. Pero (y se trata de un gran “pero”) al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los países, el enriquecimiento de los unos no se hace a costa de los otros. En China toda la población se beneficia del crecimiento de la prosperidad, aunque no sea de forma igual. En estos últimos treinta años los ingresos reales de los campesinos se han más que quintuplicado.[47] Esto es simple y llanamente espectacular y los 2.500 millones de campesinos de los países en vías de desarrollo sólo pueden soñar con ello.

Generalmente se utiliza el coeficiente Gini para cifrar este abismo. Pero la cuestión es ante todo saber si verdaderamente es adecuado este coeficiente. En general los países más grandes tienen un coeficiente Gini más elevado debido a su mayor diversidad de riquezas naturales y en el plano de la accesibilidad al mercado mundial. Los países más heterogéneos étnicamente también tienen un coeficiente más elevado que los países homogéneos. Además, generalmente los países de ingresos bajos y medios también tienen un coeficiente más elevado que los países con ingresos elevados.[48] También difiere de un país a otro la manera cómo se calcula el coeficiente. Oficialmente el coeficiente de China es de 0,48 y el de India de 0,33. Pero el de China mide la desigualdad en el plano de los ingresos , mientras que el de India concierne al consumo . Si el coeficiente de India se calculara de la misma manera que el de China se llegaría a 0,54, un poco más alto que China y cercano al de Brasil.[49] Bélgica tiene un coeficiente de 0,26 y Francia de 0,29. Pero cuando se tienen en cuenta todos los ingresos, es decir, se suman los de las fortunas y del capital, estos coeficientes aumentan y pasan respectivamente a 0,41 y 0,43.[50] En otras palabras, el coeficiente Gini es poco fiable para hacer la comparación entre países, aunque es útil para examinar la evolución de un mismo país.[51]

El creciente abismo es sobre todo el resultado de un dato: la productividad en la industria y en el sector de los servicios ha aumentado mucho más rápidamente que en la agricultura. No es una ley económica de hierro, sino una opción política de las autoridades chinas, aunque de hecho apenas hayan tenido opción. En estos últimos treinta años se ha necesitado una tasa de crecimiento del 10% para crear anualmente al menos 10 millones de empleos. Si la productividad en la agricultura hubiera aumentado al mismo ritmo que en la industria, por si fuera poco también habría habido cada año varios millones de campesinos de más. Para ayudar a encontrar empleo a este ejército de reserva habría hecho falta un crecimiento de quizá el 15%, lo que era y sigue siendo casi imposible. Por consiguiente, si la productividad de la agricultura hubiera aumentado tan rápidamente como la de la industria, quizá habríamos conocido el mayor éxodo rural de la historia del mundo, con todas las consecuencias nefastas que esto habría provocado. Estamos hablando potencialmente de varios cientos de millones de personas. Por otra parte, para evitar este éxodo rural se concede (provisionalmente) a los migrantes internos menos derechos, como la seguridad social y la enseñanza.

De forma más general, sin duda esto tiene relación con lo que se denomina la hipótesis de Kuznets, que afirma que la desigualdad de ingresos de un país aumenta durante la industrialización y a continuación disminuye de nuevo.[53] En todo caso, esta hipótesis parece ser en gran parte exacta para toda la región de Asia del Este. En el siguiente gráfico se ve de izquierda a derecha el aumento del PNB por habitante y de abajo a arriba el aumento de la desigualdad según el índice de Theil [53] (el círculo pequeño es la posición del año 1990 y el triángulo pequeño la del año 2002.) En la fase inicial se aprecia para todos los países de la región una subida simultánea de ambos parámetros. Una vez que se ha alcanzado determinado PNB por habitante, la desigualdad parece estancarse o descender en dirección de Corea del Sur, que tiene un avance importante sobre el resto de la región. También hay que observar que todos los países tienen un aumento más o menos igual de la desigualdad si se compara con su crecimiento económico (mismo ángulo de inclinación) y que en este aspecto China no tiene, en otras palabras, nada de excepcional.


Estos datos parecen apoyar la hipótesis de Kuznets. De ser exacta podemos esperar que en un futuro próximo finalmente se pueda reducir el abismo en China. En efecto, hay unos síntomas que lo demuestran. En estos dos últimos años y por primera vez desde hace décadas los ingresos rurales han aumentado más rápidamente que los de las ciudades [54] y desde 2008 el coeficiente Gini a empezado a disminuir ligeramente.[55]

Lo que también es notable es que la cada vez mayor desigualdad en China no es una razón de descontento importante. Muchos chinos (72%) consideran que este abismo en su país es demasiado grande; un 89% incluso considera que constituye un “problema importante”. En Estados Unidos un 65% de las personas considera que el abismo es demasiado grande y en Europa del Este se trata de entre el 85 y el 95% de las personas. Pero sin duda en China hay una tolerancia mayor respecto a esta desigualdad o, cuanto menos, sus causas se ven de manera diferente que nosotros. Si se hace un sondeo sobre las causas de la desigualdad social, en los países occidentales se oye decir que es una consecuencia de la injusticia, de la corrupción o de la deshonestidad. En China, en cambio, esta desigualdad se achaca más bien al hecho de que no se trabaja lo suficientemente duro, a la falta de talento o a la educación recibida.[56] Según Whyte, de la Universidad de Harvard, “es un error pensar que las crecientes diferencias de ingresos constituyen la causa principal, incluso la central, del descontento de la población china”. Más bien habría que buscar en el ámbito del abuso de poder y del funcionamiento deficiente del aparato judicial.[57]

El hecho de que el poder adquisitivo de la población dé saltos hacia delante debe de ser sin duda una razón importante por la que se tolera el abismo de los ingresos. Más arriba hemos visto que el abismo no aparece en detrimento de los más pobres porque no se deja a nadie al margen. Entre 2001 y 2012 los ingresos reales en China han aumentado un 350%.[58] Esta cifra es incomparablemente superior a la de los demás países de la región (véase gráfico).[59] Esto es algo que no engendra inmediatamente un sentimiento de dolor.


El abismo es sobre todo un problema en el plano ideológico. Sin lugar a dudas el socialismo significa la erradicación de la miseria y de la pobreza, y la realización de un bienestar material suficiente. Pero los valores fundamentales del socialismo son la justicia social, la igualdad y la solidaridad. Estos valores no puede ser compatibles con la riqueza excepcional de una élite por una parte y, por otra, con que todavía haya 160 millones de chinos que siguen teniendo que arreglárselas con menos de 1,25 dólares al día.[60] De este modo se vacía el concepto de socialismo de su contenido sustancial y se le hace el juego a la despolitización tanto de los miembros del Partido como del chino medio.[61]

3.3 La corrupción

La corrupción está muy extendida en China. Sólo en estos últimos cinco años se ha sancionado a 660.000 miembros del Partido por no respetar las reglas.[62] La corrupción está siempre al acecho cuando, por una parte, grandes cantidades de dinero se ponen a circular y, por otra, hay pocas reglas y las instituciones no están adaptadas para controlarse las unas a las otras.[63] Este ha sido el caso en China con las reformas, a partir de 1978. Por otra parte, el “guanxi” favorece la corrupción.[64]

La corrupción es despreciable en el plano moral pero en el plano económico también puede ser funcional. Es indudable que la corrupción “con características chinas” ha contribuido a las altas cifras de crecimiento en estos últimos treinta años.[65]

Contrariamente a lo que se suele pensar la corrupción en China no ha seguido aumentando en estos últimos años y tampoco es tan excepcionalmente alta.[66] Según el Indice de Percepción de la Corrupción, China ocupa el puesto 80, esto es, 11 puestos por encima de su clasificación según el PNB por habitante y 24 por encima de su clasificación según el Indice de Desarrollo Humano.[67] En todo caso, no se puede comparar la corrupción en China con la “cleptocracia estereotípica” de gran cantidad de países del tercer mundo en los que se tolera la corrupción y está sistemáticamente organizada, al tiempo que es nefasta para el desarrollo económico.[68] Del mismo modo, en China las sanciones contra la corrupción son mucho más elevadas que en Occidente. Incluso se puede condenar a pena de muerte a cuadros superiores. La crisis financiera en Occidente ha sido provocada en parte por la actitud irresponsable e incluso criminal de banqueros y traders , y ello con la complicidad y el apoyo de políticos de primera fila. Hasta el momento ninguna de estas personas ha sido condenada ni encarcelada,[69] algo que resulta impensable en China.

Todo esto no quiere decir necesariamente que no sea un problema grave. La corrupción de los funcionarios y de los miembros del Partido refuerza el sentimiento de injusticia y de abuso de poder. Mina la legitimidad del Partido y del gobierno, sobre todo si se trata de personajes con una posición alta. En el gráfico se ve que los chinos perciben la corrupción como uno de los principales problemas de su país.[70] Sólo una cuarta parte de los chinos cree que la dirección dice la verdad.[71] Los miembros del Partido están demasiado motivados por unos intereses oportunistas y demasiado poco animados por motivaciones ideológicas. En el Partido falta “espíritu” y mientras esto ocurra no se logrará controlar la corrupción.[72]


Pero el problema va mucho más lejos. Con el fin de asegurar el desarrollo acelerado de las fuerzas productivas China ha abierto de par en par su economía y ha introducido en ella importantes relaciones de mercado, aunque se haya hecho bajo un estricto control político. Este control es de naturaleza múltiple y va mucho más lejos de lo que se admite generalmente.[73] Mientras los intereses económicos sigan sometidos a las prioridades políticas y sociales, China podrá continuar su búsqueda en dirección del socialismo.[74] Pero si la corrupción empieza a erosionar toda forma de control, entonces el Partido Comunista puede olvidar la vía socialista y tarde o temprano será invadido por la clase capitalista. Entonces se sumirá con toda seguridad en una “perestroika con características chinas”. La lucha contra la corrupción es, en este sentido, una cuestión de vida o muerte.

La dirección política es muy consciente de ello. En el informe de Hu Jintao para el XVIII Congreso se puede leer: “La lucha contra la corrupción y la promoción de la integridad política es una cuestión importante para la gente y que le preocupa mucho”. Si no se consigue contener la corrupción, esto puede “llegar a ser fatal para el Partido”. Todos aquellas personas que han infringido la disciplina del Partido y las leyes del Estado “deben ser llevadas sin perdón ante la justicia”, sea cual sea su posición jerárquica.[75] En junio de 2013 el presidente Xi recomendó a sus camaradas del Partido adherirse de nuevo a la famosa “línea de masas”[76] y romper con el formalismo, la burocracia, el hedonismo y el sentido de la extravagancia. Según varios observadores, esta campaña es mucho más radical que las campañas en contra de la corrupción de sus predecesores Hu Jintao y Jiang Zemin.[77] También aquí el futuro nos dirá si han ido lo suficientemente lejos.

4. Algunas conclusiones

La creciente agitación social, el abismo entre ricos y pobres, y la corrupción son problemas graves pero no sin esperanza. A corto plazo no constituyen una amenaza vital para el sistema chino. Pero más a largo plazo podrían, no obstante, minar la viabilidad del proyecto socialista. Refuerzan el vacío ideológico y la despolitización. Después, minan también la legitimidad y la hegemonía del partido. Además, ambas están erosionadas por la falta de participación, el abuso de poder y un funcionamiento defectuoso de la justicia.[78] Por consiguiente, hay mucho trabajo que hacer. Pero no puede ser de otra manera teniendo en cuenta la gigantesca convulsión de la sociedad china.

China dispone de tres bazas importantes para abordar estos retos. La primera consiste en el hecho de que los problemas se reconozcan y citen explícitamente. La debilidades y las cuestiones problemáticas no se silencian ni se adornan. No es evidente, sin embargo es muy importante porque es una condición para abordar efectivamente los puntos dolorosos. Por ejemplo, con ocasión del XVIII Congreso se revisaron uno tras otro los principales problemas del país.[79] Esto es algo completamente diferente del alarde de buenas noticias al que estamos acostumbrados en Occidente.

Una segunda baza es la capacidad de reaccionar. Fancis Fukuyama, poco sospechoso de simpatizar con la izquierda o con China, afirma al respecto. “La principal fuerza del sistema político chino es su capacidad de tomar rápidamente decisiones importantes y complejas, y también de aplicarlas relativamente bien, al menos en el dominio de la economía política. China se adapta rápidamente tomando decisiones difíciles y aplicándolas eficazmente.[80] La capacidad de acción de China supone un contraste sorprendente con las discusiones y callejones sin salida interminables a los que se asiste en Estados Unidos cuando se trata de aprobar el presupuesto o con la Unión Europa cuando aborda la crisis del euro o incluso con el letargo y a la falta de cohesión del gobierno indio estos últimos años”.[81]

Una tercera baza es el propio Partido Comunista. Todo aparato político es el resultado de un proceso histórico y se ha desarrollado orgánicamente a partir de circunstancias concretas. Las raíces de la actual estructura de China están en la lucha contra la ocupación del país, contra el Guomindang reaccionario y contra la espantosa miseria en la que estaba sumida el país. El Partido Comunista ocupó el primer plano de esta lucha como órgano dirigente del país y se impuso la tarea de sacar al país del subdesarrollo, de garantizar su soberanía y de luchar por una sociedad humana, socialista. Se pueden tener diferentes puntos de vista a propósito de este sistema político, pero en todo caso éste ha demostrado su eficacia. El conocido escritor Mahbubani escribió a este respecto: “Lejos de ser un sistema dictatorial arbitrario, el Partido Comunista Chino sin duda ha logrado crear un sistema vinculado a unas reglas, fuerte y duradero, en absoluto frágil y vulnerable. Lo que todavía impresiona más es que este sistema, vinculado a unas reglas, ha puesto sin duda en evidencia a los mejores dirigentes que China haya podido producir nunca”.[82]

Notas:

[1] The Financial Times, 9-10 de abril de 2005, p. 3.

[2] Tomamos 1870 como año de partida en Europa occidental y 1980 para China. Medimos la rapidez del proceso de industrialización según el crecimiento del PNB por habitante. Las cifras se han calculado sobre la base de: Maddison A., Phases du développement du capitalisme, Utrecht, 1982, pp. 20-21, y UNDP, Human Development Report 2005, p. 233 en 267.

[3] http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736%2809%2961089-8/fulltext

[4] Se trata de 22 por 100.000 habitantes . Sin embargo, esto no es excepcional a la luz de sus ricos vecinos. En Japón se encuentra la misma cifra y en Corea del Sur la cifra es mucho más alta : 32 por 100.000. http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_countries_by_suicide_rate

[5] The Financial Times, 16 de marzo de 2008, p. 9.

[6] http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Chinese_administrative_divisions_by_GDP_per_capita

[7] http://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.PCAP.CD/countries/ZF-4E-XJ-7E-8S-XQ?display=default Si el PNB se expresa en $ PPA, es 4,3 veces más alto . http://data.worldbank.org/indicator/NY.GNP.PCAP.PP.CD/countries/ZF-4E-XJ-7E-8S-XQ?display=default.

[8] Los salarios se expresan según las tasas de cambio. Según el poder adquisitivo real, el salario en Francia es 4,4 veces más alto. OIT, http://1-million-dollar-blog.com/average-monthly-salary-for-72-countries-in-the-world/

[9] El sistema hukou (sistema de registro) consiste en que desde su nacimiento cada persona en China está catalogada como ciudadana o campesina. Un habitante con un hukou ciudadano se puede beneficiar de servicios sociales urbanos y un habitante del campo dispone de un trozo de tierra con el que puede lograr unos ingresos. The Financial Times señala al respecto: “China ha sabido evitar los barrios de chabolas, que constituyen una plaga en muchas ciudades de los países del tercer mundo, aplicando un sistema estricto de autorizaciones de estancia conocidas con el nombre de hukou. Es lo que hace que para las personas originarias de las regiones rurales sea difícil instalarse permanentemente en las ciudades”, The Financial Times, 4 de agosto de 2010, p. 7.

[10] The Economist, 12 de marzo de 2005, p. 60.

[11] UNDP, Human Development Report 2013, Nueva York 2013, p. 187 en 189; http://www.voanews.com/content/decapua-un-energy-28apr10-92323229/154303.html

[12] UNDP, Human Development Report 2013, pp. 174-177.

[13] http://www.newssafety.org. Solo faltan las cifras del año 2007.

[14] Basado en el índice del hambre. Este tiene en cuenta la desnutrición, la insuficiencia ponderal y la mortalidad infantil.http://www.ifpri.org/sites/default/files/publications/ghi11.pdf, p. 49.

[15] UNDP, Human Development Report 2013, p p. 167-8.

[16] Analfabetismo: UNDP, Human Development Report 2013, pp. 145-146; cantidad de personas en la pobreza extrema: UNDP, Human Development Report 2013, pp. 160-161 y http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.DDAY.

[17] Se trata aquí de un trabajo informal en los sectores no agrícolas.http://laborsta.ilo.org/applv8/data/INFORMAL_ECONOMY/2012-06-Statistical%20update%20-%20v2.pdf

[18] Cfr. http://www.undp.org.bd/Social%20Protection%20Docs/China%27s%20Experience%20on%20Social%20Protection%20of%20Rural-urban%20Migrants.pdf

[19] http://www.chinadaily.com.cn/china/2012-08/29/content_15714292.htm

[20] http://www.chinadaily.com.cn/china/2012-08/29/content_15714292.htm

[21] ILO (OIT), Global Wage Report 2008/09, Ginebra, 2008, p. 87.

[22] The Economist, 4 de septiembre de 2010, p. 54.

[23] http://www.ilo.org/public/english/standards/relm/ilc/ilc95/pdf/rep-i-b.pdf, p. 15.

[24] http://blog.wisdomjobs.com/child-labour-in-india/; http://edition.cnn.com/2009/WORLD/asiapcf/05/11/india.prostitution.children/

[25] http://www.ft.com/intl/cms/s/0/09950b2e-4f54-11e2-a744-00144feab49a.html#axzz2KIkH3LkW

[26] http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/documents/publication/wcms_195447.pdf, p. 57.

[27] The Financial Times, Special Report: The New Brazil, 29 de junio de 2010, p. 11.

[28] UNDP, Human Development Report 2013, p. 26.

[29] UNDP, Human Development Report 2013, p. 96; http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.DDAY; http://siteresources.worldbank.org/INTPOVCALNET/Resources/Global_Poverty_Update_2012_02-29-12.pdf

[30] http://www.ft.com/intl/cms/s/0/9a551ce8-adab-11e2-82b8-00144feabdc0.html#slide0

[31] The Economist, 24 de noviembre de 2012, Special Report: Mexico, p. 5.

[32] The Economist, 14 de febrero de 2009, Special report: Middle classes, pp. 4 y 9; http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.2DAY

[33] Gráfico original proveniente de The Financial Times, 12 de octubre de 2005, p. 13; yo mismo he hecho la extrapolación gráfica. Esta concuerda con una extrapolación aritmética.

[34] UNDP, Human Development Report 2013, p p. 149-151. Aquí se trata del IDH que comprende el PNB por habitante. El informe no refleja la evolución del IDH fuera de los ingresos.

[35] United Nations System in China & Ministry of Foreign Affairs of the People's Republic of China, China's Progress Towards the Millennium Development Goals. 2008 Report, Beijing 2008, p. 15.

[36] Citado en The Financial Times, 9 de abril de 2012, p. 6.

[37] The Financial Times, 18 de agosto de 2011, p. 2.

[38] http://en.wikipedia.org/wiki/2010_Chinese_labour_unrest

[39] The Economist, 17 de diciembre de 2005, pp. 57-58.

[40] Barómetro de la confianza: http://www.reply-mc.com/2013/02/11/edelmans-trust-barometer-crisis-of-leadership-calls-for-social-architecture/

Pew: http://www.pewglobal.org/2013/05/23/chapter-1-national-and-economic-conditions/

[41] The Economist, 1 de octubre de 2005, pp. 52-53.

[42] The Economist, 28 de mayo de 2011, pp. 53-54.

[43] Porter R., «From Mao to Market. China Reconfigured», Londres, 2011, pp. 182-183; Zheng Yongnian, «The Chinese Communist Party as Organizational Emperor», Londres, 2010, p. 138.

[44] The Financial Times, 4 de febrero de 2013, p. 3.

[45] The Economist, 16 de junio de 2012, p.57; The Financial Times, 18 de diciembre de 2009, p. 11.

[46] The Financial Times, 20 de diciembre de 2006, p. 11; The Economist, 9 de julio de 2011; Naughton B., «The Chinese Economy. Transitions and Growth», Londres, 2007, p. 133;http://hdr.undp.org/en/reports/global/hdr2009/papers/HDRP_2009_09.pdf, p. 27; http://en.wikipedia.org/wiki/Rural_urban_income_inequality_in_China

[47] http://www.oecd.org/china/42376151.pdf, p. 2; http://www.imf.org/external/np/apd/seminars/2003/newdelhi/angang.pdf, p. 5.

[48] Naughton B., op. cit., pp. 217-218.

[49] The Economist, Special Report on World economy, 13 de octubre de 2012, p. 8.

[50] http://www.oecd.org/els/soc/49499779.pdf, p. 36.

[51] Cf. Amin S., «China 2013», http://www.marx.be/fr/content/chine-2012

[52] Véase por ejemplo http://www.econ.tcu.edu/%5Cpapers%5Cwp12-02.pdf

[53] http://siteresources.worldbank.org/INTEASTASIAPACIFIC/Resources/226262-1158536715202/EA_Renaissance_full.pdf , p. 64.

[54] The Financial Times, 12 de septiembre de 2012, p. 2.

[55] http://blogs.ft.com/beyond-brics/2013/01/23/the-chinese-lottery-a-tax-on-hope/#axzz2KP6c1esY. Se trata de un descenso de 0,491 a 0,474.

[56] http://origin.www.uscc.gov/sites/default/files/transcripts/2.25.11HearingTranscript.pdf, p. 12; http://www.pewglobal.org/2008/07/22/the-chinese-celebrate-their-roaring-economy-as-they-struggle-with-its-costs/

[57] The Economist, 16 de junio de 2012, p. 57.

[58] The Financial Times, 7 de febrero de 2013, p. 9.

[59] The Financial Times, 16 de febrero de 2011, p. 3.

[60] http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.DDAY/countries

[61] Amin S., art. cit.

[62] http://www.chinadaily.com.cn/cndy/2012-10/09/content_15802362.htm

[63] Lampton D., «The Three Faces of Chinese Power», Berkeley, 2008, p. 236.

[64] Guanxi significa literalmente “relación” o “conexión”. Es un concepto fundamental en la sociedad china. Se trata de un vínculo personal entre dos personas y en el que existe una especie de obligación mutua de hacerse mutuamente un favor o servicio en caso de necesidad. Las dos personas no tienen que tener necesariamente el mismo estatuto social. En un sentido más amplio es una red de contactos a la que en caso de necesidad puede acudir una persona o por medio de la cual puede ejercer influencia en nombre de cualquier otra persona. El concepto de “guanxi” es muy importante en el mundo de los negocios.

[65] Porter R., op. cit., p. 189.

[66] Wedemann A., Double Paradox: Rapid Growth and Rising Corruption in China, Nueva York, 2012 .

[67] http://cpi.transparency.org/cpi2012/results/

[68] Wedemann A., op. cit.

[69] The Economist, 4 de mayo de 2013, p.63.

[70] http://www.pewglobal.org/2008/07/22/the-chinese-celebrate-their-roaring-economy-as-they-struggle-with-its-costs/

[71] De nuevo es casi el doble del mundo (13%), pero en todo caso es relativamente poco. Esto no se traduce en una desconfianza total del gobierno ya que estamos en el 71%. (Véase más arriba) http://www.reply-mc.com/2013/02/11/edelmans-trust-barometer-crisis-of-leadership-calls-for-social-architecture/

[72] Xie Chuntao, (réd.), «Why and how the CPC works in China», Beijing, 2011, p. 204 ; Shambaugh D., «China’s Communist Party», Berkeley, 2009, p. 167.

[73] Véase por ejemplo Hsueh R., «China’s Regulatory State. A New Strategy for Globalization», Ithaca, 2011.

[74] Cf. Arrighi G., Adam Smith in Beijing. Lineages of the Twenty-Firs Century, Londres, 2007, p. 332.

[75] http://www.scmp.com/news/china/article/1078181/hu-jintao-warns-graft-threatens-existence-party-and-nation; http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-china-20233101; http://www.scmp.com/news/china/article/1078181/hu-jintao-warns-graft-threatens-existence-party-and-nation

[76] La línea de masas es un concepto del que Mao se sirvió durante la Revolución Cultural. Entre otras cosas, equivale a adherirse a las ideas de las personas ordinarias y al mundo en el que viven; también es la facultad de poder escuchar sus voces, de comprender sus necesidades urgentes y también de aprender en contacto con ellas.

[77] The Financial Times, 21 de junio de 2013, p.2.

[78] Cf. Shambaugh D., «China’s Communist Party», Berkeley, 2009, p. 167; Wang Hui, «Depoliticized politics, multiple components of hegemony, and the eclipse of the Sixties», http://www.forumdesalternatives.org/docs/bruselas/Wang_Hui_Sixties.pdf; Zheng Yongnian, op. cit., pp. 173ss.

[79] Vandepitte M., «Que peut-on attendre de la Chine pour les prochaines années?», http://www.michelcollon.info/Que-peut-on-attendre-de-la-Chine.html?lang=fr

[80] The Financial Times, 18 de enero de 2011, p.9.

[81] Para India, véase por ejmplo Guha R., «India. De geschiedenis van de grootste democratie ter wereld», Amsterdam, 2007, pp. 762ss; Elliott J., «India’s lethargy», http://www.ft.com/intl/cms/s/0/a51ba57a-b89a-11de-809b-00144feab49a.html#axzz2WxX9WT8K

[82] Mahbubani K., «Is China’s slowdown just western wishful thinking?», http://blogs.ft.com/the-a-list/2012/10/11/is-chinas-slowdown-just-western-wishful-thinking/#axzz2GumuOxsH

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=171917#sdendnote1anc